¿Tengo que ser bonita? ¿En serio debo de serlo? No se que será de mi si no puedo ver o tengo un ojo bisco o si me falta una pierna, que tal si no tengo un brazo o no oigo ni hablo. ¿Cómo se que soy bonita? No tengo ojos azules ni piel blanca, ni mido casi dos metros y creo que no luzco despampanante con un vestido corto. ¿Entonces debo llamarme fea?

Por eso me emociona que así como a mi me falta un ojo y el brazo y cojeo de un pie, un chico pueda decirme linda, aunque yo sienta que no lo soy, que así como las mujeres de las novelas americanas, puedo encontrar el amor que corra por mi hasta el aeropuerto o que se lance al agua tan solo por verme desvalida.

Solo quiero ser bonita un segundo, debo creerlo al menos cuando vea a los otros encontrase en la calle a pesar de las jorobas y los granos, o la pierna chueca, se tomen de la mano y finjan un momento que no saben lo que les faltan, y que sean ese ojo que no mira y esa pierna que los traiciona.

Cualquiera puede ser la mujer más bella, para el hombre que este menos ciego. Y así sin estar completos, pero a pedazos nos encontramos para creer que somo uno, para miramos sin pensar que si no nos tomamos de las manos, los dos caemos, por que puede ser mi pierna y yo su brazo, el me ve bonita y yo lo veo guapo. Y si no lo somos, al menos al verlo, nos sentimos modelos de revista aunque somos más modelos de la ciencia.

¿Cómo se si voy bonita? Si el me mira y siento que lo tengo todo, si el es mi propio espejo, cada persona es un espejo diferente donde podemos mirarnos. Y como no puedo mirarme a mi misma, seguiré pensando por un momento, que, al menos estoy completa.