
Capítulo 20: El ataque de la colmena.
El día parecía fluir de forma natural y espontánea, sin objeciones desde la perspectiva de los guardias inconscientes de todo lo que órbitaba a sus alrededores.
Entre ellos, por supuesto que se encontraba el noble Chesnaught que de igual forma prescindia de todo lo que sucedía a sus alrededores, pues solo estaba enterado de que Gallade iba a viajar junto con Aggron con propósitos científicos y de investigación sobre el campo de los ultra umbrales. Todas esas cosas complicadas que involucraban matemáticas, física y que sinceramente no le importaban en lo absoluto.
Solo pretendía relajarse y por eso sus pies desnudos se hundían en la fría y cristalina arena de la playa, la trayectoria lineal del viento golpeaba sobre su sien de forma sublime...
Sin embargo, no se encontraba aislado en aquel lugar, pues estaba acompañado de un Simisage que solamente estaba sentado sobre la lisa arena a tan solo unos cuantos metros tras el.
— Sabes. Te juro que no entiendo nada a nuestras autoridades.
Aegislash se va sin avisarnos siquiera y el rey no ha mostrado su cara en días... Todo esto es algo bastante extraño.
Curiosamente nunca había sucedido esto, no que yo sepa... Desde que Gallade llegó todo se ha vuelto más extraño. Aparecen criminales tras criminales tras criminales, no hay un solo día en el que no se nos notifique sobre algo. Solamente falta que ahorita también suceda algo, que ironía... ¿No crees? —
Simisage desvío la mirada hacia la ciudad, pues este estaba acostumbrado a las paranoias de su compañero Chesnaught, tanto que ya ni siquiera apelaba a el.
— creo que estas exagerando. Crímenes hay todo el día y todos los días, solo que antes no lo sabias porque no te habías enlistado a las filas del reino. Tranquilo, es algo normal —
Chesnaught dibujo una mueca en su rostro en señal de molestia. No estaba de acuerdo con su compañero, puesto que desde el ataque de Weavile hasta la reciente intromisión de un supuesto bisharp en el monte de sipya, todas las noticias se habían viralizado y además todas seguían un algoritmo...
Los perpetradores pertenecían a un grupo en común, el tipo siniestro... El mismo tipo que había sido aparentemente aislado de la sociedad de su reino al igual que de otros más remotos, ¿Acaso dicha purga había sido ejecutada con éxito o los constantes ataques sólo eran las consecuencias proyectándose en su contra.
— Sinceramente no entiendo, todos los criminales hasta el momento vienen teniendo el mismo tipo, el siniestro respectivamente... O el fantasma — hizo hincapié en esto, pues los pokemon que también pertenecían a este grupo igual habían sido encasillados en el estereotipo de ser la maldad encarnada. — Se supone que no hay más en este país y siguen apareciendo. Algo me dice que hay un porvenir no muy grato para nosotros, incluso entre nuestras filas ya hay infiltrados.
Preguntale a Sableye... Tuvimos que aliarnos con ese degenerado y no me da mala espina.
Simisage arqueo su ceja y esta vez observo fijamente a su compañero.
— No te culpo... Dices que absolutamente ningún integrante de tu grupo confía en el, los únicos que confían en el lo hacen ciegamente... Lopunny junto con el rey de Brozodia. No comprendo que hizo para ganarse ese voto de confianza —
Una insólita figura vigilaba cuidadosamente cada uno de los movimientos de los dos compañeros desde la distancia... Al parecer andaba en... ¿4 patas? No menos, como 8.
— ¿y quien dijo que solo los tipo siniestro pueden ser delictivos? — interrumpió la extraña voz... Inmediatamente ambos enfocaron sus miradas en el intruso que los acosaba... Las pupilas de Chesnaught se dilataron ampliamente cuando observó al detractor que apareció con el propósito de interrumpir su apacible charla, pero paulatinamente comenzaron a manifestarse más y más... ¡Y más! Casi 40 intrusos debatiendolos.
Fue entonces que todos realizaron simultáneamente el movimiento de disparo demora a través de sus delgados colmillos y apuntaron precisamente al rostro del gigantesco erizo. El pokemon intentó reaccionar pero sólo pudo ser espectador de como las densas telarañas se adherian a su rostro y ensombrecian su percepción del ambiente... La respiración de Chesnaught comenzó a volverse más tensa y precipitada una vez que este cayó al suelo por inercia mientras intentaba desesperadamente zafarse de la trampa. Su visión oscura poco a poco pasó de ser consciente a inconsciente, pues ahora su respiración densa se había logrado detener y sus movimientos voluntarios cedieron ante el estado actual de su inerte e inofensivo cuerpo noqueado por la falta de oxígeno.
A pesar de tener un excelente justificante para haber faltado a clases, litten estaba trabajando apresuradamente para poder terminar la decoración de la blanca cartulina donde había plasmado su trabajo. En el encabezado se podía apreciar unas llamativas letras de un color rosa pálido que contrastaba lucidamente con la roja escarcha que se dispersaba por encima de los cimientos.
"Diferencias de género entre los pokemon"
Y en la cartulina había un mapa mental donde se podían apreciar las claras diferencias de género entre distintas especies, la cola de pikachu, la apariencia y habilidades de meowstick o el curioso caso de evolución de la línea evolutiva de Ralts donde únicamente los machos dominantes de la especie tenían la disposición biológica de modificar su apariencia a una más osada y menos afeminada todo por la intromisión de una piedra, tan simple y llano como eso.
Al final terminó poniendo el nombre de su compañero Pichu justo al lado del suyo, pues el le había proporcionado la información y se encargaría de exponer cosas aparte pero en beneficio de su tema.
— Yo quería usar a Gallade para mi exposición... ¡Pero tuvo que irse a su viaje! Demonios — exclamó frustrada y algo molesta. Lucario estaba sorprendido por la actitud de la joven, pues en casos más normales o colectivos... Una persona que ha sido víctima de secuestro terminaría con una inestabilidad mental probablemente irreversible, pero litten parecía ser indiferente ante el hecho de que la buscaban y se preocupaba más por terminar su trabajo para no perjudicar a su compañero de tipo eléctrico.
Audino era todo lo contrario, toda la noche se había desmoronado en lágrimas de ansiedad y preocupación... Ni siquiera los consuelos de Lucario habían conseguido que la chica se calmara.
— Me impresiona ver como Litten esta llevando a cabo todo esto, es impresionante que a su edad sea tan valiente... Eso o solo esta acostumbrada a este tipo de tratos, no tenemos idea de todo lo que tuvo que pasar mientras estaba en las calles —
— tampoco tengo idea... Es cierto que yo soy quien debía protegerla pero irónicamente me siento mucho más débil para este tipo de cosas, no soy tan valiente como me gustaría... Como tu o como el resto del equipo que día a día arriesgan sus vidas para tenernos a nosotros seguros — comenzó a juguetear con sus dedos mientras intentaba contener sus lágrimas, pues le resultaba frustrante no poder evidenciar o mostrar señales de fortaleza ante situaciones tan delicadas, había quedado a merced de esa misma sensación cuando Sableye irrumpió en la fiesta navideña y atacó a todos, era frágil como un fragmento de vidrio y se venía abajo con suma facilidad.
— Escúchame Audino. Necesito que sepas que no es tu culpa, cualquier ciudadano promedio entraría en crisis si pasa por una experiencia similar, cercana a una inminente muerte y te lo digo porque yo experimente algo parecido.
Cuando eramos niños sucedió algo extremadamente raro... Pokemon extraños se manifestaron ante nosotros y nos atacaron, pero eran cosas tan raras y amorfas que provocaban miedo.
Uno de ellos me atrapó y yo estuve cerca de perder la vida aquel día y lo hubiera hecho de no ser porque mis amigos de aquel entonces me ayudaron a recuperarme.
No te sientas preocupada, tienes ayuda. Me tienes a mi y no pretendo dejarte sola, esto no tiene que afectarte y no lo voy a permitir —
Los ojos de Audino rápidamente se perdieron en la mirada de Lucario, un rubor bastante evidente se hizo presente en las mejillas de la chica rosada y sus pupilas se expandieron rebuscadamente, no quería parpadear ni perderse un solo segundo de la experiencia.
Hasta que la puerta de la sala principal del castillo fue abierta de un golpe y ambos pokemon salieron de su transe... Ahí se encontraba... ¿Pichu?
— ¡Pichu! ¿Q-Que haces aquí? — Litten rápidamente se puso de pie y corrió hasta la entrada de la sala, donde residía su compañero de clases. Se le hizo curiosa su vestimenta y no tuvo objeción con expresar esto con un lenguaje corporal donde su cabeza se inclinaba levemente hacia los emisferios laterales con la intención de fisgonear más su apariencia.
Llevaba sobre su cabeza una gorra iconica de un detective... Una lupa en manos y su teléfono celular encendido y grabando.
— Este giro argumental es sencillamente impresionante... No tengo idea de como, pero Litten quien parecía haber sido raptada, se encuentra aquí en el salón principal del castillo, rodeada de una mesa vacía...
Para que vea que si hicimos el trabajo profesora —
La pantalla hizo un zoom bastante efimero que apunto a la cartulina que litten había terminado y que supuestamente era el trabajo que los jóvenes debían entregar ese preciso día.
— como sea, a lo que vamos... Los indicios de que supuestamente Litten había sido secuestrada al parecer resultaron ser falsos, pero es muy extraño porque de cualquier forma todo esta perfectamente trazado y tiene lógica... Un secuestro era evidente en esa casa pero las evidencias dicen otra cosa —
Lucario negó con la cabeza contradiciendo al niño y rápidamente pichu enfoco hacia el contrario respectivo.
— No amiguito... Acertaste... Litten y Audino trataron de ser secuestradas a noche y Audino estuvo a nada de perder la vida.
Afortunadamente me pude percatar a tiempo como para poder llegar, seguirles el rastro y rescatarla. No tengo idea de que se hicieron esos criminales pero al menos no se atreverá a ponerle una mano encima mientras yo este con ellas.
¿Y tu como por que entraste? ¿Como te diste cuenta y porque estas filmando todo esto? Sabes, es algo demasiado confidencial como para que intentes exhibir este material. Deja de grabar ya —
Pichu hizo caso y presiono el icono de la cámara en su pantalla para detener la grabación. El pokemon tenía un total de 20 mini clips grabados en su memoria.
— bueno... No vine aquí pensando en que Litten estaría en este lugar, tal vez fue una coincidencia muy bestia.
Vine aquí porque mientras estaba paseando por la playa buscando mas pistas del paradero de los presuntos secuestradores... Hasta que vi algo alarmante.
Encontré el cuerpo de un Simisage a la deriva... Evidentemente no me acerque, soy solo un mocoso que se moriría del miedo si presencia algo así... Pero después vi como un grupo de aproximadamente 30 o 40 ariados se llevaban a un Chesnaught en sus espaldas. Al parecer estaba inconsciente, les puedo mostrar el film —
Pichu volteo la pantalla de su teléfono y mostró el filme a todos. Lucario se inclino hacia adelante y sin dudarlo tomó el teléfono con sus dos manos para tener mayor visión.
Era cierto lo que había dicho el joven. Una cantidad exagerada de pokemon de tipo bicho estaban cargando en sus espaldas a Chesnaught, su compañero.
— No puede ser... Tiene muchísima teleraña en el rostro, tal vez todos lo atacaron simultáneamente para poder cubrir su cara de muchas capas... Tantas podrían llegar a impedir la debida circulación del oxígeno. Tal vez este inconsciente o algo por el estilo —
Lucario le regreso su teléfono celular a Pichu y rápidamente salió por la puerta principal, dejando a litten, audino y a pichu sin supervision... Si había un cuerpo en la escena y uno de sus compañeros estaba siendo secuestrado, entonces era algo que demandaba actuar en el momento. La escena se llevaba a cabo en un lugar demasiado remoto como para que el aura de Lucario pudiera detectar las sucias intenciones de los perpetradores, pero ahora conocía la locación y debía de moverse.
La mega piedra de Lucario comenzó a lanzar chispas y relámpagos de su cuello, dando inicio a un proceso de metamorfosis. Su cuerpo imbatible atravesó las paredes del castillo y se catapultó por los aires rodeado de una estela de escombros que comenzaron a desprenderse de su cuerpo por la fricción del viento... Una vez que estos escombros fueron despejados de su cuerpo, Mega lucario manifestó su presencia.
— Un segundo... ¿No se supone que lucario las estaba resguardando? Quiero decir... Sucede esto, precisamente justo después de que intentan llevarte a ti y a Litten... Es algo muy raro —
La expresión confiada de Audino rápidamente fue sustituida por una de preocupación... Las coincidencias eran abrumadoras pero tal vez por la presión de salvar a su compañero, lucario no medito bien la situación.
Los antagonistas no podían acercarse siquiera a Lucario porque este inmediatamente detectaba los malos augurios con su aura y los delataria, entonces convenientemente un día después del primer intento de secuestro, sucede una situación que demanda la presencia del único pokemon capaz de proteger y resguardar a las chicas de la forma adecuada... Ahora estaban solas y habían quedado a merced del enemigo.
Honchkrow y Mismagius hicieron su entrada triunfal, empujando la gigantesca puerta... La única por donde se podía entrar o salir de la habitación.
— Realmente son unos ingenuos... Intentamos hacer un señuelo lo suficientemente serio como para obligar a lucario a salir, por un momento se le olvidó que tenía que cuidarlas a ustedes dos y ahora que esta ocupado con nuestros aliados de tipo bicho, podemos cumplir con el objetivo que se nos fue asignado anoche.
Ustedes van a ser nuestros rehenes, van a cerrar el ocico y cuando lleguemos a Brozodia van a morir, después de todo solo necesitamos a Litten... Tu mocoso, no debiste meterte en esto — con su alargada extremidad emplumada, Honchkrow señaló a Pichu. El niño inmediatamente se puso frente a Litten y Audino.
— Porfavor... No me digas que tu, mocoso inútil pretendes proteger a estas dos. Eres solo un niño de primaria publica, ¿que planeas? ¿Como vas a evitar que yo y mi hermosa esposa nos llevemos a estas dos? —
Las piernas de Pichu empezaron a vibrar como si estuvieran emulando el comportamiento de una taladradora, sus dientes, su mirada y su postura era de inseguridad... Hasta que recordó que llevaba puesta su gorra.
— Pobres tontos... Y-Yo soy el detective Pichu y no son rivales para mi. No dejare que intenten secuestrar a mi amiga, es algo que no permitiré... Los reducire a cenizas — Una sonrisa débil se dibujo en el rostro del pokemon y entonces de sus mejillas coloradas comenzaron a salir chispas y rayos... Pronto este efecto se hizo presente en todo su cuerpo.
Entonces Pichu desapareció de la vista de Honchkrow y de mismagius, provocando gran sorpresa en ambos... Solo para reaparecer detrás de Honchkrow y atacar directamente a su cuello con un poderoso ataque rápido.
El gigantesco rival puso una evidente expresión de dolor en su rostro mientras era empujado hacia adelante con levedad. No le costó mucho trabajo reponerse y entonces se dio la media vuelta para sorprender a Pichu con un poderoso movimiento...
— ¡Mocoso ingrato, vas a ver ahorita como te... ¡Aghhhhhh! —
Una poderosa descarga eléctrica golpeó el cuerpo de Honchkrow y se expandió por cada rincón del mismo, pudo sentir como sus músculos y sus extremidades cedían ante el intenso voltaje de su pequeño rival... Pues un ataque de impactrueno nunca era para tomarse a la ligera y mucho menos si era algo super eficaz a causa de si tipo volador secundario.
El bandido se desplomó hacia el suelo y cayó de rodillas, incapaz de moverse por un efecto de parálisis que ahora lo abrumaba.
Mismagius rápidamente trato de quitarse a Pichu de encima con un ataque de bola sombra, pero nuevamente el roedor consiguió evitar el ataque desplazándose con un movimiento de ataque rápido a lo largo y ancho de todo el escenario... La esfera terminó por golpear a Honchkrow y este fue lanzado al suelo de forma contundente.
— ¡Lo siento cariño! — exclamó con preocupación, solo para que Pichu nuevamente se manifestará, esta vez corriendo por las paredes a gran velocidad.
— ¡Nunca bajes la guardia. Prepárate sucia bruja! — Pichu dio un salto y mismagius solo observó como el pokemon la golpeaba con una veloz tacleada... Pero el ataque de Pichu fue impotente ante el cuerpo objetivo, pues por ser un ataque de tipo normal, mismagius consiguió inmunidad ante esto.
Pichu evidentemente no esperaba esto, su cuerpo vuelto un proyectil viviente atravesó el de mismagius como si esta no fuera un ser tangible... Paso de largo hasta llegar a la comisura de las paredes donde pudo maniobrar con una de sus manos para aterrizar nuevamente en el suelo.
Litten y audino se miraron a sí mismas sorprendidas por la valentía de Pichu, pero más por sus extrañas habilidades de combate que muy pocos podían presumir, ¿a que se debía esto? Si es solo un niño.
— Eres un mocoso bastante veloz y ágil. Reconozco que eres una amenaza latente, pero no dejas de ser un niño. Tus movimientos siguen siendo débiles y tus ataques tienen menor fuerza promedio a la de un pikachu o un Pichu de mayor edad.
Comprende que ante nosotros no tienes nada que hacer... —
Entonces, en el escenario se comenzaron a materializar varios cuadrados bidimensionales compuestos por energía psíquica pura, los cuales se comenzaron a acoplar y a dispersar a lo largo del salón... Formando un campo que distorsionaba la misma realidad junto con los vectores y si misma concepción...
Espacio raro, un movimiento que rasga a temporalmente la tela de la física para hacer que los pokemon rápidos operarán inversamente a como usualmente se solían desplazar.
— Lo se, se que yo tampoco soy un pokemon tan rápido. Es un arma de doble filo, pero si quieres correr por todo el escenario como un desquiciado, eso ya no te va a servir.
Esto fue por dañar a mi esposo, mocoso estúpido —
Misnagius rápidamente apareció y reapareció a pocos centímetros frente a Pichu, quien era incapaz de seguirle el paso a la enemiga si usaba su golpe fantasma.
Tenía al ratón cerca y era incapaz de usar ataque rápido para eludir el movimiento porque eso lo ralentizaria, simplemente recibio un contundente impacto y Pichu se arrastró por el suelo, mordiendo el sabor de la derrota que ya de por sí era inminente.
— Mocoso odioso, debo de admitir que nos puso contra las cuerdas en un determinado momento... Como sea, ahora que esta vencido, van a venir con nosotros —
Misnagius repitió el ataque de bola sombra, pero esta vez en contra de Litten... La esfera viajaba a una gran velocidad pero al parecer audino no se iba a seguir acobardando, pues esta se interpuso entre el ataque y logró salir inmune gracias a la tabla de tipos.
— ¿Inmunidad? Dos podemos jugar ese juego preciosa — expresó con sarcasmo, provocando de esta forma la ira de Mismagius.
Honchkrow se reincorporó y entonces rápidamente se desplazó por detrás de Audino, logrando tomar a esta por la espalda e inmovilizar sus brazos.
— ¡Dejen de resistirse! ¡No van a conseguir nada! — audino ignoro lo dicho por Honchkrow y trato de zafarse de su agarre, pero le resultaba imposible poder abatir su fuerza, pues había incrustado las garras de sus extremidades inferiores en sus brazos para impedir que esta escapara...
Los ojos de Misnagius comenzaron a brillar y con sus poderes de telequinesis, hizo levitar a Pichu y a Litten... Inmovilizando al ya de por si inconsciente joven al igual que a su compañera.
— Listo Honchkrow... Los tenemos inmovilizados. Ahora tenemos que escapar rápido antes de que Lucario regrese, quien sabe si se pueda dar cuenta de la trampa... ¡Vamos! —
Misnagius y Honchkrow lograron cumplir con su cometido, ahora solo era cuestión de escapar.
Los párpados de la víctima se abrieron lentamente y con un considerable esfuerzo, la paranoia y la ansiedad se apoderaban de su cuerpo ante su desconcierto por la situación. Inicialmente su percepción sobre el entorno estaba siendo obstruida por borrones, pero luego de parpadear un par de veces, sus capacidades visuales fueron esclarecidas nuevamente.
Solo podía ver como estaba siendo desplazado a través de lo largo y lo ancho de un bosque bastante cercano al lugar donde los Ariados lo atacaron.
— ¡Sueltenme malditos insectos inservibles... Me voy a desatar y a todos los cocinare como si solo fueran comida... ¡Se los juro! — El inmovilizado Chesnaught comenzó a lanzar sus amenazas hacia los pokemon que lo tenían retenido, sus brazos estaban atados con telaraña al igual que sus piernas para impedir su movimiento.
Pero todos desviaron la mirada cuando escucharon un sonido estruendoso en el azulado cielo.
Mega lucario aterrizó justo a unos centímetros de la zona donde Chesnaught estaba siendo retenido, provocando con sus imponentes plantas que la tierra se estremeciera con su entrada triunfante.
Una combinación insólita de tierra, viento y hojas desprendidas de los árboles nubló la vista de todos los presentes, algunas rocas habían volado con el aterrizaje y aterrizaron en las sensibles pupilas de los pokemon de tipo bicho.
El aire y la tierra apenas se estaba dispersado cuando Lucario preparo su ataque, había agarrado a sus enemigos por sorpresa y no planeaba brindarles ni un solo segundo para recibirlos con otro golpe.
— ¡Mueranse malditos! — el puño de mega lucario se rodeo de una aura totalmente roja y el propietario no se demoro en golpear el suelo salvajemente para acabar con los antagónicos.
Un segundo estruendo se hizo presente, uno todavía más poderoso que el primero y que provocó una corriente de aire tan poderosa que fue suficiente como para hacer que los 40 Ariados salieran volando por los aires, este había sido el poder de su puño incremento.
Chesnaught cubrió su rostro con ambos brazos mientras trataba de resistirse a la corriente de aire que igualmente lo estaba empujando hacia atrás, usualmente ofrecía más resistencia al ser un pokemon exageradamente pesado... Pero no en esta ocasión.
Finalmente el aire dejó de fluir y Chesnaught pudo reincorporarse como si no hubiera sucedido nada, pues la corriente también lo consiguió liberar de sus ataduras con el disparo demora.
— ¿Te encuentras bien Chesnaught? ¿Que sucedió? — rápidamente se acerco hacia su compañero, ignorando el gigantesco cráter que había quedado como residuo de su fuerte movimiento, pero eventualmente se tuvo que frenar a sí mismo para no tropezar y caer en su propia sanja.
— No sucedió nada... Solamente caíste en la trampa estúpido —
Mega Lucario arqueo una de sus cejas evidenciando desconcierto en su rostro. Chesnaught no se expresaba de forma tan vulgar hacia sus compañeros y tampoco entendía a que "trampa" hacia referencia con su diálogo tan mordaz.
Pero presto atención a los meticulosos detalles... Chesnaught era un pokemon rudo y casi tan pesado como un tanque de guerra, no podía ser desplazado tan fácilmente por una corriente de aire, por más fuerte que fuera esta...
Entonces se dio cuenta... Había dejado solas a Litten y Audino, sus pupilas se dilataron mientras en su rostro se dibujaba una mirada tensa.
— N-No... ¡¿Todo esto estaba planeado?! Me hicieron salir con una falsa noticia de secuestro para que las abandonará y como quedaba muy lejos mi aura no podía detectar sus sucias intenciones... ¡¿Quién eres tú y porque te hiciste pasar por mi compañero?! — Señaló a Chesnaught con su índice, su voz se escuchaba totalmente rota y enfurecida... Sus ojos se pintaron de un rojo carmesí que ansiaba probar el sabor de la tinta roja.
El rostro de Chesnaught fue resguardado por completo con una sombra oscura que únicamente se manifestaba en sus ojos y ocultaba sus pupilas.
Las comisuras de sus labios se comenzaron a explayar, formando una sonrisa espontánea y tétrica.
Comenzó a burlarse enfrente de mega lucario sin escrúpulos mientras la imagen de su cuerpo se distorsionaba y adquiría tonos cromáticos más oscuros y fuertes...
Zoroark reveló su verdadera identidad y no pudo evitar llevar su brazo derecho hacia su frente mientras se rompia a carcajadas.
— Hola guapetón... ¿Estas sorprendido? Hice todo esto con mis ilusiones, incluso el Simisage que encontraste muerto en la playa es falso, otra de mis ilusiones para hacer que el problema pareciera ser de mayor gravedad... Sabía que si alguien mencionaba a un cuerpo te verías obligado a venir y ahora caíste en nuestra trampa.
No podrás proteger a Litten, a Audino ni sacar a la luz lo que descubrió Gallade. Perdiste —
De la hierba seca comenzaron a brotar los enemigos... Una cantidad exagerada de pokemon de tipo bicho comenzaron a rodear a Lucario por cada uno de sus emisferios...
— No me importa si son 100 o 200, voy a reducirlos a todos a cenizas y regresaré con Audino para protegerla. Ustedes no lograrán superar al poder de la mega evolución —
De pronto, una gigantesca roca interrumpió el monólogo de Lucario, atentando contra su vida en el proceso... Alguno de los detractores había lanzado el poderoso ataque pero a lucario le basto con sólo extender la palma de su mano para reducir la piedra a escombros y polvo.
— ¿Y que opinas de otra mega evolución? Ahí la cosa ya varía un poco más... ¿No crees? —
El responsable de haber lanzado un ataque de pedrada... Nada más y nada menos que un Mega Heracross que se postró ante el con total seguridad.
— Soy el único e inigualable Heracross, por órdenes del rey de la colmena, estas arrestado lucario —
"¿La colmena? ¿De qué está hablando este payaso... Bueno, no me importa. Lo voy a reducir a cenizas"
Lucario se mantuvo firme ante su postura de luchar y no se dejó intimidar por Mega Heracross a pesar de que el pokemon estaba cerca de duplicarlo en tamaño y masa, si quería vencer lucario se iba a ver obligado a proceder con precaución.
— ¿Arrestado? No me interesa quien sea el rey de la colmena y tampoco tengo interés en saber que diablos es eso... Estas obstruyendo mi camino y si la única forma de resguardar a Litten y Audino es pasar por encima de ti, que así sea —
Mega Heracross asintió con la cabeza, cuidando que su cuerno no golpeara la sien de Lucario, se agradecía el amable gesto... Pues siempre antes de empezar un duelo era necesario ser respetuoso con el oponente.
Inmediatamente Mega Lucario se abalanzó sobre Mega Heracross en menos de lo que canta un gallo, una velocidad tan abrumadora que absolutamente nadie pudo prever el movimiento de Lucario ni seguirlo con la vista, había desaparecido de los ojos de todos y se materializó a unos cuantos centímetros frente a Mega Heracross para comenzar a dispersar una ráfaga de golpes sobre su cabeza y su torso, los puños del pokemon adquirieron un color plateado y los sonidos de los fragmentos metálicos no se hicieron esperar. Mega Heracross reaccionó cruzando ambos brazos en forma de X y cubriendo sus áreas vitales como sus ojos, después de todo el resto de su cuerpo no tenía objeción con aguantar un par de puños bala.
Cada uno de los feroces puñetazos que lucario estaba ejecutando eran más contundentes y sanguinarios que de costumbre, pues su fuerza incrementaba de forma anormal y exorbitante cuando esos ojos sedientos de sangre estaban presentes en su expresión encolerizada. Se evidenciaba esto en el rostro de Mega Heracross, pues los golpes eran tan fuertes que inclusive comenzó a retroceder mientras las venas se marcaban en su rostro al tratar de resistir la fuerza de sus golpes, no era suficiente para vencerlo de igual manera pero si para que comenzará a fluir una que otra gota de sangre de la parte inferior del labio.
— ¡Ya muerete maldito! —
La constancia de los golpes aumento todavía más, ahora daba un aproximado de 30 o 40 golpes por cada segundo que transcurría y eso representaba riesgo para Mega Heracross, llegó al punto de que incluso Mega lucario comenzó a introducir patadas para hacer fuertes remates cada que terminaba una serie de golpes, los brazos del detractor estaban marcados, repletos de moretones que decoraban su dantesca apariencia.
Entonces lucario finalizó su serie de ataques y terminó por regresar a su posición inicial retrocediendo con un salto corto.
El cuerpo de Mega Heracross se tiño por completo de un rojo carmesí intenso que denotaba furia dentro de sí, estaba a punto de ejecutar una respuesta y entonces lanzó su brazo derecho hacia atrás para conseguir empuje suficiente... El movimiento de contraataque no se hizo esperar y Mega Heracross conectó un potente golpe en el mentón de Mega Lucario de forma precisa, aprovechándose que este había bajado la guardia una vez que concluyó con su serie de golpes.
Lucario inmediatamente salió disparado por la descomunal fuerza que se uso sobre su cuerpo, moviéndose a una velocidad superior a la de sus movimientos naturales y para su infortunio, su trayectoria lineal fue desacelerada por una roca que se interpuso en el camino... El cuerpo del pokemon impacto contra la piedra y se pudo escuchar un fuerte estruendo en todo el escenario, pues el golpe había sido verdaderamente devastador.
La mirada de Mega Heracross era de fuego, pero el efecto del contraataque expiró y sus rodillas se desplomaron junto con su cuerpo.
— ¡Tsk! Maldito... No siento mis brazos —
El pokemon hacia un esfuerzo por mover las extremidades que Lucario había golpeado con tanto salvajismo, pero por más que trataba de hacerlo, no tenía esa disposición... ¿A caso sus huesos se habían fracturado o sus ligamentos habían pasado a una mejor vida? Al menos lucario estaba derrotado o eso es lo que el pensaba.
Su expresión fue opacada por una sombra de suspenso mientras que de la sien fluía la sangre al igual que del resto del cuerpo... Las manos del pokemon estaban totalmente teñidas en esa tinta roja que brotaba de los nudillos como si fuera una sublime obra de arte.
Rápidamente llevó su mano derecha hacia la mandíbula y comenzó a examinarla con detenimiento, la mandíbula de Lucario estuvo cerca de ser dislocada y de no ser un pokemon tipo acero, sería ya un hombre muerto.
Con gran esfuerzo, el pokemon logró despegar su espalda de la fría roca con la que fue a parar, desprendiendo consigo mismo algunos escombros que resultaron del golpe...
— ¿Que sucede? ¿Te jodi tus brazos? ¿Como vas a poder atacarme ahora? Estas muerto, una vez que acabe contigo los 40 ariados y la zorra van a ser pan comido — Su voz era torpe, errática y muy poco audible a diferencia de la energía que este tenía al inicio del combate... Justo de los extremos de su boca, el pokemon contaba con más tintura roja que brotaba de las comisuras y de sus dientes, se veía obligado a jadear para evitar ceder ante la fatiga y cada una de sus respiraciones era profunda y meditada.
— ¿Crees que ganaste estúpido? Si pusimos una trampa fue para que te la comieras, no íbamos a tomar el riesgo de solo traer a dos pokemon y uno sin mega evolucionar... ¡Chicos! ¡Es su turno! —
Justo en medio de los dos luchadores, apareció un nuevo participante en la pelea... Nada más y nada menos que un imponente Mega Pinsir que se mantenía al margen del suelo con el rápido aleteo de sus alas.
— Yo soy Mega Pinsir. Mano derecha de Mega Heracross y el verdugo por excelencia de Escavalier —
Y tan veloz como el viento mismo, otro participante tuvo su aparición en la escena... Manifestándose justo a unos pocos centímetros a la derecha de Pinsir.
Un pokemon que aparentaba ser todavía más veloz que lucario y que contaba con imponentes extremidades de gran alcance y precisión.
— Mi nombre es Mega Beedril. Soy la mano izquierda de Mega Heracross y el vigilante por excelencia de Escavalier. Listo para servir a la colmena y apoyar nobles causas —
— ¡Inmovilizen al objetivo ya! —
Con su último y fatigado aliento, Mega Heracross le ordenó a sus dos subordinados que acabarán con lucario de una vez por todas, posteriormente a eso se desplomó hacia el suelo y callo inconsciente.
Mega Pinsir cubrió su cuerpo de una aura celeste y comenzó a volar en picada para golpear al ya debilitado mega lucario... Beedril no se contuvo para nada y acoplo sus dos enormes agujas a sí mismas para posteriormente lanzarse en contra de Lucario mientras giraba simultáneamente para añadirle más fuerza a su movimiento.
Retribución y Taladradora respectivamente, uno de ellos un ataque super eficaz.
La expresión burlona de Lucario se borro de su rostro y se sustituyó por una de un inminente miedo, todo su cuerpo estaba paralisado por fuertes espasmos y el desgaste en sus músculos le cobraba factura... No podía moverse.
Solo cerró sus ojos y se preparo para recibir el fulminante ataque enemigo.
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