El Guerrero Mas Joven
Era un niño, pero no tanto para jugar con muñecos, pero no uno tan grande como rasurase. Pero era joven, iba a la escuela desde temprano y regresaba a casa caminando bajo el sol con una bolsa de comida en las manos. Al joven le fue bien en la infancia, tuvo cuanto quiso en la cantidad que quería, dormía tarde por jugar, y se le consintió como ningún otro niño, el era el querubín de la familia, a la par de su hermana, solo unos años mayor. Pero un día el joven, no tuvo más remedio que ponerse una enorme armadura para enfrentar lo que nadie nunca desea a un joven. Una horrida batalla sangrienta contra el peor de los monstruos le arrebató un pedazo de mandíbula, dejándole mal herido, sangrando a borbotones casi desahuciado, pero la vieja medicina le salvó de por poco morir, no pudo siquiera ver el pedazo de si mismo que se le fue, dicen que era horrido y deforme, que sus dientes estaban pegados a una bola de carne sin forma. Se salvó de milagro y todos lo sabían. No significaba que el monstruo no viniera cada noche a su cama a susurrar le historias. Todas y cada una para decirle las mil y un formas de tortura que le tenían deparadas allá afuera. Los curanderos y los sabios le advertían del peligro que se avecinaba, y del que el era compeletame consciente, el monstruo le estaba asechando, y el joven sólo tenía una vieja espada, es cierto tenía mil guerreros dispuestos a combatir con el, pero al final de la batalla el seria el único que peleara y el único que le podía ganar. Le preparaban, le dieron todas y cada una de las hiervas que podían darle fuerza, la medicina del mar vino a mirarle, vino gente de todo el reino, todos con mil y un maravillas probadas y no probadas para darle fuerza y sanar su cuerpo para la batalla. Todos miraban al valiente que se escondia detrás de un pedazo de tela color azul desgastado, le traían ofrendas, comida, hiervas, oro, telas y sobretodo la alegría de conocer al único que podía enfrentarse. Pronto su madre que era la única que podía mirar su rostro vio caer en el dolor y la agonía a su hermana mayor. Guerra también de un monstruo que le había arrebatado la movilidad, su madre cayó en desgracia y todos los de aquella fortaleza flaqueban. Un buen día después de pasar con calma por el castillo admirando sus ya pocas riquezas el monstruo vino por lo que quedaba del joven, le atacó desde adentro con su cruel magia, tomando la fortaleza de sus huesos, de todos su huesos, hacienfo sentir el más inenarrable dolor que un joven merece sentir. El monstruo estaba por arrebatar la vida de los rincones más lejanos de su cuerpo que se negaban a dejar ir la coraza que le había servido por tantos años. Nadie podía pelear esa batalla solo podían ver como el monstruo les quitaba su más grande tesoro.
El padre dolido por semejante desgracia recurrió a brujos y a dioses. Pidiendo clemencia, y ser redimido se todos los pecados que creía, volvían a su hijo en forma de lección, una lección trágica. Un día de súplicas el padre pareció escuchar la voz de algún dios de entre algún lugar de sus entrañas.
-Es cierto - le dijo - Voy a llevarme lo que más amas, pides que te lo deje, todos piden pero no saben que pasaría si yo cumpliera todo los deseos de ustedes - suspiró con dolor mientras veía a la nada -
-Te pido señor, devuelvas sano y salvo a mi hijo, tu sabes bien cuanto a combatido, tu lo has visto como yo en sus horas de penumbra, es cierto, pequé en alma y cuerpo por años, dejé a mi esposa todas las noches cuidando a los niños mientras yo iba a pecar, estoy pecando justo ahora y no hace falta que te mienta, perdón por negar que existías y por maldecir tu nombre. Pero te lo imploro, te lo ruego con cada hueso y cada gota de mi sangre, devuelvelo sano, te lo pido regresalo, quiero que viva, que vuelva a la escuela, que vuelva a caminar sin penas de que miren su rostro, te pido que mi hija salga cada día como era su rutina hasta donde dan las amapolas te lo pido, yo ya no tengo nada solo mi corazón, tomalo de ser necesario - se dejó caer hincado en el piso - Que todo esto solo sea un sueño, y que vaya a despertar pronto -
-Es cierto que toda creación conocida es mi obra, desde la montaña hasta el mar, ustedes son mi obra, les creé con un propósito y les di vida para caminar en mi tierra, la que tanto desprecian, y así como un dia los tuviste, así como les permitiste todo, dormir hasta la madrugada después de reír sin parar, así como no les exigiste del hogar y la escuela, así como les dejaste irse cada mañana a donde se les requería, como los viste correr en tu jardín hasta caer casi muertos, como no corregiste sus malas conductas y lo viste ser niños hasta ahora su adolescencia, hombre, los tuviste. Ya fueron tuyos por tantos años, los mejores años los tuviste tu regaste la flor y aveces también la asoleaste de más, ya te los presté por muchos años, y deben de volver conmigo, se que supiste aprovechar cada segundo que les tuviste a tu lado - el hombre trataba de quedar en paz pero sus lágrimas no cesaban - Ya fueron tuyos, sus mejores risas, su crecer acelerado hasta el punto de decir basta, toda la creación es mía, cada hombre me pertenece y aún así son libres, ahora deben de volver conmigo, se muy bien que aquel espacio jamás llenarás con ningun placer terrenal, incluso con ningún otro hijo ¿Quién más que un padre puede saber el dolor del alma? Hay nombres para todo, pero al dolor de un padre al perder su todo que es su hijo o hija, no lo tiene, puesto que aún no se les a ocurrido. Son míos y vuelven conmigo, aminoraré su dolor, te lo prometo, y en mi blanco espacio infinito, te juro ya no les faltará nada, su cuerpo será el de antes, como cuando iba regordete por otro pan a la esquia, o cuando guardaba dulces bajo la cama, te juro que ahí todo será como fue alguna vez, sus patillas crecerán largas como antes y sus ojos tendrán brillo, no necesitará jamas de ayuda puesto que el será completo. Deben volver conmigo, algún día lo iban a hacer, pero mira a tu lado, nadie te olvidó, desde los que te veían ir hasta los que te veían regresar, hasta los que un día desdeñaste y apartaste, te han seguido hasta aquí, jamas estuviste solo, y jamás fuiste tan rico ni tan pobre -
Asi que la respuesta era una, se tiene que ir, pero mirarlos desgastarse como vela, no es opción para nadie con cordura. Pero ya no había nada, el monstruo se comería al joven primero que a su hermana, pero al final de la noche, cuando todos duerman y sueñen o cuando el sol pegue a la arena quemando la piel. Ellos tendrían que irse, nadie les dijo cuando, nadie imagino que caundo el retoño más chico nació y le miraron a los ojos, cuando le abrazaban pequeño nadie pudo prevenir que el monstruo se lo llevaría. Nadie les advirtió que al verla crecer y correr, maquillar sus mejillas rojas y pintar sus pestañas cual estrellas, que algún día tendría que irse. Nadie lo sabe, no podemos saberlo, uno solo sabe la historia pero no el futuro, y de cierto se tiene el presente, hay miles de guerreros y guerreras luchando contra enormes demonios que se roban el alma, pero, cuando uno deja la coraza que dio todo por servir, te liberas como cuando el mar se desborda rompes esa pequeña concha donde estuviste aprisionado años. El guerrero se volvería mar y como el mar, sería libre hasta donde nuestra imaginación sueña, y más allá de lo que ven nuestro simples ojos. Nuestros ojos que no son nada, para los guerreros que se van al todo.
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