capitulo 1
Habían transcurrido tres meses desde que ella permanecía atrapada en ese tormento eterno. Izari estaba prisionera en el Tártaro. Su cuerpo era un completo caos. Su piel estaba demacrada, y las heridas que cubrían cada rincón le provocaban un dolor punzante y ardiente. Pero lo más devastador era su mirada... vacía y sin vida. Su poder había sido sellado meticulosamente, garantizando que no tuviera oportunidad de escapar.
Isary: ¿En qué me equivoqué para terminar así?
De pronto, un rostro invadió su memoria: Yuki, su hermana. Aquella a quien más había amado y quien, al mismo tiempo, la había condenado a este tormento. Las palabras de Yuki resonaron en su mente junto con la risa cruel que soltó mientras ella sufría. El afecto que una vez sintió por ella se desmoronó, convirtiéndose lentamente en un odio profundo. ¿Cómo pudo hacerle algo así? Después de todo lo que compartieron, después de todo lo que ella hizo para apoyarla. No era su culpa que las cosas no hubieran salido como Yuki esperaba. ¿Por qué había elegido traicionarla de esa manera?
Ella prometió que le haría pagar. Se encargaría de acabar con ella, de arrancarle la piel de los huesos, de desgarrarla lentamente. Haría que experimentara cada instante del sufrimiento que ella había soportado.
Isary murmurando: Yuki... maldita perra traicionera, asquerosa desgraciada. Vas a pagar caro todo lo que me hiciste, cada puñalada que clavaste en mi espalda. Te haré arrepentirte de haber nacido. ~jejeje.
Su risa resonaba con un tono oscuro y quebrado, reflejando la profundidad de su sufrimiento y el estado de su mente, completamente destrozada por el odio y la desesperación.
Yuki, por su parte, estaba disfrutando el sueño que siempre había deseado. Reconocida como la heroína que había capturado a la supuesta traidora, se había ganado la admiración y el respeto de todos. Las personas no dejaban de elogiarla, colmándola de palabras de aprecio, admiración y cariño. Por primera vez, sentía que su vida tenía sentido. Finalmente estaba completa y en paz consigo misma, envuelta en una felicidad que parecía inquebrantable.
Yuki se sentía en la cima del mundo. Finalmente había conseguido todo lo que había deseado, incluso el antiguo harén de su hermana. El hecho de que él se hubiera fijado en ella la llenaba de satisfacción. Incluso Vali, ese hombre que alguna vez había estado cerca de su hermana, le había pedido una oportunidad. Sin embargo, ella no dudó en rechazarlo, mandándolo al infierno sin pensarlo. No podía olvidar cómo ese maldito se había aprovechado de ella solo para acercarse a su hermana. Pero todo eso ya no tenía relevancia. Lo que realmente la hacía sentir triunfante era ver a sus padres mirándola con un orgullo que nunca había recibido antes. La felicidad la envolvía, y hasta un par de lágrimas escaparon de sus ojos. Finalmente, tenía todo lo que siempre había querido.
Yuki:finalmente tengo lo que siempre quise.
Pensó para si mismo muy orgullosa y con altanería. Nada podía salir mal.... verdad.
En el Tártaros, Isari había ideado un plan. Aprovechó con astucia lo poco de poder que aún le quedaba, canalizándolo para debilitar gradualmente las cadenas que la mantenían prisionera. Fue un proceso arduo y doloroso, pero al final, logró romperlas. Poco a poco, comenzó a salir de su cautiverio, avanzando con cautela para evitar a los guardias, a los monstruos y a cualquier otro peligro que pudiera surgir en ese infernal lugar. Sus intenciones eran claras: escapar, recuperarse, y vengarse de su hermana, esa maldita traidora, y de todos aquellos que la habían abandonado.
Isary:te hará pagar Yuki y a todos ustedes traidores desgraciados.
Juro con voz exhausta sin embargo había una ira feroz que ardía más que las llamas del infierno en ese juramento.
Yuki estaba en medio de una fiesta. Habían transcurrido tres meses desde la captura de la supuesta traidora, y se había organizado este evento para celebrarlo en su honor. Ella se sentía llena de alegría y satisfacción, creyendo que este era su día para brillar. Sin embargo, lo que no sabía era que ese día tan especial se convertiría en su peor pesadilla. Una sombra la observaba en silencio. Esa sombra murmuró para sí misma: "Vaya, vaya, pequeña. Qué interesante que hayas disfrutado de tu tiempo de celebración. No obstante, no puedo permitir que alguien como tú interfiera con mis planes. Lamento decirlo, pero tendré que destrozar tu pequeña burbuja de felicidad".
Scarlet gremory estaba con un micrófono y con una sonrisa dijo.
Scarlet:hoy nos reunimos para agradecer a yuki Hyodou. Esta chica tan inteligente y noble que nos ayudo a resolver quien era la traidora de las facciones antiguamente considerada la pilar de estas mismas isary Hyodou.
Muchos abuchearon ese nombre y otros vitorearon el nombre de Yuki.
Rex se acercó a ella y dijo.
Yuki cham:eres genuinamente maravillosa.
Yuki:jeje gracias rex kun.
La multitud estalló en aplausos, una ovación inquebrantable que llenaba el aire. Pero de repente, un estruendo ensordecedor sacudió el salón, seguido de una risa perturbadora que heló la sangre de todos los presentes. Una presencia oscura emergió de las sombras, y con una sonrisa cruelmente burlona, la figura de Rizévin livan
Lucifer se mostró ante todos. Su expresión era un enigma de ironía pura, sus ojos brillaban con una malicia palpable.
-Jajajaja, pero qué tenemos aquí... -su voz se filtró con desdén-. ¿Las mismas facciones? Mis viejos "amigos", ¿verdad? Díganme, ¿interrumpí su pequeña celebración?
Yuki lo observaba, paralizada, con la mandíbula tensa. Su mente trataba de procesar lo imposible. ¿Qué hacía él aquí? ¿Cómo pudo haber llegado hasta aquí sin previo aviso? El aire se llenó de tensión, como si el mismo tiempo se hubiera detenido ante su presencia.
Sacarlet, furiosa, lanzó una mirada asesina hacia Rizevim, su voz llena de desdén:
-¿Qué diablos haces aquí, malnacido?
Exigió la gremory, liberando su poder en una explosión de energía.
Rizevim, con su típica sonrisa torcida, la observó y se acomodó como si estuviera en su casa.
-Oh~ ¿tan hostil? ¿Acaso un viejo "amigo" no puede venir a celebrar el... éxito de su humilde colaboradora?
Su risa resonó en el aire, pesada de sarcasmo, mientras su mirada se clavaba en Yuki, quien permanecía petrificada. Sabía exactamente a quién se refería, pero los demás no comprendían nada.
Yaken, claramente confundido, se giró hacia Yuki, escupiendo palabras con desconfianza.
-¿De qué estás hablando? ¡Yuki nunca se asociaría con alguien como tú! ¡No digas mentiras!
Gorou, molesto y con voz firme, añadió:
-Mi hija es una persona de principios, nada que ver con tu hermana.
Yuki, alzando la cabeza con determinación, afirmó con seguridad:
-Así es.
Dijo esta nerviosa.
La risa de Rizevim, profunda y burlona, retumbó en el salón. Se dejó llevar, como si hubiera escuchado la broma más divertida del mundo, disfrutando cada segundo.
-Jajajaja... Oh, qué gracioso, es tan divertido verlos tan indignados. ¿De verdad creen que entienden algo?
La atmósfera se cargó de tensión. Cada palabra de Rizevim parecía un golpe, haciendo que los presentes se sintieran más confundidos y furiosos que nunca.
Rizevim dejó escapar una sonrisa torcida, disfrutando de la confusión que se había sembrado entre los presentes. Con un gesto calculado, levantó su mano, y una esfera de energía mágica apareció flotando en el aire, proyectando un vídeo brillante ante los ojos de todos.
-¿Les gustaría ver la verdadera historia? -dijo con una voz cargada de burla.
La imagen comenzó a tomar forma. Isary, la supuesta traidora, apareció en pantalla. La multitud se preparaba para ver el "engaño", pero lo que sucedió a continuación hizo que sus corazones se detuvieran.
La escena mostraba a Isary, no como una traidora, sino como alguien que había estado luchando contra una orden secreta, intentando proteger a todos de una conspiración mucho mayor. El vídeo la mostraba buscando información y entregando pruebas a aliados de confianza, todo mientras permanecía lejos de la luz, con la intención de no poner en peligro a quienes amaba.
-Vaya... parece que nuestra querida Isary no era la traidora, después de todo -dijo Rizevim con una sonrisa burlona-. Pero... ¿quién es la verdadera traidora, entonces?
La pantalla cambió de imagen, y ahora todos los ojos se posaron sobre Yuki. Un video la mostraba reunida con fuerzas oscuras, manipulando información y preparando una serie de traiciones en secreto.
Yuki, completamente aterrada, retrocedió instintivamente, sudor frío cubriendo su frente. Sus ojos se movían rápidamente, incapaz de encontrar palabras. No sabía qué hacer, pero su nerviosismo era tan evidente que no necesitaba hablar para que todos lo notaran.
-¿Qué... qué significa esto, Yuki? -preguntó Yaken, su voz llena de incredulidad y desconfianza.
Gorou, con una furia contenida, se giró hacia ella.
-Esto no puede ser cierto, Yuki... ¿qué está pasando? -su tono era casi suplicante, como si tratara de convencerse a sí mismo.
Pero Yuki, completamente rota por la situación, solo alcanzó a susurrar, incapaz de sostener su mirada.
-Yo... no... no es como lo ven... -dijo, su voz temblando.
Los demás comenzaron a mirar a Yuki con una mezcla de desconfianza y desconcierto. La tensión en el aire se hizo insoportable, y el silencio fue absoluto por unos segundos que se sintieron eternos.
Rizevim, con una risa fría, concluyó:
-Ah, las mentiras siempre salen a la luz. Es una pena que no hayamos podido ver esto antes, pero no importa... el juego acaba de comenzar.
La atmósfera, cargada de incredulidad y tensión, dejó a todos sumidos en el caos mental. Nadie sabía qué creer, pero lo que sí sabían era que nada sería igual después de ese momento.
Rizevim sonrió con una malicia calculada mientras se acercaba a Yuki, y antes de que ella pudiera reaccionar, la sujetó del cuello con una fuerza descomunal, levantándola del suelo sin esfuerzo. La presión de su agarre era insoportable, y la mirada burlona en su rostro mostraba que disfrutaba cada segundo de la angustia de la joven.
-Ah, Yuki... te metiste en un buen lío, ¿verdad? -dijo con voz baja, cargada de desdén.
Con un gesto de su mano, una energía oscura comenzó a envolver a Yuki, su magia presionando su mente, obligándola a hablar. La magia de la verdad comenzaba a filtrarse en su ser, arrancándole las palabras como si fueran cuchillos.
-¿Vas a seguir negándolo? -preguntó Rizevim con una sonrisa torcida, disfrutando de su poder-. Ahora, confiesa todo lo que has hecho.
Yuki trató de resistir, su cuerpo temblando, su garganta cerrada por el dolor de ser controlada. Pero la magia de Rizevim seguía presionando, y las palabras comenzaron a salir de su boca sin que pudiera hacer nada para detenerlas.
-Yo... yo no... -su voz temblaba, pero la magia la obligaba a continuar, y finalmente, las palabras salieron forzadas-. Lo hice porque... -su voz se quebró- ... no podía soportar que todos miraran a Isary como la heroína, ella siempre fue la que recibía la admiración, las felicitaciones... y yo... yo no soportaba estar a su sombra.
La sala se sumió en un pesado silencio. Los demás no podían creer lo que escuchaban. Yaken y Gorou miraban a Yuki con una mezcla de incredulidad y horror, sus corazones rotos por las palabras de su hija.
-Así que... manipulé todo... traicioné a todos... -las palabras seguían fluyendo como un torrente, cada una más devastadora que la anterior- ... todo para que finalmente me vieran a mí como la heroína... para que me admiraran...
El rostro de Yuki estaba marcado por la desesperación, su mirada fija en el vacío mientras las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos. No podía hacer nada para detener las confesiones, y cada palabra la desgarraba más por dentro.
-No podía soportarlo más... -su voz se apagó, sus sollozos eran el eco de una verdad que nunca imaginó que saldría a la luz.
Los ojos de los demás estaban fijos en Yuki, incapaces de procesar lo que acababan de escuchar. Nadie sabía cómo reaccionar. ¿Cómo podrían perdonar lo que acababa de salir de su boca? El dolor y la confusión invadían el salón, y la atmósfera se volvía cada vez más densa con cada palabra.
Gorou, con los ojos llenos de desilusión y dolor, habló primero:
-Yuki... ¿cómo pudiste hacer algo así...? -su voz era quebrada, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.
Yaken, con su rostro reflejando un dolor profundo, apenas podía articular una palabra.
-No... esto no puede ser verdad... -murmuró, pero las palabras de su hija seguían retumbando en su mente.
Rizevim, disfrutando del caos que había sembrado, no pudo evitar soltar una risa baja y burlona.
-¿Eso es todo? -preguntó, mirando a los presentes mientras su agarre en Yuki seguía firme-. Es tan divertido verlos reaccionar. La verdadera traidora, la que todo el mundo ha estado protegiendo, siempre fue ella.
La tensión en el aire era insoportable. Yuki, completamente rota, no podía sostener la mirada de los demás. La verdad estaba fuera, expuesta, y no había vuelta atrás. ¿Cómo podían perdonarla ahora? ¿Cómo podía todo haber salido tan mal
Rizevin sonríe con malicia y dice: "Jejeje, ¿realmente creen que son inteligentes? Sacar a Hyodou del juego fue mucho más sencillo de lo que pensaba. Esa mujer era un estorbo, un verdadero dolor de cabeza. Siendo honesto, tuve mis dudas al principio, pensaba que no caerían en pruebas falsas, pero me sorprendieron. Son unos tontos, sin lugar a dudas. Fue increíble ver cómo lograron hacerle la vida un caos, tratándola peor que a un animal. Fue completamente placentero."
Rizevim suelta a Yuki con una sonrisa maliciosa y dice: "Jejeje, espero que tengan claro que ahora poseo información crucial sobre sus puntos débiles. Tendrán que alistarse para un enfrentamiento, uno que, por supuesto, voy a ganar. Adiós a las facciones, disfruten de su 'heroína'. Jajajajaja."
Rizevim se fue a través de un portal, dejando a todos en completo shock. Nadie podía procesar lo que había sucedido. Yuki se encontraba simplemente asustada. Ahora todos sabían la verdad. Esto no debería haber sucedido así. Se suponía que hoy sería su día, el día en que su vida finalmente cambiaría para bien. Sin embargo, ahora tuvo que protegerse de un rayo lanzado por un furioso Agen, quien ahora la miraba con un profundo desprecio, al igual que Scarlet y sus padres.
Scarlett se sentía como una tonta. Había puesto en duda a la chica que consideró su hermana menor, todo por los celos y la envidia sembrados por una persona egoísta. Con furia, gritó: "¡Guardias! ¡Atrapen a la verdadera traidora, ahora mismo! ¡Y liberen a Izary!"
Rex:maldita perra por tu culpa lastime a mi amada isary.
Yuki recibió múltiples ataques y se encontraba al borde de la desesperación. En un acto completamente impulsivo, reunió sus fuerzas y desató una explosión en el suelo. El impacto aturdió a todos, dándole el tiempo necesario para abrir un portal y teletransportarse al bosque.
Yuki se maldecía a sí misma, repitiendo con rabia: "¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡¿Por qué?! ¿Por qué tuvo que ser así? Esto no debería haber pasado. ¿Por qué, maldita sea?" Frustrada, se preguntaba cómo todo había salido tan mal. No podía entender por qué las cosas no habían tomado el rumbo que esperaba. Todos pagarían por esto. Esas hipócritas la acusaban de haber dañado a Izary, pero ellos no dudaron en traicionarla sin pensarlo.
Scarlet observó detenidamente a su guardia y preguntó con tono firme: "¿Dónde se encuentra Izari?" Él, visiblemente nervioso, respondió: "No está en su celda... logró escapar." "¿Qué?" exclamó Scarlet con incredulidad. "¡Eso no puede ser! ¡Búsquenla inmediatamente! Necesitamos recuperarla, pedirle disculpas y asegurarle que encontraremos a Yuuki. ¡Ella tiene que pagar por todo lo que ha hecho!"
Siete meses habían pasado, y Yuki ya no sabía qué hacer. Cada vez que intentaba encontrar un refugio, era descubierta. Se veía obligada a pagar por alojamientos miserables o, en los peores casos, a esconderse en los bosques, viviendo como una vagabunda. "¿Por qué me está pasando esto?" pensaba, mientras su mente se llenaba de rabia. "Malditas facciones, mis padres, Rizevin, ¡y tú, Izary! ¡todo es tu culpa
La desesperación la consumía. "No quiero seguir corriendo, no quiero estar sola. ¿Por qué no puedo encontrar paz? Estoy al límite, pero sé que si me detengo, me atraparán. ¿Qué hice para merecer esto solo quería ser valorada.
Izary no había tenido una vida fácil tampoco. Tuvo que ocultarse durante un largo tiempo. Su ropa estaba destrozada, cubierta de sangre. Por suerte, evitó quedar marcada permanentemente gracias a un hechizo que usó. Sin embargo, no se encontraba bien. Se juraba a sí misma que, cuando encontrara a Yuki, la haría pagar. La depresión la había consumido, sintiendo que todo lo que había hecho había sido en vano.
Mientras corrían a través del denso bosque, Izary y Yuki se encontraron de repente, chocando con fuerza y cayendo al suelo. Atónitas, confundidas, ni siquiera se reconocieron al principio. El cansancio y la oscuridad de la noche oscurecían sus rostros. Sin embargo, al levantar la vista, sus ojos se encontraron, y en ese instante, un destello de reconocimiento cruzó por sus mentes.
Izary: "Oye, fíjate por donde corres."
Yuki: "Eso te lo digo a ti, perra."
Ambas se miraron detenidamente, como si el tiempo se hubiera detenido por un momento. El shock de encontrarse fue palpable, pero pronto dio paso a una furia incontrolable.
Izary y Yuki: "¡Tu maldita perra, esto es tu culpa!"
La ira las envolvía, y ambas sabían que no habría vuelta atrás. Estaban a punto de enfrentarse, preparadas para luchar hasta el final.
La tensión en el aire era palpable mientras ambas se enfrentaban en el corazón del bosque. Cada palabra que intercambiaban aumentaba la rabia entre ellas, y la lucha estaba a punto de comenzar con una violencia imparable.
Izary: "¿Cómo pudiste hacerme esto, Yuki? Yo te quería..."
Su voz temblaba de ira y odio, pero en sus ojos se podía ver la profunda traición.
Yuki: "¿Amarme tú, maldita? ¡Por ti nunca tuve nada! Ja, pero al menos ahora estás en mi nivel."
Izary activó su Scred Gear, la magia a su alrededor comenzaba a vibrar con energía oscura. A pesar de que no escuchaba a Draig, pues estaba sellado, aún le bastaba para pelear.
Sin darle tiempo a reaccionar, Yuki levantó las manos, y con un gesto rápido, hizo que varios círculos de magia aparecieran a su alrededor. Los lanzó a gran velocidad, buscando herir a su hermana.
Izary, ágil, esquivó los ataques con destreza, moviéndose entre las sombras del bosque como una sombra en sí misma.
Yuki: "¡Por tu culpa nunca tuve nada!"
Izary: "¡Deja de culparme por tus desgracias, maldita perra! ¡Te destriparé!"
En un movimiento violento, Izary cargó hacia Yuki, su mano brillando con energía concentrada.
Yuki: "¡Te romperé las putas, las piernas, todo! ¡No saldrás de esto!"
Yuki invocó otra ráfaga de magia, esta vez más fuerte, intentando atraparla, pero Izary se lanzó al suelo, esquivando por poco el ataque, dejando que el aire se cortara con el poder de la magia que rozaba su piel.
Las dos se miraron con furia, el odio palpándose en cada uno de sus movimientos. Izary, sintiendo su rabia arder, se lanzó nuevamente hacia Yuki, dispuesta a destrozarla con sus propias manos, mientras Yuki la esperaba, preparándose para devolver cada golpe con la misma intensidad.
La pelea siguió por varios mínimos hasta que yuki empezó a reír.
Yuki: Se ríe con un tono burlón Jajajajaja...
Izary: Le lanza una mirada fulminante ¿Qué te da tanta risa, perra?
Yuki: Sonríe de manera maliciosa Oh... nada, solo quiero darte un pequeño obsequio. De repente, de su chaqueta, saca una pistola adornada con llamas rojas, que emiten un suave resplandor mágico.
Izary: Se queda paralizada por un momento, observando la pistola con horror. E-esa es...
Yuki: Asiente con una risa nerviosa y siniestra Sí, jajajaja. Es la pistola de sellado de esa perra de Azelia. La tomé por si alguna vez necesitaba algo como esto.
Izary: Sus ojos se abren con comprensión mientras el miedo comienza a tomar control de su cuerpo. No... su voz se quiebra ligeramente No vas a hacerlo...
Yuki: Con una sonrisa retorcida, apunta directamente hacia ella Oh, ya lo hice, hermana. Jajajajaja.
La pistola dispara con un destello brillante y, antes de que Izary pueda reaccionar, siente una fuerza opresiva y magnética que la atrae hacia la pistola. Un torbellino de energía comienza a envolverla, tragándola poco a poco
Izary: Lucha por resistirse, pero su cuerpo ya está siendo absorbida. ¡No...! ¡NOOOOOO! Su voz se desvanece en un grito impotente, mientras desaparece poco a poco.
Yuki: Se estremece y mira horrorizada cómo Izary la agarra con fuerza. ¿¡Qué demonios haces, maldita?! ¡SUÉLTAMEEEE!
Izary: Con una sonrisa de pura malicia, no la suelta ¡No, no, no! Si esto va a suceder, ¡te arrastro conmigo! ¡No me pienso quedar sola!
Yuki: Trata de forcejear con todas sus fuerzas, sus piernas dando saltos inútiles mientras la energía mágica la succiona, pero con horror, ve cómo ella también empieza a ser absorbida ¡NO! ¡NOOOOO! ¡Esto NO era lo que iba a pasar! Su rostro se contorsiona en una expresión de desesperación.
Izary: Mantuvo la determinación, su agarre sin dar señales de aflojarse Oh, claro que sí, hermana. Las cosas van a ser mucho más divertidas de esta manera.
Yuki: Ahora intenta liberar su brazo en una especie de danza ridícula, como si intentara escapar, pero la energía que la rodea sólo la succiona más rápido ¡No puedo! ¡Esto no era parte del plan! ¡Yo... ¡yo no quería esto!
Izary: Se ríe mientras observa cómo ambas son arrastradas Bueno, si ya estamos aquí, mejor hagámoslo juntas, ¿no? ¡Un brindis por las hermanas atrapadas!
Yuki: Sacude las piernas como si pudiera librarse, pero todo lo que consigue es una especie de "baila-destroza" con cada intento, mientras su cuerpo es absorbido más y más ¡Esto es TAN ridículo, ¡ESTOY DEMASIADO CERCANA AL CAOS AHORA!
Yuki: Con un grito de terror ¡Esto no se queda así! ¡Voy a hacerte pagar esto, Izary!
---
Yuki: ¡AAAAAH! ¡No, no, no! ¡Esto no puede estar pasando!
Izary: ¡No, no! ¿Qué está pasando? ¡Esto es una pesadilla, ¿verdad?!
Las dos comienzan a fusionarse, pegándose lentamente. Ambas sienten una mezcla extraña y repulsiva mientras la situación se vuelve cada vez más grotesca.
Izary: ¡NO! ¡¿De todas las cosas que podrían haber pasado?! ¿¡Esto!? ¡Esto es... asqueroso!
Yuki: ¡Quiero vomitar! ¡Esto es una broma de mal gusto! ¡Y TODO ES TU CULPA!
Izary: ¡¿MI CULPA?! ¡No, no! ¡Tú sacaste esa maldita pistola! ¡Ahora estamos pegadas como si fuéramos una sola!
Ambas se siguen fusionando, su horror crece.
Yuki: ¡Esto no está bien! ¡Esto no debería estar pasando!
Izary: ¡Esto no es natural! ¡¿Por qué esto?! ¡¿Por qué a mi!
De repente, un portal se abre, y ambas son absorbidas, dejándolas en un destino incierto.
Fin espero les haya gustado no olviden comentar y votar bayyy.
Un agradecimiento a DraigMitico32
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro