25. Capítulo
Bueno chicas, este es el último capítulo de la historia. Espero que os haya gustado. Mañana publicaré un pequeño epílogo que introducirá la siguiente novela. Un abrazo para todas!
Esa noche, cuando todos se reunieron para la cena, la tensión entre la joven pareja era evidente. Zuria y Andrea les observaban preocupadas y Kai con una sonrisita que al hada no le gustó nada.
-¿Estás deseando que a nuestra hija le vaya mal, Kai?-preguntó el hada en un susurro.
-No, querida. Estoy deseando que se libre de ese vampiro para que pueda ser feliz aquí, en la aldea con los suyos.
-Pues será mejor que te quites la idea de la cabeza y que te concentres en ayudarles, lobo. Porque Gabrielle no será feliz si no es con él.
El alfa estuvo pensativo el resto de la cena, pero recuperó la energía cuando todos se dirigieron a la arena.
-Creo que voy a ver cómo se defiende un vampiro-comentó.
-Ah, no, tío-intervino Hide-tengo un asunto pendiente con él. Me toca a mi.
-¿Estás seguro, Hide?-su madre pareció preocupada-es un vampiro. Estás en inferioridad de condiciones si no te transformas.
-No te preocupes, mamá. Pararemos a tiempo, te lo prometo.
El joven lobo salió a la arena y miró a Louis con burla. Luego, le hizo un gesto con el dedo índice para que se acercara.
-Vamos vampiro. Hablemos un rato.
Louis no se hizo de rogar. En un instante estaba en la arena. Gabi les miró asustada, pero su padre le detuvo cuando iba a intervenir.
-No puedes pararles, Gabi. Conoces las normas.
Hide y Louis se observaron con detenimiento evaluándose el uno al otro.
-¿Sabes que nunca había visto llorar a Gabi, vampiro?-dijo Hide antes de descargar un golpe en el rostro del chico.
El vampiro se volvió con rapidez, pero el no haberse alimentado en los últimos días le pasaba factura y no podía moverse con la velocidad habitual.
-Desde pequeña ha entrenado como cualquier lobo macho-siguió el lobo-ha salido herida, magullada y golpeada. Y nunca la vi derramar una lágrima.
Consiguió encajar otro golpe, esta vez en el estómago del vampiro y retrocedió de nuevo.
-Y ahora tú la estás haciendo sufrir.
-No es asunto tuyo-aseguró el vampiro.
-Estás equivocado. Es mi prima, mi amiga y mi futura alfa. Así que es asunto mío.
Volvió a lanzarse sobre el vampiro, pero esta vez Louis estaba esperándole. Consiguió tirarle y se revolcaron por el suelo hasta que el vampiro terminó encima de Hide.
-De ahora en adelante, dejarás que Gabrielle y yo nos ocupemos de nuestros asuntos, lobo.
Su puño impactó en el suelo al lado de la cara del lobo y éste sonrió antes de darse impulso y volver las posiciones.
-Y tú te ocuparás de que no vuelva a llorar, vampiro...o esto dejará de ser un juego.
Se levantó y tendió la mano a Louis que la aceptó para que le ayudara a levantarse.
-Deberías alimentarte más a menudo. Estás en muy baja forma-aseguró con una carcajada.
-Eso es lo que te ha salvado, lobo.
Louis buscó a Gabrielle con la mirada. La chica se alejaba con expresión triste hacia su casa. Comenzó a caminar detrás de ella pero la voz de su suegra llamándole, le detuvo.
-Ahora no, Zuria. Tengo que hablar con Gabrielle.
El hada hizo un gesto para lanzar su magia hacia el vampiro que sintió que se paralizaba. Suspiró antes de hablar.
-Vale. Hablemos.
-Daremos un paseo.
El hada le liberó y los dos caminaron en silencio un rato.
-Louis...
-Zuria, entiendo que te preocupes por tu hija, pero no podéis intervenir cada vez que tenemos un problema-interrumpió el vampiro.
El hada hizo un gesto para interrumpirle.
-Alexia le dio verbena a Gabrielle el día de la ceremonia de emparejamiento-confesó.
-¿Qué? ¿Porqué hizo eso mi madre?
-Estábamos bastante seguras de que habías obligado a Gabrielle para que aceptara la unión. Y estuvimos seguras del todo cuando vimos su reacción al descubrirlo. Pero, sorprendentemente, ella te aceptó.
El chico la miró confundido.
-Lo que quiere decir que...
-Sí, Louis. Has llegado a la conclusión correcta. Ahora espero que hagas algo al respecto.
Zuria se volvió y se alejó hacia la aldea. Louis, contento como hacía tiempo que no lo estaba, corrió a la casa que compartía con Gabrielle.
El hada estaba en su habitación, metiendo cosas en una maleta.
-Terminaré enseguida-murmuró ella al verle.
-Ven aquí, Gabrielle-ordenó él.
La chica le miró sin entender y Louis la cogió de la mano para sacarla de la habitación y llevarla al salón.
-Siéntate-pidió.
Gabi se sentó y él lo hizo enfrente.
-Voy a hacerte una pregunta, lobita. Y quiero una respuesta muy simple. Un sí o un no. Sin darle media vuelta a mi pregunta. Sin evitar responder. Sólo un sí o un no. ¿Me has entendido?
-Sí-murmuró ella.
-Bien. ¿Estabas influenciada cuando me aceptaste como compañero?
Ella palideció. ¿Cómo diablos lo sabía?
-Gabrielle...
La chica cerró los ojos un momento para darse fuerzas.
-No. No lo estaba.
-¿Por qué lo hiciste entonces?
-Pensé que era lo mejor.
Louis se puso de pie y suspiró exasperado.
-Vale. Te lo voy a preguntar de otra manera. ¿Estás enamorada de mi?
-Eso son ya muchas preguntas, Louis.
El vampiro la hizo levantarse y la levantó el rostro para que le mirara.
-Bien. Te lo voy a poner más fácil. Yo sí estoy enamorado de ti, Gabrielle. Creo que desde que te vi por primera vez en la puerta de la habitación de Sheely. Aunque no me haya dado cuenta hasta que estuvimos separados esas tres semanas. Te quiero y no puedo vivir sin ti, cariño. Y si no lo he dejado claro, te lo digo ahora. Quiero estar contigo, ahora y siempre. No quiero a ninguna otra. Ni querré acostarme con nadie más que contigo.
Gabrielle apartó el rostro sin querer creer lo que oía.
-Voy a repetirte mi pregunta, Gabrielle. Y esta vez me contestarás.
La sujetó la cara entre las dos manos y la miró con intensidad.
-¿Me amas, lobita? ¿Al menos un poco?-preguntó con dulzura.
Ella asintió sin poderlo evitar y Louis la abrazó entonces con fuerza.
-Lo siento, nena. Me he portado como un idiota contigo. Tenía que haber sido sincero contigo cuando vine a buscarte.
-Yo tampoco he sido capaz de hacerlo. Pensaba que podía olvidarme de todo lo que había pasado y volver a mi vida. Era lo único que quería. Pero cuando volví a la aldea me sentía vacía. No entendía qué me ocurría. Hasta que me encontré aceptándote en la ceremonia. Y entendí que me había enamorado de ti.
Louis la besó y Gabi le respondió con toda la pasión contenida hasta ese momento.
-¿Podemos seguir hablando luego, lobita? -preguntó el chico cogiéndole en brazos-necesito tenerte ya.
Ella rio.
-¿Me estás pidiendo permiso, vampiro?
-En realidad no, cariño. Estaré dentro de ti antes de que tengas tiempo de contestar -aseguró él.
Los dos gimieron cuando él la penetró tras desnudarla en medio minuto. Los dos se movieron con rapidez, buscando unirse en un orgasmo común. La loba ladeó la cabeza incitando al vampiro, que con un rugido de placer hundió los dientes en el cuello de la chica. Inmediatamente, Gabi gritó en un intenso clímax al que Louis no tardó en unirse.
Un rato después, los dos intentaban aún recuperar el aliento uno en brazos del otro.
-¿Nos quedaremos aquí? -preguntó la chica somnoliento.
-Al menos hasta que tus padres te vean feliz y se tranquilicen. Si no, es probable que el alfa decida matarme.
Ella sonrío.
-Están preocupados, supongo que es lógico.
-Lo es, pero también muy molesto.
-He empezado a tomar anticonceptivos-informó ella dudosa-¿Te parece bien?
Louis hizo una mueca.
-Gracias a Dios-dijo-porque he olvidado por completo el condón.
Apartó un rizo de su rostro y la besó con brevedad en la boca.
-Tenemos muchísimo tiempo por delante para tener hijos. Quiero disfrutarte a solas unos años. ¿Te parece bien?
-Muy bien-aseguró ella- yo también quiero disfrutarte a ti.
Louis sonrió y se puso encima de la chica.
-¿Esos anticonceptivos son eficaces? -preguntó.
Ella gimió cuando le sintió entrando en ella de nuevo.
-¿Porqué lo preguntas?
-Porqué pienso ponerlos a prueba muy a menudo-aseguró el chico en un jadeo.
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