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˖ ࣪ ꒷ 𝐆𝐫𝐚𝐟𝐢𝐥𝐚𝐠𝐧𝐢𝐚 ꐑꐑ !

Yang Jeongin
𓍯 25 años
𓍯 Castaño Claro

Kim Seungmin
𓍯 26 años
𓍯 Azabache

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Grafolagnia, iconolagnia o pictofilia: La consecución del estímulo sexual se produce únicamente ante fotos, videos o cuadros eróticos. Puede darse sólo o en presencia de la pareja.

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Mi dulce modelo.

Preparo todo lo necesario para la llegada de IN, mejor conocido como, Yang Jeongin , el chico que posa para mis pinturas que también es mi novio.

La línea de tiempo es bastante complejo gracias a que se dieron muchas cosas al mismo, pero trataré de explicarlo de la mejor forma.

Nos conocimos hace unos tres años en mi último año en la carrera de artes, cuando llevaba una relación de dos años que iba en picada porque el idiota de mi ex era un imbécil engreído, lo cual es un dato importante para la historia.

Un día para una de las clases practicas de pintura llegaron dos modelos masculinos para que hiciéramos cuadros de cuerpos semidesnudos, sus nombres eran Lee Felix y Yang Jeongin, el primero de cabello gris y el segundo castaño.

Desde ese día supe que algo extraño pasaba comencé a pintar a IN que resultó ser asignado al grupo al que yo pertenecía, comencé a sentir mucha incomodidad en mi interior al tener una erección cada vez que el trazo de su abdomen descubierto y la v tapada por su pantalón se hacía más claro sobre la tela, mi corazón latía muy fuerte y sentía mucho calor.

Fue impresionante.

Decidí ignorar esas sensaciones debido a que no era normal, nunca me había pasado, incluso traté de excusarme con el hecho de que llevaba meses sin sexo gracias a que mi, supuesta, pareja del momento no llegaba a casa por semanas.

El problema fue que estos dos chicos se volvieron personajes habituales en clase y mi cuerpo siguió reaccionando de igual forma, mientras mi curiosidad por el castaño de cuerpo ejercitado aumentaba sin limites.

Fue inevitable que comenzáramos a hablar en algún punto y, a decir verdad, él era realmente adorable, pero nunca pasamos más allá de una relación de conocidos hasta que llegó el fatídico día.

Era final de año en la universidad, ya incluso había entregado mi proyecto final de carrera, por lo que me sentía realmente emocionado y ni siquiera el cretino que se hacía llamar mi pareja podía echarlo a perder.

O al menos eso creía.

-¡Seungmin!- escuché como llamaron mi nombre al ir saliendo den centro educativo.

Me di la vuelta lo suficiente para mirar al dueño de lahermosa voz que me nombró.

-Jeongin- murmuré algo nervioso al ver como se acercaba con su encantadora sonrisa.

-Supe que ya terminaste los cursos- dijo frente a mi llevando ambas manos a las tiras de la mochila en su espalda.

-Ah si si, solo falta mi diploma—reí sintiendo mi pecho lleno de orgullo.

-Debe sentirse increíble- sus ojos brillaban demostrando transparencia en sus palabras.-Para celebrar-se aclaró la garganta antes de hablar.-Quería invitarte a un café, por si no es mucha molestia- rasco el cabello de su nuca haciendo visible su nerviosismo.

¡Aaaah!

-Claro que no es una molesti— sonreí totalmente feliz por la propuesta.-Y acepto el café, aunque tomaré un té si es posible- murmuré sin querer demostrar inquietud.

-¡Genial!- sin darse cuenta alzó la voz y sus ojos se abrieron más de lo normal al mismo tiempo que llegó el rubor a su rostro por lo recién hecho.-L-lo siento- dijo rápidamente.

-No te preocupes Jeongin—palmee su hombro para que se relajara.-Ahora, vamos por esas bebidas- hablé suavemente ocultando bien la explosión de ternura en mi interior.

Él provoca tantas cosas...

Y así nos encaminamos hacia la cafetería a un par de cuadras de la universidad, después de ordenar a los poco minutos teníamos nuestros refrescos, decidimos sentarnos en el lugar para hablar un rato.

Descubrí que estudiaba actuación pero su objetivo era ser actor de doblaje, lo cual me sorprendió porque creí que se dedicaba al modelaje y esa era su carrera, también me sorprendí al saber que era un año menor que yo, entre otras muchas cosas que aprendí en esa tarde.

Además, yo también le comenté un poco más allá de lo que ya sabía, fue un momento muy agradable el que pasamos juntos y es uno de mis recuerdos más apreciados.

Aunque este un poco teñido de rabia.

Al terminar su café y mi té helado se ofreció para acompañarme al departamento que compartía  con el idiota sobre el cual le hablé brevemente.

El camino fue tranquilo, al llegar al lugar lo invité a pasar totalmente convencido de que mi "pareja" no estaría en el lugar.

Pero me equivoqué.

Al abrir la puerta escuchamos gemidos y jadeos desde el salón principal.

-¡JIHYUN!- grité entrando al departamento totalmente indignado.

Jeongin me siguió al entrar y nos pillamos con una escena algo grotesca donde estaba el imbécil y una chica totalmente tapados en fluidos teniendo sexo en el sillón.

La mujer se dio vuelta y trató de taparse como pudo, él no estaba para nada interesado en que su NOVIO lo haya encontrado siendo infiel.

-Oh, estás aquí- lo escuché sin inmutarse.

Después de eso todo cambió.

Pero fue para mejor.

Apenas pude salí de esa relación y me mude de ese piso con los ahorros que tenía gracias a la beca universitaria.

Los pocos amigos que tenia, sumado a Jeongin, me ayudaron en todo lo que pudieron, por suerte mi corazón no salió roto porque sabía que terminaría mal, mas mi orgullo si dolía al ser una mujer con quien me engañaba.

Gracias a que dejé atrás a ese idiota mi vida comenzó a mejorar poco a poco.

Obtuve mi diploma, comencé a hacer trabajos personalizados de pinturas para ganar dinero, en tanto, creaba mis propias obras y hacer las suficientes у para llenar una galería.

Yang se mantuvo a mi lado, me invitaba a comer y al cine seguidamente, al principio rechazaba todo, sin embargo, comencé a aceptar cuando veía al chico salir totalmente devastado por decirle que no.

Y fue una excelente decisión.

En una de estas salidas admití que necesitaba un modelo para hacer algunos cuadros que tenia en mente, él se ofreció de inmediato sin siquiera dudarlo.

La idea que tenía para esos cuadros eran la naturaleza del ser humano, rostro sin maquillaje y cuerpo sin prendas que revelaran la esencia de la persona a la que retrataría sin llegar a ser obsceno, solo mostrando lo justo y necesario pincelada tras pincelada.

Concepto que le encantó al castaño.

Apenas pudimos coordinar un horario estable para ambos nos pusimos a trabajar, de acuerdo al plan inicié pintando su rostro con delicadas flores color crema pegadas desde la parte derecha de su rostro, pasando por sus pómulos dispersándose por su cuello hasta sus hombros, su parte superior se encontraba totalmente desnuda, dejándome ver su abdomen ejercitado y brazos definidos, después de mucho tiempo.

La calidez en mi interior revivió como la primera vez que lo había visto, me sentía totalmente saciado con tan solo verlo y traspasarlo al lienzo.

Ese solo fue el comienzo.

A medida que el tiempo avanzó los encuentros se volvieron más atrevidos, cada vez había menos ropa involucrada y más pinturas saturadas de esa sensualidad que solo él tenía.

Mi taller se repletó de JeongIn progresivamente, cuando él se iba de mi hogar podía pasar horas y horas admirándolo a través de las obras que yo mismo realizaba, a veces incluso me sentía culpable por sentirme así, mas no podía evitarlo.

El día que nos llevó a tener una relación más allá de simples amigos fue cuando tuvo que dejar toda clase de ropaje de lado para trazar parte de su pectoral y abdomen izquierdo, bajando a la marcada v en su cadera, llegando finalmente hasta su fornido muslo, en todo momento evitando su enorme entrepierna.

Fue lo más erótico que había visto.

Tratamos de hacer la atmósfera lo más calmada posible, pero era innegable que la tensión sexual se hacía cada vez más asfixiante.

Cuando llegó la hora de que nos despidieron las cosas simplemente dieron un vuelco dejando de lado nuestro lado amistoso y dejándolo solo en algo por completo lujurioso.

Simplemente perfecto.

-Seungminnie- escuché su dulce voz desde la entrada del estudio.

-Oh, ya llegaste- me di media vuelta para dirigirme hacia él.

-De hecho estoy hace 20 minutos aquí- cruzó ambos brazos delante de su pecho.-Pero estabas tan metido en tu cabecita- ya estábamos frente a frente y posó sus manos sobre mis caderas.-¿Qué te tenía así?—besó mi frente después de preguntar.

-Uhm...nada- sonreí tratando de ser convincente.

-Ajá, si claro- rio al escucharme.

Yo me encontraba con mis pantalones claros con manchas dispersas de pintura, traía una camisa decorada deigual forma y por encima ya me cubría el clásico delantal grisáceo, mientras él ocupaba unos jeans ajustados y una camiseta, ambas prendas de color negro.

Se ve fantástico.

-No es nada importante— alcé los hombros quitándole importancia.

-Como tu digas- acarició mi cabello con cariño.-Iré a cambiarme para empezar- sus labios se posaron sobre mi mejilla derecha y se alejó.

Las pinturas que hago actualmente siguen la linea de lo erótico, el castaño posa para mi semi-desnudo e, incluso, sin ninguna prenda alguna, cada vez que se aproxima una exposición, podría decir que se ha vuelta el personaje de fantasía que llena cada una de mis obras y la historia que hecreado con ellas.

El único problema que aquello me ha traído es tener un constante deseo reprimido gracias a que no quiero parecer un animal que sigue solo sus instintos, porque gracias a él descubrí que tengo una filia que lamentablemente se dan gracias a mi trabajo y a mi pareja.

Y él no lo sabe...

Yang supone que mis erecciones son solo respuestas físicas por verlo totalmente expuesto, mas no es esa la única razón y me siento demasiado avergonzado como para conversarlo abiertamente con él.

-¡Kim!- escuché nuevamente la voz del dueño de mi mente, por lo que nuevamente lo vi frente a mi con lo que apenas podía ser trozo queriendo  llamarse toalla en sus definidas caderas dejando a la vista todo a excepción de su miembro.-¿Qué pasa contigo?- me preguntó con el ceño fruncido dirigiéndose al fondo del cuarto donde tenía mi clásico fondo blanco.

-¿Q-qué?- obviamente no era la primera vez que lo veía así, sin embargo, la tensión en mi interior me absorbía por completo cada vez que nos encontrábamos en esta situación.-N-no pasa nada...—el volumen de mi tono fue disminuyendo a medida que hablaba.

Un delicioso suplicio.

-Si no quieres responder, no lo hagas, de todas formas lo sabré- parecía realmente molesto, ya que su lengua se encontraba alzando una de sus mejillas y sus ojos se mantenían penetrante.

Esa es una expresión a la cual no me encuentro para nada acostumbrado, pero no me molestaba en absoluto.

Jeongin suele ser adorable, tan solo verlo provoca mariposas en mi estómago, por lo que verlo molesto, en las pocas ocasiones en que se daba aquello, le daba un aire más irresistible de una manera pasional a la atmósfera.

-Como digas- le hice caso omiso moviendo el atril y la tela para quedar frente a él a menos de un metro-Puedes posar como quieras- le sonreí con la boca cerrada para irritarlo aún más.

Sigue siendo adorable.

Sin que alguna palabra saliera de sus labios se sentó en el sillón de cuero negro quitándose la toalla para tomar una tela roja de seda que había en el lugar a unque había en el lugar a un lado de diferentes prendas y objetos, tapo su regazo con el retazo abriendo ligeramente las piernas y apoyando su espalda, al igual que se brazo en el respaldo del mueble, todo eso acompañado de su rostro serio y ojos sombríos.

Sacudí la cabeza para comenzar con mi trabajo, los oleos se encontraban a mi lado y ya todo estaba listo para traspasarlo al cuadro.

Cada trazo de su piel, cabello y rostro parecía más ardiente al pasar de los minutos, sus ojos se mantenían fijos en mi como si quisiera traspasar mi cuerpo no se movía ni un centímetro, por lo que pintarlo era muy absorbente, me sentía ahogado con la lascivia que transmitía y mi entrepierna ya estaba totalmente despierta por la imagen que ya se vislumbraba en mi lienzo.

-Seungmin- me llamó con la voz más grave.

-Dime- me trataba de esconder para que no se notara mi erección.

-Tomemos un descanso, necesito hablar contigo sonaba más como una orden.

¿Debería preocuparme?

-Hm bien- respondí sacando mi delantal para ir a buscar algo para tomar.

-Ven aquí- palmeo el lugar a su lado, con el ceño fruncido me senté donde señaló.-¿Hasta cuando piensas esconderlo? me miraba directamente.

-¿Esconder qué?- me hice el desentendido.

Aunque confío en que solo hay un secreto entre ambos del cual yo soy responsable.

Ni siquiera noté cuando me acostó sobre el sillón y quedó sobre mi tomando mis muñecas para tomarlas sobre mi cabeza.

-Grafolagnia- dijo con nuestros rostros separados por lo que eran milímetros.

-¡¿Q-qué?!- casi chillé cuando lo escuché

Mierda...

-¿Creías que no lo notaría?— hablaba sumamente bajo y tenía ese toque oscuro aún más notorio.-Realmente esperé mucho para que me lo dijeras, pero ya estoy harto— se encontraba desnudo por completo debido a que la tela cayó sobre mi.

-Jeo-Jeongin yo puedo explicarlo- no estaba realmente asustado, solo muy nervioso.

-¿Explicar qué? ¿Qué te calientas con lo que pintas?- su tono era burlón.

-Ehm si...- admití sonrojándome.-Pero solo contigo- susurré para que no me escuchara.

-Habla más fuerte- tomó mi mandíbula con fuerza para que alzara mi cabeza.

-Solo me pasa contigo IN— traté de zafarme de la situación.

-A la mierda lo de IN- estaba realmente indignado.-Estoy muy decepcionado de ti mantenía mis muñecas junta.

-Lo siento- estoy muy avergonzado.

-Una disculpa no cambia nada- su rostro se mantenía serio.-Pero hay otra manera de redimirte- su sonrisa se torcióligeramente.

¿Dónde esta mi tierno castañito?

-¿Qué cosa?- pregunté rendido.

-Tienes que chupármela-bajé la mirada hacia su miembro y estaba realmente duro.-Pero yo te guiaré- parecía reírse de mi con sus ojos, movió su cuerpo sin soltar mis manos dejando su glande sobre mis labios, estaba prácticamente inmovilizado por Yang.-¿Ocuparás bien esa boca Seungminnie?- asentí sobrepasado por la actitud algo arrogante.

No puedo negar que me gusta

Con la mano que no tenía mis muñecas tomó su erección y la deslizo por mis belfos humedeciéndolo, hasta que sin previo aviso entró en mi boca hasta mi garganta, soltó su faloy movió sus falanges hasta mi entrepierna.

-Mgh...- su polla ahogó mi gemido cuando metió su diestra bajo mi pantalón y ropa interior para masturbarme.

-No sé como aguantaste por tanto tiempo- alzó sus caderas para penetrar mi cavidad.

Cada estocada era ruda y llegaba hasta lo más profundo de mi garganta provocándome algunas arcadas por su tamaño y que la saliva cayera por la comisura de mis labios sin control.

No soy el único con secretos...

Al mismo tiempo su pulgar rozaba con la hendidura en mi glande y el resto de sus dedos haca presión en mi falo cuidadosamente.

En mi vientre sentí un tirón por la sobreestimulación, nunca me habían sometido de ninguna forma, pero se sentía jodidamente bien.

La lágrimas caían por mis sienes gracias a la posición y el interior de mi garganta comenzaba a doler por las estocadas, pero el contraste con el placer que recorría mi organismo gracias a su mano me abrumaba.

-I-IN...- traté de hablar cuando sacó su polla de mi boca y soltó mis manos. y

-Date la vuelta- se levantó dejándome libre.

Hice lo que dijo, quedando mi estómago apoyado en sobre el cuero, sentí su peso en la parte trasera del sillón, sus manos se posaron en mis caderas para alzarlas, dejando mi pecho y rodillas en el mueble.

Bajó mi pantalón en conjunto con el bóxer con fuerza dejándome totalmente expuesto hacia él, su zurda tomó mi polla entre mis piernas y sentí su respiración en mi entrada.

-N-no ¡Aah!- ahora fue su lengua la que se posó entre mis nalgas.

Por primera vez el mismísimo Yang Jeongin me estaba dando un beso negro, cosa que era totalmente nueva para mi.

¿Siempre fue así?

-¿No qué?- aceleró el ritmo de su mano en mi erección y volvió a lamer mi entrada.

Sin esperar respuesta alguna introdujo su sinhueso en mi interior, hundí mi cuerpo en el sillón gracias a la debilidad que recorría mis piernas y la tensión en mi vientre se hizoun nudo.

-Mhg...¡A-ah!- gemí al límite del orgasmo.-No...- jadee cuando se detuvo.

-Tranquilo amor- susurró sobre mi oído apoyando su pecho en mi espalda.

Su polla estaba entre mis nalgas y me siguió masturbando a un ritmo tranquilamente tortuoso.

Su mano libre posó su miembro ya húmedo gracias al pre-semen en mi entrada también mojada por su saliva.

-P-por favor IN...- sollocé al estar tan cerca.

Y me penetró adentrándose por completo en mis paredes, ni siquiera resultó doloroso por lo agobiado que estaba con la satisfacción de estar totalmente unidos.

Soltó mi pene, su mano se dirigió a mi cadera y la que llevaba un rato libre cogió mi cuello alzando mi cuerpo lo suficiente como para que viera alrededor del estudio.

-Mira todas tus obras- ordenó guiando mi vista hacia los cuadros en las paredes y el piso, en todas estaba su cuerpo semidesnudo, su rostro de expresión a veces risueña y otras sombría, su piel aporcelanada y brillante que solo aumentaba la lujuria en mi.-¿Te calientan tanto como correrte sin tocarte?— me penetró brutalmente al terminar de hablar.

-¡Aa-ah!- chillé cuando dio certeramente en mi punto p.

-No cierres los ojos Kim- gruñó en mi oído continuando con el ritmo de sus estocadas.

Mi mirada estaba fiia en unapintura donde el castaño se encontraba tapado solo por una tela casi transparente de color crema, mientras estaba desnudo, se veía malditamente sensual y llamaba a los у pensamientos obscenos.

-J-Jeongin estoy cerc-¡Ah! sus movimientos se hicieron aún más brutales, como si eso fuera posible.

-Yo también cariño...- jadeó en mi oído.-Córrete conmigo— la tentadora invitación en conjunto con la mirada fija en el lienzo a unos metros de mi y la estimulación constante de mi próstata culminaron en la liberación de mi semen.

A los segundos sentí su esencia en mis paredes y el agarre sobre mi cuello se relajó, al igual que nuestros cuerpos.

Me deshice sobre el cuero negro totalmente agotado y húmedo por el sudor sobre mi piel, sentí como me tomó y me sentó sobre su regazo, pasando sus brazos por mi cintura para mantenerme en el lugar.

-¿Me perdonas?- murmuré recordando que nos trajo hasta este momento.

-Si cariño- besó mi cabello, en tanto acariciaba mi espalda.-Pero tenemos que hablar- alcé mi mirada quedando frente a un Yang sumamente firme.

-S-si- tragué saliva teniendo consciencia de lo que podría pasar.

-Y me lo vas a decir absolutamente todo- tomó mi mentón para que quedáramos frente a frente.-¿Entendido?— besó mis labios suavemente.

Asentí muy sorprendido por esta nueva faceta en la que se encontraba el castaño.

Al parecer ambos derribamos los últimos muros en forma de secretos que se encontraban entre nosotros.

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Aquí les dejo otro capítulo de esta serie de os Sweeties, espero que lo hayan disfrutando, cuidense nos vemos el lunes con la última actualización.

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