Tu verdad a sido la maldad austera
Fingiendo en mi una pasión inculta,
Que con besos de quimera
Ilusionaste a mi alma, que, sin piedad la insultas,
Por qué dejaste que con amor te quisiera,
Marchitado a mi pobre corazón, que en torrentes se daba a tus pasiones.
Y lúgubre oración, cual lámpara efímera
Brotó de tus labios, para cegar mis ilusiones
Te hastiaste de mí figura de esqueleto,
Y me arrojaste sin voltear la cara
Creyendo libremente de lo que a mi me había hecho.

Pero, pasó el tiempo fugaz a nuestras vidas,
Y libre el corazón, la mente rara,
Envolviose de crueles ambiciones,
Y, noble pronuncié tu nombre
Por que me enseñaste a amar,
Y culpable... Por que mataste en mi las ilusiones.
E incrédulo... Por que a mis ojos la venda le quitaste.
Hastiado... Por que las ilusiones como la tuya, no hay sin pasiones.
Por eso bendigo la hora, en que dejaste mi amor
Con tu maldad austera.

G. Alcázar. M