Futura amante
Gente, les traigo esta pequeña historia centrada en Kotori. Abajo les contaré un par de detalles extra.
Querido diario:
Tengo algo muy importante que decirte: descubrí hace poco que me gustan las chicas. Sí, es cierto, me gustan las chicas. Al principio pensé que era algo raro, pero después me di cuenta de que no había nada malo conmigo ni con mis preferencias. Las chicas somos más lindas, ¿no?
Ya le conté a mi mamá de esto. No se sorprendió. Dijo que ya lo sabía y que lo único que le importaba era mi felicidad. Me alegra que sea tan comprensiva. Solo espero que la gente que conozca en el futuro sea igual que ella.
Hablando del futuro, ya estoy pensando en cómo me veré con mi novia.
Todavía no la conozco, no sé quién es, o quizás sí y no me he dado cuenta. Lo que sé es que quiero vivir un romance lindo, como los de las películas. Ir a cafeterías con ella y beber café con pasteles, visitar tiendas de ropa y vivir en un hogar cálido, donde el amor nunca falte. Y también... que me bese cada vez que ella tenga ganas, que responda a todo el afecto que le entregue. Porque sí, planeo darle mucho, mucho, mucho amor. Quiero que siempre se sienta querida y valorada.
No lo sé, querido diario. Siento que ya amo a esa chica aunque aún no la conozco. Espero con ganas nuestro encuentro, cuando por fin pueda entregarle todo lo que guardo dentro.
Hasta la próxima vez.
Kotori (・8・)
(...)
Años después
—¡Umi-chan, solo quiero un besito! ¡Uno pequeñito!
—¡Eso es indecente!
Resultó que, como anhelaba, Kotori logró encontrar a su chica ideal pasado un tiempo: Umi Sonoda, su amiga de la infancia, yéndose a vivir juntas en cuanto la relación se consolidó. Lamentablemente, la personalidad de la susodicha distaba de la suya. Para la peliazul, los ademanes románticos eran excesivos, por lo que trataba de mantenerlos al mínimo, y solo cuando Kotori y ella estaban a solas. Tampoco tenían los mismos intereses, siendo Umi una persona que prefería ambientes más tranquilos y sosegados, en contraste con los sitios multitudinarios amados por la ojiámbar.
Ese día en particular no difería mucho de otros.
—Umi-chan..., onegai.
—... No, no puedo competir contra eso. ¡Kotori, por favor deja de usar ese truco!
—Je, je.
El beso en cuestión fue suave, pero cargado de sentimiento.
—Umi-chan, ¿me amas?
La aludida tomó una bocanada de aire.
—Mucho —dijo con seriedad, tratando de demostrar la mayor franqueza en su actitud—, a pesar de que a veces juegues sucio conmigo.
—¡Lo sabía! Y yo también te amo mucho, mucho, mucho a pesar de que no seas la chica más demostrativa y que a veces seas un poco aburrida.
—¿Aburrida? Perdona, pero los libros que escribo son muy interesantes. La crítica y el público lo han dicho. Incluso tú opinas igual.
—No te gusta asistir a los eventos a los que voy.
—Ya sabes que ese no es mi ambiente. Me incomoda. Y no entiendo nada de moda tampoco.
Las dos se quedaron mirando.
—Somos muy distintas.
—Y lo sabemos desde niñas.
—Me gusta la calma.
—Y a mí expresarme.
Agacharon la vista.
—Aun así...
—Aun así...
—Me gusta estar contigo.
—Me gusta estar contigo.
—Me gusta lo dulce y esforzada que eres.
—Y a mí tu inteligencia y serenidad.
—Nos complementamos.
—Sí.
Se acercaron.
—Creo que por eso funcionamos como pareja, ¿no?
—Eso creo, Umi-chan.
La peliazul, dejándose llevar por un impulso, besó la mejilla de Kotori.
—¡Umi- chan!
—¡Quería hacerlo, ¿sí?!... ¡Tengo una nueva idea para una historia y necesito escribirla antes de que se me olvide! —exclamó antes de salir corriendo y encerrarse en el estudio de la casa.
Viéndose sola, Kotori sonrió y se dirigió a la habitación que compartía con Umi. Buscó en un cajón de la cómoda y sacó su viejo diario. Ahí encontró lo que quería ver.
«Supongo que mi amante no es como me la imaginé en ese entonces..., pero no importa. Amo a Umi-chan como es y ojalá estemos juntas por mucho tiempo más».
Cerró el libro y volvió a guardarlo con cuidado, sin intención de sacarlo en el futuro.
Esta es una de esas historias musicales que tanto me gusta escribir. En este caso, el tema en el que me basé es «Future Lover» de la cantante armenia Brunette. En ella cuenta todas las cosas que quiere hacer con ese amante del que ya está enamorada aunque todavía no lo conoce. En el caso caso de Kotori, refleja lo de la pareja ideal v/s la pareja real. A pesar de lo que nos decimos a nosotros mismos, muchas veces la persona que nos gusta no coincide con la imagen de lo que supuestamente queremos. Si aceptamos eso o no, depende de cada quién.
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