Rafiki y Kion estaban sentados en la cima de Pride Rock, el cachorro contemplando el paisaje del reino que era su hogar, según las instrucciones del mjuzi. "Lo que quiero que hagas es respirar profundamente", le dijo al cachorro. Kion asintió, inhalando y exhalando profundamente como le dijo Rafiki. "A medida que continúe haciéndolo, concéntrese en lo que puede ver". Los ojos de Kion comenzaron a mirar el paisaje, tratando de averiguar qué le estaba pidiendo Rafiki. "Ahora, dime, ¿qué ves?"

El rostro de Kion se arrugó, confundido por la pregunta. "Um ... ¿las Tierras del Reino?"

"Bueno, sí, pero más específicamente, ¿cuánto puedes ver?"

Esto hizo poco para aclarar las cosas, ya que Kion miró casi de inmediato al mandril. "No entiendo lo que estás tratando de mostrarme".

Rafiki suspiró, luego le hizo un gesto a Kion para que mirara hacia atrás. "Lo que estás mirando es lo que la luz del sol te permite mirar. Tu abuelo, al igual que su padre antes que él, y probablemente muchas generaciones antes, tenía un dicho: 'todo lo que toca la luz es tu reino '. ¿Tu padre te ha mencionado esto alguna vez?

"Yo ... eso creo. Aunque, creo que podría haber hablado con Kiara más sobre eso que conmigo."

"Sí, supongo, dado que ella es la siguiente en la fila del trono." Sacudió la cabeza para volver al camino. "Mi punto es que, aunque es lo que toca la luz lo que determina dónde se encuentra tu reino, eso no significa que tu reino sea solo luz. Para cada luz, debe haber oscuridad, como las sombras que proyecta la luz. , mientras que la luz no puede existir con la oscuridad, es posible que la oscuridad venza a la luz y exista independientemente ". Mientras decía esto, señaló hacia la derecha, donde Kion podía ver un lugar mucho más oscuro, cubierto de sombras. "Allí está el Cementerio de Elefantes, una tierra que está constantemente envuelta por la oscuridad. Recibe algo de luz, pero no lo suficiente para equilibrar la oscuridad, por lo que la vida no puede sobrevivir allí. Solía ​​haber hienas allí durante el reinado de Scar,

"Pero ... la luz toca las Tierras Lejanas, pero tampoco hay mucha vida allí", argumentó Kion. "Por eso siguen invadiendo las Tierras del Reino, porque no hay comida allí".

"Tienes razón, joven cachorro. Sin embargo, eso se debe a que los corazones de la hiena, al igual que el Cementerio de Elefantes, están envueltos en oscuridad. Por eso siguen a Scar y creen que tienen razón".

"Porque el corazón de Scar también cayó en la oscuridad", finalizó Kion, antes de pensar malhumorado, 'como casi lo hice'.

"Correcto de nuevo, lo que me lleva a por qué estamos aquí". Kion miró al anciano, notando su expresión ahora seria. "Por muy lamentable que sea, estoy seguro de que sabes que no puedes conquistar a Scar. Él siempre tendrá una conexión contigo, muy parecida a la que tienes con Mufasa".

"Lo sé, y no quiero conquistarlo a él, ni a la oscuridad. Simplemente no quiero ser como Scar y dejar que mi corazón se oscurezca".

"Para hacerlo, debes aprender a equilibrar tu luz con esa oscuridad. Debes encontrar una manera de controlar tu conexión con Scar, para que él no pueda controlarte".

"Pero ... ¿cómo hago eso?"

"Eso es para que lo averigües. Sin embargo, puedo decirte que el primer paso es descubrir cómo entablar esa conexión".

Los ojos de Kion se abrieron al escuchar esto. "Quiere decir…"

Rafiki asintió. "Necesitas aprender a contactar a Scar".

En las afueras de las Tierras del Reino, las hienas se estaban escondiendo, arrastrándose entre los arbustos una por una. Asomando la cabeza, los ojos de Janja brillaron cuando vio una manada de impalas, lamiendo sus labios mientras pensaba en tener éxito en la captura de la presa.

"Muy bien, chicos," susurró a los demás. "¡Espero que estés de humor para impala!"

"¡Pero, Janja!" Cheezi habló. "¿Qué pasa cuando aparece la Guardia del León?"

"¡Mantenlo bajo, Furbrain! De todos modos, eso no debería ser un problema. Fuli está de nuestro lado, y después de Kion ..." Se estremeció al recordar lo que había sucedido el día anterior. "Bueno, ya sabes. Después de eso, dudo que él y sus amigos estén en la misma página".

"¿Eh, Janja?" Chungu habló.

"Está bien, prepárate. Cuando yo lo diga, atacaremos".

"Janja".

"En mi camino. ¿Listo?"

"¡Janja!"

Gruñó, moviendo la cabeza hacia su aliado. "¡¿Qué es?!"

"¡Es la Guardia del León!"

Janja puso los ojos en blanco. "Sí, sí, estamos hablando de la Guardia León".

"¡No! ¡Por allí!" Janja miró hacia donde miraba Chungu y suspiró cuando vio a Ono, Beshte y Bunga acercándose a la manada. "¿Eso significa que no vamos a tener impalas?"

"Esperen un segundo, muchachos", ordenó Janja, una idea formándose en su mente. "Solo hay tres de ellos, lo que significa que el príncipe está de vuelta en Pride Rock".

"¡Entonces ataquemos ahora! ¡Si los eliminamos ahora, Scar nos elogiará como héroes!" Sugirió otra hiena.

"¡¿Qué eres, estúpido ?! ¡Si nos metemos con el plan de Scar, nos comerá vivos!" Sus ojos se volvieron hacia el Guardia, con una curiosidad pasando por alto. "No, seamos inteligentes con esto. Quizás podamos averiguar por qué el Príncipe no está patrullando hoy."

Entonces, decidieron permanecer escondidos entre los arbustos y escuchar mientras el Guardia se acercaba a la manada. El líder de los impalas notó esto y se volvió para saludarlos. "¡Hola, Guardia del León!" Él dijo. "¿Qué te trae por aquí?"

"Solo vinimos a ver si todo estaba bien aquí", explicó Beshte.

"Sí, todo ha ido bien aquí. Las cosas han estado tranquilas, aunque algunos de mi rebaño estaban un poco asustados por la tormenta de ayer". Mientras hablaba, se dio cuenta de cuántos miembros de la Guardia había. "Dime, ¿por lo general no hay más de ustedes?"

Ono y los demás fruncieron el ceño. "Han… sido un par de días difíciles. Fuli… desapareció, y… bueno, Kion no se lo está tomando tan bien."

"Ya veo. Bueno, espero que encuentres a Fuli pronto. Definitivamente apreciamos todo lo que ella ha hecho por nosotros y por el resto de ustedes".

"Gracias."

Después de algunas palabras más y despedidas, la Guardia comenzó a alejarse, permitiendo que los impalas volvieran a pastar. No pasó mucho tiempo antes de que Bunga se volviera hacia Beshte y le preguntara: "¿Oye, Big B?" El hipopótamo se volvió hacia el tejón de miel. "¿Crees que Kion estará bien?"

Beshte dejó de caminar, seguido por Bunga, con Ono volando hacia el suelo. "Seré honesto, Lil 'B", respondió. "No estoy seguro."

Los ojos de Bunga instantáneamente mostraron su incredulidad ante la respuesta. "Pero ... Kion TIENE que hacerlo, ¿verdad? ¡Quiero decir, él es la razón por la que nos convertimos en la Guardia del León para empezar!"

Ono se mostró comprensivo al escuchar el indicio de dolor detrás de la voz del Bravest. "Bunga, sé a qué te refieres, y quiero que Kion pueda recuperarse, pero ... después de ayer, estoy preocupado por él. Eso fue lo más cerca que hemos visto a Kion del borde, y si Rafiki no lo hubiera hecho. "Poner a dormir a Kion, o si Beshte no se hubiera enfrentado a él, entonces podría haber ido". Miró hacia abajo dócilmente. "La verdad sea dicha ... tengo miedo de lo que pasará si lo hace".

Tanto Beshte como Bunga se sorprendieron al escuchar esto, dado que Ono siempre fue el miembro más tranquilo y sereno de la Guardia. "¿Cómo es que nunca habías mencionado eso antes?" Beshte preguntó.

Ono suspiró. "No pensé mucho en eso antes de los eventos de ayer. Kion siempre ha sabido la importancia de su papel, y cómo necesita tener en mente el destino del Círculo de la Vida. Ayer, sin embargo, estaba poseído. Si fue su ira o Scar, no lo sé, pero… ese no era el mismo Kion que conozco ".

Bunga solo se desanimaba más cuanto más hablaba Ono. "Entonces ... ¿Kion no se recuperará?"

Beshte frunció el ceño. A pesar de que tenía el mismo miedo, escucharlo de Bunga hizo que pareciera que toda esperanza estaba perdida. "No digas eso, Lil 'B. No lo sabemos con certeza, claro, pero eso no significa que debamos perder la esperanza. Solo significa ... no te pongas demasiado esperanzado". No pudo evitar notar que Bunga no se tranquilizó con esto, así que suspiró. "Si fuera alguno de nosotros en su posición, Kion aún esperaría por nosotros". Se volvió hacia la garceta. "¿Verdad, Ono?"

"S-Sí ... lo haría." Ono luego se volvió hacia Bunga. "Así que deberíamos hacer lo mismo por él".

Bunga miró de un lado a otro entre los dos, notando las suaves sonrisas que le dieron, y las devolvió con una propia. "Tienes razón. Gracias, chicos."

"Hakuna matata, Lil 'B", respondió Beshte.

Bunga se rió un poco. "Hakuna matata, Big B."

Con eso, comenzaron a alejarse, ninguno de ellos consciente de los ojos mirándolos todo el tiempo o de la amplia sonrisa que se extendía por el rostro de Janja. "Entonces, parece que la Guardia del León no tiene mucha fe el uno en el otro en este momento", señaló mentalmente. Apuesto a que a Scar le encantará saberlo.

"Janja, ¿cuándo vamos a comer?" Cheezi se quejó, su estómago gruñó lo suficientemente fuerte como para escucharlo.

Janja puso los ojos en blanco. "¡Ciérralo, Furbrain!" Lo regañó, fijando sus ojos en los impalas una vez más. "Dejaremos que la Guardia del León avance un poco primero, y una vez que estemos despejados", sus ojos parpadearon con deseo, "hora de comer".

Fuli estaba de pie en medio de las Tierras Lejanas, solo mirando el suelo polvoriento, agrietado y seco bajo sus patas. Sintió la brisa seca que soplaba a través de su pelaje, sintiendo cada pedacito de polvo y roca que soplaba contra sus costados, y se burló. "Kion piensa que es tan todopoderoso", reflexionó. ¡Él y su familia nos sentencian a esta vida, solo para que no tengan que tenerla para ellos mismos! Y, sin embargo, se llaman a sí mismos realeza. Algún rey sería. Y sin embargo, mientras decía esto, escuchó algo débil en el fondo de su mente, que la hizo sentirse incómoda. '¿Por qué algo no parece correcto en esto?'

"¡Fuli!" Escuchó una llamada de voz familiar, y cuando se dio la vuelta, vio a Reirei acercándose a ella. "¡Ahí estás! Scar me envió a ver cómo estabas, pero no estabas en la cueva."

"Lo sé", admitió Fuli, sintiéndose un poco mal por no haberle dicho a nadie. "Me aburrí esperando allí, sentí que necesitaba estirar las piernas".

Reirei sonrió, negando con la cabeza. "Siempre fuiste alguien que tenía que estar en movimiento todo el tiempo. Siempre tenía que tomar las cosas rápido, nunca podía estar en un lugar por mucho tiempo".

Fuli ladeó la cabeza. "¿Pensé que no me conocías tan bien?"

"Yo, eh, no lo hice", tartamudeó, aclarándose la garganta. "A decir verdad, tú y yo nunca hablamos mucho. Por otra parte, tiene sentido. Siempre me he pegado a mi manada, y tú siempre has sido del tipo solitario. Por lo que me dijeron los buitres, uno de los primeros Las veces que te conocieron fue cuando estabas solo. Todavía estabas con la Guardia en ese momento, y ellos eran aliados de Janja en ese momento. Han pasado más tiempo que cualquiera de nosotros. Aparentemente, te presionaste demasiado , o algo."

"Huh. Supongo que eso tiene sentido ... algo así." Fuli se tomó un momento antes de hacer su siguiente pregunta. "Entonces ... ¿eres la única mujer en tu manada?"

Reirei parpadeó, sorprendida por la pregunta. "Uh ... bueno, tengo a mi hija, Kijana, pero aparte de ella, sí. ¿Por qué?"

"Bueno, pensé que tal vez, dado que mis recuerdos aún son confusos, podríamos usar esto como una oportunidad para ... reconectarnos, ¿sabes? Quiero decir, el clan de Janja son todos chicos, los flotadores de Kiburi son todos hombres y la mayoría de tu manada son masculino también. Está Shupavu y algunos de los eslizones, pero ... "Se adelanta un poco para susurrarle al chacal. "No les digas, pero me asustan un poco".

Reirei se rió. "No me atrevería a decírselo, así que relájate. En todo caso, a mí también me asustan". Compartieron una carcajada, antes de que Reirei notara que Fuli se veía un poco mareado. "¿Estás bien?"

"Sí, solo un poco mareado. Creo que regresaré y descansaré un poco más, veré si queda alguna de las hojas que Ushari encontró".

"Haz eso… querido."

Fuli asintió. "Gracias, Reirei. Me alegro de no ser la única chica aquí".

"Bueno, tienes razón en que nos volvamos a conectar. Nosotras las chicas deberíamos permanecer juntas, ¿sabes?" Fuli asintió de nuevo, antes de alejarse. Tan pronto como estuvo lo suficientemente adelante, la sonrisa de Reirei se transformó en una cara de disgusto. 'Ugh, ¡¿cuánto tiempo más tengo para jugar bien con ella ?!' Ella gimió mentalmente, levantando la cabeza con frustración. 'Si tengo que llamarla querida una vez más, ¡voy a vomitar!' Suspirando, negó con la cabeza y respiró hondo. 'Tómatelo con calma, Reirei. Todo esto dará sus frutos eventualmente. Construiremos su confianza en nosotros, tomaremos el control de las Tierras del Reino y nos desharemos de la Guardia del León de una vez por todas ', una sonrisa creció en su rostro mientras miraba en la dirección en la que Fuli se había ido', el guepardo incluido ... '