03
JOY HABÍA LLEGADO A LA ESCENA JUNTO A TAEIL Y EL PEQUEÑO JAEMIN, HABÍAN TARDADO un poco más de lo debido y solo vieron una escena algo deprimente: la chica inconsciente de la que habló Nana y sus dos hijos, llorando y tratando de despertarla en su forma animal.
—Taeil, yo te lo dije—Joy lloriqueo, sintiéndose terrible— ¿por qué los dejaste salir?
—Yo nunca pensé que alguien pasaría los límites ni atacaría en zona neutra—respondió consternado— si no fuera por ella, no se como estaríamos ahora..
—Una persona murió por mis hijos...—Joy se acercó, agachándose frente a ella y la inspeccionó— no podría vivir tranquila sabiendo que ella va a morir, ¿no podemos hacer nada?
—Mamá..—sus otros dos hijos volvieron a su forma humana, abrazando a su madre— lo sentimos mucho
—¿No va a morirse?—Jaemin preguntó acercándose a pequeños pasitos— ¿no, verdad mamá?, ¿papá?
—Bueno, habría llevarla a la enfermería de la tribu—camino hacía la fémina y se acercó a recogerla, olfateandola un poco— no se que hacía una beta por aquí, si esta cerrado, pero le debemos la vida
—Bien, apresuremos el paso, antes de que siga sangrando y realmente deje de vivir....
JAEHYUN ESTABA ABURRIDO MIRANDO POR LA VENTANA DE LA CASA DE SUH, su mejor amigo, quién le comentaba que su madre alfa, había horneado galletas de anís, sin embargo, un tirón en su estómago lo hizo levantarse al notar a su padre pasar por fuera con algo entre sus brazos.
—Lo siento, pero debo irme, Johnny...
Sin esperar respuesta de su mejor amigo, salió de la pequeña casa y corrió tras sus hermanos y su madre, quiénes simplemente tenían cara de pocos amigos.
—Mamá, ¿qué sucedió?—preguntó al llegar a su lado.
—Una beta salvó a tus hermanos de morir esta noche—suspiro mirando la luna — ¿por qué aveces eres cruel con nosotros?
—No es culpa de la luna, mamá...
—No, es nuestra culpa—Renjun comentó, nervioso mientras se abrazaba a si mismo— Jeno quiso llevarnos al lago y ella nos salvó
—¿No se supone que está cerrado por el incidente de...
—No lo sé, Jaehyunnie, no lo se—Joy respondió— voy a abrir, niños, necesito que vuelvan a casa
—Pero mamá...
—Es una orden—comentó antes de alejarse para abrir la puerta.
Los tres pequeños se miraron y volvieron a su hogar cabizbajos, sin embargo, Jaehyun decidió seguir a sus padres y encendió las velas, viendo luego como su padre recostaba a una hermosa mujer en la camilla, sintiendo a su alfa saltar y gruñir furioso debido a como la chica se encontraba, era ella.
—Yo lo haré—se acercó a la camilla— yo la... curaré
—Jaehyun, ve a casa—su padre ordenó, limpiando sus manos con algo de agua, sin embargo, no utilizó su voz de mando— es una orden
—Yo ya dije que lo haré —repitió, ignorando la orden de su padre.
—No voy a poder hacer algo sin que tu alfa lo arruine, ve a casa—comentó, comenzando a romper la ropa desgarrada para quitarla.
Joy abrazó a su hijo, reteniendo a su alfa que estaba mucho más furioso y celoso que antes, sus ojos brillaban de un tono amarillo y azul bastante brillante.
—Tu padre tiene razón, mañana podrás verla, lo prometo—susurró con amor su madre— tus hermanos te necesitan...
—Mi alfa la necesita, ella también necesita a mi alfa, mamá —respondió, evitando mirar a su padre.
—Su pierna fue salvada por lo que sea que sea esto—habló Taeil, ignorando a su hijo, quitando el desastre de bota ortopédica— si, tiene algunos rasguños y mordidas, pero esta... entera, sin embargo, si eso no hubiera interferido, estaría sin una pierna
Dejó caer al suelo el desastre de bota ortopédica y Jaehyun salió de los brazos de su madre, agachándose para poder tomarla y olfatear, el barro y la sangre opacaba a la saliva y feromonas del alfa que la había atacado, sobre todo, porque su lobo solo se preocupaba de su aroma.
—¿Va a vivir?—preguntó Joy, mirando a su esposo limpiar heridas, ponerles pomada o incluso, algunas tuvo que cauterizarlas.
—No lo sé, la luna va a decidirlo...—Taeil concordó, suspirando por su hijo a sus espaldas.
JAEHYUN NO SE HABÍA MOVIDO HACE UNA SEMANA DE LA ENFERMERÍA, estaba incluso acostado en su forma de lobo a su lado en aquella camilla, su pelaje café brindaba el calor suficiente que mantenía a su beta calentita.
Joy miraba preocupada a su hijo, quién nunca se había comportado de esa manera con alguien, tan posesivo y agresivo... pero era comprensible, su beta estaba peligrando en la línea de la muerte.
—No me gusta ver a mi hijo así—le comentó a Taeil, quién estaba su lado.
—Ni a mí, no se si sobreviva, Joy—comentó— las heridas... las mordidas eran horribles, tuvo que haber perdido demasiada sangre cuando defendía a nuestros cachorros
—¿Crees que la luna haya sido tan cruel que solo le presentó a nuestro hijo su destinada para quitársela luego?—Joy aguantó las ganas de llorar.
—Espero que no, su alfa se rehúsa a dejarla—le abrazó, aún mirándoles por la ventana— esto es deprimente... nunca había visto algo así desde que mi papá y mi mamá...
—Tranquilo—Joy sorbió sus mocos, limpiando sus lágrimas— ire a traerle de comer, ¿si?
HYE-RI DESPERTÓ SENTÁNDOSE DE GOLPE, JADEANDO CON EL CORAZÓN AGITADO por una pesadilla donde claramente había sido atacada por un lobo, o bueno, realmente no lo era, sobre todo, porque notó un gran animal pasearse fuera de aquella "enfermería" donde se encontraba, hasta que la puerta se abrió, volviéndose a recostar a una rapidez impresionante, haciéndose la dormida, sin embargo, una nariz húmeda comenzó a olfatearla y soltó una lamida en su mejilla, luego de apoyar sus patas delanteras sobre la camilla.
Abrió un ojo y notó al gran animal cerca de su rostro, tragando duro trato de alejarse, sin embargo, el lobo pareció acercarse más, sin dejar de pasar su lengua húmeda, rasposa y caliente por su rostro, haciéndola reír.
—Detente, me hace cosquillas—habló, delatándose y el animal se detuvo, mirándola.
El alfa estaba sumamente feliz, incluso, movió su cola como un perro y volvió a lamerla, nunca se había sentido tan feliz de ver despertar a alguien, y Jaehyun bien en su interior, también estaba feliz y se reía secrétame por la actitud de su lobo.
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