Capítulo 25: Escape.
Nuevamente, el sol había conseguido despertar con euforia, desprendiéndose del seno del horizonte para anunciar la llegada del día con su poderosa manifestación. Ya se encontraba en su punto más alto, su pedestal.
A pesar de la iridiscente compañía del sol, el gigantesco galeón que hendia las aguas del océano con su peso, no podía evitar sentirse solo en un escenario donde únicamente estaba presente el y sus pasajeros. Donde la única charla que se podía atestiguar era el bramido del viento salado, que impactaba plácidamente en el rostro del pokemon tipo siniestro y fantasma que se encontraba a la vanguardia en la tripulación.
Apoyando su cuerpo sobre el gigantesco mástil de madera usando su pulcra mano para aquello, procurando no incrustar sus tajantes garras en la quebradiza madera cual espada de acero repujado.
Procurando no perder el equilibrio y caer por la borda a causa de los movimientos tan beligerantes que provocaban las olas.
— El mar está un poco agitado esta mañana, eso me preocupa un poco debo de admitir... Y realmente pocas cosas me preocupan —
El pokemon giro su cabeza para tener contacto visual con Alakazam, quien estaba en el borde del barco cruzado de brazos, observando el vehemente pero a su vez tranquilizante movimiento de las olas.
— ¿Podrías ayudarme a despertar a Lucy mientras yo despierto a Lopunny? Por el color del agua y la ausencia de pokemon tipo volador sobrevolando el cielo, me atrevo a decir que estamos a nada de llegar... O sabes que, mejor corroborarlo —
Desprendió sus afiladas garras del mástil llevándose consigo unas cuantas astillas para caminar hacia la proa, tambaleándose ocasionalmente por el movimiento irregular del galeón.
Estando ya en la proa, el pokemon dio un paso en falso y fue forzado a caer hacia adelante por su propio movimiento desacertado
Golpeándose de este modo con la borda de uno de los extremos de la parte frontal del barco...
El pokemon sonrió de forma forzada, totalmente disgustado mientras intentaba ponerse nuevamente de pie.
— Viajar en barco es un martirio, que bueno que estamos a nada de llegar ya a brozodia. Así es, puedo ver el puerto de la ciudad de Cloverside, la capital "comercial" de brozodia y la ciudad costera — exclamó esto último cuando sus brillantes ojos grises se clavaron en la imagen difusa de dicha zona... Quizás este adjetivo era el más acertado para describirla por su mareo o alguna sensación de nausea que no permitía que su vista estuviera esclarecida del todo.
La joven doncella ya se había despertado gracias a la ayuda de su honrado compañero Alakazam, con quien tenía una relación de amistad muy estrecha, se puso de pie con ciertas dificultades debido al reiterado movimiento del barco que provocaba desequilibrio en sus frágiles y finas piernas.
- Buenos días chicos – Saludo con una voz exhausta y que todavía era dominada por el sueño, previo a soltar un enérgico bostezo mientras estiraba sus brazos. El pokemon comenzó a caminar hasta la parte frontal del barco donde se encontraba Sableye, sin embargo... termino recargando sus brazos en el denso mástil. – Esto es un horror, ni siquiera se puede caminar a gusto en la cubierta, realmente no entiendo como hay personas que les gusta viajar por este medio, aunque... ¿Qué más da? No hay otra forma para desplazarse de nación en nación si es que no eres un pokemon de tipo volador... - Trago un poco de saliva antes de continuar.
- ¿Cómo estas tu Sableye? –
- Alegre... De que finalmente vamos a bajar de este infierno ambulante... En cuestión de nada –
La ciudad estaba plagada de pokemon diversos, pero todos reunían las mismas características... eran del tipo siniestro o fantasma y ocasionalmente algún otro tipo secundario o primario acompañando a cualquiera de los dos anteriormente mencionados. No era una ciudad muy pintoresca, era más bien, lo opuesto; Una costa sumamente rustica y carente de color, donde absolutamente todas las edificaciones importantes estaban demacradas, desgastadas y descoloridas, repletas de todo tipo de magulladuras, baches que hendían el concreto de las calles.
Una atmosfera extraída de un panorama de los años 50 o 60.
No era tan destacable ver como el océano simplemente continuaba dilatándose hasta que llegaba un punto donde las paredes de concreto se levantaban por encima de las llanuras submarinas hasta sobresalir y obstruir el paso, acompañadas únicamente de ocasionales boquetes donde todos los residuos de la ciudad eran desechados y tintaban el océano con una mezcla de colores marrón y un intenso verde jungla... arrebatando toda la vida y el júbilo de raíz... No, lo único que podía darle vida al lugar, eran aquellos puestos de mercaderes confeccionados en madera que se extendían en todo lo largo y ancho de aquel destino donde todos los navegantes arribaban, hasta extenderse por los callejones y sencillamente desaparecer de la vista de los tripulantes.
Absolutamente todos los pokemon desviaron sus miradas, sintiéndose atraídos al ver como una misteriosa sombra cubría toda la zona del muelle y del lugar, sobrepasando la altura de los edificios.
El gigantesco Galeón se frenó en seco una vez que cruzo su camino con el muelle.
- Y ahí está tu respuesta linda... en efecto, hemos llegado... Y creo que necesitaremos un segundo plan, puesto que al parecer hemos llamado la atención de todos los ciudadanos que están aquí reunidos... y debo decir que esta parte de la ciudad es como el malecón podría decirse, porque si se dan cuenta aquí no hay playa... pero es una zona turística y bastante transitada.
Alakazam, por cualquier duda... ¡Tú eres el encargado! El capitán de la nave... Lucy y Lopunny son tus esclavas sexuales y yo soy... ¡Un pokemon cualquiera que se metió robar! –
- ¡Oye! – Exclamo Lopunny con cierto enfado ante el comentario de Sableye, empujándolo desde su hombro con ambas manos.
- Pero no entiendo Sableye, ¿Qué pretendes conseguir con que yo me haga pasar por el capitán del barco? – Pregunto Alakazam con intriga, dando un par de pasos hacia adelante para escuchar con mayor claridad al pokemon, Lucy solamente se quedó callada.
Sableye llevo sus manos por detrás de su cabeza y comenzó a sonreír de forma forzada.
- Veras... No puedo permitir que la gente me identifique... es decir, soy una cara muy conocida. Si los insurgentes se enteran de que llegamos, podríamos pasarla bastante mal ahorita que estamos en el elemento de ellos. Y ver a un pokemon de tipo siniestro/fantasma llegar en un gigantesco barco de otro país solamente levantaría sospechas, porque... ¿Qué otro Sableye que no sea un mafioso tendría suficientes recursos como para viajar de país en país cada tanto que quiera?
Además, como dije... mi cara es conocida. Obviamente no soy el único Sableye del mundo, pero así como todos los humanos son iguales, estos tienen una tez propia y características propias que los hacen diferentes... Por ejemplo, Bill Gates y Steve Jobs son hombres y en teoría son lo mismo, pero los puedes identificar por sus rasgos únicos y esas cosas aburridas, lo mismo pasa con nosotros los pokemon... aunque seamos de la misma especie, cada uno de nosotros es reconocible a los ojos de terceros....
Soy una celebridad y nadie tiene que enterarse de que estoy aquí, así que hare lo posible por hacerme pasar por otro Sableye corriente mientras que tu... Mi amigo, tu serás el Capitán de la nave.
Señalo al pokemon respectivo con su dedo.
- Todo esta excelente Sableye, ya entendimos tu punto... Pero... ¿Qué diablos es un humano? –
El pokemon negó con la cabeza.
- Nada... Fue solamente un ejemplo, pero ahora que ya me di a entender... Yo me maquillare un poco y me hare pasar por uno de los mercaderes... Y si te piden una identificación real, solamente dale esto al encargado del muelle – Extendió su mano y al abrirla, dejo caer un ostentoso collar de joyas en el suelo, justo a unos centímetros frente a Alakazam... Lopunny y Lucy observaron atentamente el mismo.
- ¡Hey! ¡¿Hay alguien ahí arriba?! – Exclamo una voz que interrumpió al grupo de pokemon, Sableye termino por usar sus habilidades de fantasma para desvanecerse.
- Nos están hablando, ¿Qué hacemos? ¿Quiere que lo sobornemos? –
Alakazam asintió ante la pregunta de la despistada Lucy que yacía en sus hombros.
- En efecto... Y mi código moral usualmente no me permite hacer estas cosas, pero no tenemos de otra... Hay que elegir el peor de los males y esto es para una buena causa.
Alakazam comenzó a levitar hasta llegar a la parte frontal del barco, de donde asomo su cabeza para atender al llamado.
En el muelle, se encontraba un Krookodile, quien aparentemente era el encargado de registrar en su libreta a todos los pokemon que entraban y salían del continente por dicho medio, el pokemon dejo de gritar en cuanto vio a Alakazam.
- Bueno señor... Para poder hospedarse en nuestra ciudad, necesito que se identifique... Ocupo una fecha de nacimiento, mote si es que tiene y apellidos y el país de donde procede, son órdenes del gobierno para controlar quienes entran y quienes salen, así que me temo que no puedo dejar que se estacione aquí si no me da su identificación –
Alakazam asintió con su cabeza y rápidamente bajo del barco acompañado de Lopunny y de Lucy, las cuales aterrizaron de un energético salto sobre la madera húmeda del muelle, Alakazam no se vio en la necesidad de hacer esto, simplemente levito por encima del bote para salir de él y posteriormente perdió altura para ponerse frente al pokemon de tipo siniestro.
- ¿Ellas son sus compañeras? – Pregunto Krookodile, a lo cual Alakazam asintió.
Lopunny puso su mano izquierda sobre su cadera mientras observaba a los caballeros conversar, Lucy se acercó a su compañera.
- Este lugar es muy extraño... ¿De verdad así es Brozodia de pobre? Bueno, si me lo preguntan... Yo esperaba a que fuera una nación todavía más pobre, pero al menos tienen estructuras y calles... eso ya es algo –
- Eso es porque esta es la zona con economía más poderosa de toda la nación, sencillamente es esta ciudad por ser la ciudad costera, donde llegan una infinidad de barcos con comerciantes con los que podemos negociar... Y de todos modos es una zona inestable... es decir, a veces la moneda del país se sigue devaluando y nuestra infraestructura esta corta ate la de otros países... como la de Alveria por ejemplo, nuestro famoso país vecino, pero ese no es el punto de la conversación... el punto es que, necesito que se identifiquen – Interrumpió Krookodile para después mover su cabeza lateralmente, intentando no divagar.
Las chicas se quedaron calladas mientras que a su vez, lanzaban alguna que otra mirada sutil a su "capitán" indicando lo que este debía de hacer para proseguir con el plan.
Alakazam estaba consciente, sintiendo las hostigantes miradas de las dos jovencitas, pesando en su espalda...
- ¡Tsk! – Gruño con cierto disgusto y extendió su mano derecha ante el pokemon contrario, sujetando las frías y relucientes cadenas del collar que se encadenaban a un par de esmeraldas y un gigantesco ruby.
- Te doy esto... Y no hay nombre por mi parte. ¿Estás de acuerdo? –
Krookodile arqueo una de sus cejas y se cruzó de brazos mientras observaba al contrario con cierta sospecha, ¿Por qué motivo este pretendía omitir su información para identificarse? ¿Acaso era un inmigrante ilegal de algún otro país o alguien que pretendía llevar a cabo un ataque terrorista? Las dudas inundaron la mente del pokemon siniestro al igual que sus hipótesis buscando responder la pregunta... ¿Por qué?
- Señor... Mi compromiso es con mi País y con las personas que rodean mi entorno, Soy un hombre honrado, orgulloso padre de familia que se gana su dinero con trabajo que es para servir a la gente de mi nación.
¿Qué clase de ciudadano y servidor público ejemplar seria si le permito ingresar a la nación sin identificarse? Esto es para prevenir cualquier tipo de cosa, como atentados por ejemplo... Le voy a dar la oportunidad de que retire sus anclas y se vaya, porque lo que acaba de hacer también es algo ilegal y al menos si está aquí en Brozodia, podemos castigarlo –
Exclamo el pokemon con firmeza y se quedó estático, esperando a que Alakazam retirara la nada detestable pero deshonrosa oferta que le había hecho para omitir el proceso legal... Dicho pokemon se dio la media vuelta y camino hacia donde se encontraban Lopunny y lucy.
- ¿Qué paso? ¿Por qué no le has dado el collar todavía? – Pregunto Lopunny levantando la voz con un poco de agresividad.
- Tenemos problemas... resulta que es un hombre... De familia... Es decir, es un ciudadano con principios en un cargo público. Definitivamente no nos va a permitir la entrada y si no nos retiramos en 5 minutos, va a llamar a los guardias reales, quizás deberíamos dejar que lo haga... Igual el rey de Brozodia te conoce –
- ¡Si! Pero el objetivo de todo esto es pasar desapercibidos... Si el rey de Brozodia nos ve como si nada, le dirá a los de Alveria que estamos bien y todo el plan de Sableye se podría truncar... tenemos que ser eso, simples ninjas sin identidad y es obligatorio pasar por este muelle –
- P-Pero... ¿Qué pretendes hacer? – Pregunto Lucy girando su cabeza.
Lopunny extendió su mano tomando el collar de las manos de Alakazam.
- He aprendido varias cosas de Sableye el tiempo que me estuve juntando con el... Hay que atacar desde el punto frágil – Y de esta forma, comenzó a caminar con un aura un tanto agresiva, pero de cualquier forma Krookodile no iba a someterse con tanta facilidad.
El pokemon arqueo todavía más sus cejas, lanzando una potente mirada sarcástica en contra de la doncella que termino por detener su paso a pocos centímetros frente a él.
- Sabes, no voy a negarlo... eres bastante bonita, pero si intentas seducirme para que los deje pasar, no pienses que voy a dejarme derrotar por ti... Créeme, ya van muchas chicas que intentan hacer eso -
Lopunny rápidamente esbozo una sonrisa forzada de sus labios, terminando por torcerla por el disgusto que le provoco el dialogo del contrario.
- ¡Tsk! ¿Qué? ... NO, No vine a charlar yo contigo por eso... no le des esa connotación, sinceramente no eres mi tipo –
- Ah... ¿Los pokemon de tipo siniestro no somos suficientes para ti? ¿Doncella? No te preocupes, tampoco pretendo decir que tu si me llamas la atención, no es mi trabajo alimentar el ego de las niñas, es vigilar que todo aquel que ingrese este registrado... Y nada lo va a cambiar –
- ¡Agh! Escúchame... Sé que eres un ciudadano recto, noble... que quieres hacer bien tu trabajo y ese tipo de cosas, pero es sumamente necesario que yo y mis compañeros entremos sin registrarnos y que no nos lo impidas.
Además, me imagino que por la economía tan inestable y su escasez de recursos, tampoco es como si tu salario fuera lo suficiente como para cubrir las necesidades básicas de tu familia. Ellos al igual que casi todos aquí, se mueren de hambre... se retuercen porque no saben de dónde conseguir algo para poder desayunar.... Así que ayúdame y te ayudo, piensa primero en los tuyos –
Lopunny imito las acciones de Alakazam, extendiendo su brazo con el collar de joyas en mano ante el guardia... El cual se veía mucho más susceptible y vulnerable ante la oferta, quizás por el hecho de que la joven había atacado por un flanco que nadie había tocado jamás, sus seres queridos, pokemon que día a día sufrían por la escasez de recursos.
Krookodile extendió su mano y rápidamente tomo el collar.
- ¡Bienvenido a Brozodia, Capitán dunsparce! – Exclamo con una gran sonrisa, anotando en los registros el nombre del pokemon por el cual todos se harían pasar, falsificando igualmente la fecha de nacimiento y país de origen. Todos comenzaron a caminar hasta salir del muelle.
- ¡Vaya! ¡¿Qué fue eso?! – Exclamo lucy con emoción mientras revoloteaba con sus alas cual personaje de caricatura.
- Es simple, manipulas a la persona con algo que sea importante para ella... Sableye me confeso que hubieron algunas ocasiones donde uso la furia de Blaziken para manipularlo a su antojo... y que es algo bastante común en él, una estrategia para doblegar hasta al más rígido de voluntad – mostro sus parpados con elegancia mientras se encorvaba un poco para mirar hacia el suelo.
- Realmente no me siento orgullosa de haber hecho eso... estaba claro que era un buen ciudadano, alguien que perfectamente demuestra que los tipo siniestro son más que como nos muestra nuestra estereotipada forma colectiva de pensar, pero tampoco somos malos... Tenemos que hacer lo que sea para continuar, detener a los insurgentes... y este es el primer paso, espero que pueda administrar bien las ganancias de esas joyas, podrá vivir bien durante unos cuantos meses –
Los pokemon siguieron caminando en grupo, atravesando las demacradas calles en busca de poder localizar a Sableye, quien se estaba haciendo pasar por un comerciante ambulante de los muchos que se dispersaban en todas las paredes.
Hasta que finalmente Lopunny logro ubicarlo con su certera vista.
- Miren, ahí está Sableye –
El pokemon estaba vestido con una extraña túnica violeta que provocaba poco contraste con el color de su piel... Un par de zapatos puntiagudos como los de un arlequín y finalmente, cargaba sobre su espalda el peso de una gigantesca mochila que se asemejaba a una de acampar, donde colgaban una variedad amplia de insólitas máscaras, entre ellas... una con forma de corazón que sobresalía del resto.
- Así es chicos... Soy el vendedor de máscaras de Majora, ¿Les interesa mi mercancía? Porque yo no tendría problemas en vender esta aberración –
Lopunny tomo con sus manos una de las máscaras que colgaba en la mochila de su compañero, observándola con cierta pesadumbre, arrugando sus gestos en señal de incomodidad.
- ¡Pero que mascaras tan feas! ¿Y si mejor te haces pasar por un mercader que tenga un poco más de credibilidad? – La chica lanzo la máscara de regreso a su compañero y se dio la vuelta con cierto desinterés; Sableye tuvo que dar un pequeño salto para conseguir atraparla en el viento.
- Oye, respeta mi mercancía... ¿Tienes idea de cuánto tiempo me tarde en tallarlas? Porque fueron como 3 minutos o menos de arduo trabajo... En fin, ¿Qué deberíamos hacer? – Comenzó a caminar, siguiéndole el paso al resto de sus compañeros mientras que ocasionalmente empujaba con sus manos a otros vendedores ambulantes que obstruían todo el paso de la banqueta... aunque la calle igualmente estaba impregnada de personas, puesto que por ese lugar no transitaban muchos carruajes.
- Pues como dijo Lopunny... Pienso que lo ideal es primero que nada, salir de aquí... Es una zona bastante frecuentada por los ciudadanos y no me extrañaría que nos encontráramos a uno de los insurgentes y este nos reconociera, después de todo Lopunny es una figura "publica" del país al ser la dama de compañía de la princesa... probablemente otros ciudadanos convencionales de esta ciudad no la ubiquen, pero un enemigo sí que lo hará – Comento mientras llevo su mano derecha hacia su mentón para rascarse, cuidando que la cuchara que sostenía entre sus dedos no fuera a caerse.
Y de esa forma, todos comenzaron a desplazarse rápidamente para salir de la zona concurrida de la ciudad, suplicando al injusto y arbitrario destino que nadie consiguiera identificarlos.
Mientras tanto... Los insurgentes no se quedarían con los brazos cruzados; y una vez que habían conseguido poner sus garras sobre la delicada y medrosa piel de sus víctimas...
Honchkrow, Banette y Mismagius estaban reunidos en una habitación oscura, totalmente aislados de la luz del sol que era bloqueada por un par de cortinas de calidad cuestionable y medianamente traslucidas.
Toda la habitación estaba en condiciones deplorables, un suelo de mosaicos azules demacrados, cuyo color se había deteriorado por la falta de mantenimiento y el inexorable paso del tiempo, decorado con todo tipo de manchas negras, totalmente lúgubres que procedían de fuertes químicos que se derramaron sobre si de una forma que se mantenía en el anonimato, una pared que ni siquiera estaba labrada, donde solamente persistía el cemento irregular y atrofiado.
Honchkrow se puso de pie justo frente a la ventana con cortinas traslucidas, con la intención de que se pudiera percibir mejor su presencia por los apenas perceptibles rayos de sol.
- Bueno chicas, con ayuda de nuestros amigos de la colmena, logramos apoderarnos otra vez de la pieza clave de nuestra operación, la hija adoptiva y la kriptonita de nuestro sujeto en cuestión. Ahora mi pregunta es, ¿Qué deberíamos hacer con nuestros dos rehenes restantes? No podemos estar alimentándolos mes tras mes hasta que se resuelva todo este problema relacionado a Gallade, a duras penas podemos alimentarnos a nosotros mismos sin el dinero de Gengar –
- Amor, pues yo pienso que deberíamos deshacernos de ellos y ya... Nuestros ingresos apenas están comenzando a ser tangibles y no podemos comenzar a malgastarlos en mantener con vida a una tonta Audino metiche y a una pre evolución de primaria igual de entrometido –
Ambos pokemon voltearon a ver a Pichu, quien se encontraba en una esquina de la habitación retenido entre unas sogas con su compañera Litten... La cual estaba durmiendo plácidamente e ignorando todo el contexto al que desgraciadamente ya se había acostumbrado tras vivir mucho tiempo en las calles.
Pichu por otra parte, no dejaba de moverse de un lado a otro para intentar escapar de su prisión, sin tener éxito.
- ¡Suéltenos ya! Tenemos una exposición y no vamos a poder presentarla si nos tienen aquí encerrados en quién sabe dónde –
Banette levanto la mano.
- Yo no estoy de acuerdo... Si quieren pueden deshacerse del mocoso irritante, pero quiero divertirme un rato haciendo que Audino sea mi esclava sexual... ¿Me permitirían eso? – El pokemon sonrió con malicia mientras empujaba su cabeza hacia el lado izquierdo, imitando el comportamiento curioso y adorable tan propio de un cachorro, pero en Banette... se proyectaba un aura inmoral y depravación pura... Honchkrow y Mismagius no hicieron otra cosa más que dar un par de pasos hacia atrás para alejarse de Banette.
- Sabes... Banette me da mucho pavor, mejor no hay que meternos con ella... Pero creí que tú estabas enamorada de Gengar y que fue por eso que te uniste a los insurgentes en primer lugar... Querer abusar sexualmente de Audino... Es algo bastante contradictorio y aparte... - Honchkrow arqueo sus cejas hacia abajo mientras que colocaba sus alas frente a él, poniéndose a la defensiva, arrugando su rostro y su plumaje como si hubiera lamido un ácido limón con su lengua. Mismagius reprodujo las acciones de su marido.
- ¡No se preocupen! Mi corazón siempre le pertenecerá a Gengar, pero eso no quita que yo pueda entrenar mi cuerpo con otras personas... Francamente no sé qué hare primero, si amputar sus manos o sus piernas, podría arrancar su brazo completo para hacer... -
- ¡BUENO YA! Por favor reserva los detalles para ti... Realmente deseo poder dormir sin tener pesadillas hoy, no tienes que ser tan directa... Solo haz lo que quieras hacer y después de eso te deshaces de ella – Honchkrow levanto su voz interrumpiendo a Banette, la cual solamente se quedó callada y cruzo sus dos brazos para ponerlos sobre su intimidad. Mismagius solo esbozo una sonrisa forzada.
- Y si así son las cosas, entonces solamente me tengo que deshacer de este mocoso... ¿Y qué mejor tiempo para hacerlo que ahorita? –
Honchkrow termino deshaciendo el nudo de Litten y de Pichu para poner a los dos rehenes en nudos individuales, donde termino tomando al pequeño tipo eléctrico inmovilizado sujetándolo desde la cuerda con su pico.
- Lo ejecutare afuera, de preferencia en uno de los callejones más recónditos para que nadie lo escuche pedir ayuda si es que se le ocurre... Nos vemos en unos 10 minutos chicas –
De esta forma Honchkrow salió del departamento, cerrando la puerta detrás y provocando que la ausencia de luz se apoderara nuevamente de la habitación donde estaba Mismagius y Banette resguardando a Litten y Audino, esta última estaba sentada sobre una silla con los dos brazos atados por la parte trasera y cargaba sobre si... una bolsa que cubría totalmente su rostro.
El pokemon salió del departamento y lo primero que hizo fue evidenciar la molestia que le provocaba la luz radiante del sol. Rápidamente se cubrió con una de sus alas.
- Diablos, ¿así se siente realmente salir a medio día en esta temporada de calor? El sol es insoportable... Menos mal puedo adaptarme rápido -
Comenzó a caminar entre las calles, rápidamente para no levantar sospechas de ningún otro ciudadano sobre él porque cargaba a un indefenso pokemon entre su amarillento pico, transitando de este modo a un paso considerablemente apresurado, ignorando todo a su alrededor incluyendo las banquetas infestadas de mercaderes que constantemente intentaban llamar su atención para vender su mercancía.
- Niño, primero que nada... Quiero que sepas que esto no es algo personal... Digo, nosotros lo único que buscamos es una mejor vida para nuestra especie... Si eso conlleva a tener que matar ocasionalmente a algún que otro ciudadano, creo que lo vale... No hay ninguna revolución que se resolviera con paz y flores, perfumes y chocolates.
Solo digo que... Esto es por una buena causa –
- ¡¿Quieres callarte?! Te amotinas contra tu propio país mientras que este intenta hacer las paces con Alveria precisamente con el propósito de unificar las naciones y que ustedes puedan reintegrarse a nuestra sociedad, ¿Para qué crees que es la boda entre Lucario y Gardevoir? Parece que ustedes están atentando contra la misma gente que vive entre la basura a la que dicen apoyar... Te hacen falta más clases de historia, aunque no me sorprende que no sepas nada si solo eres un mugroso pájaro que tiene que unirse a causas de mierda para mendigarle comida a otro malviviente –
Honchkrow no correspondió o dijo algo ante los gritos ofensivos de Pichu, los cuales despertaron la atención de absolutamente todos los vendedores de los alrededores, que se quedaron callados ante lo dicho.
- Oye... Eso fue algo bastante ofensivo de tu parte... Tú no entiendes, de nada sirve que el sistema busque incluirnos si de cualquier forma la gente seguirá discriminándonos... Al final del día es una democracia y el pueblo decide –
- ¡Ya cierra la boca pedazo de pollo ignorante! ¿Democracia? ¿Y por qué demonios existen reyes? ¿Acaso tampoco sabes la diferencia entre un sistema y otro? ¿Qué clase de primaria trunca tienes tú? -
- ¡Ya basta mocoso! No voy a tolerar otras de tus ofensas y tus comentarios despectivos... Es más, esto se acaba aquí –
Pichu asintió con su cabeza, dándole la razón a su detractor.
- ¡En eso estamos de acuerdo! No debiste meterte con el detective pichu, ahora trágate mi descarga -
El cuerpo de Pichu comenzó a desprender una infinidad de electricidad brillante, la cual termino viajando hasta el cuerpo de Honchkrow usando la soga que lo tenía atado como un medio para la misma, engullendo de esta forma al cuerpo del pokemon volador en la poderosa corriente eléctrica...
El pokemon comenzó a lanzar alaridos de dolor por su susceptibilidad a la electricidad, abriendo su pico en el proceso y dejando caer al pequeño roedor al suelo... donde este aprovecho para liberarse del agarre con un movimiento de ataque rápido, desvaneciéndose de la vista de todos los espectadores y materializando su presencia nuevamente frente a Honchkrow.
- ¡M-Maldito mocoso! ¿Cómo fue que conseguiste soltarte? ¿Acaso improvisaste o ya lo tenías planeado? –
Pichu se acomodó su gorra de detective mientras observaba con una mirada ingeniosa y soberbia al detractor, despertando la ira en el pokemon cuyo plumaje exhalaba humo cual hoya hirviendo.
- ¡así es! Obviamente no podía lanzar mi impactrueno si Litten estaba conmigo, pues podía lastimarla y aparte en la habitación estaba la demente psicópata y tu esposa, por lo que no me convenía intentar soltarme, pero era evidente que a juzgar por sus escasos recursos ustedes no pretenderían mantenerme a mí y optarían por deshacerse de mi cuello... Solo fue cuestión de esperar a que me sacaras del departamento, completamente confiado de que podrías simplemente ejecutarme... Y te olvidaste de tu debilidad ante los movimientos de tipo eléctrico.
Y ahora... Emprendo mi retirada si no te molesta, nos vemos – Pichu hizo un movimiento de cortesía, levantando su gorra sarcásticamente para después comenzar a correr en línea recta a través de las densas calles... Honchkrow no iba a ceder tan fácilmente.
- ¡No! ¡No voy a permitir que te escapes! Te burlaste de mi primaria trunca... Y obviamente me dolió porque jamás termine quinto grado... Te voy a pulverizar por eso maldito infante – Desplego sus dos poderosas alas y emprendió el vuelo, creando poderosas corrientes de viento cada vez que avanzaba por las calles siguiéndole el paso al pequeño pokemon de tipo eléctrico. Los mercaderes cubrieron sus rostros debido al poder de las corrientes que creaba el volador con cada segundo que transcurría.
- Uh, Uh... Uh... - Pichu volteo hacia atrás y para su sorpresa, pudo ver que Honchkrow estaba a escasos metros de poder alcanzarlo, podía sentir como el viento empujaba su fino pelaje hacia todas las direcciones posibles.
- ¡No te lo esperabas o si! –
En un movimiento que su enemigo no pudo haber previsto de ninguna forma, Pichu ejecuto un salto con fuerza leve con sus piernas y posteriormente se dio la media vuelta para encarar al veloz rival... Soltando una nueva descarga.
- ¡Pi... CHUUUUUU! – Exclamo mientras otro impactrueno fue disparado tras cubrir su cuerpo con un aura eléctrica y posteriormente impactar sobre el incauto Honchkrow... creando una explosión tras concluir su ataque, que cubrió al pokemon en una densa nube de humo.
Pichu aterrizo exitosamente sobre el concreto del suelo.
- Y la próxima vez... Vaya a secuestrar a su abuela – Y se retiró tras reclamar su inminente victoria, desapareciendo de su nublada vista.
Honchkrow se puso de pie usando sus pocas fuerzas restantes mientras observaba correr y eventualmente desaparecer al pequeño roedor, en ese momento se quedó sin palabras.
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.
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- Le diré a las chicas que ya me deshice de el -
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