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27. PRAGA PT.3

( Yo te quise a pesar de mi miedo profundo a que el mundo nos separara. Así que, cielo ¿podemos bailar través de una avalancha? )

CAPÍTULO 27

( Praga pt.3. )

GAIA comenzó a caminar hacia el lobby del lujoso hotel con su celular en manos mientras miraba a todos lados evitando toparse con Peter Parker.

Había echado a Peter de su habitación en el momento en que le confesó sus sentimientos y se encerró por lo que restaba antes de irse a la Ópera.

Había caminado en círculos por su habitación tratando de calmarse, se concentró en su delineado de gato y labios rojos pero el nerviosismo era tan grande que tuvo que hacerse la raya como cinco veces en el ojo derecho antes de que le saliera bien. Incluso estuvo a punto de decir que se sentía mal con tal de no ir y verle la cara a Peter, pero ella era valiente.

Así que, mientras caminaba por las escaleras trató de calmar su respiración varias veces y evitar contacto alguno con el castaño yendo directamente donde Kai.

─¡Kai!─exclamó en un susurró la pelirroja mientras apartaba a su mejor amigo de Ned.─Tengo que decirte algo.─Kai miró a su amiga en busca de una confesión.─Peter dijo...─comenzó a susurrar ella.─Peter dijo que le gusto.

Kai abrió los ojos a más no poder y su boca en una perfecta O.

─¿Qué? ¿Qué pasó?─fue lo único que pudo decir.

─¿En serio Kai?─dijo aterrada la pelirroja.─Estábamos en mi habitación hablando ...

─¿Que hacían solos en tu habitación?─preguntó asqueado el coreano.

Gaia le dio un golpe en la cabeza.─Te acabo de decir que estábamos hablando. No seas bruto.─le dijo como si fuese obvio antes de seguir.─Y de repente estábamos ummm ¿muy cerca del otro? Y dijo que se arrepentía de no haberse dado cuenta antes de que yo ... que yo le gustaba.─exclamó eso último en un susurro.

─¿Qué?─exclamó interesado Kai ahora.─Pareces toda una telenovela tú. ¿Y qué le dijiste?

─¡Nada!─dijo en voz baja ella.─Lo saqué a patadas de mi habitación antes de que pasara otra cosa.

─¿Qué harás ahora? ¿Si sabes que debes enfrentarlo, no?

Gaia recostó su frente en el hombro de su amigo buscando consuelo. Kai la abrazó por la cintura y dejó un beso en su cabello.

─Soy una idiota, ¿cierto?─preguntó ella.

─¿Por gustarte alguien que te hizo daño? Si.─comenzó a decir Kai.─¿Por tal vez sentir algo por alguien que te lastimó cuando tienes un perfecto bombom babeando por ti? Totalmente.

Gaia abrió los ojos al recordar a Harry.─Mierdaaaaa.─dijo mientras se separaba y miraba a Kai afligida..─Nunca te dije... Ummm, Harry y yo nos besamos ayer.

─¡Gaia!─exclamó el asiático sorprendido.─¿Ustedes qué?─La pelirroja asintió mientras sentía cómo iba a entrar en pánico otra vez.─Estás jodida.

Gaia dejó su cara en el cuello de su amigo otra vez, esta vez algo triste.─Lo sé.

Kai le abrazó con cariño y dejó otro beso en su cabello.─Sabes que estoy aquí para lo que sea, rojita.

Ambos observaron cómo el profesor Wells les llamaba, así que ambos se fueron junto a los demás. Harry llegó hacia ellos con una sonrisa y Gaia se quiso matar en ese momento. ¿Qué tan mal podría salir la noche?

. . .

La noche fue terrible.

El trío caminó junto a los demás estudiantes camino a la Ópera. En el camino comenzaron a hablar de varios temas ignorando como Flash se quejaba de que se estaban perdiendo el mejor acto del año en Praga.

Gaia observó como Peter iba unos alumnos atrás de ella junto a MJ y literal hacía hasta lo imposible para evitar contacto visual con él.

Kai se adelantó cuando Gaia sintió la mano de Harry sobre la de ella y le miró con curiosidad.

─¿Estás bien, Buttercup?─le preguntó preocupado el millonario.

Gaia sonrió levemente.─Lo estaré en cuanto nos sentemos.

─Iré a apartarte un asiento.─dijo alguien tras ellos.

Gaia volteó y observó como Brad le hablaba a MJ y la cara que ella puso.

─En realidad, ella anda conmigo, Brad.─dijo Gaia mientras le tomaba la mano a la morena y le sonreía levemente.─Prometimos que íbamos a ver la función juntas, ¿no?

Michelle asintió, salvada por la campana.─Si, es cierto. Queremos quejarnos sobre los gustos musicales del profesor y la agonía de pasar cuatro horas encerrados.

Brad las miró extrañado.─Okaay.

Brad fue el primero en adelantarse. Harry le tendió la mano a Gaia cuando un carraspeo se escuchó tras ellos tres. Era Peter Parker.

─Lo siento yo- ah, ¿puedo hablar contigo, Gaia?─preguntó tímido el arácnido.

Gaia miró a Peter como si tuviera un tic nervioso en el ojo y sonrió algo nerviosa.

─Cla-claro.─dijo aclarándose la garganta.─Chicos, ¿nos guardan un asiento?

Harry observó a la pareja algo decepcionado y asintió levemente antes de caminar hacia los asientos. Michelle sonrió y se fue junto a Harry.

Hubo un silencio entre ambos. Gaia no podía dejar de jugar con sus dedos de la manos mientras Peter no podía dejar de apretar el tiro de su mochila. Esto iba bien ... bien mal.

─Te ves linda.─comentó Peter.

Gaia le observó de reojo y sonrió.─Gracias. Tú también te ves lindo.─dijo ella con una sonrisa.

Peter se sonrojó ante ese comentario pero Gaia notó como estaba algo ido, como si alguien le estuviese hablando.

─¿Estás bien?

─No.─respondió él pero pareciera que no a ella.

Gaia le miró confundida.─¿Quieres algo? Por que puedo traerte ...

─Me tengo que ir.─le confesó él. Gaia abrió los ojos.─Algo raro pasará en el centro de la ciudad pero necesito que, por más que suene imposible, mantengas a todos adentro.─Peter tomó las manos de la pelirroja y le miró a los ojos.─Especialmente a ti. No quisiera que algo te pase.

Gaia miró a su amigo confundida.─¿Es sobre Spider-man?─comentó en un susurro. Peter asintió.─Bien. Haré lo mejor que pueda.

Peter sonrió.─Gracias cariño.─le dijo dejando un beso en su mejilla.─Y cuando termine todo, necesitamos hablar.─Gaia no pudo decir algo más porque Peter ya se encontraba saliendo del lugar.

La pelirroja observó la puerta dudosa hasta que observó a Betty y Ned entrando con gafas de Ópera en sus manos y supo que era hora de ir a su asiento.

Observó a Kai y Harry con un asiento vacío entre ellos. Estaba a punto de sentarse cuando observó a Michelle salir de su lugar y camino a la puerta. Gaia le tomó por la muñeca y le observó.

─¿A dónde vas?

─Peter oculta algo y yo lo descubriré.─dijo ella alejándose de la pelirroja.

Gaia negó repetida veces su cabeza antes de correr tras ella. Kai observó a su amiga y fue tras ella con Harry a su lado. Y segundos después, le siguieron Betty y Ned.

Gaia llegó a la parte divertida de Praga en busca de Michelle. El ruido era extremadamente fuerte para sus oídos y se estaba mareando con todas las personas a su alrededor. Le fue difícil caminar entre todos hasta que vio, frente a una fuente, a Michelle.

─¡MJ!─gritó ella a su amiga corriendo a su lado. Michelle le miró de reojo.─No debes estar acá.

─¿Tu si?─le pregunto la morena.

─Tampoco.─exclamó ella asustada.─Debemos de estar en la Ópera, como todos los demás.

─¿Y por qué es eso?─preguntó ella curiosa.─Mira, ¿no te has dado cuenta de que Peter es ... es un superhéroe?

Gaia le miró alarmada.─Si eso fuese cierto, con menos razón deberíamos de estar acá, ¿no crees? Los héroes van a lugares donde hay peligro. ¿Quieres morir?

─O sea si pero no lo entien...─Michelle se detuvo cuando ambas sintieron un temblor bajo tierra. MJ se aferró al brazo de la pelirroja mientras miraba a los lados.

─Mierda.─dijo la pelirroja al ver como una lava salía del suelo y abrazaba la estatua frente a ellas.

Ambas estaban petrificadas ante la criatura frente a ellas. Las personas comenzaron a gritar a sus alrededores y el pánico corría en sus cuerpos.

─¡Vámonos!─gritó Michelle tomando la mano de Gaia y corriendo lejos de la criatura de fuego.

Era difícil concentrarse en correr cuando miles hacían lo mismo y había fuego por doquier. Apenas les dio tiempo de llegar a un espacio cerrado, lejos de todo el caos.

Cuando llegaron a un sitio seguro, Gaia se recostó contra la pared tratando de calmar su dolor en la rodilla mientras miraba la escena aterrada.

─¿Tu rodilla te duele?─le preguntó Michelle. Ella asintió.─Ven, siéntate un rato.─le dijo mientras se quitaba su chaqueta y la colocaba en el suelo para que la pelirroja se sentara.

Gaia tomó la mano de Michelle desde abajo y la sentó junto a ella; ahora ambas estaban escondidas tras el marco de una entrada. Gaia sintió el miedo en Michelle y le abrazó tratando de calmarla.

─Estaremos bien.─dijo la pelirroja dudosa.

─Que animos.─comentó Michelle divertida justo cuando algo cayó frente a ellos de golpe.─¿Qué fue eso?

Gaia le pidió que se quedara mientras ella iba a investigar. Lo que tomó en sus manos fue un aparato muy extraño para ellas. Cuando se acercó a Michelle ambos se quedaron mirándolo con curiosidad. ¿Qué sería eso?

─Lo mejor sería irnos.─le comentó Gaia a la morena. Michelle asintió mientras tomaba su chaqueta.

. . .

Lo primero que hizo Kai cuando vio a su mejor amiga fue correr tras ella y estrujarla en un fuerte abrazo.

─Estaba muy preocupado por ti.─dijo mientras le abrazaba.─¿Dónde estabas? Fuimos a buscarlas y no las encontramos.

Gaia le sonrió agradecida.─Estamos bien. Corrimos desde que pudimos y apenas llegamos. ¿Y ustedes? ¿Cómo que fueron a buscarnos?

─Harry y yo salimos tras ustedes y, cuando apareció el monstruo ese las buscamos por el lugar pero no dimos con ninguna. Pensamos lo peor.

─¿Dónde está Harry?─preguntó ella curiosa subiendo las escaleras.

─En su habitación.─le respondió su amigo.

Gaia corrió escaleras arriba en busca del millonario. Estaba a punto de tocar su puerta cuando se detuvo de golpe. Ella no podía hacerle eso a Harry.

Así que, cabizbaja, salió del hotel sin rumbo específico.

Comenzó a caminar por las calles de Praga mirando sus zapatos. Tenía tantas cosas en la cabeza que lo que quería era desaparecer del mundo hasta que se resolvieran pero, no era posible, así que prefirió evitar enfrentarse a ellos lo más que pudiese.

Llegó a un lindo puente que había cerca del hotel y se recostó en el barandal mirando al agua que cruzaba bajo ella. La luna estaba hermosa aquella noche y se reflejaba en el canal. Gaia entonces comenzó a contar las pequeñas estrellas que admiró en el cielo nocturno de Praga.

No se dio cuenta cuando alguien aterrizó a un lado de ella.

─Hey.─dijo Peter tímido a su lado.

Gaia le miró de reojo.─Hey Pito Parker.─Peter rodó los ojos divertidos mientras ella le miró detalladamente.─Me gusta ese traje.

Peter se observó el traje negro que tenía y sonrió de lado.

─Si, me gusta mucho.─confesó mientras se recostaba sobre el barandal a un lado de ella.

Peter admiró el perfil de la pelirroja unos segundos y la consideró lo más lindo del mundo.

─¿Por qué me echaste de tu habitación?─le preguntó el castaño.

Gaia mordió su labio inferior algo nerviosa.─Me tomaste de sorpresa.─comenzó a decir ella.─Digo, dejaste muy en claro que no sentías nada por mí la última vez que vimos a Screwball y siempre hablabas de lo mucho que te gustaba Michelle aun cuando sabías que yo gustaba de ti.

─Si y fui un idiota por todo eso.─comenzó a decir Peter.

─¿Y como estoy segura de que no estás mintiendo?─le pregunto ella triste.─¿O que cambiarás de opinión sobre tus sentimientos?

─¿Por qué cambiaría de opinión sobre mis sentimientos Gaia?─le preguntó él tomándole la mano y haciéndole ver. ─En serio me gustas demasiado.

─Pero no puedes jugar así con mis emociones, Peter.─le reprendió ella sintiendo sus ojos llorosos.─¿Sabes las veces en que lloré porque sabía que no podía estar contigo ya que solo eramos amigos? Y luego cada vez que hablabas de MJ como un interés amoroso era como una ¿daga al corazón? Yo no puedo permitir que juegues conmigo cada vez que se te antoje.

Peter le miró por unos segundos.─¿Es por Harry?

─¿Qué? No Peter.─le dijo ella decepcionada de su respuesta.

─¿Entonces qué es?

─Es por nosotros.

Peter se acercó a ella cabizbajo.─Estoy seguro de que podemos funcionar.

Gaia negó con su cabeza. Ella dio media vuelta, dispuesta a irse, cuando algo la tomó desde atrás y le arrastró hacia el cuerpo de Peter. Ahora los brazos del castaño estaban alrededor de ella.

La pelirroja le miró a los ojos confundida. Peter sonrió levemente al ver las hermosas pecas en la cara de ella y admiró aquellos ojos que tanto le gustaba en los cuales podía verse reflejado con claridad.

Gaia por otro lado no podía dejar de ver al castaño con varios sentimientos encontrados en ella. Podía sentir los fuertes brazos de Peter sobre ella y cómo sus corazones iban rápido. Sentía la brisa del lugar con su cabello y cómo las emociones se convertían en una.

De repente, todo se detuvo para ambos. Las manos de Peter bajaron hasta la cintura de Gaia y ella pudo sentir como Peter trataba de acercarla lo más posible a él. Gaia trazó un camino desde el pecho de su amigo hasta su barbilla, depositando su mano derecha en la mejilla de él.

─¿Qué estamos haciendo?─preguntó ella en un susurro sin dejar de mirarle.

Peter juntó su frente contra la de ella.─Si pudiera estar contigo, ... si pudiéramos ser los mismos de siempre, te besaría aun cuando el mundo se estuviera derrumbando. Y sé que cometo los mismos errores siempre y nunca aprendo, pero por lo menos hice una cosa bien, y fue darme cuenta de lo mucho que me gustas.

Gaia entrecerró los ojos confundida.─¿Acabas de citar Call It ...

Pero ella no pudo seguir hablando cuando sintió los labios de Peter sobre los de ella.

Ninguno se podía creer lo que estaba pasando. Gaia sentía como el corazón se le iba a salir del pecho de la euforia del momento mientras él, él estaba encantado; era como si todo en su vida cobrara sentido y se olvidara de todas sus preocupaciones del momento. Gaia era lo único en lo que quería pensar en aquellos instantes. Podía sentir el corazón de ella ir a millón, pero no más rápido que el de él porque, por fin, sabía que estaba haciendo lo que era correcto.

Si fuese por ambos, se quedarían estancados en ese momento para siempre.

Gaia fue la primera en romper el beso y estaba a punto de alejarse cuando Peter juntó su frente contra la de ella nuevamente.

─No te vayas.─le pidió mientras escondía su cabeza en el cuello de ella.─Quédate acá, junto a mi. Podemos salir a recorrer la ciudad.─le ofreció mirándole con una sonrisa.─Tengo un método de transporte eficiente.

Gaia sonrió levemente.─No creo que sea lo ideal.

Peter le sonrió.─¿Confías en mí?

Y fue entonces cuando ella se dio cuenta de algo.

─¿Te gusta esa frase?─le preguntó con una sonrisa.

─¿Por qué lo dices?─le preguntó el curioso.

Gaia acercó sus labios a los de él con una sonrisa.─Siempre lo decías cuando estabas a punto de salvarme.

Peter, sonriente, dejó un beso en la mejilla de ella antes de besarla nuevamente. Esta vez Gaia supo que debía de seguir a su corazón, y la emoción que sentía al estar entre los brazos de Peter, al besarlo ... no se comparaba con nada en el mundo.

Y Peter sabía que estar junto a ella sería una maravilla que no iba a perderse.

Cuando se separaron, ambos pudieron sentir sus labios hinchados del momento y Gaia rió divertida al ver todo su labial en los labios de Peter. Ella, con su manga, trató de limpiarlos, pero él se lo impidió.

─No he terminado de besarte.─dijo divertido el castaño. Gaia abrió los ojos sorprendida ante esa confesión y no pudo evitar sonrojarse ante ello.─¿Quieres recorrer Praga antes de irnos?

─¿Y cómo haríamos ese joven galán?─le pregunto curiosa ella.

Peter apretó su agarre contra ella y le guiñó el ojo.─Sujetate fuerte.

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