Bien hoy le contaré una historia que me pasó hoy en Deportes.

Resulta que el maestro dijo:
—Hoy jugaremos fútbol americano— dijo casi sin mover los labios y en tono casi inaudible (así habla)— Gabriela hoy juegas tú.

Creo que se vengo porque nunca quiero jugar (no es obligatorio) y yo como:

¿Por qué a mí?

Bueno entonces lanzaron la pelota y una chica la atrapó. Pero un chico queria lanzarla él, entonces se hicieron de pleito y al final esa chica me lanzó a mi la pelota.

El caso es que, donde me di la vuelta para empezar a correr un salvaje apareció y me empujó para quitarme la pelota.

Y yo de estúpida no me había quitado los lentes. Me valió caca, casi sin darme cuenta (el 99.99999% de los chicos) estaban sobre mi para quitarme la pelota de las manos.

Sólo me hice bolita y sujete la pelota. No me importaba nada, ni siquiera si mis lentes se quebraban. No sé cómo, mis lentes salieron volando y los estaban aplastando unos chicos salvajes.

Lamentablemente el maestro estaba en la dirección y no podía ver que mis compañeros me estaban matando.

Hasta que un chico (mi crush) se cayó también, así que no podía creer que el estaba ahí. Me intente parar para entregarles la pelota y que se mataran entre ellos pero no pude. Entonces... Caí sobre él.

Yo nunca me sonrojo, pero hoy, estaba hecha un tomate. Como pude, saque mi mano y lancé lejos la pelota. Todos se fueron tras ella.

Le pedí disculpas y me dijo que no importaba y que si estaba bien. Me ayudó a pararme del suelo y una amiga me dió mis lentes.

Me dijo que cuando salieron volando ella los atrapó. Y yo creí que los habían hecho pedazos.

Al final, terminé con un raspón en el codo. Tuve suerte, pude haber muerto.