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Capítulo 28: Extraviados.

Luego de la traba que Aegislash les había puesto, los dos hermanos scizor se encontraban contra la espada y la pared. No podían solamente hacer caso omiso al mensaje de auxilio que lucario envío por medio de Sceptile, pero necesitaban una excusa para abandonar el continente... Un "pero" que les sirviera como el medio para fugarse.

Ya había caído la noche en la capital. Las moradas de los ciudadanos resplandecian e iluminaban la vereda con su iridiscente brillo dorado; de todas las fuentes de luz, indiscutiblemente era el castillo quien se quedó con el podio, lo que evidenciaba que todavía se encontraba en operación.

Los guardias estaban patrullando en los pasillos, cada esquina, hasta el más mínimo resquicio, absolutamente nada pasaba por alto a los ojos del encarecido y diligente trabajo de los pokemon; aunque en parte, también se debía a la costumbre que habían tomado por llevar a cabo dicho proceso reiteradas veces, parte de su cotidianidad.

En el salón del trono, ahí estaba el... Regocijandose en las comodidades de los aposentos ajenos, apoyando sus delgados brazos sobre la acolchonada alfombra roja; las salientes y decoraciones confeccionadas en oro pulido, liso y resplandeciente como un reflejo del río, no atentaban contra la comodidad del residente.

— No hay nada mejor que estar sentado en el trono mientras que el rey está ocupado... Se que no es mi propósito verdadero el de conservar mi puesto —

El pokemon acerco cuidadosamente a sus labios una taza de chocolate caliente, colocando su comisura sobre su boca como una almohada y posteriormente inclinando el recipiente.

— ¡Pero como lo disfruto! — exclamó con un rubor en su rostro.

El susodicho depósito la taza de chocolate sobre una mesa que se encontraba a no menos de 10 centímetros del trono; pequeña, con unas dimensiones bastante irregulares en cada uno de sus extremos, clavos de acero oxidado sobresaliendo en cada uno de sus rincones... Contrastaba bastante con el majestuoso trono del rey.

Sobre la mesa; además de la taza, habían unas cuantas hojas de papel impresas en tinta negra, cargaban consigo el sello real, por lo que fácilmente se podía intuir que en ellas se hablaba sobre asuntos de la capital. No obstante, el pokemon prescindia de ellos descaradamente.

Domado por la exaltación que la bebida produjo en su boca, el ojo del pokemon comenzó a cerrarse lentamente... Hasta que un irritante zumbido interrumpió su breve letargo.

— ¡Ah! ¡¿Que diablos pasa?! Quiero dormir maldita sea —

Ahora totalmente encolerizado, el pokemon tomo la radio que tenia a uno de sus extremos y la llevó hasta su oído.

— ¿Que pasa? Espero que sea importante eh Bisharp —

— Jefe... Alguien entró al centro de investigación hace unas horas y descubrió las grabaciones —

El enorme ojo del pokemon se dilato todavía más, al punto en el que la pupila casi abarcó en su totalidad todo el espacio.

El sudor comenzó a brotar por doquier; sus delgados brazos, el filo de su hoja, su cien y su escudo... Todo lo segregaba.

— ¿Y el transgresor? ¿Que sucedió con el? —

— Le corte el cuello. Aunque sospecho que estaba actuando en conjunto con otra persona, lo se porque cuando lo mate dejó caer su teléfono.

El último mensaje que envió fue el archivo de la grabación donde Gallade entraba al centro. El mensaje lo envió a un tal Aggron —

En ese momento, el pokemon llevó su extremidad hasta la parte que aparentemente era su barbilla.

— Aggron... El científico que es amigo de Blaziken...

El estaba asociado con Gallade. Llegó aquí porque estaba interesado en abrir una investigación sobre los ultra umbrales y convenció a Gallade de unirse a su investigación.

Debió de haber hablado, si ese fue el caso, hay que dar la orden para ejecutar a la niña —

— Lo dudo señor. Las grabaciones mostraron parte de su conversación; al parecer lo único que buscaban era retomar su investigación y fue cuando casualmente abrieron los monitores para buscar pistas.

Como el programa todavía no había eliminado los archivos de video de aquel tiempo, se quedaron guardados y entonces los registraron —

— Pues si realmente Aggron esta involucrado en esto, es otro de nuestros muchos objetivos ahora.

No podemos dejar que salga del país, dile a Greninja que vaya a interceptarlo —

— ¡Entendido! —

Y la llamada se corto.

El pokemon se quedó en suspenso total hasta que un par de golpes sutiles en la puerta principal lo consiguieron sacar de su trance.

— Pase —

Se pudo escuchar como la madera rechinaba a la par del desplazamiento de la puerta susodicha, evidenciando que esta ya se encontraba en un estado de evidente decadencia.

Una vez que ambas se encontraron con su límite, los responsables de aquel golpeteo revelaron su presencia.

Eran los dos hermanos Scizor; la contra parte verde del pokemon ya mencionado, cargaba entre su tenaza derecha un sobre de color amarillo opaco y un sello rojo en el centro, que no se apreciaba mucho por la tenaza de Scizor shiny que lo cubría.

— ¿Que se les ofrece hermanos scizor? —

Ambos pokemon hicieron una reverencia y posteriormente la variante varicolor puso la carta sobre el gastado escritorio de madera en el que trabajaba Aegislash.

Inmediatamente este reconoció el sello. Pertenecía a la alta comisión de Brozodia, sello auténtico del afamado Rey slowking con quien estaban asociados... Sin dudarlo, el pokemon abrió el sobre y desplegó la carta.

"Por medio de la presente carta, me dirijo formal y atentamente ante las autoridades correspondientes del país de Alveria, solicitando apoyo por parte de dos de sus hombres para que estos puedan operar en nuestro país.

No quisiera extenderme mucho y tampoco disfruto de ser formal, solamente pido que me envíen a los hermanos scizor para que estos cumplan las labores de patrullaje y vigilancia que anteriormente se le habían designado a los red gammas, quienes residen con ustedes.

Sin más dilación me despido.

Slowking"

Aegislash llevo su extremidad derecha hacia su mentón, mientras meditaba detenidamente la situación.

Si los hermanos Scizor atravesaban el país para llegar a Brozodia, todas las operaciones de los insurgentes se verían comprometidas al estar presentes dos pokemon de élite.

— ¿El rey Slowking no mencionó para que los quería? —

Ambos pokemon negaron con la cabeza.

— No hemos leído la carta señor, lo único que sabemos es que teníamos que entregarla —

Aegislash puso la carta sobre la mesa y observó detenidamente a los dos hermanos.

Aclaró su garganta.

— Pues mejor no se vayan... Voy a preparar un barco para que puedan zarpar, ahí tendrán comida y las provisiones suficientes para aguantar hasta la mañana. Se van a Brozodia en 30 minutos —

Los dos pokemon se vieron mutuamente, levantando sus cejas y dilatando sus ojos, expresiones de sorpresa muy bien disimuladas, finalmente habían logrado hacerse con su boleto para ir a la colmena y rescatar a Lucario.

El proceso lógicamente se dilato por unas cuantas horas más; se tenían que recabar todo tipo de recursos para poder llevar el viaje a cabo, como la comida o el equipo necesario para prevenir cualquier percanse en alta mar.

Sin embargo los hermanos lo habían conseguido.

Ya había caído la madrugada en el reino, el viento soplaba con una extrema agresividad mientras que dispersaba las gotas de una leve llovizna por doquier, impregnando todo con el inofensivo y gélido rocío de las nubes grises que cubrían el cielo del reino.

Los hermanos ya estaban en la playa, ambos cruzados de brazos mientras aparentemente esperaban a un tripulante más.

Las gotas de agua golpeaban contra el acero templado de sus cuerpos, siendo impotentes ante la dura coraza de los dos pokemon, desafortunadamente para scizor, sus ojos no podían presumir este privilegiado atributo.

El pokemon llevó su pinza derecha sobre su cabeza mientras entrecerraba sus ojos para evitar que el agua nublara su visión, su hermano varió color se encontraba en la misma situación.

— ¡¿No va a venir?! La lluvia ya se está poniendo demasiado agresiva... Si se tarda, podrían prohibir que zarpemos esta noche — Pregunto su impulsivo hermano, scizor pasó de largo ante la pregunta por unos segundos.

— Este escenario es tan conveniente para nosotros que no deberíamos desperdiciarlo, una tormenta de esta magnitud puede fulminar nuestro barco fácilmente una vez que entremos a mar abierto —

— ¡¿Que?! ¡No te escuche! —

Scizor shiny arqueo una de sus cejas hacia abajo y observó a su hermano mientras su expresión se arrugaba cual ropa mal planchada. Solamente podía escuchar el beligerante soplido del viento opacar la voz de su hermano. El susodicho tomó un poco de aire antes de levantar la voz.

— ¡Que tenemos que salir de aquí antes de que todo empeore! —

Las gotas de lluvia comenzaron a sentirse con mayor fuerza sobre la coraza metálica de ambos hermanos, los cuales optaron por agachar su cabeza para tomar todavía más precauciones.

"El viento sopla más fuerte conforme pasan los segundos... Y la lluvia arremete con más agresividad a cada minuto, realmente no quiero ni imaginar como será esta tormenta cuando estemos en el mar abierto"

Los ojos de scizor se dilataron al imaginar aquel escenario hipotético, pero rápidamente se vio obligado a cerrar su ojo izquierdo debido a una gota que había escurrido desde su cien hasta adentrarse en el mismo.

El pokemon levantó su mirada con un movimiento abrupto y agresivo

— ¡Agh! Que asco... Ni siquiera puedo ponerme a pensar porque las malditas gotas escurren a mis ojos de cualquier forma... Ya vamos a subirnos, es problema de ella si no quiere venir —

— Y pensé que el caballero aquí eras tu — respondió su hermano con sarcasmo.

Los dos pokemon le dieron la espalda a la beligerante llovizna y procedieron a subir al barco por medio de una plataforma de madera que actuaba como una rampa, su soporte era un poco frágil por lo que al caminar sobre ella, los dos pokemon podían sentir como esta se flexionaba al no aguantar tan bien el peso.

Ya en la cubierta, Scizor engancho sus pinzas en la tabla de madera y la levantó para meterla al barco, cuidando que esta no se resbalara por el agua y se perdiera en las revoltosas aguas.

Los pokemon siguieron caminando por la cubierta, hasta que finalmente llegaron a la escotilla que permitía acceder a la zona interna del barco donde podrían refugiarse de la lluvia.

Por dentro, todo estaba estaba en oscuridad total, no había ni una sola esquina que no fuera dominada por las tinieblas... Hasta que una estela de luz celeste apareció de forma abrupta justo debajo de la escotilla ya abierta, siendo acompañada por una infinidad de gotas que comenzaron a estallar violentamente al golpear la madera del suelo.

Los dos hermanos entraron por el pequeño agujero, bajando a través de unas escaleras que se extendian hasta los 2 metros de altura antes de rozar con el suelo, uno posterior al otro.

— ¡Tsk! No podían darnos un barco más asqueroso... Mira esa escotilla, es demasiado estrecha

Literalmente tuve que comprimir mi cuerpo para poder entrar — comentó Scizor Shiny.

— Porfavor... La escotilla no es estrecha, lo que pasa es que has estado comiendo demasiada chatarra y por eso engordas —

— ¡¿Que?! Yo no estoy gordo — Exclamó antes de golpear el hombro de su hermano con una de sus tenazas, empujando levemente su perfil hacia el extremo contrario por la fuerza.

Scizor no correspondió con agresividad ni se enojo, ambos hermanos eran como los típicos amigos que se jugaban bromas pesadas y los golpes mutuos eran el pan de cada día, sin embargo... Scizor siempre fue más prudente que su hermano... Y en aquel momento no podía enfocarse en otra cosa que no fuera su rebuscado plan para escapar.

El pokemon le dio la espalda a su hermano y se quedó mirando al vacío oscuro que los rodeaba totalmente... Sus cejas apuntaban hacia abajo al igual que sus dos pupilas, una mirada penetrante.

Llevó sus dos tenazas a los extremos de su boca antes de gritar.

— ¡¿Estas ahí?! —

No hubo respuesta alguna... Solamente se escuchaban los residuos del grito de Scizor que rebotaban de pared en pared en forma de eco hasta que se desvanecieron. Scizor Shiny replicó la mirada de su hermano.

— si si, estoy aquí... ¿Por qué tanto suspenso? —

Desconcertados, ambos pokemon levantaron rápidamente sus miradas para observar hacia el techo del cual goteaba el agua...

Pudieron rápidamente identificar a Sceptile, mezclando torpemente su tez de color radiante con las lúgubres sombras.

— ¿Enserio estuviste arriba de nosotros todo este tiempo? Que ridículo... No puedo creer que no te vimos. Tu color es tan intenso que es imposible no percibirte incluso en sombras...

Y más si hay luz entrando por la escotilla — apuntó con sus ojos hacia la susodicha.

Sceptile desprendió sus afiladas garras de la frágil madera y aterrizó frente a los dos pokemon con un ostentoso salto.

— ¿Y cómo les fue con nuestro transporte? ¿Tuvieron éxito? —

— No... La estuvimos esperando un buen rato en la tormenta pero no llego y debemos irnos ya antes de que el clima empeore... — Scizor suspiro con pesadez. — Vamos a tener que improvisar algo, realmente no sé qué podríamos hacer – Llevo su pesada tenaza y la recargo contra su barbilla mientras meditaba sus posibilidades, pero realmente no tenían alguna otra forma de sobreponerse a las beligerantes olas del océano.

De una de las comisuras impregnadas en oscuridad y sombras... Comenzó a percibirse un movimiento, un movimiento apenas perceptible comenzó a manifestarse en las tinieblas...

Escurriéndose con su prolongada y lisa extremidad hasta terminar a espaldas de Scizor, donde a duras penas se podía percibir una pequeña parte de su rostro blanco e inexpresivo...

- ¡ESTAS MUERTO! – Exclamo.

Con una rotación rápida de cadera, Scizor Shiny se giró para poder encarar a su agresor, lo primero que hizo fue cubrir su rostro con sus tenazas, dibujando una X con sus brazos... pero la coalición fue tan abrupta que solo sintió como su defensa mal colocada era derribada por la cola de la enemiga...

Cayó al suelo.

Abrió sus ojos y en lugar de dolor... era una expresión de confusión la que se apoderaba de su rostro, con sus dos cejas arqueadas en direcciones contrarias y la comisura izquierda de sus labios levantada...

- ¡¿Primarina?! ¡¿Cuánto tiempo llevas aquí?! Te esperamos bajo la lluvia durante más de 15 minutos... ¿Sceptile ya sabía que estabas aquí? –

- Si... Pensó que sería divertido jugarles una broma, entonces accedí – La joven recogió su cola, permitiéndole a Scizor ponerse de pie nuevamente, mientras disimulaba torpemente en su rostro las risas que ocasionalmente pretendían escaparse.

- Por cierto... Una pregunta, ¿Y que hace un Sceptile aquí? ¿Acaso es algún otro guardia especial de la elite de Alveria... ¿Algún guardia de otra zona del reino? ¿Nada? Se me hace muy extraño que en un par de horas nos avisen en corto que tenemos que salir a viajar en barco, casi en la madrugada y con un pokemon desconocido –

Scizor Shiny levanto una de sus tenazas a la altura de sus hombros y giro sus ojos hacia la izquierda de forma sugerente.

- Pues... no es un pokemon que este precisamente registrado... ¿Cómo se escondió? No tengo la más remota idea -

Todas las miradas se desviaron hacia el susodicho... Sceptile solamente puso su mano izquierda por detrás de la nuca y la mano restante la escondió detrás de su espalda, aparentemente su método era vergonzoso.

- Bueno... - Titubeo en su habla y comenzó a rascar detrás de su nuca – La verdad es que me escondí en la caja de los vegetales, fue debajo de una capa de rábanos lo suficientemente densa como para permitir que mi cuerpo se ocultara... mi cola sobresalía así que puse una segunda capa de perejil para que pasara desapercibida, así que cuando revisaron el contenido solo tuve que estar quieto y listo... Usualmente los trabajadores son algo flojos por lo que solo movieron un poco con sus manos y al ver 2 o 3 rábanos pasaron de largo y me subieron –

- Bueno... como sea, ya que estamos aquí creo que tenemos que poner en contexto a Primarina y decirle porque es clave en esta operación... Veras Primarina, estoy consciente de que según todo lo que nos expuso Sceptile, Lucario no puede confiar en cualquiera que esté en el reino... tenemos la sospecha de que quizás exista un traidor entre nuestras filas y por eso este mismo necesitaba deshacerse de Lucario, pues es el único que puede detectarlo por medio de su Aura –

Primarina levanto su aleta abruptamente... Scizor le cedió la palabra.

- Si hay un traidor entre nosotros según sus sospechas... ¿Por qué Lucario no lo identifico desde antes con su aura? –

Sceptile levanto su mano derecha, Scizor correspondió apuntándole con su tenaza.

- Me conto que el uso del aura es muchísimo más complejo de lo que parece, no tanto como en Hunter x Hunter, pero no puede detectar en su plenitud a una persona buena o mala, para que esto suceda, el objetivo tiene que estar pensando en hacer el mal en aquel momento, lo que mancha su aura o por así decirlo... le da más potencia hasta el punto de hacerla perceptible, porque es como un tatuaje... ahí está, pero si lo ocultas nadie podrá verlo...

Si sus pensamientos están divagando, podrán "disimular" involuntariamente su maldad... me imagino que con el tiempo las cosas se han estado volviendo un poco más turbias y por eso buscaron deshacerse de Lucario con mayor prisa.

Realmente ya lo tenían planeado todo, solo tenían que fingir que secuestraban a uno de los compañeros de Lucario para deshacerse de él. Lo de Litten y Audino solo complico más las cosas... Y aún no sabemos

nada sobre ellas dos, solo que Audino descubrió algo relevante y esa fue la razón por la que Lucario las protegió, poniendo en riesgo a los mugrosos que están detrás de todo esto –

- Y bueno – Scizor aclaro su garganta – Tenemos que recuperar a Lucario para que fácilmente pueda indicarnos con su aura quien no es quien aparenta ser dentro del reino... si es que nuestra hipótesis es correcta, después de eso habría que buscar a Litten y a Audino, pero eso será un poco más complicado...

El punto es que necesitamos salir de Alveria sin que seamos monitoreados, para eso le pedimos a Blaziken que nos recomendara ante el rey slowking para ayudarlo con varios asuntos menores en Brozodia, son como favores políticos, Blaziken tiene esa influencia en su país. Ahí es donde entras tu – El pokemon se quedó callado por unos segundos.

- Debemos desaparecer -

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El radiante sol había anunciado ya su llegada, con intensos rayos que iluminaban hasta la esquina mas remota y la sombra mas pronunciada; absolutamente todos en Clover side habían comenzado a movilizarse, los barcos de comerciantes por supuesto no podían faltar en el puerto, decorando el océano vació con sus blancas velas, los mercaderes por supuesto tampoco se demoraron en colocar sus puestos de venta por todos los lados que fueran posibles, siempre y cuando no se obstruyera la carretera.

Lopunny estaba sobre su cama, había despertado desde hace un par de horas para poder darle la bienvenida al sol, aunque no estaba muy acostumbrada.

Su pelaje estaba desalineado y despeinado; a su vez, las cobijas y sábanas de su cama desperdigadas por todo el suelo mientras el peso de sus rodillas penetraba en el colchón desnudo.

"El club de chicas" decía el encabezado de la revista semanal que estaba leyendo, la había traído desde Alveria para ver como matar el tiempo en sus ratos libres.

Lopunny se veía encantada, sus ojos miraban atentamente cada una de las páginas de la revista y cada vez era más evidente su emoción por la misma, las pupilas se dilataban como si se tratara de un niño pequeño apreciando un dulce desde la ventana de una tienda.

- ¿Test para ver qué tan buena eres ligando? ¿Consejos para hacerte la difícil con los hombres? ¿Qué es esto? –

Lopunny se alarmo al escuchar la voz de Sableye y rápidamente le dio la vuelta a su mirada a través del costado derecho; en efecto, ahí estaba el pokemon sentado en la cama de la joven, observando lo que estaba haciendo...

- ¡¿Qué diablos estás haciendo en mi habitación?! – Exclamo y trato de cerrar la revista de golpe, pero Sableye interpuso esta acción atravesando su brazo...

- ¿Cómo verte genial este regreso a clases? Jajajajajajaja... Nunca pensé que serias capaz de leer esas revistas hechas para niñas de secundaria – Sableye hecho su cabeza hacia atrás y puso la palma de su mano sobre sus ojos para puntualizar más su risa burlona, Lopunny solo se quedó observándolo con una mirada tensa mientras que sus mejillas se ruborizaban gradualmente.

- ¡S-Silencio! Es cierto que ya termine la secundaria, pero los consejos de la revista son muy prácticos – Se excusó mientras desviaba la mirada e inflaba sus mejillas. – De cualquier modo, ¿a ti que te importa y que haces metido en mi habitación? Pensé que habías rentado una para cada uno de nosotros –

El pokemon repuso su postura original, atrapando un par de lágrimas con sus afiladas garras antes de retirar la mano de sus ojos...

- Ya, enserio... Vine a decirte algo importante, aparte de que ya era hora de levantarse; pensé que seguías dormida, como sea, mira –

El pokemon oculto su brazo izquierdo completamente detrás de su espalda... solo para esperar un par de segundos y traerlo al frente nuevamente; su puño estaba cerrado, haciendo un esfuerzo como si de ahorcar a una persona se tratase, se evidencio en las facciones de Sableye al ver que este comenzó a estrujar sus dientes... Y...

- ¡Mira lo que conseguí! – El pokemon abrió el puño y realizo un rápido ademan con sus dedos... Una piedra brillante apareció, siendo sujetada entre sus garras pulgar e índice.

- ¿Eso es... una lopunnita? –

- Así es – Asintió y poco después arrojo la piedra hacia arriba con cierta mesura, Lopunny solo tuvo que extender y juntar ambas manos para crear un boquete con ellas y atraparla; comenzó a inclinar en distintos ángulos sus brazos, provocando que la piedra comenzara a girar y a rodar... los radiantes rayos del sol comenzaron a reflejarse en la piedra.

- ¡Esto es increíble! ¿De dónde fue que sacaste otra como la que tenía? La había perdido poco después del festival y jamás supe donde quedo, es un gran regalo – No despego sus ojos de la piedra, su voz era más aguda y efusiva.

- Pues de hecho debo decir que la mega piedra que originalmente tenías fui yo quien te la di... ¿Te acuerdas de aquella Delcatty que te regalo la piedra en el mercado? Pues yo le pague para que te la diera, no sería lógico que una vendedora te regalara algo invaluable solo porque si –

- Espera... ¿Y por qué hiciste eso? – La joven deshizo la figura que había formado con ambos brazos y dejo la mega piedra a un lado suyo, por encima de las desordenadas sabanas,

- Fue sencillo... Por morbo... Me entere que la habilidad de tu especie una vez mega evolucionada es la de intrépido, habilidad que te permite golpear a los pokemon de mi tipo con movimientos de tipo lucha y normal... Quería ver como se sentía –

- ¿Qué? ¿Me estás diciendo que me diste una mega piedra solo porque sería interesante ponerte a luchar conmigo, independientemente de que eso significara ir a la cárcel de la que siempre pudiste escapar desde un inicio? ... ¿Y todo por morbo? – Pregunto desconcertada.

- Así es... Hay experiencias que nunca he vivido, pasar un tiempo en la cárcel era algo nuevo para mí –

La joven se quedó callada y la neutralidad se apodero de su rostro, realmente todas sus palabras habían sido cortadas de raíz mientras que en su mente escudriñaba la idea de hasta qué extremo sería capaz de llegar su compañero únicamente por morbo... Era algo aterrador para ella.

Ambos pokemon se pusieron de pie y salieron de la habitación, en donde ya estaban Alakazam y Lucy esperándolos en el pasillo donde se ubicaban sus habitaciones.

- Este hotel esta horroroso... ¿Enserio es de lo mejor que encontraste en esta ciudad? Se supone que es una ciudad de negocios y exportación, ¿no hay mejores cosas? – Pregunto Lucy quejumbrosa, recibiendo a Sableye con una queja inmediata; el pokemon solo giro sus ojos hacia la izquierda y correspondió.

- Lo siento, independientemente de mis recursos... en este lugar no hay absolutamente nada mejor que este hotel con colchones incomodos, alfombras viejas, baños sin agua, goteras y ventanas rotas.

Agradece que al menos pudimos encontrar algo... esta nación se fundó hace apenas 2 décadas, lo normal sería que ni siquiera existiera infraestructura, pero la hay –

Alakazam asintió dándole la razón.

- Concuerdo con Sableye, hay que agradecer que mínimo tienen cosas... es una nación exageradamente joven, al punto en que es hasta inverosímil el hecho de que haya infraestructura y una nobleza y sistema económico establecidos, aunque muy mal... Imagínate, yo tengo más tiempo vivo que todo un país... eso ya es demasiado exagerado.

Cambiando de tema, ¿ya vieron las noticias? –

Sableye negó con la cabeza.

- No, aquí tienes que ser una persona ridículamente influyente si quieres conseguir mínimo una televisión de caja, no podemos ver ninguna transmisión –

- Los periódicos, creo que esto les va a parecer interesante –

Usando sus poderes psíquicos, Alakazam movió un periódico enrollado por todo el pasillo, hasta que Sableye lo cubrió con sus garras y dio con él... Posteriormente lo desplegó.

— "Viajeros del extranjero quedan perdidos en el océano" — El pokemon aclaró su garganta después de leer el encabezado, todos se inclinaron hacia adelante por el morbo que les provocó aquel enunciado.

— "Varios pescadores y navegantes nocturnos reportan que esta madrugada vieron como una gigantesca embarcación era devorada por la beligerante tormenta, la cual arrasó con todo a su paso.

Según las fuentes, el barco parece provenir del país vecino Alveria, el cual desplegó tripulantes a nuestro país con el propósito de ayudar al rey Slowking a cumplir varias tareas de las cuales no se ha recibido mayor información.

Se cree que los tripulantes de la nave eran los afamados hermanos scizor que iban en compañía de nuestra diva marina, Primarina.

Se espera con anhelo que los tripulantes de la nave sobrevivieran al encuentro, pero al rescatar los restos de la madera despedazada en el mar, no se encontró rastro alguno de ellos.

Aegislash se comunicó al respecto, declarando que jamás esperaba que fuera a ocurrir algo como esto, pero que de cierta forma tampoco era descabellado, pues los pokemon zarparon de la capital del país vecino a elevadas horas de la noche cuando la tormenta ya estaba en curso" —

- ¡¿Qué?!! ¿Me estás diciendo que Primarina y los hermanos están muertos?, eso no puede ser cierto – Exclamo Lopunny totalmente exaltada y sorprendida, se negaba a creer lo que Sableye había leído en el periódico.

- Temo que es cierto, pero no podemos descartar la posibilidad de que sea solamente una nota amarillista y que busque controversia; Primarina es un pokemon de tipo agua, la tiene relativamente fácil para sobrevivir en el océano... Y si yo fuera ella, usaría mi habilidad de creación de burbujas para trasladar a los otros pasajeros –

- ¡Eso no importa! Tenemos que ir y ayudarlos –

Alakazam levanto su mano derecha, consiguiendo que ambos pokemon desviaran su atención hacia él. Sableye se mostraba tranquila, mientras que su contraparte estaba a punto de romper en llanto y no lo hacía solo porque se contenía.

- Estoy de acuerdo con Sableye, lo que sea que haya pasado entre Alveria y Brozodia a nosotros no nos concierne en lo absoluto. Te recuerdo que Sableye ya mancho su imagen y se hizo pasar por tu secuestrador únicamente para que la desaparición de ustedes dos tuviera sentido, por lo que involucrarnos con los otros guardias le traería problemas y mancharía también nuestra coartada.

Tenemos que ser prudentes y firmes... Ahorita son las vidas de Litten y de Audino las que están en riesgo y a ellas si podemos ayudarlas.

Créeme, tengo el presentimiento de que si esa noticia es real, los hermanos probablemente pararan en alguna otra isla desierta; terminando nuestra labor podemos ir a buscarlos si quieres –

Las arrugas de excesiva preocupación en el rostro de Lopunny comenzaron a desvanecerse, al igual que sus fruncidas cejas que pronto consiguieron calmarse; estaba meditando sobre lo dicho por Alakazam, realmente ellos eran impotentes ahora ante todo lo que sucediera en Alveria, sencillamente no eran capaces de meter sus narices... ni siquiera en Brozodia donde se veían obligados a pasar desapercibidos. La única razón por la que el encargado del hotel no los había delatado fue por el dinero que Sableye le ofreció para no abrir la boca o divulgar el rumor de su presencia, pues era una figura conocida por todos en la nación.

- Tenemos que irnos ya, hay que hacer un trabajo de investigación lo suficientemente riguroso como para ubicar donde está su nueva guarida... Porque ahora que Pichu escapo de su dominio, dudo que retomen el edificio en donde estaban refugiados, ¿tú qué opinas niño? –

Pichu levanto su mirada para ver a Sableye al rostro.

- Bueno, ya sabemos que ahora me están buscando en Alveria por el engaño que conseguimos colarles, lo que significa que mínimo desplegaran a dos o tres de sus aliados más competentes para localizarme allá.

Creo que eso en cierta forma los vuelve más vulnerables, por lo que tenemos que aprovechar para atacar cuando podamos —

— ese es un buen razonamiento, el problema es que no sabemos a dónde se fueron.

No tenemos nada sobre ellos, absolutamente nada... Simplemente se desvanecieron cuando escapaste y ahora si no tengo idea o noción alguna de donde podrían estar... —

Pichu llevo su puño hacia su mentón mientras lanzaba una mirada sutil hacia el techo del pasillo, pensando en alguna solución o pista que los llevara a sus objetivos.

De pronto, una idea brillante llegó a su cabeza abruptamente, provocando que el pokemon lanzará un grito eufórico.

— ¡Lo tengo! — Exclamó. — El lugar donde estaban refugiados no va a ir a ningún lado... Era un departamento, por lo que podríamos pedirle información al dueño, cualquier cosa que en su tiempo le hayan comentado podría servirnos —

Sableye asintió.

— Bueno... Entonces eso haremos, hay que sacarle toda la información que podamos —

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