Cuando llegué a casa esa noche encontré a Hartley acurrucado en el sofá, con un tazón de palomitas en su regazo. Estaba concentrado en la pantalla de televisión, viendo otro documental sobre la tecnología sónica. "Oye, no pensé que estarías en casa todavía". Lo saludé, saliendo de mis zapatos y dejando caer las llaves de la mesa junto a la puerta. Pude escuchar un débil golpe de un tambor que venía de arriba, indicando que Ashley también estaba en casa.

"Alguien tiene que vigilar a Ashley cuando estás fuera salvando el día". Me envió una rápida mirada, queriendo decir que era malhumorado pero su mirada agria se convirtió en una sonrisa y me dejé caer en el asiento junto a él.

Conocía a Hartley Rathaway desde hace años, habíamos sido amigos de la infancia mientras crecíamos. Nos habíamos separado durante la universidad cuando se fue a un programa de ingeniería en Key Stone City. Pero de alguna manera, nuestros caminos se habían cruzado de nuevo y habíamos estado viviendo juntos con Angela y Ashley durante casi dos años. "Ella fue arrestada hoy, o anoche. Nervios vandálicos".

Hartley me miró fijamente, metiendo palomitas de maíz en su boca. "¿Estás tan sorprendido?"

Ese comentario no me sentó bien en el estómago. Hartley no era una persona de niños, nunca lo había sido. Odiaba que un adolescente hormonal viviera al otro lado del pasillo, pero sabía que en el fondo no odiaba a Ashley tanto como proclamaba. "Es una buena chica". Le respondí, levantando los pies. "Sólo necesita un poco de orientación en la dirección correcta".

Me miró fijamente en blanco, algo que me había acostumbrado a ver. "¿Sabes lo que necesita esa chica? Su familia real. Arrastraría a Angela de vuelta por el pelo si no pensara que se daría la vuelta y me golpearía." Eso le hizo sonreír rápidamente mientras cogía unas palomitas de maíz. Ambos sabíamos lo agresiva que podía ser nuestra Angela, y francamente era aterradora a veces. No discutí su declaración, porque honestamente, creo que la razón por la que Ashley se rebelaba era porque su hermana no podía darle la atención que quería o necesitaba en este momento.

"Además, con ese chico West merodeando por aquí no ayuda a las cosas. Él es que, ¿dos años mayor que ella? Ni siquiera está en el instituto." Hartley siguió con otro bocado de palomitas de maíz. "No debería estar saliendo con un chico mayor. Es una receta para el desastre". Sabía que sus palabras no estaban del todo equivocadas, pero no iba a forzarla a dejar de ver a Wally porque no lo aprobamos. Wally también era un buen chico, aunque su padre estaba muy borracho la mayoría de las noches.

Me puse una almohada en el regazo y apoyé mi cabeza contra su hombro firme, dejando que las voces apagadas de su documental adormeciera en mi mente. No tenía ni siquiera veintiséis años y me preocupaba por una niña que ni siquiera era mía, siempre preocupada de que pudiera terminar esposada de nuevo. Esta era mi vida ahora, y a pesar de todo, era buena.

"Julian está en una cita ahora mismo", murmuré, cambiando de tema. Sentí que Hartley cambiaba, sabiendo muy bien que le gustaban los chismes sobre mi guapo amigo del trabajo.

Hartley casi dejó caer el bol. "¿Como en Julian Albert? ¿Toma mi alma, británico bastardo, y ten mis hijos, Julian?" Ya estaba poniendo los ojos en blanco. Mi enamoramiento no era tan grande para Julian como el de Hartley. Cuando se conocieron, Hartley casi cayó de rodillas dispuesto a profesar su amor.

"Sí, ese Julian". Le sonreí. "Lo más probable es que esté casi fuera del mercado de las citas".

Hartley me hizo una mueca, sus ojos bastante tristes. "Siempre está su compañero de laboratorio, ¿verdad?"

"¿Barry Allen?" Pregunté en voz baja, mis dientes se hundieron en mi labio inferior mientras recordaba nuestros dos cortos encuentros de hoy y la forma en que me miró, como si finalmente me viera claramente.

Hartley dio un pequeño zumbido en respuesta. "Es lindo, ¿verdad? En esa forma tonta y juvenil". Mi amigo no se equivocó, Barry Allen era muy guapo en ese sentido de chico de al lado.

"No creo que considere la posibilidad de salir conmigo", le dije. "No ha mirado en mi dirección desde el incidente de Navidad, hasta hoy. Fue al azar, de repente yo era todo lo que él podía ver, como si acabara de notar mi presencia."

Un resoplido salió de la boca de Hartley mientras sus ojos se posaban sobre mi traje elegido para hoy. Una camisa con botones que mostraba demasiado escote, algo que creía que mi pelo cubría en su mayoría, aparentemente no. "No me extraña que las chicas estén fuera. No lo culpo."

Lo empujé ligeramente, tomando otro puñado de palomitas de maíz. La conversación sobre Barry Allen se interrumpió rápidamente, pero no pude evitar pensar en las palabras de Hartley. Barry Allen era guapo, y por lo que yo sabía muy disponible. Tal vez la idea de una posible cita no era tan descabellada, no después de hoy.

***

Me había mantenido alejado de Jitters desde que estuve aquí, no sabía realmente por qué. Una pequeña parte de mí se sentía demasiado atraída por el Nerviosismo, siendo siempre un consentimiento en mi vida, sin importar el cambio en la línea de tiempo. También pensé que Iris estaría allí la mayoría de los días, y no me equivoqué. Aunque había pasado por Nervios todos los días desde que estaba en la nueva línea de tiempo, nunca había entrado. Pero hoy, algo dentro de mí me hizo detenerme. Retrocedí por el sendero, abriendo la puerta de cristal y entrando en el pequeño café que olía a café tostado y pan fresco. Vi a Iris West cerca de la parte de atrás, acurrucada sobre su portátil, con su pelo oscuro derramándose sobre su hombro. Fue extraño verla cuando no tenía ni idea de quién era yo.

Pero no fue su cara la que calmó mi corazón.

Una risa filtraba el aire, familiar como las campanas de una iglesia.

Margo Phillips.

Estaba en la fila, junto a una adolescente rubia desconocida. Capté su brillante sonrisa, una sensación de inquietud en mi estómago. Estaba tan feliz en esta línea de tiempo, algo que nunca había sido fácil para la chica que nunca dejó de huir de sus problemas. Había una voz persistente en mi cabeza, diciéndome que la dejara en paz, que la dejara vivir una vida fácil, feliz y no complicada con mi mundo de viajes en el tiempo y meta humanos. Ya la había arrastrado una vez a mi mundo, no quería volver a hacerlo cuando ella vivía una vida normal.

Pero entonces, ¿No era eso lo que estaba haciendo?

Yo no era Flash en esta línea temporal. No estaba corriendo por la ciudad enfrentándome a villanos y deteniendo a los meta humanos. Solo era Barry Allen. Simple y fácil.

Y quería a esa chica de sonrisa brillante y risa fácil.

Me estaba moviendo antes de darme cuenta, dando largos pasos en su dirección. No sabía realmente lo que iba a decir, no sabía cómo empezar una relación con alguien que conocía desde hace años, cuando no me conocía en absoluto.

Pero cuando me acerqué a ella, ni siquiera tuve que abrir la boca, ya me estaba sonriendo. "Barry, hola".

El mundo siguió girando pero en ese momento todo se detuvo en mi mente. No pude evitar recordar la primera vez que vi a Margo Phillips, hace años. Iris me había arrastrado hasta Jitters para conocerla. Nos habíamos parado en este mismo lugar y tuvimos nuestra primera conversación real. Ella había estado hablando conmigo durante meses mientras yo estaba en coma, ya me conocía. Ahora, las reglas estaban invertidas. Conocía cada centímetro de esta chica, y ella no sabía nada de mí.

"Oye", me las arreglé para salir, mi voz un poco temblorosa. "¿Puedo invitarte a un café alguna vez?"

Vi sus ojos saltar por un momento, dejando que su mente aceptara la oferta. Con calma se colocó un poco de ese pelo largo delante de su oreja, asintiendo con la cabeza, lo que yo sabía muy bien. "Sí, eso estaría bien".

El comienzo de nuestra nueva historia estaba empezando, lástima que no pudiera terminar felizmente.

***

¡Denle un montón de amor al capítulo!

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All the love E. xoxo