Me giro para ver que no hay nadie en la puerta y esta se encuentra cerrada, tal y como la dejé con la llave metálica cruzada .

- ¿Has oído eso? - Pregunto tragando la bilis que asciende por mi garganta.

- Habrá sido el viento- Dice mi madre recomponiéndose y ajustándose la chaqueta.

- Bueno tengo que irme a trabajar - Me dice y se nota que la incomodidad se ha instalado en la atmósfera de esta pequeña cocina. Me quedo donde estoy hasta que escucho el sonido de la puerta principal cerrarse, esto de los ruidos me está empezando a preocupar.

Escucho el sonido de una reportera que proviene de la televisión, alcanzo el mando y subo el volumen

- Ya han pasado meses desde las desapariciones aquí en Bothell, y aún siguen en paradero desconocido-

Apago el dispositivo de golpe y la culpabilidad inunda mi cuerpo. Para despejarme me preparo café, desayuno un poco de fruta y me pongo a estudiar.

- Voy a salir esta noche a cenar con Mike - Le digo a mi madre la cual está barriendo los escalones de madera.

- Haz lo que quieras- Me responde secamente, pensé que podríamos mejorar, que me aceptaría, pero estaba muy equivocada. Últimamente se ha comportado de una forma muy extraña, pero lo dejo correr total es su problema. Subo los escalones de madera y ya comienzo a odiar el sonido que producen mis pies cuando pasan por ellos. Abro el antiguo armario y rebusco algo decente que ponerme y al final me decanto por un vestido color carmesí, con medias del color de mi piel y una pequeña chaqueta. Rebusco en mi neceser para encontrarme con casi nada de maquillaje, así que abro el de mi madre el cual es mucho más grande que el mío. Me echo un poco de rímel un pintalabios rojo y un poco de colorete. Me miro en el espejo y no me gusta mi aspecto parezco demasiado mayor , así que remplazo el pintalabios por un fino brillo de labios.

Mando un mensaje a Mike y mientras aguardo a que me venga a buscar, navego en la bilblioteca de Wattpad para ver las innumerables historias que tengo y me decido leer una de misterios, mi mente se desplaza a ese mundo donde un asesinato sucede al rededor de 1980 y una detective busca al culpable, en el único momento que levanto la vista del portátil es cuando escucho el agudo sonido del timbre. Cierro el portátil y lo pongo a cargar, cojo mi bolso que descansa en la silla del escritorio e introduzco en él todo lo necesario. Bajo los escalones y allí me espera Mike con su aire despreocupado y su ropa casual. Una sudadera blanca con unos vaqueros rotos de los cuales caen cadenas , esta guapísimo. Le doy un beso y escucho como mi madre tose, gesto que hace cunado algo le desagrada y yo me separo de golpe. Me río cuando veo que todo mi brillo de labios, ahora decoran los de Mike.

- Vuelve antes de medianoche - Me dice mi madre sin ni siquiera mirarme, Mike me coge la mano y salimos a la gélida noche.

Nos subimos a la negra moto de Mike la cual está fría y me pongo el casco, salimos a toda velocidad y en seguida dejamos atrás el pueblo. Tras una media hora de viaje, Mike deja su moto en un aparcamiento de un restaurante asiático, la puerta es de cristal la cual me sujeta Mike para que pase.

- Gracias- Le digo y él me guiña un ojo. La entrada es acogedora, nos recibe una música relajante y un budú de color oro en el cual hay monedas. Un camarero nos guía a una mesa de dos en una esquina alejada del restaurante, nos acomodamos y Mike me dice.

- ¿Te gusta? -

- Es precioso -

El restaurante está impregnado en un olor a incienso, la única luz que se puede apreciar en la estancia son las que producen unas bombillas camufladas en el techo.

Cogemos dos cartas que están depositadas en el centro de la mesa y cuando llega el camareo de antes pedimos, a mí me cuesta decidirme pero al final me decanto por un rollito de primavera y un poco de arroz tres delicias. Mike se pide lo mismo pero en vez de arroz, pollo al curri.

Hablamos y reímos acerca de diversos temas.

Cuando el camarero nos trae la cuenta me doy cuenta de la fugacidaz del tiempo.

- Pago yo - Se ofrece Mike

- No no hace falta, invito yo -

- Insisto

- Bueno, gracias -

Salimos del restaurante y Mike me da la mano y en vez de dirigirnos al coche nos dirigimos hacía un parque que hay detrás del restaurante, todo está oscuro, la luna está oculta tras las nubes y la única luz que alumbra el camino es la que producen las farolas.

Damos un tranquilo paseo por el parque dados de la mano y en silencio. Los bancos a penas se pueden apreciar y la fuente está apagada, de repente Mike se para.

-¿ Qué pasa? - Formulo aquella pregunta y me quedo perpleja cuando me suelta la mano y me tira a un banco , mi bolso se cae al suelo produciendo que se caiga todo el contenido.

- ¡Mike! - Grito pero este no me hace ni caso y se coloca encima de mí, el miedo comienza a invadir cada parte de mí y las manos comienzan a temblarme cuando las utilizo de escudo, las coloco en su pecho y lo empujo ligeramente sin éxito, oigo el ruido de unas voces y Mike se baja

- ¡Pero te has vuelto loco! -

- Era una broma menuda cara se te ha quedado- Dice fingiendo reírse y entonces las palabras de George vuelven a mí TEN CUIDADO CON MIKE pero lo desecho rápidamente, decido creer a Mike y me río.

Volvemos a casa y me despido de él dándole un beso.

Entro en casa y me quito las manoletinas. Subo los escalones lo más despacio que me permiten mis pies y el crujir de la madera. Oigo el chirriar una puerta detrás de mí,me giro y mi madre se encuentra en el marco de la puerta.

- Tes estás equivocando y mucho- Me espeta

- Mamá-

- Solo quiero que tengas cuidado con él, ¿me lo prometes?-

Esa faceta que tiene de ser la mujer perfecta desaparece por un momento, pero tan solo dura unos segundos porque después se da la vuelta y ese aire de superioridad vuelve a posarse encima de ella.

Esa noche me quedo dormida con las palabras de mi madre SOLO TE PIDO QUE TENGAS CUIDADO CON ÉL.

- Este fin de semana los Bradley se van de vacaciones a Boston y me han pedido que vaya con ellos, así que estarás sola y eso conlleva a que no vas a invitar al esperpento ese al que llamas novio- Me dice mi madre cuando cierro la puerta principal.

- Ese esperpento tiene nombre , mamá -

- Es verdad como era...¿Dean?¿David?¿Christian?-

- Mike -

- La cuestión que no va a venir, te lo digo bien en serio-

Suspiro y obervo como está haciendo las maletas y mi mente baraja todas las posibilidades y al final me decanto por una: Invitarle.

Ese fin de semana me despido de mi madre muy temprano desde el umbral observo como se sube a un todoterreno blanco propiedad de los Bradly. Mientras aguardo la llegada de Mike, hago los deberes de Filosofía, me encanta viajar a la Antügua Grecia y trasladarme a la mentalidad de los matemáticos de la época, mi favorito sin duda, Aristóteles.

Alguien llama al timbre, me apresuro a abrir la puerta y unos ojos caramelo me saludan.

-Me deposita un beso en los labios y yo me río en su boca.

- Así que la señora Rotenmeyer se ha ido todo el fin de semana-

- No te pases- Digo dándole un pequeño empujón juguetón y los dos nos reímos.

Pasamos el día en mi habitación escribiendo en Wattpad mientras Mike me observa apoyando un codo, la cara en su mano y hablando. Me cuenta más acerca de los hombres lobo y yo tomo notas mentales.

Cuando llega la hora de la cena preparo un delicioso pescado rebozado.

Vemos una película en el sofá, mi favorita, Titanic, y como siempre acabo llorando. Apago el dipositivo y veo la hora las 2:00 de la madrugada, observo a Mike el cual se ha quedado dormido y le zarandeo ligeramente.

- Vamos a dormir- Digo quitando la manta de nuestros cuerpo, la doblo y la guardo. Noto como Mike coloca sus manos al rededor de mi cintura y me besa el cuello, todo mi cuerpo se derrite al instante. Me da la vuelta y me besa, sus labios saben de maravilla y mi espalda se encuentra con la pared. Mike desliza sus manos, agarra fuerte mi cadera y hace que mi cuerpo ascienda por la pared. Me besa apasionadamente y enrrolla mis muslos a su cadera. Introduzco los dedos por su suave pelo y él asciende por las escaleras. Llegamos a mi habitación tras habernos chocado con todo ni siquiera me doy cuenta , me encuentro muy nerviosa y tan siquiera puedo procesar nada porque todo ocurre muy rápido. Mike abre la puerta torpemente sin dejar de besarme y me deposita suavemente en la cama. Se saca su camiseta por su cabeza, me vuelve a besar

- Estoy muy nerviosa- No puedo evitar decir cuando lleva sus labios a mi cuello.

- Tranquila - Me susurra en el oído lo que hace que se me ponga la piel de gallina.

El cuerpo de Mike se encuentra encima del mío pero no me hace daño, tan siquiera sé si estoy preparada para dar este paso, pero decido alejar todas mis dudas.

Mientras Mike desabrocha lentamente los botones de mi blusa yo recorro con los dedos uno de sus tantuajes, no tiene en exceso y eso me encanta.

Vuelve a besarme los labios y la noche se queda para los dos.