L U C H O

—Oye Fluky, me preguntaba si podrías decirnos dónde conseguir el último ingrediente para completar la hamburguesa. —Le dije mirándole

—Claro que si. —Dijo empezando a girar como loca durante un tiempo hasta que se detuvo— El último ingrediente se encuentra en la casa de Lauty, es un pedazo de Paty que está congelado.

—Espera, ¿Me estás diciendo que ingredientes comunes también servían y que no teníamos que hacer todo este disparate? —pregunto Gabo

—No, los ingredientes que ustedes tienen son benditos, por eso pueden usar un Paty normal, de lo contrario tendrían que buscar en lo que quedó de TF2 el medallón de carne y créanme, no es bonito ese lugar. —Dijo la ruleta Fluky.

—Jajaj porque le decía medallón de carne re yankee el chabon —dijo Lauty.

—Bueno, eso es lo de menos, ahora podemos irnos de acá y volver para encarar a Naim. —dijo Joaco.

—Si, pero eso no responde el porque estuvieron atacando los juegos. —Agrego Esteban

—Hmmm, tal vez están buscando algo, ni es creíble que solo nos hayan venido a molestar para no conseguir la hamburguesa, algo deben estar planeando. —Dijo Gabo pensativo mientras miraba a la ruleta.

—Eso lo descubriremos ahora, pero mientras, Fluky ¿No nos podrías devolver a nuestro mundo? —Pregunte

—Claro, y suerte chicos, no dejen que ese Naim conquiste un mundo inexistente —Dijo la ruleta teletransportandonos antes de que pudiéramos responder.

Cuando llegamos a casa, aparecimos ligeramente flotando, lo que hizo que Gabi al caer cree un cráter y de paso quedar un poco lastimados por la caída.

—Pero que ruleta chanta, falsa serás vos círculo de una página de internet. —Dijo Lauty molesto mientras ayudaba a levantar a Gabo

—Luego nos ocuparemos de eso, ahora tenemos que ir a detener a Naim. —Dijo Joaco saliendo del cráter seguidos de los demás.

—Entonces vamos rápido a la casa de Lauty y más nos vale apurarnos, no vaya a ser que nos agarren desprevenidos. —Dije mientras invocaba el ojo de Chtulhu y me subía a el.

Luego de eso, Gabo con un poco de esfuerzo creo una cabeza de Gabo y se subió a ella, Lauty se volvió un Lauty Launcher y dejo que Bauti lo llevará con su auto Ricardo Fort 2013.

[...]

Ya habían pasado unos minutos desde que emprendimos nuestro viaje a la casa de Lauty. Todo iba bastante bien si me preguntan, porque ya habíamos llegado y sin ningún tipo de interferencia, lo cual me parecía bastante raro suponiendo que hicimos polvo la mansión, pensé que se iban a vengar o algo asi.

—Muy bien, entremos —Dijo Lauty poniendo las llaves en la puerta.

Cuando se abrió la puerta corrimos hacia la heladera y abrimos el freezer, encontrando ahí el Paty.
Luego lo sacamos de su caja y lo empezamos a cocinar, algo que al parecer Lauty sabía hacer porque si, nunca nos contó.

—Muy bien, ya está el Paty, armemos la hamburguesa y esperemos que funcione. —Dijo Lauty agarrando el Paty con un tenedor mientras lo ponía en el pan de hamburguesa—. Gabo, una vez que te comas la hamburguesa y recuperes tu fuerza iremos a matar a esos mafiosos que no se bañan.

—Cuenten conmigo. —Dijo Gabo comiéndose la hamburguesa, causando un gran temblor en el planeta.

Después de que ocurriese ese temblor, Gabo aumento de peso y expulsó su increíble poder al eructar, destruyendo la casa de Lauty.

—Uy, después te la pago. —Dijo Gabo riéndose nerviosamente.

—Eso me dijiste cuando rompiste la araña en mí casa hace unos años y todavía sigue rota. —Dijo Esteban agarrando un extraño objeto de los escombros—. Por cierto, ¿Que es esto? —le pregunto a Lauty.

—Es el martillo del alba, un arma de destrucción al calibre de bombas tipo militares. —Dijo Lauty restandole importancia.

—Espera, yo las recuerdo, esas cosas destrozaron toda una ciudad en una guerra. —Dijo Joaco.

—¿Porque no la trajiste cuando atacamos la mansión? Así pudimos destruirlos fácilmente —Dijo Bauti.

—Porque obviamente los necesitábamos vivos, además esas cosas no se pueden disparar cuando los satélites están apagados y desde hace años han sido desactivados. No hay manera de usarlos a menos que se vuelvan a autorizar. —Dijo Lauty arrebatandole el arma a Esteban mientras se iba de lo que quedó de su casa.

Cuando terminó esa pequeña discusión nos dirigimos a mí casa para empezar nuestro siguiente movimiento.