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Capítulo 16: Traición.

Las ciudades del norte del reino de Alveria compartían una característica en común, más allá de tener innumerables zonas turísticas como pueblos mágicos y una infinidad de residentes del tipo hielo y acero: retenían una atmósfera despiadada y sanguinaria, que arrasaba con todo aquel desdichado que osara exponerse al traicionero aire libre. Exponerse a una de estas tormentas era un indicio de muerte avalada, una decisión imprudente, irreflexiva y sobre todo arriesgada, colocando de una vez toda la carne en el asador y mencionando que los mismos Pokémon del tipo hielo no quedaban exentos a sufrir de estas consecuencias.

Por lo tanto, la estancia de nuestros protagonistas lamentablemente se dilató a causa del clima, ya que dependían de que tan buen humor tuviera la madre naturaleza para poder cumplir su propósito en aquella ciudad.

Una ciudad que antagonizaba totalmente a la capital del reino, la misma capital donde se ubicaba aquel enorme y gigantesco castillo, donde residía nada más y nada menos que toda la nobleza y la potestad en aquella gran y gloriosa nación.

Pero a pesar de residir en una gigantesca e imponente fortaleza, al rey Empoleon le faltaba algo, esa cereza en el pastel que sería el complemento perfecto de incorporarse al mismo: Un calabozo que realmente tuviera capacidad para retener prisioneros.

Aunque tal vez era innecesario, pues nadie era lo suficientemente valiente como para cascar el estatuto y verse cara a cara con los intrépidos guardias del castillo... Excepto tal vez, los únicos dos Pokémon que se encontraban confinados en la mazmorra desde que Sableye logro egresar.

Zoroark y Weavile, dos hermosas doncellas cuya sublimidad, magnificencia y encanto eran directamente proporcionales a sus inmorales acciones. Seductoras, manipuladoras, ladronas, violentas y una abundancia de otras características despreciables las hacían merecedoras de su puesto en la celda.

Pero tenerlas encerradas no era parte del gran plan.

Weavile se encontraba en el vértice de uno de los muros, aislada del resto de la celda mientras adoptaba una posición fetal, donde ocultaba su rostro con ambas manos, las cuales se apoyaban en sus rodillas... Parecía que estaba reposando y se encontraba adormilada, apagada, sin propósito alguno y deprimida por su destino, pero la joven fue alertada por un par de pasos en falso que delataron la presencia de un espía. Weavile levanto la mirada y observo cuidadosamente al lado opuesto de la celda, en donde solo se podía apreciar el sólido muro del calabozo proyectando una gran sombra.

De aquella sombra, comenzó a germinar una presencia inquietante, un individuo cuya apariencia se incorporaba a la perfección con la opaca luz de la noche... El curioso aspecto del individuo contaba con una excéntrica figura en la cabeza del intruso, la cual aparentaba ser un sombrero de un trovador... Conforme iba escapando de aquella sombra y dejaba revelar más detalles de su apariencia y en consecuencia su identidad, se pudieron apreciar detalles como un gran pico pálido, ceroso y un distinguido cuerpo emplumado. Sus intimidantes pupilas rojas transmitían una sensación de odio y soberbia.

- Vaya, ¿Qué hacen dos hermosas jovencitas encerradas en este calabozo tan desagradable? Creo que sería mejor sacarlas de aquí – Lanzo esta pregunta retórica mientras avanzaba con las alas retraídas. Desplazándose con gracia y clase.

Weavile se puso de pie y se aproximó a los límites de la celda que estaban marcados con solidos barrotes de acero, sujetando dichos barrotes con ambas manos, procurando a su vez que sus largas garras no se lastimaran en el proceso. Aquella ladrona lo observo con indiferencia.

- ¿Y tú quien te crees que eres o que haces aquí? – Pregunto la doncella. Aquel Pokémon no titubeo en su respuesta.

- ¡Yo soy Honchkrow! El elegante aristócrata y partidario de Gengar, un multimillonario de la alta sociedad y precisamente he venido ante ustedes para sacarlas de aquí... - Aquel Pokémon le dio la espalda a las dos espectadoras las cuales lo observaron con cierta molestia por su actitud egocéntrica. Al cabo de unos segundos Honchkrow encaro a las dos jóvenes nuevamente y desplego su opaco plumaje, exhibiendo las plumas de color carmesí que se encontraban dentro de sus alas. – Necesitamos nuevos reclutas y pensamos que ustedes dos serian ideales para nosotros, al menos de momento, justo en unas pocas horas llevaremos a cabo uno de nuestros planes que, aunque sea de menor trascendencia, no quita que sea necesario ejecutarlo... La razón por la que ustedes tienen que aceptar, es porque sencillamente ya no tienen nada más que perder. Están encerradas, privadas de toda libertad y del contacto exterior... Y aunque logren escapar, serán constantemente agredidas y abucheadas por esta inmunda sociedad que nos ve como si fuéramos desechos... Decidan rápido, no me hagan perder el tiempo –

Zoroark inmediatamente asintió con la cabeza y de golpe se pegó a los barrotes de su celda, la joven estaba desesperada por salir incluso desde que la apresaron en el mercado. Weavile por su parte, tardo un poco más en tomar una decisión que considerara viable... y no quería admitirlo, pero la personalidad de Honchkrow se le hacía bastante similar a la de Sableye y eso le resultaba algo irritante.

- ¿Qué hare? No todos los días se materializa un loco en la celda y me ofrece sacarme de esta a cambio de mis servicios de ladrona profesional... Pero me parece un irritante estúpido al igual que sableye... ¡Maldito estúpido! Me hubiera encantado correr con su suerte... Solo les da una paliza a dos criminales estúpidos, les roba un libro y ya con eso omitieron su condena y le ofrecieron empleo en el castillo... O el rey es demasiado imbécil o ese tonto tiene demasiada suerte... en fin... - Weavile encaro a Honchkrow y asintió levemente, dándole a entender al Pokémon pájaro que aceptaba los términos y condiciones para poder escapar de aquella celda.

- Sabia decisión hermosa doncella... Ahora permítanme sacarlas de este asqueroso lugar... -

Honchkrow comenzó a batir sus alas hacia adelante y hacia atrás, generando una corriente de aire exageradamente poderosa, la cual llego al punto de inclusive levantar las rocas que estaban dispersadas en el suelo... Tanto Weavile como Zoroark retrocedieron unos cuantos pasos mientras obstruían el paso del viento con sus brazos, resguardando así su rostro de sufrir cualquier lesión menor.

- Tsk... ¡Es demasiado viento! ¿Qué haces? – Exclamo Weavile estrujando sus dientes con fuerza...

Aproximadamente 50 proyectiles de aire comprimido se materializaron en la entrada de aquella celda, mientras que Honchkrow emanaba un aura totalmente blanca de su cuerpo. - ¡Les sugiero que se aparten un poco de la entrada! ¡Todo esto va a volar en pedazos! – Exclamo con cierto sadismo en su habla. Honchkrow ejecuto su aleteo final y fue entonces cuando los proyectiles fueron impulsados hacia adelante a una velocidad abrumadora, impactando directamente contra los barrotes de la prisión y deshaciendo los mismos. Este había sido un movimiento de aire afilado y las repercusiones de su uso hacían honor a su nombre, los barrotes habían sido rebanados casi a la perfección por la potente técnica, un corte certero y preciso que había liberado a Weavile y a Zoroark de su estancia en la prisión.

- Ahora hermosas jovencitas, requiero que hagan algo por mi... Evidentemente, aunque estemos en plena noche, hay guardias en este castillo y no fui precisamente meticuloso o sutil al sacarlas de su prisión... Pero he... ¡ZOROARK! – La doncella ya mencionada se puso alerta, juntando ambas manos en su torso como si fuera un soldado – Necesito que nos escondas con una ilusión, después de todo no hay nadie mejor que tu haciendo ilusiones –

Zoroark asintió ante esto, estaba más que dispuesta a esconder a sus nuevos aliados haciendo uso de su temible habilidad. Pero tenían que apresurarse si querían escapar con éxito, los pasos de los guardias alertados por la explosión cada vez se percibían más cerca, en cuestión de segundos todos estarían resguardando la mazmorra...

Zoroark cerro sus dos ojos y extendió ambos brazos hacia adelante, igualmente desplazo un poco ambas piernas hacia atrás, adoptando una posición de concentración y relajación. Una fina aura de una infinidad de colores traslucidos comenzó a manifestarse de sus finas manos... ¡Estaba haciendo uso de su habilidad especial! La ilusión, capaz de trastornar el tiempo y el espacio mismo o al menos su concepción a los ojos de terceros... Transcurrieron unos cuantos segundos para que tomara efecto la habilidad. En cuestión de unos breves segundos, todos los criminales presentes en aquella habitación comenzaron a desvanecerse y a mezclarse con el entorno... ¡Una ilusión que los volvía imperceptibles al ojo de cualquiera! Una técnica sencilla pero muy poderosa...

La puerta de la mazmorra fue abierta de golpe a manos de nada más y nada menos que Chesnaugth, quien se encontraba acompañado de ambos hermanos scizor y el resto de los red gammas que no acompañaron a nuestro grupo en su viaje: Charizard y Lycanroc nocturno.

- ¡¿Qué demonios sucedió aquí?! – Exclamo chesnaugth con una pregunta evidentemente retorica a pesar de que, en efecto, estaban ahí para descubrir con que propósito se había efectuado un movimiento tan potente, capaz de repeler la seguridad del calabozo. Charizard apunto a las celdas vacías y destruidas con su dedo índice de la mano derecha y esto ciertamente alerto a todos los presentes. Las pupilas de chesnaugth se dilataron evidenciando su asombro por lo acontecido...

- ¡L-Los prisioneros escaparon! N-No puede ser... Los ataques de hielo de Weavile eran débiles a la celda que la contenía y Zoroark no contaba con suficiente potencia en los suyos como para poder escapar... ¿Qué diablos sucedió aquí? – Exclamo Scizor mientras todos observaban con horror el panorama, todos exceptuando al escéptico y distante Lycanroc el cual bufo ante la situación.

- Pfff... Esto me huele a truco sucio de alcantarilla... -

Chesnaugth volteo a ver a Lycanroc con desconcierto en su mirada.

- ¿A qué te refieres Lycanroc? Es más que evidente que alguien vino a liberarlas de la prisión, pero ¿cómo pudo infiltrarse sin que nos percatáramos? Gengar nos está viendo la cara de tontos a todos...

Lycanroc rodo sus ojos, expresando lo ingenuo que consideraba a su contrario chesnaugth, acto seguido apunto a la jaula de Zoroark con su mirada.

- Uno de nuestros prisioneros era una tonta Zoroark... ¿Qué les asegura que las celdas destruidas no son más que ilusiones creadas por la misma? –

Mientras todos los guardias burlados buscaban respuestas y soluciones a su problemática, aquel intruso se estaba dando fácilmente a la fuga mientras escoltaba a las dos exprisioneras. Gracias a los escasos colores de su apariencia, todos podían mezclarse a la perfección con el entorno nocturno sin la necesidad de retener las ilusiones de Zoroark... No había casi nada de contraste entre ellos y el entorno.

Se encontraban estáticos, inertes sobre la azotea de un edifico de no más de 10 metros de altura. Honchkrow estaba en medio de una llamada mientras sus nuevas reclutas lo observaban con cierta curiosidad. ¿Exactamente para que se había arriesgado a que lo pillaran en pleno proceso de apelación? Nada garantizaba que Zoroark le diera una respuesta afirmativa y, en consecuencia, que esta fuera a resguardarlo con sus ilusiones, al ingresar al castillo corrió un riesgo inconmensurable. Definitivamente era algo con suficiente relevancia si requería de un sacrificio de tal magnitud, determinante para Gengar, aunque este fuera mencionado como un plan "pasajero" y de contingencia.

- Hola preciosa... ¿Cómo están las cosas por ahí? ¿Qué tal se ha portado Bisharp? –

La voz que se percibía desde las bocinas del teléfono bufo, exhibiendo la molestia que residía en ella. Estaba desmotivada y cansada por la situación insoportable con la que tenía que lidiar.

- Como siempre esta, bebiendo alcohol mientras atraviesa su complicada crisis existencial típica de un ruco promedio... Lo gracioso es que este sujeto ya tiene casi 50 años y aun así es tan insoportable como un bebe... ¡Ven a sacarme de esta tortura! –

Aquella dama con quien Honchkrow estaba conversando era nada más y nada menos que una Mismagius de aspecto sombrío y vanidoso. La doncella derrochaba soberbia y egocentrismo por donde se atravesará, en cualquier lugar y a todas horas del día. Su personalidad era sospechosamente afín a la de Honchkrow. Estaba siendo acompañada por Bisharp, el misterioso Pokémon que se materializo en la montaña de Sipya a elevadas horas de la noche con el único propósito de ejecutar a Sableye... Fue entonces cuando tuvo un encuentro con Gallade que no termino muy bien para nuestro protagonista.

Bisharp se encontraba sentado en una silla mientras todo su cuerpo se apoyaba en una gran y enorme mesa de madera de roble tallada de forma bastante refinada, la misma era decorada por un mantel rojo con estampado de flores blancas. Su mano izquierda estaba siendo recargada en dicho mantel mientras su mano derecha sostenía una botella de vino de la marca: "Dragalge & pasión" edición especial de primavera del año de 1954 que tenía un precio en el mercado de casi 10 grandes. Era irónico ver que, a pesar de tener escasos recursos, los esbirros de Gengar gastaban sus recursos en lujos innecesarios... accesibles solo para personas de la alta sociedad.

- ¿Qué te pasa Bisharp? Recuerda que tenemos que seguir con nuestro trabajo y tu estas aquí holgazaneando y embriagándote... ¡CON VINO! ¡¿Quién diablos se embriaga con vino?! ... Otra vez te sucedió algo... ¿Quieres decir que rayos ocurrió? –

Bisharp suspiro con pesadez y se alisto para narrar la anécdota que tanto lo agobiaba.

- Escucha... Hace ya varias noches que sucedió algo que ciertamente no me deja dormir en paz.

Cuando me enviaron a este asqueroso reino a ejecutar a Sableye... Decidí tomar un atajo por la montaña de Sipya para llegar más rápido, pero tuve un percance...

La princesa Gardevoir se encontraba frente a mí y me encaro cuando estaba a punto de cortarle el cuello a un joven. La princesa Gardevoir es hermosa... Cuando la vi, pude ver a mi difunta esposa... Soy incapaz de hacerle daño, veo y recuerdo cosas que me traen nostalgia, solo hacen que cada vez esté más arrepentido de mis tontas acciones... Pero al menos Gengar me ofreció la oportunidad de redimirme y reparar mi error. Solo por eso estoy obligado a seguir luchando, quiero sacar de este agujero miserable a todas las personas a las que he condenado... Todo esto es mi culpa – Aquel pokemon no paraba de afligirse y arrepentirse por su actuar, estaba siendo abrumado por sus sentimientos.

Mismagius observo a Bisharp disimuladamente, pero con la intención mas que evidente de que este se percatara de las indirectas que le lanzaba con la mirada. El centro de investigación simplemente era colosal, de inconmensurables medidas; sus paredes estaban deterioradas desde el exterior y contaba con varios postes de luz que se encontraban funcionando, pero eso sí, acumulando a su vez polvo, oxido y telas de joltik (arañas)... Entre estas características había una que era menos banal que las ya mencionadas... Desde la "clausura" de aquel centro, las cámaras de vigilancia nunca cesado con sus sesiones y monitoreos, todas las noches de todos los días, todas las semanas y todos los meses las cámaras estaban activas para prevenir a los intrusos. Los ya mencionados artefactos estaban capturando una transmisión en vivo del jardín principal del centro, donde se podía apreciar con claridad a las personas que activaron la alarma:

Gallade, Gardevoir, Aggron, Blaziken, Primarina y su mas reciente miembro: El Dr. Goodra. En efecto, las indirectas y las miradas disimuladas apuntaban hacia los monitores que proyectaban la captura de la cámara...

- ¡Tsk! ¡Bisharp! – Mismagius se dio por vencida y opto por comentarle este suceso en seco a su compañero, pero este estaba tan perdido en sus pensamientos que no procesaba nada aparte de los mismos... Esta vez levanto un poco mas la voz...

- ¡BISHARP MALDICION! –

- ¡¿Eh?! ¿Qué sucede? ¿Qué quieres mujer? –

- ¡Mira eso maldición! Nos ha descubierto la princesa... Si se enteran de que alguien está operando en un lugar que supuestamente fue clausurado hace 20 años pondremos en jaque toda la operación... ¡Ve a la sala central y vigila! A cualquiera que entre le vas a cortar la cabeza.

Mismagius apunto al monitor con su dedo índice, el cual mostraba en tiempo real las acciones de los pokemon protagonistas. Estos evidentemente ya se habían percatado de que, además de que había luces prendidas en los vastos alrededores, había cámaras grabando en tiempo real.

- No puedo creer que nos tomaran el pelo tanto tiempo... ¿Por qué hay cámaras grabando? ¿Qué clase de broma es esta? Cuando el rey se de cuenta de esto van a rodar cabezas – La princesa estaba sumamente molesta, observando el lente de la cámara sin discreción alguna, su mirada podía ser percibida por Mismagius y era simplemente aplastante y aterradora... Se había comenzado a poner nerviosa y no conforme con esto, llevaba consigo a Blaziken... El luchador mas letal de Brozodia, el cual contaba con el ilícito privilegio de arrasar con quien se cruzará en su camino, hacer con los criminales lo que a su retorcida voluntad le diera en gana, esto se probo cuando ataco a Greninja con intenciones de matarlo.

Ahí estaban el grupo de protagonistas, inertes frente a la gigantesca puerta metálica que daba acceso al centro de investigación. Todos estaban esperando una respuesta por parte de la princesa, hasta que eventualmente esta decidió llevar a cabo su primera orden.

- Gallade, quiero que tu y Blaziken entren ahí y busquen a las personas que están ahí dentro... Quien sabe cuanto tiempo han estado operando en este lugar, probablemente ha estado activo desde el día en el que lo clausuraron... El rey tiene que saber sobre esto.

¡Vayan! – Exclamo la princesa y ambos pokemon asintieron, posteriormente tuvieron contacto visual por unos breves segundos. Gallade y Blaziken no se llevaban del todo bien y esto causaba incomodidad entre ambos.

Pero tuvieron que resignarse y obedecer las órdenes de la autoridad.

— Si ese es el caso, permíteme tocar a mi, princesa — Blaziken levanto la palma de su mano y posteriormente apunto con su brazo hacia la gigantesca y oxidada puerta de metal que obstruia su paso a la ubicación del libro. El fuego comenzaría a fluir de su mano y posterior a esta acción, Blaziken agito un poco su brazo hacia la derecha, expulsando todas las llamas que se habían aglomerado en su mano a una velocidad asombrosa de unos cuantos metros sobre segundo. Conforme más avanzaba está flama, más se iba incrementando hasta que llegó un punto en donde adquirió la forma de una estrella, unos cuantos segundos antes de estallar ante la puerta.

"Kaboom"

El estruendoso impacto provocó que toda la ubicación se retorciera, como si de un sismo se tratarse. Bisharp reaccionó levantando su cabeza de golpe y dejando caer la botella del vino al suelo.

— ¡¿Q-Que fue eso?! Pregunto el alterado Bisharp. Inmediatamente enfoco su mirada en la botella de vino que había dejado caer, se había reducido a fragmentos y todo el liquido estaba desparramado por la roja alfombra. Frunció el ceño para mostrar su desagrado ante esto.

— Gallade y Blaziken vienen aquí a todo galope. Necesito que tú te hagas cargo de gallade para que yo pueda enfrentarme a Blaziken... —

Bisharp bufó.

— Tsk... Yo puedo perfectamente hacerme cargo de gallade, ¿Pero tu contra el pretencioso? No se si lo sabías pero esta etiquetado como el luchador más mortal de brozodia y ya ha dejado en estado crítico a muchos Pokémon. Si vas a enfrentarte a el terminarás mal, demasiado mal parada.

Además honchkrow me pidió precisamente que te protegiera. No si quiera lo pienses. Luchar contra Blaziken es una misión suicida —

Mismagius se retiro hacia los pasillos haciendo caso omiso a la advertencia de Bisharp, no sin antes darse la vuelta para confesarle su plan.

— No te preocupes por mí. Tengo una técnica especial para contrarrestar a Blaziken. Podría ser un poco extraño ver a un Pokémon como yo usarla, pero en esta ocasión me va a ser bastante útil — Y sin más, atravesó los ya mencionados pasillos, los cuales conectaban la sala principal a una cadena de muchas otras salas. Bisharp se había quedado solo y ahora todo dependía en parte de la ruta que ambos Pokémon eligieran tomar. Si gallade continuaba en línea recta, su nuevo encuentro con Bisharp sería inminente.

Y en efecto, ambos compañeros estaban avanzando en línea recta, con una velocidad constante. Blaziken estaba conteniendo su verdadera velocidad, puesto que sus modificadores ya se habían elevado hasta el +2, por ende, superaría a gallade en cuestión de segundos.

El Pokémon freno en seco, poniendo su pierna derecha para derrapar con facilidad. Cuando se detuvo, gallade dejo de correr e imitó sus acciones.

— Blaziken ¿qué sucede? Tenemos que entrar a la sala principal... ¿Lo olvidas? —

— Algo me da mala espina... Tengo la fría sensación de que los estúpidos que han estado operando en estos lares sin autorización se ocultan en el resto de estas míseras ruinas

Revisar solo la sala principal podría exponernos a una trampa. Mejor tú revisa la sala principal y yo con mi velocidad examinaré todo el lugar. Prefiero eso a que nos vean la cara... ¿De acuerdo? —

Gallade asintió.

— De acuerdo — y reanudó su camino.

Las pupilas de gallade podían apreciar a lo lejos una brillante luz que se iba volviendo más grande conforme avanzaba... En cuestión de segundos, nuestro protagonista había llegado a una misteriosa habitación la cual estaba completamente vacía, exceptuando porque había una particular mesa de madera con un mantel rojo en medio del lugar... A pocos centímetros de esta y en el suelo, dispersados una infinidad de cristales pertenecientes a una botella de vino, acompañados con el licor disperso en el suelo. Sentado en la mesa, yacía Bisharp... Aquel pokemon que intento acabar con la vida de Gallade en la montaña de Sipya con su técnica mortal: La guillotina, capaz de matar a cualquiera al mínimo contacto. Gallade lo reconoció al instante.

- ¿Y tú quién eres? – Pregunto gallade mientras retrocedía unos cuantos pasos. Se percato de que el intruso era nada mas y nada menos que Bisharp... Aquel sucio esbirro de Gengar al cual se había enfrentado unas cuantas noches previas a su recuperación, donde a causa de su movimiento de onda trueno, casi queda a merced de morir a manos de la guillotina... El movimiento fulminante de aquel pokemon, capaz de asesinar con una facilidad bastante relativa.

Bisharp se puso de pie y de repente, dos intimidantes dagas de energía se desplegaron de sus antebrazos. El pokemon observo a gallade con hostilidad, provocando que este diera un par de pasos más hacia atrás. Gallade trago un poco de saliva.

- Tu ya deberías saber quien soy... No creas que me he olvidado de ti – Bisharp comenzó a caminar hacia su oponente, con ambas cuchillas en mano, completamente placido, como si estuviera infravalorando a su contrincante. Su estrategia de victoria le daba demasiada confianza. – Todavía tengo que terminar de cortar tu miserable cuello y espero que estés preparado, porque esta vez la princesa Gardevoir no vendrá a salvarte el trasero -

Las dagas de los antebrazos de Gallade igualmente se desplegaron, abarcando una distancia mas que considerable. Estaba perfectamente consciente de que Bisharp tenia inmunidad al psico-corte, pero las dagas psíquicas que había materializado SI tenían provecho en el combate, pues podía usarlas para desviar la mortífera guillotina de su enemigo.

Bisharp deslizo su pie derecho unos cuantos centímetros hacia atrás mientras encorvaba su cuerpo hacia adelante, los brazos extendidos hacia atrás con las cuchillas activadas... El pokemon disparo el pie ya mencionado hacia adelante, saliendo detonado a gran velocidad en contra de nuestro protagonista... Gallade inmediatamente levanto ambos brazos y formo una "X" de forma defensiva con ambas espadas... Los movimientos chocaron, derrochando una gran cantidad de violencia.

- Tsk... ¡Toma esto! – Gallade inicio su contraataque. Barrio su pierna derecha en el suelo aprovechando que su posición defensiva lo limitaba menos que a su oponente, pero Bisharp sencillamente opto por anular su ataque y alejarse dando un gran salto. Ambos pokemon se habían distanciado nuevamente.

- Oye, eres un espadachín excelente... Aunque tienes dos desventajas... Si consigo conectar exitosamente la guillotina, tu estarás muerto... Y tus cuchillas solo se limitan a desviar mis ataques o a bloquearlos, porque son impotentes ante mi cuerpo... ¿Qué planeas hacer? – Bisharp extendió ambos brazos y comenzó a materializar una poderosa energía eléctrica a través de estos, se podía percibir perfectamente como las chispas de electricidad chocaban y rebotaban en los brazos del metálico oponente... ¡Era un movimiento de onda trueno! El mismo que utilizo contra Gallade en el primer encuentro que tuvo con el... Un movimiento que inmovilizaba a los oponentes usando como principal medio la electricidad que generaba cortos en el cuerpo de la víctima y ahí es donde atacaba con su poderosa y mortal guillotina.

Las pupilas de Gallade se dilataron, dando a entender que estaba algo acobardado, sabia perfectamente lo que Bisharp estaba tratando de llevar a cabo.

- ¡Quédate quieto chico! – Bisharp realizo un movimiento con ambas manos y la electricidad comenzó a dispersarse por todo el panorama, desplazándose a una velocidad abrumadora siguiendo una trayectoria lineal a través del eje de las abscisas. Gallade solo pudo contemplar este fugaz ataque antes de verse víctima ante el efecto de la parálisis.

- ¡Tsk! ¡No! – Cerro sus ojos por un momento y al abrirlos unos cuantos segundos mas tarde, pudo ver como estaba siendo contenido por un campo magnético de chispas y relámpagos... Intento mover sus brazos y piernas, pero le era imposible hacerlo... Comenzó a sentir espasmos y contracciones en todo su cuerpo, el sudor había comenzado a correr nuevamente por su frente hasta encontrarse con la fría superficie. Gallade solo pudo observar como el campo magnético se deshacía mientras a unos pocos centímetros de distancia, su verdugo esperaba pacientemente para realizar su asalto final. – Eres un cobarde... ¿Acaso no eres capaz de luchar sin usar este sucio movimiento de parálisis? Eres un sucio e injusto... Los pokemon como tu me parecen repulsivos –

- Dime algo Gallade... ¿Esto te parece injusto? Pues todavía eres demasiado ingenuo o eso me imagino. ¡Tienes que buscar la victoria! ¡No lo que sea justo! ¿Lo ves? Hice una de mis jugadas mas sucias y ahora estas a mi merced, ni siquiera me vi en la necesidad de gastar energía tratando de bifurcar tus movimientos. ¡Yo he ganado! – Bisharp le dio la espalda a Gallade mientras se ovacionaba con egocentrismo por su aparente victoria. Pero desde luego que Gallade no iba a permitir que las cosas concluyeran de ese modo... Luchando contra los estremecimientos y bajones que sufría su cuerpo... Envolvió su puño en un aura roja, activando el movimiento de puño incremento... Aprovechándose totalmente de que su oponente le había dado la espalda solo para alardear de su hedionda estrategia. Y así fue como desplego un fuerte puñetazo en contra del distraído rival... Pero... Todo el panorama se había pintado de negro. Gallade estaba inmovilizado nuevamente y esta vez no fue victima del estado de parálisis al que fue sido expuesto, su cuerpo se ralentizo y Bisharp de un segundo a otro le había dado la cara nuevamente... Impactando su torso con su brazo derecho envuelto en energía oscura. Gallade recibió el impacto y fue impulsado hacia atrás, siendo frenado violentamente con la pared y quedando boca abajo en el suelo.

- ¡Vaya! Veo que ya entiendes a lo que me refiero. Jugar sucio y atacar por la espalda... Me siento orgulloso.

Por desgracia para ti, soy un estafador de primera. ¿Enserio creíste que iba a bajar la guardia para permitir que me golpearas? Esto fue un golpe bajo... literalmente. Un movimiento de tipo siniestro que se ejecuta de forma prioritaria si el oponente va a realizar un ataque. Fue por eso por lo que pude darme la vuelta justo a tiempo para devolverte al suelo con un buen golpe...

- ¿Y enserio crees que sencillamente puedes matarme? Pues lamento decirlo, pero la princesa sigue afuera y si me matas en este instante, eventualmente todos regresaran a buscarme... En pocas palabras, solo vas a exhibirte a ti y a tu miserable jefe... Por otra parte, si me dejas vivo eventualmente saldré y te delatare de todos modos... ¡No tienes forma de ganar! –

Bisharp frunció el ceño y rechino sus dientes mientras arqueaba su expresión... Gallade tenia razón... No importa lo que hiciera, estaba atrapado.

- ¡Te equivocas mi amigo! ¡No importa lo que hagas! No hay forma de que puedas ganar... -

Una voz conocida interrumpió a gallade, desmantelando esa falsa sensación de confianza que el pokemon se había dibujado en su ingenua mente... La voz le pertenecía a nada mas y menos que... ¡¿Aegislash?!

- Aegislash... ¿Qué carajos significa esto? ¿E-Estas con estos hombres? – Gallade había quedado pasmado al ver como el Pokemon escudo se materializo en el lugar, usando sus habilidades de fantasma para esto. Estaba inerte en el suelo, asustado por como lucia la situación. - ¿Por qué? Tu eras la mano derecha del rey. Tu nos entrenabas... ¿Qué diablos te sucedió? –

Aegislash estaba en total serenidad, sin preocupación o angustia alguna porque fueran a ser descubiertos. Aclaro su voz y se preparo para responder.

- Gallade, nada de esto es personal. No se si te diste cuenta o si alguna vez te lo cuestionaste... Pero soy curiosamente el único pokemon fantasma de todo el reino. A pesar de que, según lo estipulado por la ley, el acceso a los pokemon fantasma y siniestro está totalmente prohibido. De cierta forma podría decirse que al ser la mano derecha del rey... Yo fui impune ante esta regla, lo que me otorgo el privilegio de no ser exiliado del reino. ¿Pero enserio quieres que me quedes con los brazos cruzados mientras veo como mi gente, mientras veo como mis compañeros y hermanos de sangre viven en la miseria y se mueren de hambre? Desde que Bisharp asesino a dicha mujer hace mas de 20 años, toda la sociedad colapso y comenzó a ver a los pokemon de nuestro tipo como basura, mierda desechable. Estamos luchando para impedir esto y nadie nos va a frenar... ¡Y si piensas que puedes ir a contarle todo esto a Gardevoir pues debo decirte que te equivocas! ¿Recuerdas que dejaste a tu hija adoptiva al cuidado de Audino? – Aegislash comenzó a desplazarse mientras hablaba con soberbia. – No quería llegar a estos extremos, porque no queríamos que te dieras cuenta de nuestro plan, pero si se te ocurre hablar al respecto, Litten y Audino van a sufrir terribles consecuencias... Quédate con la boca cerrada Gallade... Bisharp... ¡Es hora de que salgamos de esta pocilga! –

Gallade crujió los dientes mientras observaba a Aegislash... Aquel alto mando del reino todo este tiempo había estado burlándose de ellos, jugando con la confianza del rey. Lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras sujetaba sus rodillas con fuerza por la impotencia. Sabia que había un traidor, pero no podía decir nada o su querida hija adoptiva sufriría las consecuencias... Una jugada sucia pero ingeniosa de mantenerlo con la boca cerrada.

Mientras tanto, Blaziken se encontraba librando una intensa batalla en contra de Mismagius, la infame compañera de Bisharp quien aparentemente le estaba sacando ventaja en combate.

La realidad había sido distorsionada por medio de su movimiento: ¡Espacio raro! Que tenia el efecto de invertir las velocidades, por lo que los pokemon que naturalmente fueran más lentos, se moverían a mayor velocidad bajo este efecto. La habilidad impulso de Blaziken solo lo perjudicaba, ya que tenia el efecto de aumentar su velocidad constantemente, lo que provocaba que se moviera cada vez con mayor lentitud bajo el espacio raro. Ya había sido victima de un par de movimientos de Mismagius.

- Jajajajaja... ¿Qué te sucede Blaziken? ¿No eras supuestamente el luchador mas poderoso de Brozodia? Famoso por enviar a cada uno de tus rivales al hospital en un estado crítico... ¿Por qué eres impotente ante esta hermosa doncella? – Blaziken se encontraba en el suelo de rodillas, con la mirada baja mientras ignoraba el dolor que le provocaban sus ya extensas heridas... Mismagius no paraba de burlarse y jactarse de ser superior. Hasta que... en determinado punto, Blaziken levanto la mirada para responder...

- ¡Cállate mujer de mierda! ¿Acaso crees que he estado jugando contigo o que no te voy a poner las manos encima por ser una señora? ¡Cometiste un error! ¡No calculaste el tiempo de tu espacio raro! Y ahora que se ha acabado... ¡Te reduciré a una pila de huesos triturados! – Las dimensiones fueron restauradas unos pocos segundos después de que Blaziken, con su rasposa y molesta voz lanzara al aire aquella declaración. Y fue así, como rápidamente el pokemon desapareció por completo de la vista de Mismagius...

- ¡Tsk! ¿A dónde te fuiste? –

Blaziken ya había acumulado la máxima velocidad que podía alcanzar gracias a su velocidad, por lo que, en fracciones de segundo, se materializo en el aire e impacto una potente patada ígnea en la espalda de la enemiga. Sin contener ni un poco la fuerza del golpe. Mismagius dilato las pupilas de sus ojos, a su vez, su boca se abrió de forma espontánea para darle paso a una exorbitante cantidad de sangre que fue expulsada en reacción al fuerte golpe.

- ¡Muere pedazo de mierda! – La patada lanzo a Mismagius contra el suelo con una fuerza abrumadora, siendo rematada por su violento encuentro contra la superficie. Todos sus huesos se habían fracturado ante dicho ataque... Blaziken realmente no se contenía contra nada ni nadie, así fuera una mujer o un niño.

El pokemon aterrizo tranquilamente y posterior a esto, sujeto su radio con su mano derecha antes de encenderla

- Princesa, aquí Blaziken... Encontré a una intrusa en el centro de investigación y me encargué de romper varios de sus huesos, así como de golpearla hasta inducir una hemorragia interna en su cuerpo. En pocas palabras... Todo está despejado... Ya pueden entrar - 


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