Momo era alguien de caer dormida en cuanto tocaba la cama, aunque en un sueño levemente ligero que la ayudó mucho cuando tenían a una pequeña Jihyo despertando en la noche con hambre o necesitada de cariño.

Todavía podía recordar los días de desvelarse alimentando a la pequeña, mientras Mina la acompañaba recargada a su hombro para ver también cómo la pequeña sonreía (Mina juraba que se burlaba por despertarlas) y se alimentaba del biberón.

Las noches de pasarla en pasión en la cama se fueron reduciendo (ahora eran en el día).

Ese sueño ligero de Momo seguía apareciendo, y por lo tanto frunció el ceño al sentir entre sueños el cómo algo tocaba su rostro de manera insistente, como queriendo despertarla. Se removió buscando comodidad y que la dejaran en paz, pero toquecitos en su rostro eran realmente insistentes, y cuando abrió los ojos se encontró con quien más amaba en el mundo.

Mina la había estado besando, repartiendo ese afecto por todo el rostro de Momo, y fue lo primero que Momo vió al despertar, sintiéndose afortunada de tener a esa mujer como su amada esposa.

Mina le sonrió cariñosa, con esa mirada fuera de broma que le avisaba a Momo que Mina estaba sentimental (o cursi, como Mina decía). Eran pocas veces en que Mina se ponía así, pero también encantadoras. Momo sonrió feliz de tener la suerte del poder tener a la preciosa mujer despertandola esa mañana.

Una risita infantil se escuchó y Momo bajó la mirada para centrarse en una pequeña de tres años acostada en el medio de ambas.

Jihyo tenía esa sonrisa extendida de dientitos faltantes y felicidad enorme. Su cuerpo era un ovillo mientras se alzaba para inclinarse y dejarle un tierno beso a su mamá.

— Besito e mami — Jihyo dijo soltando una risa, acercándose para dejar otro besito en la nariz de Momo.

— ¿Los besitos de mami me despertaron? — preguntó fingiendo una confusión, para que Jihyo asintiera efusiva — Mmh, yo creo que fuiste tú — Momo entrecerró los ojos, haciendo abrir mucho los ojos a la pequeña Jihyo.

— ¡No, no! ¡Mami besito, son bonito! — Jihyo le dice desesperadamente, moviendo sus brazos para aclararle. Momo sonrió, acercándose para dejarle un beso en la frente.

— Son muy bonitos, me encantan — Momo le confesó en susurros, como si fuera un gran secreto. Volteando hacia Mina, se dió cuenta que ella estaba viéndola cariñosamente, así que Momo se acercó a besar sus labios.

— Vamo a come — la voz de Jihyo se escuchó cuando se separaron, y la pequeña estaba viéndolas con una sonrisa, teniendo su mano en el estomago por el hambre.

A Momo le encantaba grabar a su pequeña, su crecimiento, tiene diferentes vídeos de ella haciendo cosas de bebés. Esta vez no fue diferente, tenía la camara en la mesita de noche y la tomó para grabar un video rápido del cómo Mina tomaba a Jihyo y la giraba en sus brazos para hacerla reír.

Le gustaba poner la cámara en algún mueble cuando jugaban con Jihyo, para así grabar lo que hiciera. Logró grabar sus primeras palabras (fueron 'Mei Jen', al tratar de repetir el cómo su mamá Momo le dijo a su mami Mina. Mina maldijo todo el día), también sus primeros gateos, aunque desafortunadamente no pudo grabar sus primeros pasos pero sí la reacción de Mina (congelarse).

Esa misma cámara la usó muchas veces más.

Cuando Jihyo cumplió cinco años y le regalaron un perrito pequeño que llamó 'Sauce' (según Jihyo, porque destacará ante todos los demás. Niña inteligente), para que acompañara a los ya viejos Boo y Dobby.

Cuando tuvo su primer día de primaria y Jihyo lloró aferrándose a las piernas de Mina (el problemas más grande fue que Mina también se aferró lloriqueando a Jihyo, y Momo no podía separarlas)

Cuando Jihyo llegó asqueada y llorosa de la primaria porque un niñito la besó y pensaba que ahora estaba embarazada (Momo tuvo que detener a Mina antes de que cometiera homicidio).

Cuando viajaron a Finlandia en épocas navideñas y Jihyo de ocho años parecía una bolita por usar tanta ropa encima (su apodo terminó siendo 'Snowball' y a Jihyo le fastidiaba). O también en ese mismo viaje que una niña se le confesó a Jihyo, y Jihyo aceptó solo porque le dió chocolates (fue su primer amorío y sus madre ni enteradas. Mina no soportó). Y lo más memorable fue la despedida porque Jihyo se había encariñado y lloraba acomo si hubiera entrado en divorcio (aunque fue algo parecido; dos niñas llorando, diciendo las palabras más dramáticas que se les ocurrían, y los padres de ambas esperando entretenidos. Al aeropuerto tuvo una escena de muchos espectadores.)

Aparte de que la finlandesa no sabía hablar coreano (Jihyo se había encariñado entre gestos, interacciones y señas. Fue un desastre de despedida).

Pero era otra anécdota.