Capítulo 0: Colores
Siempre me ha gustado ver amanecer.
Es curioso, porque también era mi momento más odiado del día, cuando tienes que levantarte de la cama, separarte de esas sábanas y mantas que te han resguardado durante la noche y hacían que el calor que desprendía tu cuerpo se quedara atrapado en ese lecho, reconfortándote agradablemente.
Conforme veía los primeros rayos de luz comenzar a deslizarse a través de las ventanas mi malestar empezaba también a surgir. No voy a negarlo, la verdad es que siempre he tenido muy mal despertar, un mal humor que mi voz reflejaba conforme los primeros ruidos llegaban a mis oídos. Daba igual cual fuera el origen de esos sonidos, irremediablemente iba a ser el centro de mis pensamientos iracundos al mismo tiempo que volvía a arroparme con la parte superior de esas sábanas, mientras mis palabras demandaban el silencio necesario para retomar el sueño que había sido interrumpido de forma tan impertinente.
Pero, aún así, la imagen de ver amanecer siempre me ha gustado. Esa paleta de colores pintada en el cielo que poco a poco va ganando terreno y desplazando a la oscuridad nocturna reinante. Además, el que mis ojos están contemplando esta mañana es especialmente precioso...
Al fondo del horizonte puedo ver el brillante amarillo empezar a surgir a través de las montañas lejanas que mi vista alcanza a vislumbrar. Esa pequeña franja dorada va pasando poco a poco a un color anaranjado, en unas líneas más o menos paralelas que van ganando grosor, entremezclándose con un rojo cada vez más creciente. Nunca me ha gustado el color rojo, siempre ha ido asociado a malos momentos de mi vida. Hay quien dice que es el color de la vida, supongo que por tener el mismo tono que la sangre, pero yo siempre lo he asociado más bien a la muerte.
Por eso me parece tan curioso observar como ese granate amanecer intenta colarse entre otros colores más oscuros que aún dibujan el cielo esta mañana. Sé que ese tono rojizo va a seguir su paso imperturbable por el firmamento. Por más que el azul grisáceo que lo continúa intente frenar su avance, sé que eso no va a ser posible. Ese color cada vez más oscuro avanza en una huida desesperada hacia delante ante mis ojos. Su proximidad cada vez mayor me demuestra que el inicio del día ha llegado, que la noche protectora está tocando a su fin.
Nunca me he cansado de ver como esos colores diferentes van desplazándose poco a poco por el cielo. Contemplar esa bandera de franjas multicolores acercarse a mí me ha generado siempre una gran sensación de paz, de tranquilidad.
Mi mirada sosegada y apacible contempla ese avance colorido por encima de mi cabeza y mi espíritu empieza a crecer dentro del pecho. Puedo ser consciente de como mi respiración va creciendo poco a poco, de como mis pulmones se van hinchando de oxígeno y mi cabeza se vacía de pensamientos e ideas.
Casi parece irónico que pueda contemplar tan plácidamente ese amanecer sabiendo que esta va a ser la última vez que mis ojos pueden asistir a tan maravilloso espectáculo...
Imagen del capítulo: Cristian Castillo en Unsplash
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro