>>V O T E - V O T E - V O T E<<

Barry y su equipo elegido para rescatar a Harry Wells de los feos enredos de Grodd habían tenido éxito en su mayoría, llegando a casa no mucho tiempo después de saltar a través de las luces azules giratorias del portal de la Tierra Dos. Aparentemente, la misión de rescate se había desviado un poco pero eso era natural, pero habían llegado a casa en una sola pieza, a pesar de tener la horrible verdad de que un ejército de gorilas asustadizos y muy inteligentes venían hacia nosotros muy pronto, y traían el caos de la guerra con ellos.

"Nunca es un simple viaje a otro mundo, ¿eh?" Encontré a Barry en los niveles del sótano, reflexionando sobre el predicamento actual por sí mismo. Había arrastrado una silla del escritorio y se sentó a mirar el tablero con cada detalle de la línea de tiempo que teníamos que cambiar, incluyendo Central City siendo atacada por Grodd y su ejército. "Sabes, cuando mencioné que realmente odio a los gorilas era una forma de decirte que no quería que atacaran nuestra ciudad."

Dio un largo suspiro, algo que sabía que seguiría con mi comentario. Sus brazos serpentearon alrededor de mi cintura, tirando ligeramente hasta que yo estaba anidado en su regazo, mis manos ahuecando sus hombros. Había una terrible preocupación en sus ojos verdes, y ahora mismo, sólo quería quitarle la carga que llevaba sobre sus hombros. Odiaba verlo tan preocupado todo el tiempo, y en estos días, eso era lo único que hacía realmente. "Es una horrible batalla que se sigue a otra". Murmuró en voz baja, empujando un poco de pelo detrás de mi oreja y mirándome. "¿Recuerdas cuando todo lo que teníamos que preocuparnos era el Flash Inverso? No teníamos locos problemas de línea de tiempo, no teníamos profecías que dictaran nuestras vidas. ¿Recuerdas cuando éramos sólo tú y yo? Un paciente en coma y una candy striper."

Una sonrisa se me pegó en los labios con sus palabras. Fue literalmente hace toda una vida que fuimos esas personas un tanto jóvenes e ingenuas. Teníamos problemas en ese entonces, pero nada comparado con lo que enfrentamos ahora y la tragedia que vendría pronto. Sabía que se preocupaba por nuestro futuro y por la noche, era lo único que me inundaba la mente, pero intentaba ser valiente por él y por mis propios seres queridos. "Oh, cómo cambia el mundo". Tarareé. "¿Pero adivine qué, Sr. Allen? No lo haría de otra manera. No somos las personas que éramos hace años, estamos mucho más a mano con la oscuridad y la angustia".

"¿Cómo he tenido tanta suerte?" Barry sonrió ligeramente, presionando su frente contra la mía. A veces, a menudo me preguntaba lo mismo. Érase una vez, que no era más que una camarera que se ofrecía como voluntaria por la pena mientras huía de un pasado trágico. Poco sabía entonces que estaba corriendo hacia mi futuro con él. Lenta y delicadamente, él presionó sus cálidos labios contra los míos, sacando nuestro momento de paz antes de que las cosas se agitaran. "La guerra con Grodd está llegando, ¿de acuerdo? No podemos detenerla, pero la arreglaremos. Cisco ya tiene un plan, pero te quiero a salvo. Así que, nada de movimientos heroicos esta vez. Quédate en los laboratorios, no te metas en problemas".

Sabía que la última vez que había tratado de ayudar, Barry no estaba muy contento con eso. Creía que yo era una heroína, pero a veces el hecho de estar embarazada se interponía y no necesitaba preocuparse por nada más. "Puedo decir con seguridad que me mantendré alejada de los problemas, sí." Asentí con la cabeza, con mis manos corriendo por su pecho. "Pero sólo si me cuentas todo sobre este nuevo Ed Thawne. ¿Cómo fue ayudarlos a rescatar a Harry? Es el primo de Ruby, ¿qué tan raro es eso?"

"Se parece mucho a Eddie, ¿saben?" Barry finalmente habló, el dolor en su pecho se alivió un poco al mencionar a nuestro amigo caído. "Es difícil de explicar, pero él también es diferente. Quería preguntarle por el trabajo o por Iris, pero no pude porque no es nuestro Eddie Thawne. Es muy difícil hacerme a la idea de todo este asunto de los dobles".

Las voces sonaron por el pasillo, nuestro momento está llegando a su fin. Con un beso final en su frente, me deslizaba de su regazo y me abanicaba la camisa que se había amontonado extrañamente con mi estómago. "El negocio de los Doppelgänger es complicado, eso es seguro. Ver a Roy Harper de nuevo, eso fue... doloroso pero todos seguimos adelante, y al final del día, no es mi Roy." Me sentí extraña al criar a Roy Harper con Barry, mi pasado está lleno de emociones mezcladas sobre ese chico. Barry me respondía con una sonrisa triste, sin tener mucho que decir sobre el tema de mi antiguo amor. Afortunadamente, Harry y su propio doble estaban en la puerta discutiendo como viejos.

"¡B.A., hemos ideado un plan poco preciso!" H.R. anunció con una sonrisa llamativa.

Harry puso los ojos en blanco: "Cuando dice nosotros, se refiere a mí y a Cisco. Hemos descubierto una manera de detener a Grodd antes de que llegue al centro de la ciudad, una manera en la que no tenemos que matarlo, pero necesitamos que Cisco y Gypsy traigan a Solovar aquí. Lo que significa que tú eres la distracción, Allen." Barry se estaba levantando de la silla, asintiendo con la cabeza.

"Muy bien, hagamos esto".

Los hombres se dirigieron hacia el pasillo, pero antes de que pudieran desaparecer por completo de mi vista, Harry se dio la vuelta y dio un paso atrás hacia mí. No lo había visto en meses y extrañamente, había un ligero dolor al verlo porque sabía que no se quedaría mucho más tiempo. "Margo, sólo quiero felicitarte. Ya he hablado con Barry, pero ambos serán unos padres maravillosos". Sus palabras tocaron mi corazón y rápidamente, las lágrimas se acumularon en mis ojos. Harry se acercó a mí, poniendo sus brazos a mi alrededor. Este hombre nos había traicionado una vez, pero sin embargo era nuestra familia y con su cumplido, mis temores se apoderaron de él.

"Gracias, Harry". Me escabullí, secando las lágrimas. No quería decirle que no lloraba porque sus palabras fueran dulces, sino porque me abrieron el pecho. Porque en lo profundo de mi alma, temía que estas profecías fueran verdaderas y que no me convirtiera en madre.

Harry se echó atrás, con la preocupación en sus ojos. "¿Pasa algo malo? No quise molestarte".

Mis instintos se activaron y sonreí entre las lágrimas, una mentira se deslizó de mis labios. "Dios, son sólo las hormonas salvajes. ¿Quién sabía que estar embarazada era un desafío tan grande?" Harry se rió en silencio y si descubrió mi mentira, no la mencionó.

***

Mientras el resto del equipo se dirigía a la ciudad para luchar contra los gorilas, yo me había quedado atrás con la mitad del " Team Bombshell", incluyendo a Ed Thawne, que había sido herido en la Tierra Dos tratando de luchar contra el mismo Grodd. Aunque no se sabía nada de la batalla, me dirigí a la enfermería con la esperanza de encontrarlo. Extrañamente, estaba intrigado por él. Mis días habían sido limitados con Eddie Thawne, su tiempo se acortó demasiado, pero ahora, podía finalmente ver su cara de nuevo y tal vez hacer las paces.

El hombre rubio estaba sentado en su cama, con mantas azules sobre sus piernas. Se estaba metiendo un poco de gelatina verde en la boca, ligeramente satisfecho de no estar en la batalla. Sus ojos se posaron en mí mientras entraba lentamente en la habitación, ofreciéndole una pequeña sonrisa. "Ed, ¿eso es una abreviatura de algo?" Pregunté educadamente.

Asintió con la cabeza: "Malcolm, en realidad. Ed es un apodo, algo que se le ocurrió a Ruby cuando era más joven, ya que no podía pronunciar Malcolm hasta que tenía unos trece años". Sonreía con la confesión y se sentía bien verlo sonreír, a pesar de saber que este hombre no era el Eddie Thawne que había llegado a conocer años atrás. Ed debe haber visto el cambio en mis ojos, porque lentamente, estaba dejando la gelatina. "Barry me dijo que todos ustedes conocían otra versión de mí mismo. Mencionó a tu Eddie, que estaba comprometido con Iris y que se había sacrificado para salvar a todos. Sonaba como una gran persona."

"Lo era, realmente lo era". Con el caos que mi propia vida había traído con el paso de los años, los recuerdos de Eddie Thawne se habían vuelto más distantes y sólo cuando pensaba en mi pasado volvía a aparecer en mi mente a veces. "Era un héroe, pero de una clase diferente a los que usan máscaras. No era Blue Cobalt, era sólo Eddie y no merecía lo que le pasó".

Hubo un doloroso silencio y Ed se inclinó hacia adelante, una mano cayendo sobre la mía. Fue un gesto natural, algo que podría haber sido raro ya que técnicamente no lo conocía pero con sus ojos bondadosos y su sonrisa familiar, se sentía en paz. "Siento profundamente lo que pasó". Habló en voz baja: "Vi el dolor en los ojos de Iris cuando vio mi cara. No podía imaginarme ver el rostro de un ser querido que ya no estaba vivo".

"Es el peor dolor del mundo", admití en voz baja, pensando en la primera vez que había visto el rostro de Roy Harper en la Tierra Dos y cómo mi corazón se había desmoronado. "Afortunadamente, ese dolor se alivia con el tiempo."

De repente, los ojos de Ed se levantaron, espiando a alguien por encima de mi hombro. Iris West se detuvo en la puerta abierta, otro recipiente de gelatina verde en sus manos. Con una rápida mirada en mi dirección, dejaba la golosina en un banco cerca de la puerta y se iba sin decir una palabra. Mis ojos volvieron a Ed, dándole una pequeña sonrisa. "Es muy dulce". Me dijo.

"Es la persona más dulce del mundo", acepté, recordándome que no era nuestro Eddie Thawne otra vez y eso me dolió el alma. "Bueno, fue un placer conocerte finalmente. Quizá tengamos la oportunidad de volver a vernos algún día".

Ed asintió: "Estaba pensando en quedarme. Sé que Jesse se quedará por un tiempo, y nunca he experimentado vivir en un mundo diferente. Podría ser divertido".

"Bueno, nos encantaría tenerte, Ed Thawne". Las palabras se me escaparon de la lengua y en ese mismo segundo, me di cuenta de que no era una mentira.

Con otra sonrisa, lo dejé solo y me encontré caminando lentamente por el laboratorio, demasiados pensamientos se me quedaron grabados en la mente. De alguna manera, me había encontrado en el laboratorio de velocidad, donde encontré a la bella Iris West sentada sola. Sin hablar, me bajé al piso y apoyé mi espalda contra la pared fría. Iris no dijo una palabra, pero sabía que su corazón se rompía en cierto modo con la presencia de Ed.

Nos sentamos allí por un largo rato. "Recuerdo haber visto a Roy por primera vez en la Tierra Dos y sentí que mi mundo estaba siendo sacado de debajo de mí, ¿sabes? Todo dolía y no se sentía real". Confesé en voz baja, con mi mano cogiendo la suya. "Hubo un breve momento en el que pensé que podríamos ser nosotros otra vez, pero no es posible. No era el Roy Harper que había vivido conmigo, o que me había besado y amado. No era el mismo chico que había muerto en mi baño. Era diferente y, en cierto modo, eso también era agradable".

Iris se limpió una lágrima de su mejilla, con un aliento tembloroso. "Todavía tengo el anillo de compromiso. Está en mi cómoda y todos los días lo veo ahí y algún día, el dolor no es tan malo. Es más bien un dolor entumecido. Pero otros días, me abre el corazón porque se ha ido y nuestro futuro se ha borrado. Al ver a Ed hoy ahí de pie, todo volvió a la carrera". Se detuvo, mirando nuestras manos enlazadas. "Con este miedo a morir en unos meses, me cuestiono todo en mi vida y tengo miedo, Margo. Tengo tanto miedo que me mantiene despierto por la noche."

Las lágrimas me pinchaban los ojos y odiaba cómo nos habíamos convertido en esto. Siempre pensé que era diferente de Iris West porque era tan poderosa en todo, tan segura de sí misma y afirmaba que no tenía miedo a morir, pero en ese mismo momento, me di cuenta de que éramos iguales. En ese momento, estábamos plagados de incertidumbre y tratábamos de ser valientes. "Si muero, quiero que mi vida tenga sentido y quiero ser feliz durante todo el tiempo que me quede. Sé que Ed, o Cobalto Azul, no es mi Eddie pero es la cosa del armario y me aferro a cualquier cosa que mantenga mi corazón latiendo. Me aferro tanto a la vida que me asusta saber que tal vez no salgas vivo y más que nada, quiero que tú y mi familia sean felices".

Mis brazos se enroscaron alrededor de sus hombros, tirando de ella. Mi mejilla se apretó contra su cabello, sosteniéndola mientras lloraba. Nuestras vidas estaban en el aire ahora porque Savitar no prometía nada más que dolor y oscuridad. Mientras una lágrima goteaba por mi mejilla, ese miedo volvió a encender mi pecho y no había nada que pudiéramos hacer para detenerlo. "Somos fuertes, Iris West. Nuestras historias no pueden terminar aquí."

Donde Iris se aferraba a la vida, yo me aferraba a la esperanza.

***

¡Segundo capítulo del día!

Espero que lo disfruten

Stay safe

All the love xoxo