ADVERTENCIA: Yo en la descripción de la historia puse que la novela era heterosexual, ya que me refería a la pareja principal, no a todas las que hay en la historia. Así que aquí les va unos personajes pertenecientes a la comunidad LGBTQ+. Es importante leer porque estos personajes tienen relación con el próximo capítulo. Disfruten.

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Las hojas de los árboles susurraban suavemente gracias al débil viento que corría esa mañana. Los días expectacularmente buenos habían llegado a su fin, dejando días normales y nostálgicos. Era temprano y el bosque estaba calmado, sereno y en paz... Hasta que dos elfos se apresuraron a esconderse entre estos, buscando privacidad.
Un grave error, sabiendo que estos árboles están atentos a cualquier ruido.

—BaekHyun, no, l-los árboles nos...

—¡Que nos escuchen si quieren, maldita sea! — Gritó el elfo de luz, BaekHyun. Sus mejillas estaban sonrojadas y sus ojos pintaban la más triste obra de arte al mirar a su contrario. — Debemos hablar, y ya que no podemos hablar frente a JooHyun, los árboles chismosos son lo que nos queda.

El elfo de fuego lo contempló en silencio. Sus ojos cafés con manchas color miel, cabello dorado, labios abultados y rosas, piel blanca y suave. Diablos, podría verlo por un día entero sin cansarse. Pero no podía, no debía.

—Ya hemos hablado de esto, Baek. No hay nada que podamos hacer. — Murmuró apenado.

—No podemos rendirnos, ChanYeol. — Respondió desesperadamente el elfo de luz. — ¿En serio vas a estar con ella?

—¿Tengo otra opción? — Preguntó irónico. — Sabes las reglas, sabes que esto está mal. Tenemos... Ah... Tenemos que seguir nuestras vidas con alguien con el cual podamos estar.

El más bajo rió sarcásticamente frente a su sugerencia. —¿Tú crees? ¿Piensas que es correcto que esté con alguien más? — Se acercó al elfo de fuego, hasta rozar sus narices, o al menos lo intentó por su clara diferencia de estatura, apoyó las yemas de sus dedos en los hombros de él y suspiró. —¿Crees poder verme con alguien más, que me bese, que me susurre palabras al oído y que me abrace?, ¿Vas a estar bien cuando alguien más me toque y me ame...?, ¿Podrás verlo, siquiera?

ChanYeol aborreció la sola imaginación de su BaekHyun con alguien más. Odió la idea de un bella elfa besando su cuello, ya que sabía que era su debilidad, o que tocara su cabello sedoso mientras se quedaba dormido. Odiaba el tan solo pensar que ya no podría tenerlo como suyo.

Como impulsivo que era, agarró las mejillas del elfo de luz y estampó sus labios con los de él, mezclándolos ferozmente, como si quisiera que su cuerpo recordara a quien le pertenecían y con quien debía compartirlo. No podía, no, no podía no besarlo, no reclamarlo como su unión perfecta, como su compañero de por vida. Así que dejó que su alfa lo llevara por ese sendero de perdición que se obligaba a olvidar.

Baek respondió con ímpetu, tratando con fuerza que entre sus cuerpos no hubiera espacio sin rellenar, que ni siquiera una molécula de aire pudiera colarse entre ellos. Lo amaba con tanta fuerza, su omega deseaba estar entre sus brazos por siempre, la idea de tener otras manos agarrándolo así, de otros labios besándolo así, le resultaba asquerosa y desgarradora.
No quería y no podía imaginarse una vida sin su otra mitad.

Parecía que habían pasado décadas desde la última vez que se permitieron acercarse, besarse y tocarse. Se sentía como el cielo, sus manos aferrándose al cuerpo del contrario, respirando agitadamente, separándose por un segundo para luego volver a mezclar sus bocas rápidamente, como si el oxígeno realmente no importara.
Hasta que, lentamente, sus labios fueron disminuyendo la velocidad, acariciando los del contrario, demostrando más que solo necesidad, sino amor.

—Por favor... —Susurró BaekHyun entre besos. —No te rindas con nosotros.

ChanYeol alejó sus labios de los de él y contempló el rostro de su amante. Guardó en su memoria con llave los ojos brillantes, mejillas rojizas, labios entre abiertos y anhelantes de más. Porque sabía que no podría volver a verlo. Sus grandes manos lentamente dejaron de tomar el rostro de BaekHyun, haciéndolo sentir frío, y dio un paso atrás. Deseaba estar cerca, lo necesitaba, pero habían reglas que no se podían romper.

—No es que no quiera. Créeme, es lo que más quiero en el mundo. — Habló finalmente el elfo de fuego. — Te amo demasiado, siempre será así. Odio estar con alguien que no seas tú, pero no tenemos otra opción...

—Sí la tenemos. — Contradijo, asercándose nuevamente. — Puedo hacerlo, ¿de acuerdo? Quiero intentarlo.

ChanYeol negó con su cabeza. —No, es muy peligroso.

—¡Qué importa! Hay que tomar riesgos.

—¡No voy a ponerte en riesgo a ti, maldición! — Gritó desesperado ChanYeol. Tomó sus mejillas con sus manos, para enfatizar su mensaje. — No voy a arriesgar tú vida, no podría vivir sin ti en esta tierra, ¿lo entiendes? Pídeme cualquier cosa, menos verte agonizar.

El elfo de luz se rompió, sus ojos se desbordaron por las lágrimas contenidas y sus bellos labios se apretaron entre sí para no soltar alaridos de tristeza. No cabía en su cabeza la posibilidad de una vida sin su ChanYeol, había imaginado tantas veces que lograban estar juntos sin importar lo que estipulaban, que ahora el peso de la realidad lo estaba derrumbando. Sabía que era riesgozo, pero vivir sin su alfa... era aterrador.

—Y-Yo tampoco puedo vivir sin t-ti... No puedo y no quiero.

ChanYeol entendió sus palabras, así que tomó sus hombros y lo apartó lo suficiente como para mirarlo directo a los ojos.

No iba a estar sin él, no podría nunca dejarlo ir, por mucho que intentara hacerse el fuerte. Lo amaba demasiado, a él y a sus locuras, sus ojos observadores y boca traviesa, sus cabellos revueltos y sus manos delicadas. Todo, lo dejaba loco, volando entre las nubes, lo quería en su vida para siempre.

—Baek... Bebé. — Susurró con la voz rota. —No viviré sin ti.

El elfo de luz lo miró esperanzado y confuso a la vez, buscó en sus ojos la respuesta y la convicción de quien amaba... y la encontró. Esos ojos cafés ardían con decisión y amor. Brillaban tenuemente, claramente estaba afectado por toda la situación y la decisión que definiría el resto de sus vidas. Tragó saliva duramente y asintió repetidas veces, estando de acuerdo.

—Estaremos juntos hasta el final, no importa lo que suceda.

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Ambos elfos se fueron por caminos diferentes luego de besarse por última vez, con la promesa de que se verían a la noche nuevamente.
Nadie en Galdur sabía sobre ellos, y no debían. Quizás ni siquiera sospechaban de su romance que había iniciado años atrás, cuando eran unos pequeños elfos.

BaekHyun y ChanYeol estuvieron juntos en el mismo año de entrenamiento para las unidades y posteriormente, para las pruebas de unidades. Se hicieron amigos casi al instante, conectándose a nivel mental y emocional. Se sentaban juntos para las clases, se iban juntos a sus cabañas, hacían los proyectos juntos y si es que hacían una travesura, no era raro verlos a los dos involucrados.
Se amaban, no lo sabían en ese momento, pero su omega ya había elegido a su alfa y su alfa ya había encontrado a su omega. Se habían elegido incluso antes de que realmente lo notaran.

Todo cambió cuando una noche quisieron jugar a las escondidas traviesas junto a los demás chicos de su clase.
Esta consistía en que el que buscaba debía contar hasta cien y luego buscar a los demás, y cuando encontrara a alguien, debía besarlo castamente en los labios. Para la sorpresa de ChanYeol, le tocó buscar a los demás, así que se puso a contar contra un árbol, cerró fuertemente los ojos y esperó hasta que todos hubieran desaparecido. Finalmente los fue buscando, pero no encontraba a nadie, estaba fastidiado y molesto pues quería encontrar a la chica que se le hacía especialmente bella, JooHyun.

Hasta que la encontró. Se había incertado en lo más profundo del bosque y se había escondido detrás de unos arbustos, agachada y abrazando sus rodillas. Silenciosamente se acercó por detrás, para tomarla por sorpresa, y así lo hizo. Ella se había girado con un grito, el cual no se escuchó porque ChanYeol agarró sus mejillas y la besó.

Millones de mariposas, centauros y sirenas navegaron por sus entrañas, emocionándolo y haciéndolo disfrutar de ese dulce y suave tacto. Se sentía increíble, hasta su lobo alfa daba saltos y giraba con euforia por los bellos belfos que besaba.
Luego de unos segundos que fueron como el paraíso, ChanYeol se apartó, aún con las manos en las mejillas de JooHyun. El problema es que no era JooHyun.

Era BaekHyun.

A pesar de que estaba oscuro, sintió como sus mejillas estallaron en llamas, al igual que las de su amigo. Se miraron perplejos y avergonzados, no tanto por la situación.

Sino porque les había gustado, y saber que se habían besado entre ellos... no les molestaba como debería hacerlo.

Ambos elfos se rieron de aquello y lo catalogaron como un "error" estúpido del cual les contarían a sus hijos cuando crecieran. Se sentarían juntos con sus bellas esposas elfas y relatarían la historia una y otra vez, haciéndola más divertida cada vez que la contaran. Pero en el fondo sabían que era algo mucho más profundo que un simple error o anécdota divertida, era la señal del destino que había marcado sus caminos, los había unido para toda la eternidad.

Luego de eso, siguieron juntándose, no podían estar sin el otro, aunque mirarse los hacía ruborisarse casi al instante. Cada uno en su interior trataba de convencerse de que no significaba nada, que todo estaba bien y que nada debía cambiar.
Hasta que un día, BaekHyun vio a JooHyun muy cerca de ChanYeol al terminar las clases. Su lobo mostró los dientes y se colocó en posición de pelea a penas los noto. Le pertenecía. Su omega sentía que ChanYeol le pertenecía... No podía creerlo ni aceptarlo, quizás era un error y en realidad estaba celoso porque le gustaba JooHuyn y no su amigo. Debía comprobarlo, así que ese mismo día, luego de que la estúpida de JooHuyn dejó de hablarle y reírse de sus chistes, ChanYeol y él se fueron solos caminando hacia sus cabañas.
BaekHyun no sabía cómo hacerlo o si ChanYeol lo golpearía si lo hacía, pero se atrevió. Miró para todas partes repetidas veces para asegurarse que nadie estaba ahí y mientras ChanYeol le contaba sobre su conversación con JooHuyn, lo giró bruscamente y tomó sus mejillas con fuerza, estrellando sus labios con los del elfo de fuego.

Se sintió... como el bendito cielo.

Su omega saltó con alegría, aulló y rascó el suelo. Se sintió satisfecho y a la vez asustado, ¡estaba besando a su amigo, un elfo, y lo estaba disfrutando! Algo muy roto debía estar dentro de él.

Iba a apartarse cuando las grandes manos de ChanYeol tomaron su cintura y lo apretó contra su cuerpo, asegurándose de que no se alejara de él tan pronto. BaekHyun no podía con la sorpresa de que su amigo estuviera girando su cabeza para profundizar el beso, mezclando sus labios una y otra vez, adentrando su lengua y suspirando con gusto. Su cuerpo se dejó llevar como si ya estuviera preparado para ese momento, haciéndolo agarrar su nuca y sus cabellos, jugando con ellos y haciendo jadear al elfo de fuego suavemente por el gusto.
El más alto estaba en extasis, agarrando con fuerza sus caderas, su cintura, su espalda, acariciando y apretando su cuerpo con anhelo. Habían avanzado unos pasos torpes hasta un árbol cercano y se apoyaron con la espalda del más bajo contra este, explorándose con gusto.

Luego de lo que pareció ser una celestial eternidad, separaron sus labios para poder respirar. ChanYeol abrió los ojos y miró al más bajo, sintió una fuerte corriente entre sus piernas cuando vio sus ojos cerrados, labios rojizos entre abiertos, mejillas rosadas, cabello revuelto y escuchó su respiración jadeante. Se veía tan inocente y a la vez tan pecaminoso. Deseaba cuidarlo toda su vida y a la vez desnudarlo y lanzarlo a su cama.
Su mirada bajó hasta su cuello blanquecino, el cual estaba descubierto y sin marca alguna. Su alfa le imploraba que lo marcara, que se uniera a él para recibir sus cellos de unión. Y cuando BaekHyun abrió sus ojos... Por la santa madre, mierda.
Sus pupilas dilatadas lo invitaban a probarlo otra vez, pero ahora por todo su cuerpo.

No podían negarlo más, no cuando se miraban así y se devoraban nuevamente ahora escondiéndose detrás de los arbustos. Esto ya no era un error, no era una anécdota graciosa que contarían en cenas familiares... Era el comienzo de su romance.

Así fue como empezaron a verse aún más, pero en secreto. Nadie sabía que entre ellos había algo más que amistad, además de que para quienes los observaban, no era raro verlos juntos, pues siempre lo estuvieron.

Solo que ahora con distintas intensiones.

Seguían siendo los mejores amigos y a la vez amantes. Podían hacer competencias de gases y luego estar besándose tiernamente.
Tomaron sus manos, las observaron y quisieron nunca separarlas. Exploraron el cuerpo del otro, hasta los lugares más ocultos, besando, lamiendo, mordiendo. Susurrando cuánto amaban estar unidos tan profundamente, gimiendo, jadeando, riendo y acariciando. Aprovechaban cada segundo para demostrarse que se pertenecían en la manera más hermosa y sana que podía existir. Un fuego brillante y ardiente, destinado a nunca hacerse cenizas.

—Hoy la madre de JooHyun me contó algo magnífico... ¡Ella está enamorada de ti, Channie! JooHyun, la elfa que siempre te a gustado, le gustas. ¡Venga, invítala a salir, galán!

ChanYeol jamás olvidará la emoción de su madre cuando ella le sugirió salir con su compañera de clase. En cambio él sintió como su mandíbula se desencajaba y sus ojos comenzaban a temblar, mirando a todas partes, intentando no caer en la desesperación.
BaekHyun, su BaekHyun... No podía ser real, no podía ser que debía dejar a su pareja de años por alguien en quien ni si quiera pensaba.

Comenzaron las peleas, los derrumbes y la decepción. La realidad les cayó como un balde de agua fría a ambos. Inocentemente no habían visto un final, porque no lo querían, pero lamentablemente había llegado.
Se habían gritado, empujado, besado, y gritado nuevamente. Hasta que las fuerzas se agotaron y se resignaron a llorar mientras aceptaban la realidad.

Fue así como JooHyun terminó siendo la novia de ChanYeol, y BaekHyun un viejo amigo con el cual perdió el contacto. Aunque siempre sus miradas se buscaban y sus lobos estaban desesperados por encontrarse y unirse nuevamente.

Pero eso ya era cosa del pasado.

Llegó el día de su ceremonia de identidad, donde ChanYeol fue reconocido como elfo de fuego y BaekHyun un elfo de luz.
El más alto sintió que la unidad del más bajo era la indicada, pues nadie podía iluminar tanto sus días como él. En cambio su novia terminó siendo un elfo de hielo, la única persona que podía congelar sus ganas de vivir al máximo.

No diría que ella era una mala chica, era increíble, hermosa, divertida, tierna y risueña... Pero no era BaekHyun.

Podría catalogarla fácilmente como su mejor amiga. Con quien podría preguntarle el porqué su pareja se enojó por algo que le parece, personalmente, estúpido. O con quien podría chismear con gusto, porque los hombres eran incluso más chismosos que las mujeres. Disfrutaba pasar tiempo con ella, como amiga. Por eso, hasta cierto punto, llevar una relación con ella no le pareció complicado, pues se llevaban muy bien. De hecho, varios envidiaban su relación por lo estrecha que esta era. Parecía sana, fuerte y tierna, como si fueran dos niños pequeños jugando a las atrapadas durante una bella tarde de verano. La apreciaba como a una hermana menor, y mentiría si dijera que no le dolía ver que JooHyun lo miraba con un brillo digno de una amante empedernida. Lo trataba con cariño y cuidado, soltaba comentarios sarcásticos muy graciosos y disfrutaba molestarlo colocando sus manos frías en su espalda. Se reían cada vez que el contacto hacía el típico "tss" que haría un fósforo encendido cuando es mojado repentinamente.

Pero románticamente, estaban lejos de ser una pareja real. Ella parecía no notarlo, o era lo suficientemente ingenua como para respetarlo.

Ni si quiera había podido dormir con ella porque nada lo hacía arder como lo hacía con BaekHyun. Tuvo que escudarse en que quería mantenerse casto hasta el matrimonio, aunque claramente no era casto. JooHyun se lo creyó, entendió y lo aceptó, pensando en que sería hermoso ser la primera vez del otro.

Así que, cuatro años después de la ceremonia de identidad, anunciaron su compromiso.

ChanYeol iba a casarse... El elfo de luz no podía permitirlo. No podía creerlo siquiera. ¿Su ChanYeol, su alfa, con alguien más? No podía con eso, su omega no lo iba a dejar pasar así de fácil.

Fue así como terminó llevándose al elfo de fuego para el bosque, uniéndose nuevamente luego de años sin hacerlo.

Los árboles, luego de que cayó el silencio por la ausencia de los elfos, decidieron callar. Al parecer, durante los años, aprendieron que muchas veces es mejor solo hacer fotosíntesis.

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¡HOLA NUEVAMENTE, APRECIEN MI ACTUALIZACIÓN A TIEMPO QUE NO SÉ SI VUELVA A SUCEDER! ahre no xd.

Esta es la primera parte de lo que sería el capitulo 8. Lo dividí porque
1) Terminaría siendo muy largo. Y 2) Porque quería dejarlos con una escencia romántica esperanzadora, y no con una triste, como sería si hubiera unido ambas partes.

Sí, spoiler, el próximo cap. sucede algo sad.

Hice una votación en mi muro que terminó siendo un empate, iba a seguir escribiendo el capítulo entero pero me pasó algo muy feo el día de ayer y preferí no escribir para no meter tantas malas vibras a la historia.

Así que disfruten esta bella historia, que la escribí con mucho cariño, metiéndome hasta el punto de olvidar el mundo exterior. ¿Qué opinan de ellos? ¿Galdur es un pueblo homófobo? Hagan sus teorías.

POR CIERTO, ESTO ES IMPORTANTE.
He notado que Galdur está ganando bastante atención y es algo que me ha gustado mucho, sé que tienen dudas sobre lo que ya he publicado como de lo que no... Así que quería darles la oportunidad de que aquí hagan todas sus preguntas sobre Galdur. Cómo la cree, algún spoiler quizás, sobre el padre de HaMin, cómo llegó Nam a ser comandante en jefe, etc... Cualquier duda que tengan veré de contestarlas en mi libro de "Sae's Feelings".

Mi cumpleaños es en unos días, tomen esto como un regalo xd.

Eso es todo, los amo💙