Hoseok a lo largo de su niñez había sido  consentido por sus padres y cualquier persona que lo llegaba a conocer, poseía muchos sueños y metas, sin embargo el rumbo de su vida dio un gran giro cuando conoció a Yoongi a la edad de 15 años, inconscientemente dejó de lado el cumplir sus propios deseos y colocó como prioridad cumplir los de Yoongi.

Esa mañana un estridente sonido despertó al castaño, le tomó unos segundos para coordinar su cuerpo y se dispuso a buscar de donde provenía el fuerte sonido, encontrarlo realmente no fue un obstáculo pues su respiración se detuvo al ver la puerta abierta de su habitación que había designado como su lugar seguro para pintar, ingresó lentamente y observó mientras un dolor punzaba de forma abrumadora su corazón, Yoongi había destruido todas sus obras, pinturas y materiales de dibujo.

- Buenos días cariño - habló de forma dulce Yoongi, sin embargo Hoseok sabía que de dulce no tenía nada - Estaba observando tus trabajos, son muy buenos, lo admito, pero ¿esto es más importante que yo? todos los días siempre te encuentro aquí y si yo no regresara a casa no saldrías nunca, eres un mal esposo - con cada palabra el tono de voz de Yoongi iba tornándose sombrío por la ira contenida - Te he dado mucha libertad en permitirte un hobbie pero hasta aquí, vas a limpiar este desastre y olvídate de pintar, así nunca serás un esposo perfecto.

Hoseok meditó, tantos años colocándose en segundo lugar ¿de qué sirvieron? Esa pregunta apareció, tenía unas inmensas ganas de llorar por frustración e ira, como si este acto hubiera sido un detonante en su forma de pensar, respondió  - Me quiero separar, ya no quiero estar contigo - esas palabras no solo sorprendieron a Yoongi, también a Hoseok el lugar se quedó en un gélido silencio.

- ¿Eso quieres en realidad?, no me hagas reír cariño, ve a preparar el desayuno para hablar - dijo Yoongi ocultando el enojo con burla. 

- ¡No, ya no quiero hablar lo único que deseo es irme, te amo pero quiero estar lejos de ti! - gritó Hoseok desahogándose en cada palabra - A tu lado vivo en una prisión, no lo quise ver antes pero ahora sé que no quiero esta miserable vida. 

Mientras más hablaba el castaño, la ira de Yoongi aumentaba considerablemente, apretó su mano derecha y con fuerza golpeó la mejilla del pelicastaño haciendo que este cayera al suelo, el llanto de Hoseok iba en aumento con cada patada que le propinaba su esposo, desesperado y con pocas fuerza comenzó a arrastrarse como un intento de huida, ni siquiera logró salir de la puerta cuando sintió su cuerpo flotar, abrió sus ojos sorprendido porque Yoongi nunca había usado su magia para golpearlo hasta ahora, pues un de un momento al otro su cuerpo impactó en una pared, el golpe le provocó a Hoseok problemas para respirar y que su visión sea borrosa sin embargo Yoongi no se detuvo, nuevamente lo levantó y lo lanzó contra la misma pared. 

Yoongi observó sin emoción alguna el cuerpo inconsiente de Hoseok, se inclinó al lado de este y su dedo paso por los labios del castaño  manchándose con la sangre, con ella escribió en el suelo manchado de pintura, "Yoongi" abriendo un pequeño portal.

- Señor mío ¿qué se le ofrece? - dijo un hada haciendo una reverencia a Yoongi 

- Destruye los recuerdos del dueño de esta sangre - ordenó Yoongi al hada - Quiero que olvide lo que pasó aquí 

- A sus órdenes - habló mientras se dirigía al cuerpo inconsiente, con su pequeña mano tocó la frente de Hoseok, el hada empezó a brillar mientras traspasaba cada recuerdo a su mente y lo sustituía por otro, al terminar el brillo menoró su intensidad y con otra reverencia regresó al portal.

Cuando Hoseok despertó se dio cuenta que era de noche, asustado se intentó levantar de la cama sin ningun éxito pues sintió un agudo dolor extenderse por todo el cuerpo, escuchó como se abría la puerta de la habitación y de esta apareció Yoongi. 

- Despertaste al fin - habló Yoongi, dirigiéndose al armario.

- ¿Qué me pasó? - preguntó Hoseok despacio, su garganta dolía, trató de recordar pero cada vez que hacia el intento imágenes borrosas aparecían en su mente 

- Creo que te caiste de las escaleras, cuando llegué te encontré inconsciente, te subí al cuarto, tan idiota eres como para caerte, hoy tenía una cena. - bramó Yoongi colocándose el saco del traje.

- Lo si...ento, no volverá a suceder. - habló sorprendiendose al ver como sus recuerdos se volvían más nitidos, en realidad sí había resbalado.

- Los cuartos y tu cuarto de pintura estarán en remodelación, tus cosas las envié a la casa de tu madre, no quiero que estorben aquí - habló Yoongi satisfecho al ver como Hoseok sumisamente asentía con su cabeza, lo tenía en sus manos nuevamente - Adiós.

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