El grupo regresó a Pueblo Par, donde fueron recibidos por la profesora Magnolia, una autoridad reconocida en el mundo Pokémon. Junto a ella estaba su nieta, Sonia, una joven investigadora con un talento innato para la investigación de los Pokémon en la región de Galar.

Profesora Magnolia: ¡Bienvenidos de nuevo a Pueblo Par, jóvenes entrenadores! Me alegra ver caras nuevas interesadas en aprender más sobre los Pokémon de nuestra región.

Sonia: Hola a todos. Soy Sonia, la nieta de la profesora Magnolia y la novia de Dande. Estoy encantada de conoceros.

Erika: Hola, Sonia. Es un placer conocerte.

Gloria y Víctor también saludaron a Sonia con entusiasmo.

Profesora Magnolia: He escuchado mucho sobre sus logros como personas por Hop, Sonia y Dande. Parece que están listos para enfrentar nuevos desafíos.

Gloria: ¡Sí, estamos emocionados por lo que nos espera!

Víctor: Definitivamente. Estamos listos para aprender y crecer como entrenadores.

Hop: ¡Sí! Estamos ansiosos por seguir adelante con nuestro viaje.

Profesora Magnolia: "Me alegra escuchar eso. Como muestra de mi apoyo, quiero regalarle a cada uno una pulsera Dinamax. Les permitirá realizar batallas Dinamax y experimentar la energía única que emana de estos Pokémon gigantes.

El grupo miró asombrado las pulseras, agradeciendo el gesto generoso de la profesora Magnolia.

Erika: ¡Muchas gracias, profesora Magnolia! Estamos muy agradecidos por este regalo."

Sonia: ¡Espero que les sea útil en su viaje! Si necesitan cualquier cosa o tienen alguna pregunta, no duden en buscarme o llamarle.

Con las pulseras Dinamax en sus muñecas, el grupo se despidió de la profesora Magnolia y su nieta, listos para enfrentar nuevos desafíos y emocionantes batallas en su viaje por la región de Galar.

Mientras el grupo charlaba animadamente en Pueblo Par, de repente, se encontraron con Rose, la abuela de Erika, que pasaba por allí de forma casual.

Rose (A): ¡Oh, queridos! ¡Qué alegría verlos a todos juntos aquí!

Erika: Hola, abuela Rose. Qué coincidencia encontrarte aquí.

Rose (A): Sí, solo estaba dando un paseo por el pueblo. Pero ¿qué tal si hacemos algo especial hoy?

Gloria: ¿Algo especial?

Rose (A): Sí, ¿Qué les parece si nos vamos todos juntos a Ciudad Pistón? He oído que hay un evento muy interesante allí hoy.

Erika: Oh, abuela Rose, eso suena genial. Pero en realidad, nosotros estábamos planeando ir a Ciudad Pistón precisamente hoy. Tenemos que inscribirnos en el desafío de los gimnasios.

Rose (A): ¡Vaya, qué coincidencia! Bueno, en ese caso, ¿por qué no vamos todos juntos? Será divertido tener compañía en el viaje.

Erika: ¡Claro! ¡Será genial tener a la abuela Rose con nosotros!

El grupo estuvo de acuerdo, emocionado por la idea de viajar juntos a Ciudad Pistón.

En la bulliciosa Ciudad Pistón, el grupo se encontraba en la fila para inscribirse en el desafío de los gimnasios. Mientras esperaban, Rose les indicó que iría a hacer la reservación en el hotel

Hop, Víctor y Gloria se acercaron al mostrador de inscripción, listos para entregar sus cartas de recomendación y registrarse oficialmente en el desafío de los gimnasios.

Recepcionista: Buenos días, jóvenes entrenadores. ¿Cómo puedo ayudarlos hoy?

Hop: Hola, estamos aquí para inscribirnos en el desafío de los gimnasios. Tenemos nuestras cartas de recomendación.

Recepcionista: Por supuesto. ¿Quién los recomendó?

Hop: Fue Dande, mi hermano mayor. Es el actual campeón de la liga Pokémon de Galar.

El recepcionista asintió y revisó las cartas con atención antes de proceder con el registro.

Recepcionista: Perfecto. Todo parece estar en orden. Ahora solo necesito que elijan sus dorsales para la competencia.

Hop: Entendido. Yo quiero el número 189, por favor.

Recepcionista: Registrado. ¿Y ustedes dos?

Gloria: Yo elijo el número 221.

Víctor: Y yo el 227, por favor.

Recepcionista: Listo. Sus dorsales están reservados. Buena suerte en el desafío de los gimnasios, jóvenes entrenadores.

Hop, Gloria y Víctor asintieron con determinación, agradecidos por el apoyo de Dande y emocionados por lo que les esperaba en la competencia. Con sus dorsales en mano, se unieron al resto del grupo, ansiosos por presenciar y participar en el desafío que les aguardaba en Ciudad Pistón.

Erika se acercó al mostrador de inscripción con su carta de recomendación en mano, lista para registrarse en el desafío de los gimnasios.

Recepcionista: ¿Quién la recomendó, señorita?

Erika: Mi abuelo, Peter Parker.

El recepcionista levantó la mirada con sorpresa al escuchar el nombre.

Recepcionista: ¿Peter Parker? ¡Vaya coincidencia! Mi abuelo siempre ha hablado de él con gran admiración. Resulta que su abuelo, Peter, salvó la vida de mi abuelo durante el Día D. Estoy eternamente agradecido con él.

Erika sonrió, conmovida por la conexión inesperada entre sus familias.

Erika: ¡Qué coincidencia increíble! Mi abuelo siempre habla de ese día con tanto orgullo.

El recepcionista asintió con una sonrisa cálida y procedió con el registro.

Recepcionista: Bueno, con esa recomendación tan especial, su registro está asegurado. ¿Y qué número de dorsal le gustaría elegir?

Erika pensó por un momento antes de responder.

Erika: Me gustaría el número 7, por favor. En honor a Cristiano Ronaldo y también porque es el día de mi cumpleaños.

El recepcionista asintió con aprobación y anotó el número en el formulario de inscripción.

Recepcionista: Número 7, anotado. ¡Buena elección! Le deseo mucha suerte en el desafío, señorita Erika.

Erika agradeció al recepcionista con una sonrisa radiante, emocionada por participar en el desafío de los gimnasios con el apoyo

Erika y Gloria llegaron al hotel, emocionadas por su próxima estadía en Ciudad Pistón. Al llegar, notaron a unos tipos vestidos de forma peculiar saliendo del edificio, pero decidieron no prestarles mucha atención y se dirigieron hacia la recepción, donde Hop y Víctor las esperaban.

Hop: ¡Hola, chicas! ¿Cómo estuvo el registro en el desafío de los gimnasios?

Erika: ¡Todo salió genial! Ya estamos inscritas y listas para competir.

Gloria: Sí, fue emocionante. Pero ahora estamos listas para descansar un poco.

Recepcionista: Bienvenidas al hotel. ¿Cómo puedo ayudarlas?

Erika: Nos gustaría reservar una habitación para nosotras dos, por favor.

Recepcionista: Lo siento, pero nuestras habitaciones solo tienen capacidad para dos personas.

Hop y Víctor intercambiaron miradas desalentadas, pero Erika y Gloria tomaron una decisión.

Erika: En ese caso, ¿podríamos reservar la mejor habitación disponible?

Gloria: Sí, preferiríamos tener un poco más de espacio y comodidad.

El recepcionista asintió con una sonrisa comprensiva.

Recepcionista: De hecho, una señora reservo una suite y una habitación para ustedes

Erika y Gloria intercambiaron una mirada emocionada y asintieron con determinación.

Erika: Perfecto, nos quedaremos con la suite entonces.

Hop y Víctor, aunque un poco tristes por no poder compartir la habitación con sus amigas, entendieron la situación y les desearon una buena estadía.

Hop: ¡Que disfruten su habitación, chicas! Nos vemos mañana.

Víctor: Sí, que descansen y recarguen energías para el desafío de mañana.

Erika y Gloria agradecieron a sus amigos antes de dirigirse hacia la suite, emocionadas por la comodidad y el lujo que les esperaba durante su estancia en Ciudad Pistón.

En la lujosa habitación de la suite, Erika y Gloria se relajaban en el cálido jacuzzi, disfrutando de un merecido descanso después de un día lleno de emociones y preparativos para el desafío de los gimnasios. El agua tibia envolvía sus cuerpos, relajando sus músculos y calmando sus mentes.

Erika, con una sonrisa serena en el rostro, acariciaba suavemente a su Pokémon, Espeon, que descansaba a su lado.

Erika: ¿Cómo te sientes, Espeon? ¿Disfrutando del baño de burbujas?

Espeon respondió con un suave ronroneo, disfrutando del afecto de su entrenadora y del ambiente tranquilo de la habitación.

Gloria, recostada cómodamente en el borde del jacuzzi, observaba con una sonrisa a Erika y a su Pokémon.

Gloria: Esto es justo lo que necesitábamos después de un día tan agitado. No puedo creer lo increíble que es esta suite.

Erika: Sí, es maravilloso. Y el jacuzzi es la guinda del pastel. Me siento como si estuviera en el paraíso.

Gloria: Definitivamente, nos lo merecemos. Y Espeon parece estar disfrutando tanto como nosotras.

Erika asintió, sintiéndose agradecida por el momento de paz y tranquilidad compartido con su amiga y su amado Pokémon. Con el suave murmullo del agua y la cálida luz de las velas, se dejaron llevar por la serenidad del momento, preparándose mental y emocionalmente para los desafíos que les aguardaban en el desafío de los gimnasios.

Gloria: Erika, ¿Alguna vez te has enamorado?

La pregunta tomó a Erika por sorpresa, pero respondió con sinceridad.

Erika: No, nunca me he enamorado. ¿Por qué preguntas?

Gloria, tomando aire, decidió ser igual de franca.

Gloria: Bueno, es que... me gusta Hop.

Erika se quedó en silencio por un momento, procesando la revelación de su amiga. Después de un instante, respondió con una sonrisa comprensiva.

Erika: ¿De verdad? No tenía idea. Pero tiene sentido. Han sido muy cercanos desde que éramos niños.

Gloria: Sí, es cierto. A veces siento que... bueno, que podría haber algo más entre nosotros. Pero nunca he tenido el valor de decirle.

Erika colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Gloria.

Erika: Entiendo. A veces, es difícil abrirse sobre esos sentimientos. Pero si realmente te importa, tal vez deberías considerar decírselo. Nunca sabes qué podría pasar.

Gloria: Gracias, Erika. Significa mucho para mí tener a alguien con quien hablar de esto."

Erika sonrió, contenta de poder estar allí para su amiga en un momento importante.

Erika: Por supuesto, Gloria. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.

Gloria: Ahora que recuerdo, tu y Víctor están... Pues ya sabes 

Erika: E-Eso no es cierto cruzando los brazos sonrojada

Gloria: OH vamos Eri. Hop y yo sabemos que tú y Vic son novios

Erika: ¿D-desde cuándo?

Gloria: Hace dos meses, pero ni loca le digo a tus abuelos o a tu padre

Erika: ¿Ni por Whisky de edición limitada que colabora con Kiss y los Beatles?

Gloria: Ahí no pido que perdones, solo que me entiendas 

Erika salió del jacuzzi y se envolvió rápidamente en una toalla al escuchar el golpeteo en la puerta. Al abrir, se encontró con un empleado del desafío de los gimnasios, quien preguntó por ellas.

Empleado: Disculpe, ¿Aquí están Erika Jaeger De La Cruz y Gloria Wilson?

Erika asintió mientras mantenía la toalla firmemente alrededor de su cuerpo.

Erika: Sí, somos nosotras.

El empleado sonrió y extendió un par de uniformes hacia ella.

Empleado: Aquí tienen sus uniformes para el desafío de los gimnasios. También les traje los dorsales que solicitaron.

Erika aceptó los uniformes con gratitud y examinó el dorsal que les habían asignado.

Erika: Perfecto, es exactamente lo que pedimos. ¡Muchas gracias!

Empleado: De nada. Les deseo mucha suerte en el desafío. Que tengan una gran competencia.

Después de despedirse del empleado, Erika cerró la puerta con cuidado y se volvió hacia Gloria, mostrándole los uniformes con una sonrisa.

Erika: Aquí están nuestros uniformes. Parece que todo está listo para mañana.

Gloria asintió con emoción, tomando su uniforme y examinándolo.

Gloria: ¡Genial! Estoy emocionada por competir.

A la mañana siguiente

En el imponente estadio de Pistón, lleno de expectación y emoción, Rose, la presidenta de la Liga Pokémon de Galar, se encontraba en el centro del campo, lista para dar inicio al tan esperado desafío de los gimnasios y, con ello, a la liga Pokémon.

Rose (P): Damas y caballeros, bienvenidos al estadio de Pistón, donde hoy dará comienzo un evento histórico en la región de Galar. Es un honor estar aquí ante ustedes como presidente de la Liga Pokémon.

La multitud estalló en aplausos y vítores, emocionada por el inicio de la competencia.

Rose (P): Hoy, damas y caballeros, presenciaremos a jóvenes talentosos de toda la región que han entrenado arduamente para enfrentar el desafío de los gimnasios. Estos valientes entrenadores lucharán con determinación y coraje para ganarse el derecho de desafiar a los líderes de gimnasio y, finalmente, competir por el título de campeón de la Liga Pokémon de Galar. Además, déjeme presentar a los líderes de gimnasio

El especialista en tipo planta y que su voz no concuerda con su cuerpo además de tener brazo de 45 centímetros de puro músculos: Percy, el granjero aguerrido

La especialista en tipo agua: Cathy la ola embravecida

El especialista del tipo fuego y un gran entrenador: Naboru el veterano fervoroso del tipo fuego

La maestra del tipo lucha: Judith la karateka prodigiosa de Galar

La entrenadora que perfectamente podría ser la abuela de la mitad de los participantes y experta en tipo hada: Sally Un fantástico estilo que pone al público en pie

El favorito de muchos y especialista en tipo roca: Morris: El Rompedruscos por antonomasia

El influencer, genio, ídolo, crack, bestia, facha, superhéroe, locura, guerrero, toro, gladiador, pantera, maquina, bestia, capitán de navíos, el que moja a mujeres y a hombres independientes la edad, capitán de fragatas, amigo, amigazo, compadre rival y prácticamente el hermano de Dande y especialista en el tipo dragón: Kibana la furia de los dragones

Los espectadores aplaudieron con entusiasmo, impacientes por presenciar las emocionantes batallas que estaban por venir.

Rose (P): Pero antes de comenzar, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los entrenadores que participan en este desafío, así como a sus familias y amigos que los apoyan en cada paso del camino. Que hoy sea un día de deportividad, camaradería y espíritu competitivo. ¡Que comiencen los desafíos!

Con esas palabras, Rose dio el pistoletazo de salida al desafío de los gimnasios, marcando el inicio de una jornada llena de emoción, acción y batallas épicas entre los mejores entrenadores de Galar.

Con la energía eléctrica palpable en el aire, los aspirantes llenaron el estadio de Pistón con una mezcla de emoción y determinación. Con uniformes impecables y miradas decididas, cada uno de ellos estaba listo para enfrentar los desafíos que les esperaban en el desafío de los gimnasios.

Los entrenadores avanzaron con paso firme por los pasillos del estadio, observando con admiración los brillantes reflectores, el bullicio de la multitud y el campo de batalla que les aguardaba. Cada uno llevaba consigo el sueño de convertirse en el próximo campeón de la Liga Pokémon de Galar.

Entre los aspirantes, se podían ver expresiones de nerviosismo, emoción y confianza, pero todos compartían una misma determinación: demostrar su valía como entrenadores y alcanzar la gloria en el mundo Pokémon.

Con el corazón latiendo con fuerza y la mente enfocada en la batalla que se avecinaba, los aspirantes tomaron sus posiciones en el estadio, listos para enfrentar los desafíos y las sorpresas que les esperaban en su camino hacia la cima. El estadio de Pistón se llenó con la promesa de grandes batallas y emocionantes momentos, mientras los entrenadores se preparaban para demostrar su valía en el campo de juego.

En la acogedora sala de estar de la casa familiar, la televisión transmitía en vivo la emocionante inauguración del desafío de los gimnasios en el estadio de Pistón. La familia de Erika se encontraba reunida, observando con orgullo cómo su hija y nieta estaba a punto de embarcarse en esta importante etapa de su vida como entrenadora Pokémon.

Alder sonreía con nostalgia mientras observaba la transmisión. Recordaba con cariño los momentos especiales que compartió con su nieta a lo largo de los años.

Alder: ¡Miren, Erika está en la televisión! Parece que fue ayer cuando apenas era una bebé...

Peter asintió con una sonrisa de complicidad.

Peter: Sí, recuerdo cuando era solo una pequeña. Su primera palabra fue 'Pokémon' ¡y en alemán, nada menos!

Julia y María asintieron con nostalgia, recordando ese tierno momento.

Julia: Sí, fue realmente adorable. Desde muy temprana edad, Erika mostró su amor por el mundo Pokémon.

María: ¡Y mira ahora, está a punto de comenzar su propia aventura como entrenadora! Estoy tan orgullosa de ella.

Luego del inicio del desafío 

En la oscura y misteriosa mina Galar, Erika avanzaba con determinación, atravesando los intrincados pasillos de roca mientras se dirigía hacia Pueblo Hoyuelo para encontrarse con sus amigos. Sin embargo, su camino se vio interrumpido por un encuentro inesperado con un chico que la abordó en el camino.

Chico: ¡Oye tú, te vi inscribiéndote en el desafío de los gimnasios! ¿Qué haces aquí?

Erika, sorprendida por la intromisión del chico, lo miró con curiosidad antes de responder.

Erika: Sí, así es. Pero eso no es asunto tuyo. ¿Quién eres?

El chico se presentó con arrogancia

Berto: Soy Berto, y déjame decirte que no deberías estar participando en ese desafío. ¿Qué crees que puedes lograr?

Erika se volvió hacia él, con una mirada desafiante en sus ojos.

Erika: ¿Y quién eres tú para decirme lo que puedo o no puedo hacer?

Berto continuó con su actitud despectiva

Berto: Escuché que tu abuelo te recomendó, pero una recomendación de un viejo veterano ya no tiene peso. No perteneces aquí, ni siquiera sabes lo que implica ser un verdadero entrenador.

Erika sintió una mezcla de enojo y determinación ardiendo en su interior. Con paso decidido, se acercó a Berto y lo tiro en el piso mientras lo sometió, susurrándole unas palabras con un tono de advertencia.

Erika: Escúchame bien, Berto. No tienes derecho a juzgarme ni a meter a mi familia en esto. Si quieres seguir respirando, te sugiero que te alejes y no vuelvas a cruzarte en mi camino.

Con un gesto firme, Erika lo soltó y continuó su camino, dejando a Berto sin palabras y con una clara advertencia sobre no subestimarla. Determinada a no dejar que nada ni nadie se interpusiera en su camino hacia el éxito, Erika continuó su travesía por la mina Galar, lista para enfrentar cualquier desafío que se le presentara en su camino.

Erika se detuvo en seco al escuchar las palabras despectivas de Berto, quien se atrevió a burlarse de su acento alemán de manera ofensiva. La rabia hervía en su interior mientras se enfrentaba a la intolerancia y la falta de respeto. Sin embargo, en lugar de ceder ante la ira, Erika se mantuvo firme, con los puños apretados a su lado.

Berto: ¡Ja! Con ese acento, seguro eres una nazi, ¿verdad?

Las palabras de Berto cortaron como cuchillos afilados en el aire, pero Erika se negó a permitir que el odio y la ignorancia prevalecieran. Con un movimiento rápido y decidido, le propinó un golpe en la nuca a Berto, dejándolo inconsciente en el suelo.

Erika: ¡No permitiré que insultes a mi herencia ni a mi familia! ¡Eso es lo único que te diré!

El silencio llenó la mina mientras Erika miraba a Berto tendido en el suelo, recordándole la importancia de enfrentar la intolerancia y la discriminación con valentía y determinación. Con paso firme, continuó su camino hacia Pueblo Hoyuelo, decidida a no permitir que nada ni nadie la detuviera en su viaje para convertirse en la mejor entrenadora Pokémon.

Erika caminó por las pintorescas calles de Pueblo Hoyuelo, buscando a sus amigos Hop y Gloria. Al encontrarse con Víctor, no pudo evitar preguntar por ellos, pero la respuesta de Víctor dejó claro dónde se encontraban.

Erika: ¿Dónde están Hop y Gloria? ¿No están contigo?"

Víctor: con una sonrisa pícara Se fueron a comer algo. Supongo que estarán ocupados por un buen rato.

Erika asintió, entendiendo el mensaje implícito detrás de las palabras de Víctor. Un brillo travieso cruzó sus ojos mientras compartían una mirada cómplice.

Erika: Ya veo. Bueno, supongo que eso significa que tendremos que esperar un poco más. Aunque no me importaría que los niños de Hop y Gloria me llamaran tía.

Ambos compartieron una risa ligera, sabiendo que la amistad entre ellos y la futura generación estaba más que asegurada

Víctor: Daré lo mejor de mi para eta vaina de los gyms  

Con una sonrisa de anticipación, Víctor desafió a Erika, y ella aceptó con entusiasmo.

Víctor: ¡Vamos, Erika! Hagamos esto. ¡Prepárate para ver el poder de mi Sirfetch'd, Lancelot!

Erika, igualmente emocionada, sacó a su fiel  Espeon, en respuesta al desafío.

Erika: ¡Estoy lista, Víctor! Espeon y yo aceptamos tu desafío.

Víctor se sorprendió al escuchar la respuesta segura de Erika.

Víctor: ¡Vaya, no esperaba menos de ti! Veo que sabes tus cosas, ¿eh? ¿Cómo sabías que Sirfetch'd es débil contra los movimientos de tipo Psíquico?

Erika sonrió con confianza mientras se preparaba para el combate.

Erika: Mis abuelos me enseñaron la tabla de tipos Pokémon desde que tenía cinco años. Siempre han creído en la importancia de conocer las fortalezas y debilidades de cada Pokémon. ¡Así que prepárate, Víctor! ¡Espeon y yo estamos listos para mostrar lo que podemos hacer!

El campo estaba listo para presenciar un emocionante enfrentamiento entre dos talentosos entrenadores Pokémon. Con la determinación brillando en sus ojos, Erika y Víctor se prepararon para dar lo mejor de sí en una batalla que demostraría su fuerza y habilidad como entrenadores.

Fin del cap.