CAPÍTULO CUATRO.

Octubre había sido un mes difícil tanto para Bella como para mí, aunque Esme y Carlisle me llamaban todas las noches, extrañaba su presencia constante. Bella comenzó a salir de la habitación sólo para comer y ducharse.

En noviembre comenzaron las llamadas de Jasper y Alice, mi hermano se disculpó por no poder despedirse de mí y por haber sido culpado por la partida de nuestra familia, Alice me ayudó a convencerlo de que nada de eso era culpa suya. Bella empezó a comer menos.

En diciembre comencé a dormir en la residencia Swan después de una semana entera en la que Bella tuvo pesadillas. Se despertaba gritando y se podía ver lo conmocionado y cansado que parecía Charlie.

Después de que comencé a dormir con ella, las pesadillas desaparecieron. Rosalie también me llamó, diciendo que odiaba a Edward por todo, por separarnos a todos, pero no lo culpaba.

También haría cualquier cosa para tratar de mantener a salvo a la persona que amo, incluso si eso significara romperle el corazón y abandonarla.

Edward me había llamado a finales de noviembre, explicándome sus razones y motivos de todo eso, traté de convencerlo de que era una mala idea pero Edward ya había tomado una decisión. Decidí no decirle a Bella que él había llamado, empeoraría su condición.

En enero, Bella parecía un poco más dispuesta a salir, fuimos a mi casa, tuvimos una noche de chicas - solo nosotras dos - y caminamos de una casa a otra, Charlie parecía disparar fuegos artificiales cuando veía reaccionar a su hija. después de tantos meses.

También en enero mis padres decidieron que vendrían a verme una vez a la semana, después de todo, mamá estaba colapsando porque no podía verme todo el tiempo. Me reí, sería difícil cuando fuera a la universidad.

Uno de esos días Bella iba a dormir a mi casa, no sabía que mis padres iban a venir ese día específico, pero les pedí que se quedaran, Bella parecía más radiante. Mamá cocinó para nosotros y papá examinó a Bella a petición mía, después de todo la chica estaba más delgada y pálida de lo normal.

Llegó febrero y Charlie dijo que Bella debería salir con otros amigos, según él pasamos demasiado tiempo juntas y él pensó que yo estaba abrumada, después de todo lo que ella pasó mientras Edward no estaba, yo también pasé con ella. Charlie dijo que yo también necesitaba algo de tiempo para mí.

No estuve de acuerdo, diciendo que todo estaba bien y que me gustaba pasar todo mi tiempo con Bella, pero Charlie parecía decidido a no deprimirnos ni a Bella ni a mí, después de todo yo también me había sentido mal, no tan mal como Bella por supuesto.

— Nora, lo siento, realmente no quería ser una carga para ti. — interrumpí a la chica, sujetándola por los hombros.

— Bells, está bien, de verdad, eres mi mejor amiga y siempre estaré para ti. — la abracé, sintiendo a la chica suspirar en mi hombro.

— Lo siento Nora, perdón por los últimos meses. — la solté y agarré su rostro entre mis manos.

— No te disculpes por los últimos meses Bells, lo amabas y a diferencia de otras personas que intentan fingir que todo está bien, tú simplemente dejas que los sentimientos te consuman. — sabía por qué.

Incluso antes de que la chica conociera a mi hermana, de inmediato me di cuenta que era una chica sensible y depresiva, lo había notado cuando nos conocimos, al parecer la partida de mi hermano solo detonó aún más aquello.

— No es problema para mí, Bells, pero si quieres buscar ayuda profesional e ir a un psicólogo, yo voy contigo, ¿si?

Sus ojos se llenaron de agua y la abracé nuevamente, sus sollozos se hicieron fuertes y solo lo sostuve en mis brazos. Ella necesitaba desahogarse.

[°°°]

Bella iba a salir con Jessica Stanley esta noche, pensé que era una mala idea, Stanley no era la mejor compañía.

Yo me quedaría en casa, Bella incluso me invitó a ir con ellas dos pero cortésmente me negué diciendo que tenía que limpiar la casa y que tal vez mis padres vendrían, ella solo asintió y dijo que me traería unos dulces el día siguiente.

— ¿Bella no viene hoy? — preguntó mamá tan pronto como me soltó de sus brazos, permitiendo que mi papá me abrazara.

— Hoy irá al cine con Jessica. — respondí antes de dirigirme hacia la cocina donde estaba mamá.

Esme tarareó antes de empezar a cocinar, estaba hablando con Carlisle sobre Alaska, había estado allí una vez, vivimos solo unos meses con nuestros primos Denali, Carmen era la más cariñosa, tenía un aire maternal al igual que Esme.

Kate y Tania se parecían más a Rosalie, a ambas les encantaba vestirme como muñecas y darme regalos caros.

Irina era más solitaria, pero era muy dulce conmigo, a la vampira rubia le gustaba contarme cuentos antes de dormir.

Eleazar no era tan paternal como Carlisle, pero era muy sofisticado y querido. Me gustaba leer con él.

— Cariño, tu teléfono. — murmuró mamá frente a mí, parpadeé al darme cuenta que estaba perdida en mis pensamientos. Sonreí en su dirección, respondiendo la llamada sin siquiera ver quién era.

— Hola Leo, ¿cómo estás? — la voz de campana de Alice llenó mis oídos.

— Hola hermana, creo que sabes la respuesta, pero yo estoy bien ¿y tú? — me levanté de la silla y comencé a caminar por la casa, no podía quedarme quieta mientras hablaba por teléfono.

— Muy bien, te extraño claro. — su voz sonaba triste pero pronto volvió su habitual felicidad. — Siento que las cosas cambiarán en los próximos días.

Parpadeé, ¿qué había visto Alice?

— Alice, ¿qué viste? — cuestioné subiendo las escaleras hacia el segundo piso.

— Nada concreto, lo cual es frustrante, solo te vi borrosos muy feliz durante los próximos días, pero no veo por qué ni con quién. — fruncí el ceño, ¿Alice estaba teniendo problemas para ver mi futuro?

— ¿Por qué crees que se puede tener un “con quién”? ¿No puedo ser feliz solo Ali? — pregunté recordando sus palabras.

Escuché se movía y le pasaba el teléfono a alguien más, la voz sureña llegó a mis oídos.

— Alice cree que encontrarás novio. — dijo Jasper y podría jurar que había puesto los ojos en blanco, me reí.

— Imposible, soy demasiado para todos allí. Son unos groseros y estúpidos. — dije con incredulidad.

— ¿Y si no es alguien de la escuela? — la voz de Alice volvió a estar presente, me detuve, ¿será?

— No inventes cosas Alice, ya lo verías, ¿no? — inquiero, simplista. — Simplemente seré feliz, nada grande. Necesito ir a comer ahora, mamá me llama.

— No, no lo creó. — Jasper se rió.

— No huyas de tu destino, hermanita. — la voz de Alice sonó y puse los ojos en blanco. — Llamaré en otro momento. Disfruta la pasta.

Y luego colgó. Me quedé pensativa, Alice estaba loca, no saldría con alguien de este pueblo, mucho menos de escuela, no necesitaba un novio para ser feliz.

¿Pero tenía razón Alice? Pero ¿por qué no podría ver todo con claridad?

En el próximo se conocen nuestros protagonista.😏