Veinte
Cuando cumpla veinte, decía, me iba a ver de manera espectacular cuando comprara aquel vestido que vi en el centro, no me iba a importar verme gorda en la ropa blanca de la escuela, pensaba, quizá me presten el coche para salir cuando las clases acaben de muy tarde. Hice mis planes a corto y largo plazo, me confíe. Cuando cumpliera veinte ya me veía a media carrera, es más hasta hace un año, me veía llegando a casa y viendo a mi prima sentada en la media barda afuera de mi casa, y ahora, no solo no cumplí lo que quería, también la perdí a ella. E dado por sentado mucho en mi vida, incluso mi cama y ahora duermo en una posilga llena de hoyos que me está matando de dolor cada noche. Cuando cumpla veinte, al menos así me veía a los dieciocho, pensando quien de todos los jóvenes que entraban y salían de la escuela iban a ser mis amigos, y me hacía ideas de como serían los próximos años, lo cierto es que apesto, ahora ya es tan real, que todos me huelen. Cuando cumpla veinte, que dilema, muchos no llegaron a esta edad ni llegarán jamás, es al menos un regalo el amanecer, y de eso estoy muy agradecida, solo quisiera saber qe voy a hacer ahora, que me digan que camino escoger ahora. Cuando cumpla veinte, me dije hace un año, todo estará bien, la escuela solo aguarda por ti, me lo ha dicho, el tiempo que ya has perdido tiene un propósito, encontrarás a los amigos correctos incluso a tu más grande amor. Pero quizá todos se equivocan empezando conmigo, creo que me han cerrado tanto la puerta solo por algo, creo que quizá sea momento de olvidar todo lo que me escribí en la memoria, y tomar otra salida, ni siquiera se cual. Cuando cumpla veinte, arruiné mi cuerpo, ni yo me quiero ver al espejo, me siento un enorme mapa lleno de caminos, que no llevan a ninguna parte, algunos se salen del trazo, van sin rumbo, parece que ni las cejas se componen después de tanto cortarlas. Cuando cumpla veinte, muy seguramente voy a terminar loca, me volvieron así, no creí vivir a la defensiva siempre y aquí voy de nuevo, con miedo hasta de que me quiten mi lugar del baño, con que mis únicos tenis se rompan de tanto usarlos, con que se rompa mi único y último pantalón. Cuando cumpla veinte, que dilema, seguro será otro año de querer arrancarme la piel, ya no se que va a pasar, me rindo, cuando cumpla veinte, si dios quiere, solo empieza otra tortura, la número veinte.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro