Hoseok sintió la semana de remodelación como si hubiera pasado un mes, aunque aun no estaba completamente recuperado de su caída, necesitaba distraerse con el único hobby que lo transportaba a su mundo soñado, uno donde Yoongi lo apreciaba o si era un poco más fantasioso, lo amaba aunque fuera por poco tiempo, era feliz. 

- Muchas gracias señor, le pediré al señor Wen que lo dirija a la puerta - habló Hoseok con una sonrisa radiante al mismo tiempo que le entregaba el cheque de pago.

- Gracias, espero le guste joven Min, me esmeré en su cuarto favorito, hasta pronto y recupérese - habló el señor moviendo su mano derecha mientras salía de la casa.

Una vez que Hoseok se encontró solo, caminó lo más rápido que sus aún adoloridas piernas se lo permitían, cuando llegó a la sala tenía una sola idea en mente, llamar a su madre.

Un timbrada, dos timbradas fueron suficientes para que el teléfono al otro lado de la línea sea contestado.

- Hola Hobi, mi vida ¿Qué pasó? - fue lo primero que escuchó Hoseok de los labios de su madre, al otro lado de la línea.

- Hola madre, estoy bien, iba a llamarte cuando llegara Yoongi pero no puedo esperar, podrías mandarme mis materiales de dibujo, la remodelación ya terminó y deseo comenzar a pintar - habló emocionado Hoseok, con muchas ideas en su cabeza para empezar a dibujar.

- ¿Materiales de dibujo? Yoongi no me ha mandando nada, espera déjame preguntarle a tu padre, pero sería imposible que no me lo dijera - el entusiasmo de Hoseok se desvaneció rápidamente, con cada palabra de su madre, la espera se volvió más tensa - Mi vida no he recibido nada de eso, ¿estás seguro que lo enviaron para acá? 

- Lo siento mamá, posiblemente Yoongi lo envió a otro lugar y no me dijo, no te preocupes te llamaré luego cuídate, te amo - ni bien terminó de despedirse colgó la llamada con un nudo en su  estómago.

Hoseok pensó que Yoongi no podría decepcionarlo más, pero al parecer, se había equivocado, él se esforzaba para que eso pasara, sintió ira hacia sí mismo, ira por  dejar que su esposo haga lo que quiera con él y también porque aún así lo seguía queriendo. Hoy Hoseok se lanzaría a la suerte y hablaría con Yoongi sobre su divorcio y del solo pensar en ese tema un fuerte escalofrío pasó por su columna, esperaba que no reaccionara de mala manera.

Yoongi llegó muy pasada la noche, estacionó su automóvil negro frente a la entrada de su hogar, recordó que hoy la remodelación había concluido, nuevamente tendría a Hoseok tras suyo pidiéndole sus materiales, el solo hecho de pensarlo provocó que un creciente dolor se acentuara en su cabeza.

Con pasos pesados ingresó a la sala esperando que Hoseok llegara a recibirlo, cosa que nunca pasó, la paciencia de Yoongi nunca había sido una de sus cualidades, el creía que eso solo lo convertía en alguien vulnerable.

- ¿Dónde estás Hoseok? - habló fuerte Yoongi sin la intención de gritar, aunque no escuchó ninguna respuesta - Hoseok - habló nuevamente dirigiéndose a la sala, pensando seriamente levantar a los sirvientes.

Al no encontrarlo en su dormitorio, Yoongi buscó en las demás habitaciones sin ningún éxito alguno, su enojo acrementaba y se preguntaba ¿Cómo su esposo escapó? La salvaguarda que colocó le impedía salir a no ser que él le otorgara permiso, suspiró y como última opción salió a revisar el patio trasero.

El pelicastaño se encontraba sentado en una de las sillas colgantes, a pesar del frío que iba aumentando, se sentía tranquilo en ese lugar, no le preocupó el estruendo que provocó Yoongi al abrir y cerrar la puerta del patio, se estaba preparando mentalmente para lo que vendría.

- Hoseok, maldita sea ¿estás sordo? - Yoongi a pesar de hablar amenazante, cayó en cuenta que Hoseok no se inmutó - Hoseok, no gastes más mi paciencia.

- Yoongi necesito hablar con usted - habló delicadamente Hoseok, haciendo que Yoongi se detuviera a unos cuantos pasos del pelicastaño - Cuando me enamoré de usted me prometí que usted se volvería mi todo, estaba dispuesto a todo, sin embargo estos años de matrimonio me obligué a tapar mis ojos de la verdad, usted nunca me amó y dudo que lo haga, si me amara no me golpearía, no me obligaría a cambiar mis gustos. Quiero irme de aquí, llegué a la conclusión que nosotros nunca debímos estar juntos y sus actos hacen que ese pensamiento se vuelva una afirmación, me duele porque yo de verdad lo amo.

El silencio se vio interrumpido por la fuerte ventisca nocturna, Hoseok aparentaba paz sin embargo suplicaba que todo saliera bien, todo lo que había dicho era verdad así se sentía, aunque guardaba un pedazo de esperanza que Yoongi se disculpara, él estaba dispuesto a perdonarlo.

- Hoseok si mi memoria no me falla, me prometiste tu vida - habló Yoongi acercándose a Hoseok - Te golpeo para que seas un mejor esposo, muy pronto elegirán al nuevo gran brujo y quiero serlo pero debo ser perfecto y eso incluye a los que están a mi alrededor - exclamó tranquilamente Yoongi sosteniendo de forma ruda el mentón del  pelicastaño - Namjoon intervino en tus pensamientos, no te dejaré ir a ningún lado así tenga que sacarte esa idea a golpes, me entendiste amor.

Hoseok cerró sus ojos como esperando algo que su cuerpo conocía a la perfección, Yoongi se desahogó con todas las fuerzas que tenía, hizo oídos sordos a todo ruido y solo se enfocó en que su muñeco entendiera que nunca se iría, solo hasta cuando ya no lo necesitara.

Nadie se dio cuenta que en medio de la sala, apareció un portal y que de este aparecían tres personas.

Hola ❤️🖤
Antes que nada les deseo un buen año 💫 (aunque atrasado)
Aquí un nuevo capítulo, espero sea de su agrado.
Cuídense y hasta la próxima.
🖤❤️