(cuanto más dices, menos sé yo. A donde quiera que te desvíes, yo te seguiré. )

GAIA SE MIRÓ EN EL ESPEJO por última vez antes de salir por la puerta. Sabía que si duraba un poco más cambiaría de opinión y cancelaría los planes que tenía con Peter Parker esa noche.

Miró el vestido azul marino de tirantes que traía arriba de una blusa manga larga blanca lisa y sus botas negras. Pensó que se veía más pálida de la cuenta pero le restó importancia.

También considero que su delineado de gato era atrevido aunque ella usaba eso siempre en la escuela, así como el rubor coral de sus mejillas y sus labios rojos junto su bronceador para resaltar sus inexistentes pómulos.

Tomó su mochila negra y salió de su habitación con Aristoteles siguiéndole los talones. Se despidió de sus padres y abrió la puerta encontrándose con Peter Parker frente a ella. Traía un cuello de tortuga negro y unos jeans azules, además de sus tennis adidas desgastados. Traía una sonrisa grande en su cara.

─Esperaba verte en el cine.─dijo Gaia sonriendo y dándole un beso en la mejilla mientras cerraba la puerta.

─Si pero pensé que sería mejor, ya sabes, venir a buscarte.─dijo nervioso Peter.

Gaia lo miró confusa.─¿Buscarme? Iba a tomar un uber realmente, ¿lo pido? ¿O prefieres caminar?

Peter la miró confuso ahora pero abrió los ojos al darse cuenta de lo que se refería la pelirroja.─Oh no, May me prestó el carro.

Ella abrió los ojos con sorpresa.─Oh, no sabía que manejas. ¿En serio manejas o debo de preocuparme?─Peter soltó una risa divertida.

─Si se manejar Gaia, lo prometo.─confesó.─Vamos que sino no llegamos.

Gaia siguió a Peter hasta un Kia Picanto 2018 color rojo. Peter abrió la puerta de la pelirroja y ella le agradeció.

─Mi tía cambió el auto hace un par de meses y creo que fue lo mejor que pudo haber hecho.─mencionó Peter.

─Si, los autos, después del Blip, bajaron mucho de precio.─comentó Gaia.─Especialmente los que eran del 2018-2017. Pero, si nos vamos con los autos de alta gama, estos se quedaron en sus mismos precios como Porsche.─Peter la miró interesado.─Mi hermano ama los carros.─se justificó la pelirroja.

Peter soltó una risita y comenzó a manejar.─Sabes, nunca conocí a una mujer que le gustara Star Wars, al menos no así como tú.

Gaia lo miró y abrió los ojos ligeramente al ver lo sexy que se venía Peter Parker manejando.─Emm-si digo yo- mi-mi padre el bueno,─volvió a la normalidad─Mi padre, un científico de Oscorp, es un nerd al 100%. Ama el Señor de los Anillos, Star Wars, Star Trek... todo eso de verdad. Desde niña él siempre hablaba de eso y con el chasquido fue una forma de recordarlo.

Peter miró de reojo a la pelirroja. Por unos segundos se le olvidó que estaba hablando con alguien que había sobrevivido al snap y que vivió esos cinco años que él había perdido. Y no quiso imaginar lo doloroso que tuvo que haber sido perder no solo a uno, sino a tres familiares con ello. Aunque él cuando regresó perdió a Tony y fue doloroso para él también.

─¿Cómo fue? Digo, sobrevivir al chasquido.─preguntó Peter.

Gaia miró a su amigo unos segundos antes de suspirar.─Fue ... duro. Por un año entero no sabíamos qué hacer. Nadie, literal. Fue como si el mundo se hubiera detenido. Y las pérdidas, las memorias que comenzamos a crear y los monumentos ... luego tuvimos que avanzar, dejar eso atrás y seguir como si nada. Aunque si nos gustaba el espacio que había, la tranquilidad ... faltaba algo─Gaia miró a Peter y colocó su mano en el muslo de Peter.─y eran ustedes. La otra mitad.

Peter sonrió decaído mientras estacionaba en el cine. ─Yo -─dudó en seguir pero lo hizo.─perdí a alguien muy importante con el blip. Tony Stark era mi mentor. Hice un internado con él, creo que ya sabías eso y... luego de la muerte del tío Ben, lo veía como un padre para mí.─la voz de Peter comenzó a entrecortarse.─Y no pude decirle adiós. Pero tenía que pasar eso, ¿no?─dijo algo triste.

Gaia tomó la mano de su amigo y dejó un beso en ella así como lo solía hacer su abuela para relajarla.─Estarás bien Peter. Me tienes a mi para cualquier cosa. Solo han pasado cuatro meses. En nueve-diez estarás mejor y afrontarás la vida sin él, así como el lo tuvo que hacer sin ti por cinco años. ─Peter asintió y sonrió un poco mejor.─Ahora vamos a ver esta película, para que entiendas el porqué la odio tanto.

Peter sonrió y salió del carro. Gaia entró en su mochila el celular y se quitó el cinturón justo cuando Peter le abrió la puerta. Ella se sonrojó por ello y le dio un leve gracias.

─Creo que podemos ir buscandoooo─Peter se detuvo al ver como el Lagarto estaba unas cuantas calles cerca de ellos.─Sabes que Gaia, ¿por qué no mejor entras al cine, compras las boletas y las palomitas y eso en lo que yoooo─Gaia trató de ver donde estaba observando Peter pero el castaño tomó sus mejillas e hizo que la mirara─en lo que yo voy al baño?

Gaia asintió confundida. ─¿Todo bien Peter?─preguntó ella.

─Si claro.─dijo Peter mientras la tomaba de la mano, cosa que sintió lindo Gaia, y la entraba al cine.─Tal vez sea, no se ─dijo nervioso─esa compota de ciruela que comí de desayuno.─dijo con una cara de ¿qué diablos acabo de decir?

Gaia abrió los ojos y lo observó.─Wow emm okay. Yo hago eso, tu tranquilo.─y fue en busca de las boletas.

Peter observó a Gaia antes de irse corriendo al baño y salir por la ventana de este disfrazado de Spider-Man.

Gaia estaba en fila para las boletas cuando entró el Lagarto por ellas. Ella abrió los ojos asustada y corrió escondiéndose de él. Muchos corrieron en dirección a la salida pero él la bloqueó. La pelirroja estaba cerca de los baños cuando recordó que Peter estaba allá.

─Diablos, me odiaré por esto, lo sé.─dijo antes de entrar en busca de Peter.─¡Peter!─susurró a gritos ella si tal cosa tiene sentido.─El Lagarto esta acá, debemos de irnos.─por ahí entro el villano del momento.─Maldita mierda.─susurró y se escondió en un cubículo.─Estos baños apestan.─murmuró.

Sintió los pasos del Lagarto cercarse y como su latido iba más rápido.─Oh niña, prometí mi venganza así que, ¿dónde estás?─dijo el villano. Gaia abrió los ojos y le rezó a todos los santos que ese hombre no se acercara a ella. Luego otro sonido irrumpió el lugar.─¡Spider-Man! ¡Qué inutil eres!─dijo el villano.

Gaia se quedó en donde estaba prefiriendo no interrumpir la pelea entre ambos contrincantes. Escuchaba golpes, caidas y telarañas hasta que la puerta de donde estaba se rompió gracias a la cola del villano.

─Te encontré.─dijo el Lagarto al verla. Gaia sonrió y se deslizó al otro compartimento por debajo de la pared que los separaba que, por alguna razón, siempre tienen una abertura.

Peter aprovechó la distracción y le lanzó telaraña al cuerpo, cubriéndolo completamente pero, justo cuando Gaia salía del cubículo, éste se liberó. La pelirroja pensó rápido al ver como el Lagarto iba a atacar al arácnido cuando le tiró una pieza del lavabo a la cabeza al señor cubierto de verde.

─Es hora de correr.─dijo ella antes de echarse a correr fuera del baño dando con el cine lleno de personas asustadas.

Un señor, de como 26 años, sobresale de los demás y gritó señalando a Gaia;─Es a ella a quien quiere, entregársela y nos dejara libres.

Gaia miró al tipo.─Dime mamagu...─se vio interrumpida por la salida de Spider-Man y El Lagarto del baño peleando entre ellos.

El villano, con su cola, iba a agarrar a Gaia pero Peter, disfrazado, fue más rápido y la agarró con una telaraña para alzarla en los aires y llevarla con él, que estaba en una esquina del lugar.

─¿Sabes que tendrás que matarme para llegar a ella?─preguntó Spider-Man al villano.

Él sonrió.─Premio doble.─dijo antes de atacar pero Peter soltó unas bombas ultrasonido que molestaron los oídos del Lagarto. Esté, lleno de dolor, se arrodilló en el suelo y se agarró las orejas.

Peter aprovechó y lo llenó de telarañas evitando que se escapara esta vez.

Gaia estaba en el suelo de la esquina mirando la escena.─Odio Nueva York.─dijo ella conmocionada.

Peter, aun en su traje, se acercó a ella y le tendió una mano.─Perdón por eso. Espero que no vuelva a molestarte, Gaia.─dijo.

─¿Sabes mi nombre?─Sus ojos arácnidos se abrieron.

─Salió en el periodico.─dijo él mintiendo. Gaia lo dejó pasar porque sabía que eso era mentira.

─¡PETER! Estaba en el baño. Debo de ir a buscarlo─Gaia iba en busca de Peter cuando una mano la detuvo, una que se sentía conocida. Gaia miró al arácnido confundida.─¿Te conozco?

Spider-Man negó.─Para nada. Lo juro. Pero tu amigo debe de estar entre el tumulto de gente. Nos vemos joven y, cuidate.─dijo antes de irse en sus telarañas.

Gaia miró por donde se fue confundida hasta que un oficial se acercó a ella para hacerle preguntas de lo sucedido. Ella dijo lo que pasó y, justo unos 10 minutos después, llegó Peter a su encuentro abrazándola.

─Pensé que te pasó algo.─dijo él. Gaia lo abrazo confundida.─Lo siento por no estar aquí, estaba en el tumulto y a lo mejor me desmaye porque no recuerdo que ...

─Esta bien Parker. Tranquilo.─dijo ella sonriendo.─Creo que mejor vamos a otro cine, ¿no? Así no desaprovechamos la salida.─Aunque me pregunto, ¿cómo escapó el Lagarto?

─Tal vez tiene amigos del más allá.─dijo Peter divertido.─Ven vamos. Hay otro cine en otras calles de aquí.

Peter tomó la mano de Gaia y le sonrió, pero ella sintió muy conocido ese tacto y lo miró dudosa.

─¿Qué pasó? ¿Confías en mí?─preguntó Peter al ver la duda en ella.

Gaia lo miró con curiosidad─. Sí, claro que sí, Peter.