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† Accepted | ChanBaek.

     ➝ Miedo:  A no ser aceptado.

     ➝ Autor(a): MillenAry

     ➝ Género: Romance, fluff, humor, hybrid!AU

     ➝ Advertencias: Smut, lenguaje vulgar.

     ➝ Resumen: Se suponía que los regalos deben ser algo novedoso y que te hagan feliz, pero ChanYeol no se sentía realmente así cuando notó que el regalo que le había dado su mejor amigo era un híbrido, para él, aquella cosa no era de Dios

     ➝ Palabras: 4,3 K.



ACCEPTED.


—No entiendo por qué me diste un regalo tan inútil.

—No es inútil, ChanYeol. Se trata de un perro.

—Pero es estorboso. —se giró para mirar al híbrido sentado sobre su costoso sofá.

—No es verdad. Se trata de un híbrido sumamente tierno que te ayudará a hacer más llevadero tus días de soledad.

—Este perro no es tierno —bufó y rodó los ojos mientras llevaba una mano hasta su cintura—. Y mi vida no está llena de soledad, engendro.

—Ten más cuidado con esa boca, Park, que si sigues tan a la defensiva vas a terminar perdiendo a tu único verdadero amigo.

—No eres mi amigo, pedazo de mierda —el perro pareció saltar sobre el sofá al escuchar la fuerte voz de ChanYeol.

—Bueno, querido bastardo, haz la mierda que quieras pero no te deshagas de él. Me ha costado caro el puto perrito.

—Pues no quiero tu piti piriti —exclamó haciendo su voz más aguda para burlarse—. Me basta con Eva.

—Eva y Adán no cuentan.

—Adán falleció.

—¿Ya lo mataste? —se llevó una mano hasta el entrecejo y se acarició las arrugas marcadas gracias al ceño fruncido.

—Fue el calentamiento global.

—No le eches la culpa al calentamiento global, imbécil. De seguro se te olvidó darles comida. —ChanYeol guardó silencio antes de volver a hablar.

—Aun no entiendo por qué Eva sobrevivió luego del ayuno y Adán no. Dejó viuda a la pobre.

—Pues menos mal que te regalé el perro entonces.

ChanYeol volvió a dirigir su mirada al híbrido y frunció el ceño al ver que lo miraba atentamente. Le dio la espalda para no sentirse intimidado.

—Lo quiero fuera de mi casa, JongIn.

—Cuídalo, no seas malo. Piensa que si lo devuelves a la perrera va a quedar solito otra vez. Sólo míralo con más atención, ¿acaso no te parece tierno?

Chasqueó la lengua y decidió hacerle caso a su amigo. Se dio la vuelta para ver cómo el híbrido jugaba con las propias mangas de su ropa. No pudo evitar que le resultará tierno.

—¿Cómo dijiste que se llama?

—¡BaekHyun! —cerró los ojos al escuchar el grito de emoción desde el otro lado de la línea telefónica—. Están los papeles dentro de su maleta.

—Está bien, nos vemos luego.

Cortó la llamada y dirigió la mirada hasta la pequeña maleta que aún estaba parada a un costado de la puerta.

—BaekHyun —lo llamó con voz gruesa y el aludido de inmediato se levantó del sofá para hacerle una venia—. Te dejaré vivir en mi casa pero debes comportarte bien.

—Sí, amo —ChanYeol tuvo que detenerse para mirarlo con el ceño fruncido.

—No me digas amo.

—Lo siento, señor Park.

—Solo dime ChanYeol —el híbrido se sonrojó y él rodó los ojos—. Toma tu maleta y sígueme, te mostraré tu habitación.

Dio el primer paso para alejarse del contrario y lo escuchó detrás de él caminado con pasitos rápidos para llegar hasta su maleta y seguirlo de cerca.

—¿No dormiré con usted, ChanYeol? —se detuvo y miró al más bajo por sobre su hombro.

—Llámame de manera informar, por favor —pidió irritado y no le bastó mirarlo para saber que el híbrido se había vuelto a sonrojar—. Y no. No dormirás conmigo.

—Pero se supone que los híbridos deberían dormir con sus dueños.

—¿Dónde se supone que esta dictaminado eso? —preguntó frunciendo el ceño y BaekHyun se apresuró a dejar su maleta en el suelo para abrirla y sacar un papel de su interior.

—Aquí lo dice —frunció el entrecejo y leyó en donde apuntaba el chico.

—Eso refiere a crear lazos.

—Pero yo quiero crear lazos —ChanYeol resopló.

—Pues nosotros no tendremos lazos —abrió la puerta que llevaba a la única habitación sobrante del departamento y tuvo que hacer una mueca al verla llena de cajas que aún no desempacaba de su mudanza de hace más de un año—. Esta será tu habitación.

Vio de reojo como el híbrido hacia un puchero pero aun así se adentró a la pieza para dejar su maleta dentro y observar el lugar.

—¿Hay algo que deba hacer por usted todos los días? —el alto lo miró confundido, pero intentó pensar en algo rápido.

—Solo procura sobrevivir, no queremos que te pase lo mismo que a Adán.

—¿Adán se fue al cielo?

—Sip, Dios necesitaba a su alma de tortuga acuática para que hiciera el bien en este mundo.

—¿Yo también puedo hacer el bien en este mundo cuando muera?

—¿Qué edad tienes? —preguntó un poco preocupado por la corta inteligencia que aparentaba tener el contrario.

—La edad suficiente como para tener un celo —el alto frunció otra vez el ceño y arrugó la cara con sacó—. Mi humano tiene 24 años pero mi doctora decía que soy de esta manera por mi raza, ya que soy bastante "tierno".

—Tu doctora solo quiso decir que eras retrasado, perro idiota.

El chico arrugó la frente con molestia y dirigió la mirada hacia una de las paredes de la habitación.

—Le ruego por favor que sea bueno conmigo y no diga esas cosas de mí.

—Entonces no des motivos para decirlo —dio media vuelta para volver a caminar por el pasillo y alejarse del híbrido.

A JongIn se le había ocurrido la fantástica idea de regalarle uno de esas alimañas que él no lograba tolerar. Al ser médico lo encontraba una mutación extraña que lograron hacer los científicos hace unas décadas. A pesar de su punto de vista respecto a los híbridos, JongIn no había tenido ningún tipo de consideración al regalarle uno para su cumpleaños.

—¡ChanYeol! —rodó los ojos una vez que vio al híbrido caminar hasta él mientras movía su cola—. ¿Me podría dar un recorrido por la casa?

—Descúbrela solo, necesito ir a trabajar.

Tomó su sacó del perchero, junto a su cartera y sus llaves del recibidor para salir del departamento.

ChanYeol solía volver temprano a casa, luego se daba una ducha, se preparaba una cena y finalmente se iba a dormir. Aunque todo lo rutinario aquel día pareció cambiar debido a una emergencia del hospital. Al final terminó llegando cerca de las once de la noche a su casa y se extrañó al ver a BaekHyun sentado sobre el sofá más amplio de la sala mientras veía la pantalla negra de la televisión.

Se le había olvidado que tenía un nuevo perro.

—Ya llegué —avisó y BaekHyun corrió hacia él con una amplia sonrisa.

—Buenas noches, ChanYeol.

Se sacó el abrigo y lo colgó en el perchero, una vez que tuvo la mano libre y aún en alto vio como el híbrido hacia la cabeza hacia un lado y cerraba los ojos, esperando que lo acariciara. Él rápidamente bajó la mano y metió ambas en los bolsillos de sus pantalones, dejando a un decepcionado perrito mirando hacia la puerta.

—¿Estas enfadado? —preguntó el mitad animal y él se fue hacia la cocina.

—No, ¿por qué preguntas?

—No me has dado cariño. Los buenos dueños les dan cariño a sus mascotas —BaekHyun hizo un puchero y rodeó la barra para estar más cerca de él.

—Tú no eres mi mascota.

—¿Ya me consideras de la familia? —preguntó ilusionado el híbrido y ChanYeol se giró a mirarlo con el ceño fruncido.

—Simplemente para mí no eres nadie —la cola de Baek decayó y agachó la cabeza—. ¿Le diste de comer a Eva?

—¿Quién es Eva? Usted no me la presentó y tampoco me dijo que debía darle de comer.

ChanYeol gruñó y cerró los ojos mientras se acercaba hasta el acuario de su tortuga. Tampoco tenía derecho a enojarse con BaekHyun, es verdad que no le había dicho nada.

Alimentó a su pequeño animal acuático mientras tenía la atenta mirada del híbrido en la pecera.

—¿Ella es Eva?

—Sí, es la mujer y señora suprema de esta casa, así que cualquier cosa que te diga debes obedecerle.

—¿Eva habla?

—No, pero si lo haces debes hacerle caso —BaekHyun le asintió prestándole máxima atención y ChanYeol estuvo muy tentado en largarse a reír—. ¿Ya has comido?

—Aún no me ha dado nada de comer.

—Debiste haber buscado algo solo. Tu única tarea en esta casa es tratar de vivir sin necesidad de mí.

—Y alimentar a Eva —añadió el híbrido con una sonrisa, como si lo que él anteriormente le había dicho no fuese malo.

—Correcto. Ahora vamos a la cocina para que aprendas a hacer algo para comer.

—En la perrera me enseñaron a cocinar —frunció el ceño y giró la cabeza para mirar, al contrario—. Ellos querían convertirme en la mascota perfecta para mi dueño.

—Eso es perfecto —comentó con ironía pero BaekHyun sonrió—. Es una pena que yo no quiera una mascota.

El híbrido bajó la cabeza y junto sus manos para luego darse la vuelta y verlo convertirse en un Pinscher miniatura. ChanYeol nunca lo había visto en su forma de perro así que se le hizo un poco raro verlo trotando hasta la habitación que él le había asignado.

Preparo una comida rápida para él y BaekHyun pero se le hizo imposible hacerlo de manera tranquila. BaekHyun no había salido de su habitación y temió que el perro se haya quedado dormido y haber hecho comida demás.

Una vez que terminó y se acercó hasta la habitación del híbrido encontró que había tendido una pequeña manta en el suelo y se había acurrucado arriba de esta a un costado de su maleta aún en su forma de perro. ChanYeol lo dio por dormido y se fue hasta la cocina para servirse su cena.

Cuando se despertó al día siguiente se le fue inevitable gruñir una vez que pudo estar un poco más consiente. Se le había olvidado cerrar las cortinas la noche anterior y había despertado con la luz solar queriendo traspasarle los párpados.

Una vez que hizo el intento de darse vuelta en la cama para evitar la luz escuchó algo cayéndose y luego un quejido, haciéndolo despertar inmediatamente.

Se sentó sobre la cama y entrecerró los ojos para ver a BaekHyun en el suelo sobándose la cadera.

—¿Qué haces aquí? —preguntó desconcertado.

—Se me fue inevitable hacerlo —susurró el chico con la mirada puesta en la alfombra, aún demasiado avergonzado como para mirar a su dueño—. Se supone que una mascota debe dormir con su dueño para crear lazos.

—Te lo voy a volver a repetir, BaekHyun, yo no quiero crear lazos contigo.

—¡Pero eres mi dueño!

—No quiero serlo —el híbrido frunció el ceño y los ojos parecieron brillarle.

—Entonces devuélveme a la perrera, así tengo la oportunidad de conseguir un dueño que me quiera, al menos que me alimente.

ChanYeol rodó los ojos cuando lo vio salir enfadado de su habitación y él mientras tanto volvió a acostarse sobre sus sabanas al pensar que aún le quedaban minutos por dormir. Y hubiera continuado así no hubiera sido por el estruendoso ruido que se escuchó en la sala.

Estuvo obligado a levantarse con apuro y una vez que pasó por la puerta cerrada de su habitación le sorprendió ver al híbrido arrastrando su pequeña maleta hasta la entrada.

—¿Y a ti que te pasa? —BaekHyun se pasó con urgencia las manos por el rostro y se quedó mirando hacia la puerta.

—Devuélveme a la perrera —ChanYeol suspiró y caminó hasta él—. Tú eres un mal dueño.

—No soy un mal dueño.

—El chico del teléfono dijo que mataste a Adán.

—Eso fue un accidente.

El híbrido se giró a mirarlo con los labios en una línea recta, escéptico. ChanYeol, aunque no lo hubiera querido, se le hizo imposible no fijarse en los ojos aguados del contrario.

—Ven aquí —le dijo extendiendo ambos brazos y el mitad animal corrió para esconderse entre ellos.

Pasó ambas extremidades por los hombros ajenos y suspiró una vez que lo escuchó lloriquear sobre su camiseta de dormir.

—No tienes que irte —Se removió incómodo al sentir que una de las orejas del contrario le tocaba la mejilla.

—¿Prometes ser bueno conmigo? —ChanYeol rodó los ojos y suspiró.

—Siempre he sido bueno contigo —tomó por los hombros al contrario para separarlo de él, y una vez que vio que iba a protestar por lo anterior dicho abrió la boca para hablar—. Ahora vamos a tomar el desayuno, para que así no digas que no te alimento.

BaekHyun resopló pero lo tomó de la mano una vez que vio que él se iba a acercar a la cocina. ChanYeol no pudo evitar fruncir el ceño pero lo dejó porque el chico parecía muy feliz con la acción.

Mientras él cocinaba el híbrido se quedó sentado en la mesa de la cocina en espera de una orden, pero ChanYeol simplemente aprovechó a guardar silencio porque no sabía los talentos culinarios que tenía el contrario.

—¿Puedo hacer el jugo?

—No, BaekHyun. Se te puede romper el jarro.

—¿Y puedo poner los servicios?

—No, te puedes hacer daño.

—Pero si sólo tengo que busca los palillos y las cucharas.

—Pues yo he dicho que no —escuchó al chico resoplar por detrás suyo y a él se le asomó una sonrisa al darse cuenta que lo había fastidiado.

—¿Hay algo que pueda hacer?

Nop, solo quédate sentadito y procura no romper nada.

—¡No soy desastroso!

—Sólo llevas un día aquí, no puedo confirmar la veracidad de esa afirmación.

Una vez que se dio vuelta para darle el plato servido con sopa a BaekHyun vio como este frunció el ceño. Le entregó una cuchara y él se sentó delante del híbrido.

—¿Qué pasa? ¿No te gusta?

—¿Le echaste cebolla?

—Pues sí.

—Soy alérgico a la cebolla.

BaekHyun se tapó la nariz y se hizo hacia atrás para luego levantarse de la mesa. ChanYeol rodó los ojos, se cruzó de brazos y se hizo hacia atrás en la silla.

—¿Por qué no me dijiste que eras alérgico a algo?

—Pensé que lo sabías.

—¿Cómo se supone que lo sabría?

—Te deje mis papeles de adopción sobre el velador.

BaekHyun frunció el ceño un poco herido y caminó con pasitos rápidos hasta la habitación, una vez allí tomó un montón de papeles y se fue dónde ChanYeol.

En cuanto entró a la cocina el alto no pudo evitar fruncir el ceño al pensar que BaekHyun estaba avergonzado o algo. El híbrido apretaba fuertemente una gran cantidad de papeles al pecho y una vez que estuvo lo suficientemente cerca de los entregó.

—¿Aquí sale todo sobre ti? —el chico le asintió y él dejó los papeles en la mesa para luego pararse.

Sacó el plato de BaekHyun de la mesa y le hizo un gesto para que se sentará. Luego se fue hacia una de las repisas superiores para sacar un tazón junto a la caja de cereal.

—Por el momento esto es lo único que tengo —le entregó el pote lleno con las pequeñas pelotitas de color café.

—Esto se parece a mierda de conejo.

—Pues es cereal y es riquísimo —lo defendió con pasión y el contrario tomó una de las bolitas para echársela a la boca.

—Esto está bueno. ¿La caca de los conejos sabrá igual?

—No, BaekHyun, no sabe igual.

Volvió a tomar asiento para continuar con su sopa al ver que el contrario comía de su tazón de cereales. Tomó la cantidad de hojas que estaban corcheteadas en una de las esquinas superiores y procedió a leer todo con atención.

—¿Se aproxima tu celo? —preguntó casi alarmado luego de leer que los dueños solían ayudar a sus mascotas con eso—. ¿Sangrarás?

—Soy un macho —se defendió el contrario con el ceño fruncido.

—¿Entonces cómo es que tienes un celo?

—Pues simplemente lo tengo.

—¿Y andarás diez días caliente? —el contrario puso ambas manos sobre la superficie de la mesa y suspiró.

—No es necesario que me ayudes.

—Pero si soy un buen dueño debo hacerlo —alegó mientras apuntaba hacia el papel.

BaekHyun rodó los ojos y se le fue un tanto extraño ver cómo las orejas perdían su fuerza para caer sobre su cabello negro.

—No es como si fueras un buen dueño, de igual forma.

La comida siguió siendo tranquila a exceptuar por los reclamos que oponía ChanYeol cada vez que leía algo en el papel que no le gustaba. Al final se le pasó la hora sin darse cuenta y ya estaba llegando tarde al hospital por culpa de BaekHyun y sus papeles.

Los siguientes días no transcurrieron muy distintos a ese. BaekHyun seguía diciendo que era un mal dueño aunque todo aquello cada vez importaba menos porque el chico en realidad no parecía muy desconforme con el alto.

—Hoy vendrán unos amigos a la casa.

ChanYeol salió de la ducha con una toalla alrededor de la cintura y le acarició la cabeza a su mascota una vez que pasó por un costado de ella.

—¿Puedo estar con ellos y contigo? ¿O me encerrarás?

—¿Cuándo te he encerrado? —preguntó ofendido.

—Nunca viene nadie.

ChanYeol sacó a BaekHyun con rapidez de su habitación diciéndole que fuera a ver si la comida estaba lista mientras que él se terminaba de cambiar de ropa.

—¡A Eva se le acabó la comida!

Debía aceptar que vivir con el híbrido no era tan malo del todo. Con el tiempo pudo descubrir que era bastante útil y generalmente no oponía reclamos. Además, aunque no lo quiera admitir, ya se había encariñado con el chico de orejas negras.

—Le compráremos comida. No te olvides de acordarme.

—¿Compráremos? ¿Los dos?

—Si —miró a su costado, sorprendiéndose un poco por lo feliz que parecía BaekHyun—. Nunca te he sacado a pasear.

El chico parecía tener mucha intención de festejar y de trasmitirle lo feliz que lo hacía aquel hecho pero todo diálogo quedó brutalmente interrumpido al escuchar el sonido del timbre.

ChanYeol se acercó hasta la puerta principal y vio a través de la pequeña pantalla la cara de JongIn. En cuanto le abrió pudo confirmar que llevaba a su Poodle Toy afirmado por debajo del brazo.

—¿Por qué has traído al demonio contigo?

—¿De qué hablas, imbécil? Lo traigo para que sea amigo de Baekhyun.

ChanYeol rodó los ojos y una vez que se hizo hacia atrás para darle espacio a su amigo para que entrara notó que BaekHyun todo ese tiempo había estado a su espalda mirando hacia la puerta con aspecto curioso.

JongIn dejó el perro en el suelo y su híbrido se puso de cuclillas para acariciarle la cabeza.

—Se llevarán bien —afirmó JongIn mientras cerraba la puerta.

ChanYeol aún lo mirada desde un costado sin confiar mucho en la mascota de su amigo.

BaekHyun terminó convirtiéndose en su totalidad en el perro de su raza y estiró las patitas delanteras hacia adelante mientras le gruñía al contrario en una especie de juego, pero el perro de JongIn se acercó para darle un manotazo en la cara, haciendo que BaekHyun lloriqueara.

ChanYeol, sin siquiera darse cuenta, se acercó con grandes zancadas hasta los dos y tomó a su mascota luego de pegarle un manotazo al perro de JongIn en el hocico.

—¡Hey, no le pegues a KyungSoo!

—¡¿Acaso no viste lo que le hizo a BaekHyun?!

Tomó a su perro en brazos y caminó hacia la sala mientras escuchaba al perrito lloriquear con la cabeza apoyada en su hombro. Iba con la clara intención de ponerlo sobre la mesa para revisarle que no tenía un daño pero BaekHyun terminó transformándose y gracias al peso del contrario se le fue casi inevitable el sostenerse para no caer.

—¡No te transformes mientras estás en mis brazos!

—Lo siento.

ChanYeol tuvo que detenerse al escuchar la voz tristona del contrario y con rapidez lo sentó sobre la mesa, viéndole así el rasguño que tenía sobre la mejilla.

—¡KyungSoo! —gritó colérico hacia el perro que estaba tranquilamente sobre los brazos de JongIn mientras que él le acariciaba a BaekHyun la piel que estaba alrededor de la herida.

KyungSoo se transformó entonces en un chico bajito con cabello negro y se acercó hasta ellos con una mirada dura.

—No es para tanto —dijo una vez que inspeccionó a BaekHyun y este rápidamente tomó la mano de ChanYeol al sentir al otro híbrido muy cerca.

—¡Pues me duele! —alegó BaekHyun, pero rápidamente calló luego de ver la mirada del híbrido contrario. ChanYeol, casi sin darse cuenta, se puso delante de su mascota para evitar que le hiciera daño.

—¡Ya!, no seamos agresivos. KyungSoo, amor, ayúdame a servir la comida.

El aludido les dio una última mirada a ambos y se fue hacia la cocina detrás de su novio.

Luego de que ChanYeol curara a BaekHyun las cosas parecieron estar menos tensas y sorpresivamente su mascota se hizo amigo de KyungSoo, logrando así que el alto viera aquellas pocas sonrisas que solía mostrar aquel demonios, las cuales solo salían cuando estaba con JongIn.

—¿Cómo la pasaste hoy? —preguntó una vez que la otra pareja se fue luego de cenar y hubieran quedado solos.

—Bien. Tus amigos son divertidos.

ChanYeol estaba poniéndose la camiseta de pijama mientras que BaekHyun estaba sentado a orillas de la cama con su pijama rosa con perritos de su misma raza esparcidos aleatoriamente por la tela.

—ChanYeol —lo llamó mientras jugaba con el cobertor y mantenía su cabeza gacha—, ¿puedo dormir contigo?

—Tú tienes tu habitación, BaekHyun.

—Lo sé, pero todavía duermo sobre mi manta en el suelo y ha estado haciendo frío últimamente.

ChanYeol giró para ver a su mascota y lo sorprendió sonrojado mientras que continuaba con la mirada fija en las mantas.

—Está bien, esta noche puedes dormir conmigo pero procura comportarte bien.

BaekHyun le asintió con entusiasmos y gateó hasta la cabecera de la cama, en donde se metió debajo de las sabanas. ChanYeol lo imitó y luego apagó la luz de su mesilla de noche.

Estaba bastante confiado en que BaekHyun no pondría ningún problema, por lo que le sorprendió bastante cuando el contrario rodó de un lado a otro sobre la cama, incluso el chico terminó sobre su pecho y mientras ChanYeol refunfuñaba medio dormido BaekHyun no dejaba de intentar buscar una posición que lo dejara cómodo.

Una vez que se despertó le sorprendió un poco ver que su híbrido estaba del otro lado de la cama en que lo había dejado, aunque se preocupó aún más cuando notó lo sudado que estaba y los quedos quejidos que salían de sus labios entre abiertos.

—¿BaekHyun, estás enfermo? —sacudió el hombro del contrario y este fue abriendo los ojos lentamente.

—ChanYeol, necesito ayuda.

—¿Qué te duele? —el híbrido gruñó y se removió sobre la cama—. ¡¿Estás en celo?!

—No sabía que sería hoy —ChanYeol lo vio tan acomplejado que incluso le llegó a preocupar.

—¿Has... intentado hacer algo?

—Me he tocado tres veces de lo que lleva de mañana —confesó en modo susurró mientras era acompañado por un fuerte sonrojo.

—¿Y aun así no estás complacido?

—No es tan fácil —se pasó la lengua por sobre los labios resecos y vio como BaekHyun parecía retorcerse—. E-en el contrato sale un lugar donde me puedes llevar, ahí me ayudaran y...

—No voy a llevarte ahí —contestó de inmediato con voz fuerte.

—Pero necesito ayuda.

—Yo puedo hacerlo.

Ni siquiera le sorprendió lo que él mismo había dicho, aún después de que BaekHyun le haya dedicado una importante mirada, confirmando así que estaba dispuesto a ayudarlo.

El híbrido le pasó ambas manos por el cuello y lo obligó a que acortará la distancia para poder finalmente besarlo, y ChanYeol se sintió tan violado en ese beso apasionado que incluso llegó a excitarse solo con eso.

Sus manos se fueron hasta las caderas de BaekHyun mientras se posicionaba sobre su cuerpo. Echó las mantas a un lado al sentir tanto calor y vio desde arriba la bonita imagen de BaekHyun totalmente agitado.

—¿Crees que con tocarte baste? —para su sorpresa el híbrido negó con urgencia.

—Necesito que me hagas... más.

Su respiración se entrecortó y se sintió tan jodidamente caliente arriba de su mascota que le importo poco que este se tratara de un humano con orejas y cola de perro. BaekHyun era bastante bonito y ardiente por sí solo, ese tipo de cosas era lo de menos.

Le besó la barbilla delicadamente mientras adentraba sus manos por debajo de la camiseta del contrario, sacándosela de un tirón en cuanto tuvo la oportunidad, luego de eso se sacó la suya y procedió a dejarle suaves mordidas al contrario sobre el pecho.

No sabe cuánto tiempo realmente estuvieron toqueteándose y besándose pero luego de un momento los dos acabaron siendo completos gemidos mientras se dejaban hacer entre los brazos del contrario.

Y maldición, a ChanYeol le cuesta un poco aceptarlo, pero confiesa que nunca antes había tenido un sexo más exquisito que ese.

Una vez que ambos estuvieron uno al lado del otro sobre la cama mientras miraban al techo no hicieron más que disfrutar del momento.

—ChanYeol —lo llamó y este giró la cabeza para verlo—, sigo sin saciarme.

El alto bufó pero una sonrisa se le asomó por los labios y él tuvo que esconderla al darse cuenta que el contrario también le sonreía pícaramente.

Durante esos nueves días siguientes ChanYeol se la pasó durmiendo horas demás en el hospital debido a su gran trabajo físico en casa, porque apenas abría la puerta veía a BaekHyun a medio vestir y con una sonrisa de encanto que lo invitaba a pecar.

Sorpresivamente dejó de convertirse en un hombre tan hosco y empezó a disfrutar más de su vida, de sus amigos y de BaekHyun.

Salía con más frecuencia e inclusive habían comprado más tortugas para que Eva no sé si sintiera sola, todo esto a petición de BaekHyun.

Al final, y con el tiempo, ChanYeol logró aceptar delante de JongIn que le había encantado su regalo de cumpleaños.

Accepted

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