Capítulo VII
{Arrebol}
Cuándo las nubes adquieren un color rojizo, al ser iluminadas por los rayos del sol.
—¿Qué hacen?
Los tres alumnos voltearon a ver quién les hablaba.
—¡Hoshi san! —grito Naruto emocionado—¡Estamos espiando a Kakashi Sensei!
—¿Ah sí? ¿Que hace de interesante Kakashi Sensei para ser espiado? —pregunto burlándose de su amigo, ya que no tenía una vida tan atractiva como para ser espiada.
—Esta con una chica, eso en Kakashi es sumamente interesante—susurro Sakura mirando a la castaña y volviendo a asomarse por el muro de madera—. ¿No crees?
Hoshi no podía dar crédito a lo que oía, rápidamente se asomó también, justo al lado de donde espiaba Sasuke.
—¡Es cierto!
Kakashi estaba paseando tranquilamente con una apuesta muchacha que vestía prendas elegantes y un cabello largo, tan largo que casi le llegaba a la parte más baja de la espalda. Parecía que iban conversando amenamente, y él se mostraba entretenido.
Hoshi admiró la belleza delicada de aquella mujer, era joven, se notaba en su rostro.
─Es bonita, ¿Cierto? ─pensó en voz alta, mirando orgullosa a su amigo pasear con aquella muchacha─. Pero no creo que haya algo ahí, de lo contrario me lo hubiera dicho.
─ ¿Por qué crees que te lo hubiera contado? ─preguntó Sakura dejando de mirar al hombre para ver a la castaña─. Kakashi Sensei es muy reservado, no sabemos nada de él.
─Porque yo lo hubiera obligado a que me cuente ─comentó alzando su mentón, como sintiéndose victoriosa─. En seguida me daría cuenta de que anda en algo raro ─Se alejó un poco del muro, y se sacudió sus manos por la tierra que había quedado pegada a ella─. Ojalá que tengan suerte con el espionaje, o que Kakashi tenga suerte con esa chica ─bromeó.
─ ¿Te vas Hoshi san? ¿No quieres acompañarnos en la búsqueda del amor de Kakashi Sensei? ─exclamó Naruto emocionado mirando a la Himara, que al oírlo decir aquello sacudió su cabeza rápidamente y sacó su lengua asqueada.
─No, gracias, Naruto, la verdad es que prefiero que lo busque él solo ─se mofó de aquella situación sólo por el hecho de que usar la palabra amor le daba asco─. Cuando el descubra que lo están siguiendo, si es que no lo sabe ya, mándenle un besito de mi parte ─lanzó una risita picara, y atinó a comenzar a caminar.
─Hoshi san─la llamó el rubio impidiendo que avanzara. Hoshi se volteó a verla─. ¿Sigue en pie la cena del domingo?
Hoshi recordó que Yokino había invitado a Naruto a cenar, por motivo de celebrar su egreso como Genin. No había podido hacerlo anteriormente ya que Naruto había comenzado con sus misiones complejas, y no tenía tiempo.
La Himara asintió con una amable sonrisa. A veces Naruto le resultaba extenuante, pero después recordaba que era un niño al que todo el mundo le había dado la espalda y su odio generalizado hacia los adolescentes (Sin contar que ella también lo era) desaparecía rápidamente.
─Si Naruto, te esperamos el domingo.
Aquellas palabras bastaron para dejar a un Naruto contento y feliz, ansiando con muchas ganas que llegara ese domingo para poder almorzar con la familia de la chica. Hoshi los saludó con la mano a los tres, y siguió su rumbo.
Rodeó los muros de madera machimbrada y cruzo de lado a lado por la calle principal. Al hacerlo no pudo evitar mirar a su derecha para encontrarse con los ojos del peli plata. Estaba a varios metros de alli, y Hoshi solo le sonrió con picardía. Kakashi le respondió con un gesto de su cabeza, pero ella estaba segura que debajo de su máscara también sonreía.
Qué bonito sería ver a su amigo siempre feliz. Se lo merecía más que nadie, o quizás tanto como Naruto y Sasuke. Pero era tan testarudo que a veces le daban ganas de pegarle un golpazo en la cabeza. Se había empeñado en creer que su vida siempre sería una tragedia, y Hoshi estaba más que segura que no era así.
Kakashi había sufrido mucho, pero eso había quedado en el pasado. Era momento de que se enfocara en vivir bien, o más o menos decentemente en ese mundo ninja cruel.
La castaña salió de sus pensamientos cuando saludo a sus compañeros que la estaban esperando en la sala de reuniones. Esa tarde, Ibiki haría la bajada de todo el plan de contención y soporte logístico de los exámenes chūnin. Este sería dentro de un mes, y vendrían estudiantes de todas las aldeas, por lo que la seguridad era primordial.
Las misiones de reconocimiento habían sido suspendidas momentáneamente ya que toda la energía de la aldea estaba enfocada en aquel evento. Era de suma importancia que saliera bien, ya que de esta forma, Konoha se asegurarla que su nuevo sistema de educación había sido un éxito.
En esto Hoshi tenía que darles la razón, Konoha había sido precursor de detener una metodología sangrienta de examen en la que el ganador era el que sobrevivía. Incluso Kakashi le había contado haber rendido de esta manera y cuando Hoshi lo oyó le hirvió la sangre, no podía entender cómo apenas años atrás niños de doce o trece años luchaban a muerte por un título poco importante.
El despliegue militar era asombroso. Cualquier ninja experto que lo viera pensaría que no había fallas. Pero nada era perfecto, todo tenía su filtración. Y los errores comenzaron a verse desde la primera etapa de los exámenes Chūnin.
Estos comenzaron los primeros días de Julio. Alrededor del veinticinco o veintiséis de Junio Hiruzen se había encargado de darle la bajada a los Jōnin de cómo se llevarían a cabo, y cuáles serían las etapas. A partir de ahí, Hoshi no pudo ver tan seguido a Kakashi como quería ya que este se había empeñado en entrenar con dureza y exigencia a sus alumnos para que lograran aprobar.
A Hoshi le había tocado supervisar la entrada a la sala de los exámenes, examinando que nadie tuviera ningún tipo de elemento que le permitiera hacer trampa. Del resto, particularmente dentro del salón, se encargaría Ibiki. Cuando Hoshi se enteró que su jefe supervisaría a los gennin no pudo evitar sentir pena por aquellos pobres inocentes, ella conocía muy bien el carácter del sensor, y hasta a ella muchas veces le daba miedo cruzar palabra.
En la segunda etapa, la del Bosque de la Muerte, a Hoshi le dieron la tarea de colocar las trampas y asegurarse que estas fueran lo suficientemente peligrosas. Pero la castaña hizo caso omiso a esta orden y procuró que fueran seguras, al menos lo suficiente como para no lastimar a nadie de gravedad. Ella deseaba que los gennin se recibieran de chūnin vivos, no muertos.
─Las cosas se están yendo a la mierda, mamá─ Le dijo una vez Hoshi, luego de regresar sumamente tarde a su casa, en referencia a que el equipo siete no había salido tan bien del Bosque. Los tres casi morían allí dentro, y Konoha todavía no tomaba dimensión de lo que estaba por suceder.
Y así fue, la siguiente etapa fue suficiente para terminar de convencer a Hoshi de que así no debían de ser las cosas. Hinata casi moría en las manos de su primo, Lee había quedado parapléjico con un poco de suerte, y un ninja de otra aldea había fallecido en manos del niño pelirrojo de la Arena.
Cuando Hoshi se enteró que los ninjas habían tenido que firmar un documento que eximía a la aldea de toda responsabilidad en caso de que murieran, su interior entró en llamas y corrió encolerizada a hablar con el Tercero, haciendo caso omiso a las palabras que anteriormente le habían prohibido visitarlo si no era con cita previa. Pero por suerte para ella, Iruka intervino en su paso y evitó que cometiera el error de increpar al líder de aquella aldea.
Después de largos minutos de conversación la convenció de que se calmara, y optara por realizar un trabajo de investigación que demuestre porque y como deberían cambiar los exámenes en Konoha, favoreciendo a la vida de los jóvenes. Hoshi entendió perfectamente porque Iruka era tan buen sensei, porque nadie, ni siquiera Kakashi, habría tenido la paciencia que tuvo para con ella aquella tarde.
La calma le duró poco, ya que esa misma noche Hayate Genkko fue asesinado, y todos los ANBU debieron salir a reforzar la seguridad. Hoshi fue a ver a su novia, y le dio el pésame. Pero Yugao estaba demasiado inmersa en su tarea militar que no mostró sentimiento alguno, más allá de un simple gracias. Y esto a la castaña le resultó doloroso, ya que le recordó la situación que había vivido con Shamui y Aki.
Eran ninjas, y no se les tenía permitido sentir.
A mediados del mes anterior, había llegado a la aldea uno de los Sannin legendarios. Jiraiya el galante. ¿Por qué galante? Hoshi no lo sabía, pero supuso que un mejor apodo sería Jiraiya el degenerado, porque de galante ni tenía nada. Cada vez que intentaba seducir a una muchacha, esta lo rechazaba. Pero la castaña tenía que reconocer que el viejo estaba bastante bueno, y si ella estuviera en el lugar de aquellas muchachas no habría desaprovechado la oportunidad.
Jiraiya el Sannin, tomó parte en el equipo de Kakashi. Y se dedicó a entrenar a Naruto, ya que según el sensei del equipo siete, era el único que podía llegar a enseñarle a controlar los dos tipos de chakra que tenía dentro.
—¿Y a quien entrenaras tu? —le preguntó Hoshi mirándolo con la fuerza de una fiera, ya que sabía que respuesta tendría.
—A Sasuke.
—Obviamente, hacerte cargo del entrenamiento de Sakura sería algo impensado ¿No crees? —ironizó. Que Kakashi entrenará a Sasuke hizo mucho ruido, y ni podía quedarse callada. Ella había visto entrenar a Sakura y sabía que dentro suyo tenía mucho poder. Pero lamentablemente era mujer, y solo por esto, a ella le costaría el doble.
—No te enojes Hoshi—habló Kakashi con seriedad.
—No, Kakashi, ya no me enojo por esas cosas, ¿Por qué habría de molestarme? Estoy sumamente contenta con los privilegios que tienen Naruto y Sasuke por ser hombres, así que voy a guardar silencio, solo eso—Obviamente sus palabras estaban cargadas de ironía.
¿Estaba exagerando? Tal vez un poco, estaba pasando por el síndrome premenstrual y entendía que estaba más sensible de lo esperado. Pero aun así, aunque no estuviera esperando su período, aquello también la indignaba de igual forma ya que no podía entender cómo era que a Naruto y a Sasuke los entrenaría dos grandes ninjas y a Sakura poco más y la dejan entrenando sola. Después claro, se quejaban de que era una inútil. ¡Obviamente lo sería si nadie la apoyaba!
—Deja de hacer eso—dijo Kakashi con calma, mientras soltaba sus utensilios y tomaba las manos de Hoshi para detener los movimientos en círculos que en lugar de mezclar la ensalada, estaba destrozándola—. Cálmate Hoshi, tengo que explicarte esto.
Hoshi se zafó del agarre de Kakashi y soltó los palillos para después mirarlo expectante.
—Jiraiya es el único que puede entrenar a Naruto, por qué es el único que sabe cómo controlar sus dos chakras, y Sasuke—tomo la servilleta para limpiarse con elegancia sus labios—...Luego de la primera fase ha tenido un incontrolable poder, y el Hokage tiene miedo de que se salga de control, entonces el cree que soy yo quien puede ayudar a evitar que esto ocurra.
—¿Y esperas que crea que esas dos son razones suficientes para dejar a la niña a la deriva?
─ ¿Sirve de algo que te diga que si? ─dijo Kakashi ya cansado de aquella discusión que no tendría fin. Suspiró agobiado, y dejó sus palillos sobre la mesa ─. Cualquier cosa que diga será insuficiente para ti, te estoy explicando por que las cosas han de ser así y no quieres entenderlo. Se cual es el poder de mi alumna, y de que es capaz, pero no ha sido mi decisión Hoshi, entiende que debemos responder a un líder, la aldea no es nuestra solamente.
Kakashi tenía razón, el solo seguía órdenes. Pero Hoshi sabía que Kakashi tenía bastante influencia sobre las decisiones de los demás debido a su prestigio, y por lo tanto en el fondo seguía creyendo que si hubiera objetado sobre aquella decisión lo habrían escuchado.
Después, por otro lado, sintió pena por Sasuke. Al niño le habían asesinado toda la familia, estaba solo en ese mundo, y quizás Kakashi podía ayudar a superarle los traumas de su niñez y hacer que se sintiera menos solo.
─Si, tienes razón ─dijo por lo bajo, sin contar con tanta fuerza como para admitir que se estaba equivocando.
Kakashi sonrió.
─No es tan difícil darme la razón de vez en cuando ¿No crees?
Hoshi lo miró mal, pero después de verle la cara de estúpido que había puesto lanzo una risa mientras se mordía el labio inferior.
─Perdona, estoy muy estresada últimamente ─ dijo apoyando los codos en la mesa y sosteniéndose su cabeza─. Necesito que terminen de una buena vez estos exámenes de mierda.
—Deberías beber un té de limón luego, para poder relajarte—dijo Kakashi mientras retomaba con su ensalada que había dejado a la mitad.
—No, gracias, odio el té de limón.
Kakashi alzó la mirada extrañado, para poder verla a los ojos, pero Hoshi se encontraba mirando hacia otro lado.
—Pero si es tu favorito.
—Dejo de serlo hace dos meses, desde aquella gastroenteritis que me dejó en cama una semana ¿Recuerdas? —respondió rápidamente la chica, mientras ahora si volvía su vista a él—. Además, ¿Cómo sabes que es mi favorito? ¿Cómo es que sabes tanto sobre mí? Deja de espiarme con esa cagada que tienes como ojo.
Días atrás Hoshi se había puesto a pensar en cuánto conocía a Kakashi, y el resultado había comenzado a asustarla. Ella sabía su color favorito, al igual que su comida. Conocía que ropa le gustaba usar y sus hobbies secretos. Sabía que quería ser escritor, y que no era tan amante del cine. Sabía, entre otras cosas, que por las noches nunca podía dormir.
Y sabía también que Kakashi de igual manera conocía cosas sobre ella. Él tenía ese gesto de realmente escuchar cuando Hoshi hablaba, y no sabía si era por su sharingan o que, que siempre recordaba lo que decía, y más de una vez la había sorprendido con algún detalle relacionado a sus gustos o frases, o dichos que comentaba aleatoriamente sobre algo.
No eran mejores amigos. No. Su relación era otra, un poco más respetuosa, o un poco más fría que la de dos mejores amigos. Era más bien como una simbiosis que obligaba a Hoshi a admirarlo con locura, y a Kakashi a intentar protegerla como si se tratara de su familia. Era por este vínculo tal vez, y por la reputación creciente de Hoshi, que la gente había comenzado a especular sobre su relación, sin tener en cuenta que la Himara era aún menor de edad, y Kakashi era un tipo sumamente respetuoso y moralista en base a esta cuestión.
Hoshi con el paso del tiempo se estaba dando cuenta que idolatraba demasiado a Kakashi, y que cada cosa que hacía lo hacía pensando en lo que diría él. Adoraba la fuerza con la que se movía y la presencia con la que se hacía paso. Ella estaba más que segura que él estaría ahí para ella siempre que lo necesitase, y también estaba mas que segura que ella podría morir por él si la situación lo requiriese. Por qué lo quería. Al maldito desgraciado que más de una vez la hacía rabiar, lo quería.
Cuando Kakashi comenzó a entrenar a Sasuke, dejaron de verse por casi un mes.
Un día cálido de Julio Hoshi cumplió sus diecisiete. Pero ese año no hubo festejo, ni reuniones, ni celebraciones. Había tenido que trabajar arduamente para preparar los enfrentamientos próximos entre los chūnin que habían pasado a la siguiente ronda.
En esos días previos a las batallas, Hoshi se enteró que tanto Kages y Daimiyo participarían del evento, entonces, después de varios días de pensarlo y darle vuelta al asunto decidió que sería la oportunidad perfecta para plantearle sus dudas al Daimiyo de la hoja y mostrarle todo lo que había descubierto sobre Danzo y Orochimaru. Pero Hoshi no contaba con que este último ya estaba infiltrado en su aldea, y había seguido sus pasos de cerca gracias a la advertencia de Danzo.
Lamentablemente Hoshi no pudo siquiera acercarse a los Daimiyo, ya que le tocó encargarse de la seguridad de auditorio y esta permaneció en una de las torres que rodeaban el auditorio observando tranquilamente como sucedían los hechos.
Sonrió orgullosa cuando su primo desistió de aquella batalla, y recordó los momentos de su niñez en los que ambos entrenaban juntos. Si bien la sangre Nara no corría en sus venas, ella había heredado esa mirada analítica Yesa estrategia que compartía con su primo. Ambos podían ver cosas que los otros no veían, tal vez era esto lo que a Hoshi le permitió sobrevivir como una ANBU sin chakra.
La última batalla se daría con Gaara y Sasuke al frente. Pero este, llegó tarde. Y no sólo eso, sino que apareció en medio del campo con una entrada digna del cine, acompañado por Kakashi. Hoshi pensó que aquello no era necesario, ninguno de los participantes había entrado de esa forma, pero que podía esperar de las ideas alocadas de aquel ninja que copiaba.
El enfrentamiento no finalizo, porque fue justo a la mitad que los exámenes chūnin empezaron a valer madre para todos los que estaban allí.
Orochimaru apareció en escena, alegando que había actuado en conjunto con Sunagakure, y después de una destrucción casi masiva de la aldea y una pérdida importante de personas Konoha logro defenderse del ataque de Otogakure, y al ver Suna que estaba perdiendo terreno se dieron por vencidos, explicando después que todo había sido un plan manipulador de Orochimaru.
Hoshi sabía que no era del todo cierto. Konoha le había robado gran cantidad de PBI al desviar las misiones de Suna para sus propios ninjas. Y cualquier Kage estaría furioso al saber que su principal ingreso estaba siendo debilitado, más aún, contando con el hecho de que la aldea del país del Viento era un lugar árido y que carecía de otra fuente para solventar con los gastos y la supervivencia de sus aldeanos.
Nadie esperaba que Hiruzen Sarutobi muriera a manos de su discípulo. Y Hoshi pensaba en no asistir al funeral ya que estaba convencida que el mismo había cavado su propia tumba. ¿Había defendido a la aldea de Orochimaru? Si. Pero él también era culpable en gran parte de que las cosas se salieran de control. Pero aun así participo del funeral por respeto a Asuma, ya que para los demás Hiruzen era un líder, pero para Asuma era su padre. Y más allá de las diferencias que ambos habían tenido en el pasado, no dejaba de ser su familia.
Ese día de atardecer naranja luego de una fuerte lluvia, frente a la tumba, Hoshi se puso a pensar en todos los funerales a los que había asistido y en todos los funerales a los que asistiría, si los grandes líderes de las aldeas no tomaban dimensión de los peligros que acontecerían por culpa de sus acciones.
—Kakashi, renunciaré a ANBU—dijo Hoshi, mientras caminaba a su lado días después del entierro.
El peli plata la miró de reojo, y suspiró.
—Lo suponía—dijo. Pero no sonaba enojado por su decisión, más bien era compasivo—. Si crees que es lo correcto Hoshi, te apoyaré en la decisión que tomes. ¿Pedirás un equipo?
La destrucción de Konoha después de Orochimaru estaba obligando a Konoha a que sus ninjas hicieran mayor cantidad de misiones, mucho más complicadas de las que podían realizar para poder aumentar los impuestos y contar con más cantidad de dinero para arreglar las cosas. Por esto, la necesidad de contar con Jōnin que monitorearan a equipos era aun mayor.
La castaña negó riéndose.
—¿Tengo cara de tener paciencia para enseñar? —Kakashi también se rió—. No, quiero pedir mí traslado a Jōnin Tokubetsu.
—¿Con que especialidad?
—Quiero una maestría en Leyes Kakashi, las cosas no pueden seguir como están, ANBU ha sido siempre mí pasión, pero me he dado cuenta de que estoy siendo coparticipe de un sistema corrupto, y me urge cambiarlo—Su voz sonaba comprometida. Kakashi sabía que su amiga tenía una desmedido deseo y amor por la justicia, y también supo siempre que a la larga ella se daría cuenta de esto—. Ninjas de once, doce años mueren en exámenes, los impuestos aumentan, y detrás de la roca Kage hay cientos de familias que no tienen un ingreso fijo. Los ninjas viven cómodamente Kakashi, pero los aldeanos si no se mueren asesinados por un loco como Orochimaru perpetuado por el poder, mueren de hambre. ¿Sabías que de esas familias la mayoría tiene a mujeres como jefas de hogares? —Kakashi negó, tenía que reconocer que muy poco sabía de los simples aldeanos—. Y son las que menos ingresos tienen, y por eso, se ven obligadas a meter a sus hijos a la academia para ser ninjas, porque consideran que arriesgar su vida es la única forma de tener un lugar digno para vivir, por qué no hay políticas que se encarguen ni de las mujeres, ni de quienes no deciden seguir el camino ninja ¿Lo crees justo?
Los ojos de Hoshi se habían llenado de lágrimas. Toda la información que había juntado sobre Danzō, Orochimaru, y demás, le habían abierto la mente. Y la habían obligado a pensar que fuera del mundo de la milicia ninja había miles y miles de personas desamparadas por un constante poder monárquico y autocrático, que había gastado sus esfuerzos en proteger a ninjas igual de corruptos, en lugar de hacer un mundo más justo para todos.
—¿Lo has hablado con Ibiki? —preguntó el ninja, mientras guardaba sus manos en los bolsillos.
Hoshi se refregó los ojos y asintió.
—Si, y lo ha aceptado. Me darán la baja en el cuartel, pero debemos esperar a que anuncien al próximo Kage para solicitar el pase a Tokubetsu.
—Me parece perfecto Hoshi, pero se cautelosa con las cosas que dices o haces una vez que ingreses cómo Jōnin, sabes mejor que nadie que hoy más que nunca debemos cuidarnos de las cosas que decimos o hacemos—explicó el Sensei.
—Lo sé—dijo la castaña con una débil sonrisa. Miró hacia el frente, y divisó la larga y blanca cabellera de Jiraiya que entraba a un barsucho de mala muerte—. Pero los valores son innegociables Kakashi, y si me tengo que morir por defender mis ideales, me moriré con las botas puestas.
Kakashi se rió, pero no porque le resultara divertido. Sino porque no podía creer en qué momento su amiga había crecido tanto. Lejos había quedado aquella niña que le arrojó una piedra por la cabeza, y si bien su corazón estaba lleno de fuerza y un dejo de inocencia que arrastraba desde su infancia, su mente había madurado.
—Supongo que...
—Kakashi, disculpa—lo interrumpió toscamente, pero sin darse cuenta—. Acabo de ver a Jiraiya, y necesito hablar con él—Hoshi se giró para ver a su amigo, y poniéndose en puntillas de pie lo abrazo con fuerza y rapidez—. Gracias por ser mí amigo—le susurró al oído, y se fue corriendo al lugar donde había entrado Jiraiya.
El peliplata no dijo nada, solo se la quedó mirando.
—Kakashi—dijo alguien detrás suyo, y el Jōnin no tuvo que voltear a ver de quién se trataba ya que reconoció la voz—. Necesito hablar contigo un momento.
El peli plata miró a Ibiki con seriedad, y asintió comenzando a caminar en dirección a los cuarteles ANBU.
Jiraiya se había sentado en una de las mesas largas, de espaldas a la entrada. Hoshi lo miró curiosa, y caminó hasta poder tomar asiento a su lado.
—Jiraiya sama—habló bajito, para poder llamar su atención. El viejo se giró para verla, y al hacerlo sonrió.
—El mismo que viste y calza ¿Cómo puedo ayudar a esta bella señorita? —pregunto galante, mientras cruzaba una de sus piernas y la apoyaba en la rodilla de la otra formando una ele invertida.
—¿Si lo invito a un trago podrá escucharme? —le preguntó tomando por sorpresa al mayor—. Necesito contarle algo sumamente importante.
—Sera un placer para mí escucharla.
Hoshi esbozó una sonrisa de medio lado. Y se volteó para llamar a uno de los meseros con señas, y pedirle también de esta forma una botella de sake.
—Gracias, Jiraiya sama—Su cabeza se inclinó en una respetuosa reverencia—. Y disculpe que me haya sentado aquí sin pedirle permiso, pero hace varios meses que le estoy dando vuelta a un asunto y creo que usted puede ayudarme, más ahora que es el candidato perfecto para el puesto de Kage.
El hombre negó rápidamente no solo con la cabeza, sinó también con la mano.
—No, no, niña—con humildad negó aquel honor—. No seré capaz de llevar adelante una aldea tan poderosa como está, no tengo ese sentido de responsabilidad, pero—se detuvo unos segundos para ver cómo el mozo les dejaba unos vasitos y la botella con alcohol. Hoshi la abrió y se encargó de servirle al Sannin, sin embargo, ella prefirió no beber—...¿Por qué primero no me dices quienes eres tú?
—Gracias—dijo antes de que se fuera el empleado, y volvió sus ojos al hombre—. Soy Himara Hoshi, actualmente me desempeño como ANBU bajo el mando de Morino.
—Te compadezco muchacha.
Hoshi se rió.
—Lo sé, pero créame que es bastante agradable—dijo defendiendo a su jefe ya que Ibiki no le resultaba para nada molesto—. Aunque nadie me crea.
—Yo también sería agradable si fuera él—Aquello fue un claro cumplido hacia la presencia de Hoshi,quién sonrió mostrándose halagada. Sin embargo, no dijo nada ya que no deseaba seguir con ese juego, al menos no hasta decirle lo que venía a decir.
—Jiraiya, entiendo el proceso de duelo por el que se encuentran, pero esto que vengo a decirle es cómo dije, muy importante—Jiraiya le dio un sorbo al sake, y la miró atento—. Es sobre Danzō, y Orochimaru.
El semblante del viejo se mostró serio cuando nombró a aquellos sujetos. Y Hoshi noto que aquel hombre había puesto toda su atención en ella. Al ver qué Jiraiya no emitía palabra, continuó con su exposición.
—Hace un año atrás, mí líder de escuadrón me advirtió sobre los planes de Danzō, y fue a raíz de esto que comencé con un proyecto de investigación, que me llevo a dar directamente con la relación que tanto Danzō como Orochimaru tienen—humedeció sus labios y carraspeó la garganta
>>Orochimaru es el encargado de realizarle mejoras a Danzō, y estoy casi segura que es este último quien le ha brindado la información para el ataque. Lo que yo no entiendo es que si sabiendo el problema que Danzō en su momento representaba para la aldea ¿Porque no se lo exilió de aquí? Ahí es cuando me puse a pensar que a Konoha no le convenía dejar fuera a Danzō ya que este, más mal que bien, se encargaba de diluir todas aquellas células rebeldes que pudieran atentar contra el gobierno bajo formas poco convencionales y hasta me atrevo a decir, ilegales. Pero entonces ¿Porque Danzō no evitó que Orochimaru atacara Konoha? Porque al fin de cuentas, el plan inicial de Danzō es eliminar a cualquier Kage que no fuera él. Y eso implicaba deshacerse del tercero.
Hoshi se detuvo unos momentos. Sentía como su corazón parecía estar a punto de estallar. Era muy común que cada vez que exponía alguna teoría su cuerpo se llenaba de nervios, y estar allí frente a Jiraiya no lo hacía una excepción.
—Jiraiya sama, tengo pruebas. Y las considero sumamente necesarias para que quien asuma el puesto de Hokage comience a transformar desde cero, los cimientos de la aldea, comenzando con la organización de Shimura. Por eso estoy contándole esto a usted, por qué es quien más cerca está de las responsabilidades de un líder—finalizó y atisbo de reojo el vaso que le habían traído a ella. Estuvo tentada a beber aquella bebida alcohólica, pero se contuvo.
Jiraiya seguía en silencio, procesando todo aquello. Él sabía sobre Orochimaru, y sobre la existencia de Danzō. Pero durante sus años fuera de Konoha había evitado en lo posible toparse con alguna noticia que empañara su misión de convertirse en un escritor excelente y famoso cómo lo era ahora.
Con lentitud volvió a llenar su pequeño vaso, y después de tragarlo sin ningún corte asintió procesando todo aquello.
—Debería ver esas pruebas que dices que tienes niña—replicó llevando su mirada profunda hacia ella. Hoshi pudo ver sus arrugas alrededor de los ojos y se quedó pensando en todas las cosas por las que había pasado aquel tipo—. Si lo que comentas es cierto, nos puedes ser de muy gran ayuda para la aldea, especialmente para Tsunade.
Hoshi frunció el ceño confundida.
—¿Tsunade?
La Himara sabía quién era Tsunade, ya que todos los años la Academia se encargaba de enseñarles sobre los flamantes Sannin de Konoha, pero le resultaba extraño oír su nombre especialmente en aquel contexto
—Posiblemente sea ella quien asuma el mando, y esto que me traes le caerá como anillo al dedo para ponerse al día—explicó, y rascó su mentón de manera inconsciente—. Pero se sumamente cuidadosa cuando hablas de esto.
Jiraiya sonó idéntico a Kakashi, y ahí Hoshi entendió como es que Kakashi admiraba tanto al viejo escritor. Era como su ídolo, su modelo a seguir. La castaña sonrió al pensar en su amigo escribiendo libros como aquellos.
—Si, lo sé, pero mis días están contados aquí—reconoció con un dejo de resignación en su voz—. Danzō ha hablado conmigo.
Con aquella frase Jiraiya la miro preocupado, y su enderezó su espalda.
—¿Cómo es eso? ¿Y qué te ha dicho?
—Me invito a unirme a su organización—dijo, y el viejo arqueo una ceja. Hoshi supuso que decir eso levanto sospechas en Jiraiya, por lo que rápidamente esclareció el asunto—. Mi respuesta fue claramente negativa, siéndole sincera Jiraiya, desde que me enteré de propósito de Raíz pensé más de una vez que este estaba muy relacionado con mis creencias, él siempre dijo buscar el bienestar igualitario dentro de la aldea, la independencia económica, entre otras cosas pero nunca hablaron de la manera en la que lo hacían—Jiraiya asintió con entendimiento, Raíz promulgada cosas que no cumplía.
—Hiruzen sabía de tu charla con Danzō?
—Claro que no—No pudo evitar lanzar una carcajada, mirando luego a uno de los focos encima de ella que parpadeaba amenazando con quemarse—. El Tercero fue muy claro con mí insistencia, y me prohibió el paso a su oficina, a menos que fuera algo importante. Si le contaba esto, probablemente mí familia corriera peligro, pero ahora que las cosas se han visto ligeramente modificadas creo que consideré su llegada como el momento de decirlo, más aún después del ataque de Orochimaru—su lengua humectó sus labios secos, y tragó saliva para poder continuar hablando—, mi intención es pedir el traslado a Tokubetsu, con una maestría en Leyes, ya que creo que todo esto que se nos puede servir para prepararnos ante eventuales ataques venideros.
Jiraiya volvió a servirse en su vaso, y después de tomar de lleno su contenido chasqueó la lengua. Ya no la miraba, simplemente veía la pared que tenía enfrente.
—Supuse que no tendría una bienvenida normal después de tantos años fuera—Hoshi sonrió al escucharlo—. Pero nunca creí que fuera tan compleja como lo que me estás haciendo saber ahora.
—Vuelvo a disculparme por molestarlo, pero como dije, Konoha tiene que saber que vienen peores cosas.
—Todavía no entiendo cómo es que no confiaste en Hiruzen y contarle todo esto—Sus ojos rasgados volvieron a buscar los de Hoshi. Está frunció la boca en una mueca y se encogió de hombros.
—Supongo que ser mujer me ha dejado siempre en desventaja—contestó, pero rápidamente agregado el porqué de esta suposición—. Y el Kage siempre estuvo rodeado de asesores hombres, esperar a que Hiruzen escuchara a un don nadie y encima mujer era prácticamente imposible.
—Patrañas—lanzo molesto el viejo—. Ha habido más heroínas mujeres que héroes hombres, ellas han administrado naciones completas, con liderazgos fuertes en otros países que ni registramos, incluso han sido y son más fuertes que los diez mejores hombres; todavía no comprendo cómo es que siguen trabajando en las sombras, y como hay sociedades cómo está por ejemplo, que las obligan a sentirse inferior que nosotros. ¿Que tenemos? —Hoshi lo oía completamente sorprendida, ya que era la primera persona a la que le escuchaba un tinte feminista en su discurso—. ¿Que nos hace mejores que ellas? Nada. Absolutamente nada. Durante años la gente ha creído que las mujeres deberían ser iguales a los hombres imitando su comportamiento masculino y rudo, que eran muy sensibles para ocupar puestos de altos mandos, o muy suaves para liderar ejércitos, que debían quedarse en la casa. Incluso recuerdo que en mis épocas de estudiantes, mientras nosotros practicábamos artes marciales, ellas estaban obligadas a tomar el curso de Decoración—Aquel hombre de fuerte carácter miró a Hoshi con una profundidad que parecía estar leyendo todo su interior—. ¿La decoración las iba a salvar de la muerte? No, claro que no, por eso las obligaron a ser débiles. Para que necesiten constantemente ser salvadas por machos como nosotros—ironizó. Un color rojo había invadido su rostro, lucía enojado—. Las mujeres no son iguales a nosotros, ni deben serlo en cuando a fuerza, personalidad, carácter. Las mujeres necesitan igualdad jurídica, necesitan tener los mismos privilegios que tenemos nosotros. Necesitan caminar libremente, justamente como nosotros—apoyo con brusquedad su brazo sobre la mesa, y negó efusivamente con la cabeza—. Por eso nunca entenderé cómo es que los Kages solo reciben consejos de hombres, sabiendo que hay tantas mujeres como tu, con los ovarios mejores puestos que sus propios huevos.
Cuando Jiraiya terminó su discurso, Hoshi tenía la boca entreabierta sin poder emitir palabra alguna. Su piel se había erizado como si alguien hubiese hecho cosquillas en su nuca, pero era a causa de lo hablado por aquél Sannin. Usualmente la castaña siempre tenía algo para acotar o discutir, pero las palabras de Jiraiya habían sido tan perfectas que habían dicho todo lo que Hoshi pensaba y mucho más. Y lo mejor de todo era que sus palabras eran sinceras, y no sonaban a un discurso complaciente. El hombre claramente estaba sintiendo lo que decía.
Hoshi no supo si era la luz, el lugar o lo que acababa de salir de la boca de aquel viejo lo que había hecho que de repente Jiraiya se viera como el tipo más interesante que ella había tenido enfrente. En todos sus años de enfrentar el machismo, Hoshi por primera vez tenía cerca a un hombre que decía lo justo y necesario, pero que lamentablemente tenía una fama contraria a su discurso.
La muchacha se relamió los labios nuevamente y arqueo las cejas sorprendida.
—Es increíble lo que dice usted, pero he escuchado que ha espiado a las chicas sin su consentimiento, ¿No cree que es bastante doble moralista lo que dice, a juzgar por lo que cuentan? —Hoshi lo estaba poniendo a prueba. Usualmente los machos encubiertos reaccionaban mal ante una pregunta capciosa como esa.
—Bueno, este...—Jiraiya se sonrojó y rascó su cabeza nerviosamente—, pero en ese caso estoy recopilando información para mis libros. Es trabajo.
—¿Espiar a las mujeres mientras se bañan es trabajo? —pregunto investigando más a fondo.
El viejo cerró los ojos solemnemente, y negó con la cabeza.
—Reconozco que de vez en cuando se me van los ojos—dijo sincerándose—. Y qué a veces la situación se va de las manos, pero déjame decirte niña que jamás me atrevería a tocar a una mujer sin su consentimiento, y si, puedes haber escuchado que dicen que me asomo a los baños termales, pero créeme que jamás me sobrepase con nadie ni vi más de lo que tenía que mirar.
Hoshi sonrió y miró hacia abajo.
—¿Alguna vez ha espiado a una mujer dentro de su casa?
Jiraiya negó casi indignado al oír aquello.
—¡Jamás! Eso es intolerable, cualquiera lo condenaría—Su voz sonaba segura y fuerte. Creía todo lo que decia—. Si me han visto rondar a mujeres han sido en los baños termales públicos, o en algún que otro lago, pero jamás he estado en un lugar que invada su privacidad.
—Está bien, eso es suficiente para mí—consideró pensativa mientras seguía sonriendo—. ¿Quién no ha mirado demás en los baños termales? Después de todo son públicos—los dedos de la chica jugaron con el borde de la mesa—. Pero me alegra saber que piensa así, más allá de que en el fondo sea un degenerado.
Jiraiya lanzó una risita, y después la atisbo de reojo.
—Tenemos que dejar de quedarnos callados ante estas situaciones—explicó con seriedad, volviendo al asunto—. El silencio también es perpetuar.
Hoshi escucho encantada aquella frase. Y pareció grabarse a fuego en su mente ya que nunca más pudo olvidarla. Recordó todo lo que le había costado llegar hasta ahí, y no pudo evitar mostrarse conmovida, pero rápidamente sacudió su cabeza para cambiar su semblante, y abrió su boca realizando otra pregunta.
—¿Me ayudará?
El viejo asintió pestañeando con lentitud.
—Cuenta con eso —bebió lo último que quedaba de la botella, y Hoshi supuso que a esa altura ya estaría bastante alegre—. ¿Por qué no me acompañas con un trago, niña? Parece que soy un borracho—bromeó llamando al mesero nuevamente.
Hoshi rápidamente detuvo su gesto sosteniéndolo el brazo y tironeándolo hacia abajo.
—No, no—dijo presurosamente—, gracias. Pero no bebo.
Jiraiya la miro achinando sus ojos, con una pose coqueta y frunció los labios,
—¿Qué edad tienes tú?
La castaña se mordió el labio inferior. Ya sabía por dónde estaba yendo el asunto.
—¿Que edad quiere usted que tenga?
Jiraiya lanzó una risotada que lo hizo ver mucho más atractivo de lo que ya era. Hoshi lo miró calculando cuanto media, ya que aun estando sentado le sacaba fácil tres cabezas.
—No menos de dieciocho, por favor—suplicó divertido después de beber de un solo trago el resto de sake que tenía frente a él.
—¿Diecinueve es suficiente? —mintió.
—Es suficiente—dijo satisfecho—. A ti te he visto con Kakashi—observó intrigrido, mientras la señalaba con el dedo índice— ¿Eres su novia?
Hoshi río divertida.
—Ni Dios lo permita.
Jiraiya chasqueó la lengua y asintió
—Lo suponía—expresó solemne—.En un momento me alegré por el, ya que creí que eras una de sus chicas pero después los vi varias veces juntos y pensé que eso es imposible, ya que Kakashi no dura más de una noche con ninguna—dejo el vaso en la mesa, y cruzo sus brazos sobre esta—. Es una lástima.
—¿Por qué? —preguntó curiosa mientras se acercaba más al Sannin—. Para mí mejor, soy libre y no tengo que rendirle cuentas a nadie, ¿No le parece Jiraiya Sama?
—Si me sigues tratando de usted niña, me harás creer que soy tu abuelo—dijo fingiendo que estaba ofendido. Sus ojos ahora solo se habían pasado en los de la muchacha, y los miraba con atención.
—Si me sigue tratando de niña, tendré que demostrarle que no lo soy.
Jiraiya cerró los ojos al oír aquello, y negó con mucha lentitud mientras se sonreía pícaramente. —¿Eres algún tipo de genjutsu? —bromeó—. Las mujeres no suelen decirme esas cosas, y huyen cuando estoy cerca.
—Pues que pena por esas mujeres, dejar pasar semejante oportunidad—Hoshi se inclinó hacia delante, mientras apoyaba su brazo derecho en la mesa y esbozaba una ligera sonrisa.
Jiraiya se la quedó mirando, y segundos después le respondió con la misma sonrisa que tenía ella.
***
El ataque de Orochimaru fue la cúspide de un iceberg que apenas estaba comenzando a verse.
Bastó un día para que los akatsuki hicieran una puesta en escena monumental y en el escenario principal aparecía un tal kisame, y para sorpresa de todos Itachi Uchiha. Hoshi no podía creer lo que estaba oyendo, y tuvo que comprobar con sus propios ojos que Itachi volvía a la aldea, pero esta vez como un total renegado.
Su pecho se estrujó al ver desde lejos como se enfrentaba con facilidad a Kakashi y a otros Jōnin entre los cuales estaba Asuma. Se quedó pensando durante varios días la forma en la que el sistema lo había corrompido y que él no era más que una víctima de este y del autoritarismo con el que Konoha se había manejado con su clan.
Fue Jiraiya quien se encargó de detenerlo hábilmente, y fue también este junto a Naruto quienes trajeron a la quinta Hokage, luego de un último enfrentamiento con Orochimaru y Kabuto, quien se encargó no solo de curar a Kakashi luego de su enfrentamiento con Itachi, sino también a Lee a quien luego de su batalla contra Gaara la suerte no le había sonreído.
Fue un dos de septiembre cuándo Tsunade asumió su rol como Líder de Konoha. Hoshi se sintió emocionada de que por primera vez fuera una mujer quien ocupara ese puesto, y más allá de que tenía un carácter bastante aterrador, la castaña tenía fe de que su gestión fuera realmente buena e igualitaria.
Fue Jiraiya quien la acompañó a tener su primer Reunión con la Quinta. Después de aquella charla en el bar, Hoshi había encontrado en el viejo escritor una fuente de confianza segura en una aldea donde hallar a infiltrados era cada vez una posibilidad mayor.
─Permiso─dijo tímidamente asomándose por la puerta. Por su mente se le vino las veces que había entrado a aquel lugar a platicar con Hiruzen y no pudo evitar sentirse nostálgica.
─Si, pasa pasa.
La mujer habló y esbozo una amplia sonrisa. Lo primero que pensó la Himara al verla fue que era una mujer sumamente bella. Su cabello rubio peinado en dos coletas le daban ese aire juvenil, sin embargo, por rápidos cálculos de edad Hoshi pudo interpretar que Tsunade en realidad se veía mucho mas joven de lo que era. Y eso era realmente una pena. La sociedad había obligado a las mujeres a tener miedo de asumir su edad y llevarla con orgullo, justamente por los modelos hegemónicos de belleza.
Hoshi los había vivido en carne propia. Sus compañeras a la edad de quince años tenían curvas llamativas, y rostro mas maduro. En cambio, ella con sus diecisiete seguía siendo lo que decían los varones 'una tabla'. Pero esto a ella le valía madre. Siempre creyó que la mejor manera de hacerle frente a estas dicotomías patriarcales era estudiando, y tener más o menos tetas no condicionaban el obtener conocimiento.
─Ella es la muchacha de la que te hablé Tsunade─dijo Jiraiya animado mientras se apoyaba en el ventanal y flexionaba una pierna sobre el marco─. Hoshi es miembro del escuadrón ANBU, pero mejor dejaré que te cuente ella.
Hoshi sonrió divertida, ese hombre le parecía muy simpático. Tsunade, quien miraba a su antiguo compañero de equipo ahora había dirigido la vista a la Himara, y esta supo que la estaba estudiando.
─Un placer Hoshi─saludó amablemente─...Jiraiya ha estado hablándome de ti desde que me encontró en Tanzakugai, y me comentó que has estado realizando un muy buen trabajo. ¿Podrías contarme de que se trata?
─Si Tsunade sama─ Estiró la mano en la que tenía un pequeño pergamino azul y lo dejó caer sobre el escritorio de la mujer, quien lo tomó con finura. Hoshi le vió sus uñas, y disimuladamente se miró las de ellas, que a comparación con las de Tsunade eran horribles─. Hace un par de años atrás, mi anterior comandante del escuadrón en el que me desempeñaba me advirtió sobre las actividades de Orochimaru en la aldea, y me dijo entre otras cosas que no me confiara de nadie, y mucho menos de Danzo.
─¿Danzo?─preguntó de forma retórica, atisbando rápidamente a Jiraiya quien hizo un gesto afirmativo─...Sigue, por favor.
─A los meses su pareja murió sospechosamente, o mejor dicho lo mataron, pero jamás nadie investigó su muerte y pareció ser un suicidio, que créame cuando le digo que no lo fue ─Tsunade levanto la vista unos segundos para verla a Hoshi, y luego continuo con la lectura ─.Shamui, mi comandante desertó, pero se encargó de dejarme suficiente información para que yo continuara con lo que él estaba investigando.
─Ya veo, por lo que leo aquí, Shamui era uno de los experimentos de Orochimaru ─dijo bajito, concentrada en lo que su cabeza estaba procesando. Aun así, no sonaba sorprendida. Quizás, al conocer de otra forma a Orochimaru sabía que era capaz de hacer cualquier cosa─...¿Y que has resuelto, Hoshi?
La aludida respiró profundo, de manera diafragmática mientras sus manos arruchaban el pantalón a la altura de las rodillas. Tenía que se muy cuidadosa a la hora de decir lo que diría ya que podía sonar como una conspiranoica.
─Orochimaru ha estado trabajando de manera remota con Danzo, porque el objetivo de este ultimo es liderar la aldea, y fueron ellos dos quienes idearon el plan de la ultima invasión a Konoha, y por lo tanto, el asesinato de Hiruzen─explicó─. Ahora, lo que sucede es lo siguiente. El plan de Danzo claramente no era que Orochimaru fracasara en parte en su misión y no esperaba para nada, estoy segura, que usted asumiera el rol como Kage, por lo tanto, eso nos da una ventaja. Danzo volverá a atacar, pero no creo que lo haga nuevamente con Orochimaru, y después de la aparición de Itachi y ese tal Kisame tengo mi teoría que los dos están moviéndose con una organización mucho mas grande que un simple dueto.
Tsunade se quedó en silencio, rumiando aquellas palabras. Con suma lentitud se fue incorporando de la silla y estiró su espalda empujando su cadera con ambas manos. Suspiró, y miró a Jiraiya con un dejo de agobio.
─Bonita manera de recibirme ¿Eh? ─dijo entre risas.
Hoshi creyó que eso sonó a un 'Me rio para no llorar', y era entendible. Ella no se imaginaba estando en los pies de aquella mujer.
─Si me deja continuar, Tsunade Sama ─replicó Hoshi tomando mas valor en su tono de voz─...Considero que es necesario alertar a los Daimiyo de todas las aldeas ninjas, y comenzar a realizar alianzas urgentes que aseguren el bienestar de todos los habitantes de los países y podamos evitar o retrasar de alguna manera la creación de nuevas células terroristas ─Con seguridad también se puso de pie y sacó de la carpeta que llevaba una hoja con espacios vacíos y lugares para completar─, Si me permite, Tsunade Sama, mi intención es abandonar las filas ANBU y dedicarme a ser una Jōnin Tokubetsu, creo que puedo ayudar mucho a la aldea si me especializo en las leyes del mundo ninja, y podemos proteger a mas gente de ataques como los sucedidos, o de perdidas como el caso de Naruto o Sasuke. Creo que las gestiones anteriores tuvieron defectos que si se veían con anticipación muchas personas que están muertas, hoy no lo estarían.
Los ojos de Tsunade se abrieron como platos al oír esto.
─Que audaz que eres al decir que las gestiones anteriores tuvieron sus defectos, ¿No crees? ─Se llevó un brazo a su cintura, pero no sonaba enojada. Parecía divertirse, y Jiraiya igual ya que sonrió notablemente al oír lo que decía Hoshi.
─Las cosas buenas hay que reconocerlas ─respondió Hoshi, impasible─. Pero las cosas malas también, de lo contrario se siguen reproduciendo en el paso del tiempo, y como me dijo alguien sumamente sabio ─sus ojos miraron de soslayo al escritor─...El silencio es perpetuar.
Si bien no dijo nada, Hoshi supo que aquella justificación había gustado a la mujer por como se iluminó su rostro. Contorneando sus caderas caminó hacia un librero y extrajo de allí lo que parecía ser su agenda, forrada de cuero marrón. Con serio semblante sus ojos recorrieron sus páginas.
─Jiraiya─lo llamó.
─¿Ah?
─Dile a Shizune que nos traiga té, y algo para comer ─El Sannin la oyó con atención─. Y luego ven a ponerte cómodo, los tres estaremos aquí por varias horas. ─Al decir esto sus ojos profundos miraron a Hoshi, dedicándole una sonrisa de complicidad a la que la kunoichi le respondió orgullosa.
Shizune era la secretaria amable de la Quinta, quien les trajo enseguida una tetera con Oolong y varias porciones de budín de pistacho. Hoshi intentó comerlo, pero apenas le dio un mordisco tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para contener las arcadas y tragarlo para después dejarlo en el plato y jurar que jamás volvería a comerlo.
Como predijo la Quinta, fueron casi cuatro horas las que los tres estuvieron reunidos recopilando la información y desarrollando el nuevo plan de carrera de Hoshi.
Las ordenes de Tsunade eran que enviarían a ella a especializarse en cada una de las capitales de los países del mundo en sus leyes y constituciones que regían en respectivas tierras para poder elaborar un plan que contuviera a estas en el caso de una nueva invasión o un enfrentamiento masivo. Tsunade estaba dispuesta a enviarla inmediatamente, sin embargo, Hoshi recordó que todavía en ANBU tenía una misión pendiente.
Hacia varios meses que el escuadrón estaba haciéndolos ir a otras aldeas desmilitarizadas a firmar lo que parecían ser acuerdos de neutralidades. Hoshi tenía la teoría que esto era para evitar que Konoha siguiera desarrollando enemigos, o que en el caso de una guerra tuvieran tierras que utilizar para las batallas sin necesidad de destruir la propia aldea.
Hoshi estaba dispuesta a firmar el pase de categoría inmediatamente, sin embargo, en la cena de cumpleaños de Kakashi, este había platicado con ella sobre su ultima misión en ANBU y cuándo esta le informó sobre su intención de irse inmediatamente, el peli plata le insistió en que la realizara para colaborar con su escuadrón y luego irse definitivamente. Y Hoshi no podía decirle que no. Pero tampoco podía decirle a Tsunade que no firmaba el pase ahora porque era muy influenciada por Kakashi, ya que posiblemente le daría una patada en el trasero.
Entonces arreglaron que Hoshi cumpliría con su ultima tarea como ANBU y que al volver sería efectivo su pase, sin embargo, aprovecharía el viaje a la Aldea del Arroz para entregar a los señores feudales de allí los informes que Tsunade y su equipo elaboraría sobre las nuevas estrategias de defensa; misión que demás estaba decir, sería confidencial.
La emoción de tener a una mujer líder y de cumplir con el sueño de hacer de aquel mundo un lugar mas justo y seguro para todos duró lo mismo que duraba un Icha Icha sin leer en las manos de Kakashi. Y semanas después de aquella motivadora reunión, sucedió lo que nadie esperaba.
Sasuke desertó.
Un grupo de ninjas del sonido se enfrentaron a los gennin de Konoha, pero a pesar de que estos les ganaron con amplia ventaja no pudieron evitar que el Uchiha mas joven tomara aquella decisión que después de mucho tiempo, le costaría tanto a la aldea.
A Hoshi le rompió el corazón ver como Naruto perdía a su mejor amigo a pesar de poner toda su alma en evitar que se fuera. Lloró con el al verlo en el hospital, y se prometió a si misma hacer todo lo que tuviera a su alcance para que nada como eso volviera a sucederle a nadie.
Esa mañana después de desayunar junto al rubio en aquella cómoda sala del hospital de Konoha, salió a buscar a la otra persona que se estaría martirizando por lo sucedido: Kakashi. Este no estaba en su departamento, ni en la oficina de los Jōnin, Tsunade no lo había visto, y Jiraiya preocupado le había dicho que tampoco. Hoshi había estado buscando a Kakashi todo el día. Sabía que estaría intentando ocultarse de todos, porque seguramente se estaría culpando así mismo de la huida de Sasuke. Por eso necesitaba verlo. Porque debía decirle que no era su culpa, que Sasuke había decidido por sus propios medios irse hacia mucho tiempo y que ni él ni nadie hubiera podido impedirlo.
Lo encontró lejos de Konoha, cerca del pueblo de los juegos. Justo en el límite entre Konoha y Tanzakugai allí había un verde prado, con un lago al que Kakashi solía ir de vez en cuando para dejar que sus Ninken se distrayeran.
El sol estaba cayendo cuando Hoshi se acercó a su amigo. Kakashi estaba con las manos apoyadas en un árbol descascarado, con rastros de que había sido golpeado incansablemente. Y los nudillos del joven daban señales de esto.
—Kakashi—susurro preocupado al ver el estado del muchacho, quién no se atrevió siquiera a alzar la cabeza.
—Déjame Hoshi, necesito estar solo— atinó a decir. La castaña frunció el ceño entristecida, y miró como el chaleco táctico hacia tirado por allí dejando a Kakashi solo con su remera azul. Los canes, por otra parte, estaban acostados al lado del espejo de agua, cómo contagiados por aquella nostalgia de su dueño.
—Eso es lo que quieres, pero no lo que necesitas—dijo con calma. Acercándose más mientras Kakashi continuaba dándole la espalda.
—No pude contenerlo en la aldea Hoshi, me ocupe de cavar su propia tumba —lanzo sin más, con una voz que sonaba casi quebrada y lúgubre. Voz que arruchó el corazón de su amiga —. Le falle a mis amigos, le fallé a mí padre y ahora le falle a mí estudiante...Soy un fracaso.
Kakashi alzo su puño solo para dejarlo caer con fuerza sobre el tronco, lastimándose aún más de lo que estaba lastimado. Hoshi se sobresaltó por aquello, y sin pensarlo se arrojó sobre Kakashi abrazándolo con fuerza por la espalda dónde apoyo su cabeza, entrelazando sus manos a la altura de su pecho.
—No digas eso Kakashi—su voz sonó a súplica, mientras se encargaba de abrazarlo con más fuerza.
Kakashi seguía apoyado sobre el árbol.
—Deberías alejarte tu también—hablo con lentitud. Más lentitud de la que estaba acostumbrada Hoshi a escuchar—... lo más probable es que te falle a ti también.
—La única manera en que me falles, es pidiéndome que me vaya en tu peor momento.
Hoshi no pudo verlo, pero Kakashi sonrió débilmente al oír aquello. separó una de las manos que tenía en el árbol y la apoyo sobre la derecha de Hoshi, apretándola con fuerza.
Así estuvieron un rato. En silencio.
El primero en moverse fue el peliplata, quién enderezó su espalda a medida que los brazos de Hoshi dejaban de rodearlo. Kakashi se fue dando la media vuelta hasta quedar enfrentado a su amiga, quién esperaba atenta ver sus ojos y si allí había algún indicio de que había llorado.
—¿Estás mejor? —le preguntó tímidamente. Fijando sus ojos en los de el.
Kakashi no tenía su banda ninja, y su Sharingan estaba al descubierto. Hoshi se preguntó cuánto tiempo lo habría usado, y si no estaba a punto de desmayarse como cada vez que lo sobreexigia.
─Gracias─le dijo, en uno de los momentos mas vulnerables en los que Hoshi lo había visto. Aun así, su amiga se dio cuenta que no respondió su pregunta, y se sintió estúpida al darse cuenta que le había preguntado algo obvio.
Claramente no estaba mejor.
─Kakashi ─comenzó a decir Hoshi─. No voy a decirte lo mismo que te han dicho todos, no quiero caer en lo mismo ─El pecho de Hoshi se infló para después dejar salir un suspiro ─. Está bien que te sientas de esta forma, si es tu manera de procesar lo sucedido esta bien. Lo que no esta bien es creer que eres responsable de lo hecho. Por mas guía que le hayas dado a Sasuke, por mas soporte, por más, no lo sé, ¿Escucha? El tenía esto decidido hacía ya varios años y ni tú, ni la amistad con Naruto ni nada por el estilo podría haber cambiado una idea que ya tenía metida desde niño ─ La muchacha cruzó los brazos y miró la fina hierba a sus pies. A centímetros de ella había un par de flores amarillas de Diente de León. Recordó lo mucho que le gustaba soplarlas una vez secas ─.Eres el tipo mas capaz e inteligente que he conocido, si hubiera habido una chance de retenerlo lo hubieras logrado, pero él simplemente había tomado su decisión, y nunca Kakashi, debes hacerte responsable de las decisiones que tomen otros.
Los ojos de Hoshi lo miraron con cierta pena, o quizás era comprensión, porque conocía perfectamente la sobre exigencia que tenía Kakashi para consigo mismo. El joven ninja permaneció mudo por unos segundos, y sin previo aviso se abalanzó sobre su amiga abrazándola casi con desesperación.
Aquél era el gesto mas tierno que Kakashi había tenido para con Hoshi, y esta lo recibió sonriendo amistosamente. Era una forma de agradecerle su apoyo, su preocupación constante por su bienestar, su amistad desmedida; o al menos ella lo interpretó así.
─Hueles a primavera Kakashi─le dijo cerrando los ojos segundos antes de separarse. Kakashi no pudo evitar reírse. Tenía una de sus manos entrelazadas en el largo cabello de la chica, y la otra, sosteniéndola de uno de sus brazos.
─¿A primavera?─preguntó divertido, susurrando.
─Sí, hueles a lapacho y paraíso─Hoshi hacía mucho tiempo que creía aquello, que el aroma de su amigo le recordaban esas épocas de caminata debajo de los cerezos, y los paraísos deleitándose con sus aromas dulces y afrutados. El ninja sonrió y finalizó suavemente el abrazo para mirarla a los ojos.
Ninguno de los dos dijo nada más sobre el tema.
─ ¿Tendrás tiempo para vernos la próxima semana?─Hoshi se rascó la punta de su nariz.
─Serán los últimos días de entrenamiento con Sakura y Naruto─Kakashi le había comentado que otras personas se harían cargo de sus dos pupilos─. Pero creo que podré hacerme un tiempo.
─Me gustaría verte antes de mi misión al Arroz─reconoció Hoshi. Nunca se iba sin despedirse de su amigo.
─Sí, descuida. Así será─le aseguró Kakashi bajo la sonrisa alegre de la castaña. Esta se despidió, y antes de marcharse pasó a saludar a cada uno de los canes que reposaban a la orilla del lago. Tiempo después Kakashi se arrepentiría de no haber disfrutado aquel momento un poco más.
Naruto salió del hospital y tuvo sus últimos entrenamientos con Kakashi. Jiraiya sería quien se encargara de el portador del Kyuubi y Tsunade, para alegría de Hoshi que no tenía nada que ver en el asunto, entrenaría a Sakura.
A finales de la semana siguiente Kakashi y Hoshi almorzaron previo a su partida de la misión. Hablaron sobre guerra, sobre batallas, sobre corrupción, pero también Hoshi le dijo que le resultaba un alivio el hecho de verlo mas animado al peli plata.
Ninguno de los dos sospechaba ni tenía idea de que ese sería el ultimo almuerzo que compartirían. Esa mañana, ambos se levantaron con una pesadez en su pecho, no habían dormido bien o habían tenido muchas pesadillas, y quizás, si los dos le hubieran hecho caso a esa sensación de que algo andaba mal habrían charlado, reído, bromeado mucho más de lo que lo habían hecho.
Pero lamentablemente, ninguno de los dos era bueno haciéndole caso al corazón.
*****************
HOLA HOLA HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Ay si, perdón, me van a matar ¡Me demoré una banda de tiempo en actualizar!!!! pero saben que me gusta agregarle dibujitos al final del capitulo y no habia tenido tiempo de hacer uno para esto.
Antes de empezar a reflexionar sobre el capítulo, les voy a advertir que en el próximo se va todo a la mierda jajajajjjajajajja Asi que ya saben, si quieren seguir leyendo atenganse a las consecuencias porque es MUY fuerte, de acá al final volvemos al drama que caracterizó a Saudade T_T
Pobre Hoshi!!!!
En este capítulo creo que vimos un acercamiento aun mayor con su amigo Kakashi. Esa ultima escena me parecio tan fraternal que tenía que hacer un dibujito sobre ese último abrazo que tuvieron los dos. ES TAN SAD TODOOOOOO
Creo también que Hoshi cambió bastante desde que comenzamos a contar su historia, y hoy por hoy es una piba mucho mas madura que cuando apenas ingresó a ANBU, tal es asi que finalmente se dio cuenta que su vocación no es el escuadrón, sino luchar por la Justicia.
¿Que opinan de Jiraiya alias el aliado feminista? Déjenme decirles que lo leo y a mi se me cae la bombacha JAJAJAJJAJAJA No, hablando en serio, antes de escribir la historia me encargo de estudiar mucho a los personajes, y mas allá de sus espiadas a las chicas y esas cosas, Jiraiya es un tipo que respeta mucho a las mujeres y valora su fortaleza. Entonces me pareció lindo resaltar esta parte y no el rol de mierda que le puso masashi como degenerado. ¿Ustedes que piensan?
EN FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN, espero de corazón que les haya gustado!!! Ahora viene la parte de los agradecimientos que les juro AMO literalmente escribir. Ya dije todo lo que tenía para decir y realmente no tengo mas palabras para expresar el amor que siento cuando me escriben, comentan, votan, se involucran con la historia, etc. Leo TODOS, les juro TODOS los comentarios que me dejan, pero como me gusta tomarme mi tiempo para escribirles a todes cosas diferentes y no ser una maquina automática de respuesta, prefiero contestarles cada vez que actualizo para que vean que me he tomado el tiempo de leer cada cosita hermosa que me escriben.
Mas allá de los comentarios de mierda respecto al 2020, yo tengo que decir que tuve un año de puta madre, y una parte de esto se debe a todo lo que me reí, me emocioné, rabié y llore con las cosas que me decían y me dicen en cada capítulo. Les juro que son sumamente importantes para mí, y se que detrás de cada cuenta hay une usuarie super valiose que va a poder contra todo lo que se le venga encima. Y si alguna vez se sienten mal, deprimides, tristes, saben que acá hay una pseudo escritora que estará siempre dispuesta a darles una mano y charlar un ratito.
Antes de despedirme, me gustaría que me escriban por privado con sus correos electrónicos, ya que me encantaría mandarles un regalito que les preparé para el fin de año!! Asi que les espero en mi buzón.
Ahora sí,
¡Que pasen una muy feliz navidad!
Les quiero un montón.
:)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro