Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

003


La rutina de Jungkook no cambió mucho después de la última visita de Taehyung. El trabajo seguía siendo el centro de su vida, y sus amigos de siempre, incluidos Yugyeom y Jimin, seguían siendo su refugio de normalidad. La diferencia, sin embargo, estaba en los pequeños detalles. Como la forma en que su mente se desviaba a esos ojos azules de Taehyung, a su presencia inquietante. Era una sombra que no se disipaba, y aunque Jungkook lo odiaba, no podía evitar sentir que Taehyung estaba jugando un juego que él no entendía.

Pasaron unos días sin saber nada de él. Jungkook intentó convencerse de que su visita fue solo un malentendido. No necesitaba complicarse la vida con un tipo como Taehyung, no cuando había tantas cosas en su vida que ya le mantenían ocupado. Pero la curiosidad seguía ahí, como un veneno que se esparcía lentamente.

Esa tarde, mientras limpiaba su estación de trabajo, su teléfono vibró en el bolsillo de su chaqueta. Al principio pensó que era un mensaje de Yugyeom, pero cuando vio el nombre en la pantalla, su estómago dio un vuelco.

Taehyung: "Nos vemos esta noche. No lo dudes."

Jungkook frunció el ceño. ¿Qué quería ahora? No era como si necesitara otra sesión de tatuaje, y tampoco creía que Taehyung fuera el tipo de persona que se acercaba solo por una conversación casual. Era algo más, algo que lo hacía sentir incómodo, pero al mismo tiempo, algo que no podía ignorar.

Taehyung: "¿Qué te molesta tanto de mí? O mejor dicho... ¿por qué no dejas de pensar en mí?"

Jungkook maldijo por lo bajo. Ese tipo tenía una forma de meterse en su cabeza sin ni siquiera intentarlo. Lo bloqueó, guardó el teléfono en su bolsillo y, respirando hondo, salió del taller.

La noche cayó rápidamente, y Jungkook se encontraba en un bar, con un par de cervezas en mano, intentando relajarse. La música suave, las luces bajas y la charla entre amigos lo distraían, pero no del todo. El maldito mensaje seguía rondando por su cabeza.

Y entonces, como si el destino hubiera jugado una broma cruel, vio a Taehyung entrar al bar. Era imposible no notar su presencia. Con su chaqueta de cuero, el cabello perfectamente arreglado y esa mirada penetrante que parecía ser capaz de atravesar cualquier cosa a su alrededor. El tipo sabía cómo llamar la atención, pero Jungkook no iba a admitir que le afectaba.

Taehyung lo vio al instante, una sonrisa pequeña pero cómplice en sus labios. Se acercó con una calma que lo hacía aún más insoportable.

—Parece que no pudiste resistirte a verme —comentó Taehyung, su voz suave pero firme, como si supiera exactamente qué efecto tendría en Jungkook.

Jungkook rodó los ojos, tratando de no perder la compostura.

—Tú eres el que no puede quedarse en paz —respondió, manteniendo un tono que no revelaba ni el más mínimo interés.

Taehyung se sentó a su lado sin pedir permiso, y Jungkook no pudo evitar pensar que, de alguna manera, había algo... atractivo en esa actitud tan descarada. Algo que lo irritaba pero, al mismo tiempo, lo mantenía cautivo.

—No me lo tomes tan personal, Jeon —dijo Taehyung, tomando su propia bebida. —Te he estado observando. Tienes talento. Pero también tienes miedo.

Jungkook frunció el ceño y le lanzó una mirada desafiante.

—¿Miedo? No sé de qué hablas. Soy solo un tipo que hace tatuajes.

Taehyung se rió suavemente, como si ya supiera la respuesta antes de que Jungkook siquiera hablara.

—No hablo de eso —dijo, fijando sus ojos en los de él. —Hablas de lo que haces, pero te guardas lo que realmente eres. Todos lo hacen. Pero yo veo más allá. Tienes miedo de dejar que alguien se acerque demasiado, ¿verdad?

Jungkook se tensó, y por un momento, no supo cómo responder. No sabía si Taehyung realmente lo entendía o si solo estaba jugando con él. Lo que sí sabía era que esas palabras calaban más profundo de lo que hubiera querido admitir.

—¿Y tú? —preguntó Jungkook, desafiando la conversación. —¿No tienes miedo de lo que podría pasar si sigues acercándote a mí?

Taehyung lo miró fijamente, como si estuviera evaluando si la pregunta era sincera o una simple provocación. Luego, sin perder su aire seguro, sonrió levemente.

—¿Miedo? No. Pero sabes, a veces el peligro es lo que hace las cosas interesantes —dijo, sin apartar los ojos de él.

Jungkook no sabía qué pensar. Algo en el tono de Taehyung, algo en su forma de moverse, le hacía pensar que este tipo no jugaba con las mismas reglas que él. Que había algo en él que no se podía controlar, y eso era lo que lo atraía y lo aterraba al mismo tiempo.

El resto de la noche pasó entre palabras ambiguas y sonrisas misteriosas. Taehyung se levantó antes que Jungkook, y antes de irse, lo miró por encima del hombro.

—Nos veremos otra vez, Jeon. No lo dudes.

Jungkook se quedó allí, mirando cómo se desvanecía entre la multitud, una mezcla de frustración e interés invadiendo su mente. Sabía que no podía dejar que Taehyung se acercara más, pero algo dentro de él no podía evitarlo.

Esa noche, mientras regresaba a su pequeño departamento, sus pensamientos volvieron a Taehyung, y la pregunta que rondaba su mente era la misma que no había podido evitar en todo este tiempo:

¿Qué quería realmente de él?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro