Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

49|CAPÍTULO

El día que fui al centro comercial había comenzado como cualquier otro. Jackson había insistido en que llevara guardaespaldas, y aunque al principio me pareció un poco excesivo, accedí. Mi lista de compras era larga, pero estaba disfrutando del tiempo sola, recorriendo las tiendas y eligiendo cuidadosamente cada artículo. Era una de esas raras ocasiones en las que podía tomarme un tiempo para mí misma, sin preocupaciones ni prisa.

- Mira este - dije sosteniendo unos zapatitos hacia Tom - ¿Están bonitos?

- Si señora, pero creo que lo mejor es que compre unas calcetitas. Cuando mi primer hijo nació compramos muchos zapatos que nunca uso.

Reí y seguí con mis compras. Después de varias horas, con varias bolsas en mano, sentí una necesidad repentina de ir al baño. Entré al baño más cercano, un espacio amplio y limpio, y noté una salida al otro extremo que llevaba directamente a la calle. Me pareció extraño, pero no le di mucha importancia en ese momento.

Cuando salí del cubículo, antes de que pudiera reaccionar, una mujer encapuchada se me acercó por detrás y me tapó la boca con un trapo. Intenté resistirme, pero el mundo comenzó a girar vertiginosamente y todo se volvió oscuro.

Al despertar, me encontraba en un cuarto totalmente oscuro que solo era iluminado por una bombilla muy pequeña, la habitación era amplia y tenía un pequeño colchón con varios juguetes al rededor de este.

Aun seguía desorientada y asustada, por un momento, la confusión me impidió recordar cómo había llegado allí. Entonces, la realidad de mi situación comenzó a aclararse cuando vi a cuatro figuras entrando a la habitación.

Mía, la prima de Jackson, Aron, mi padrastro Paolo, mi exnovio y Briseida, la ex de Jackson.

La sorpresa y el miedo se entrelazaron dentro de mí al darme cuenta de que ellos estaban detrás de mi desaparición.

-Bienvenida a tu nuevo hogar, Lia -dijo Mía con una sonrisa fría.

Intenté hablar, pero las palabras no salían. Mi mente luchaba por entender cómo personas que conocía podían hacerme algo así.

- ¿Porque hacen esto? - logre preguntar.

- Para empezar, mi amor - dijo Aron - si tú no estás yo no me voy a ir a la cárcel. Por parte de Paolo te recuerdo que hiciste que lo corrieran y lo dejaste, Briceyda pues creo que ya entiendes el porqué...

- Yo explico mi razón - interrumpió Mia - Deja te explico, por muchos años yo fui la mujer favorita de mi primo, lo amaba con toda mi alma. Por eso le corrí a todas sus novias, pero llegaste tú y arruinaste todo, estaba apunto de que me perdonara por haber arruinado su última relación. Por eso, si yo no soy feliz, ustedes menos. Y de eso me encargaré yo. Ahora mi querido primo está buscándote, pero pronto se olvidará de ti cuando se de cuenta de que tiene a una mujer a su lado.

Un escalofrío recurrió mi cuerpo, iba a hablar pero un estrepitoso ruido me interrumpió. Fue entonces cuando noté a una niña pequeña jugando en una esquina.

Parecía tener unos tres años, era rubio y con una linda nariz respingada.

Un clic en mi cabeza al notar algo particular en ella, tenía un pequeño lunar arriba del labio. Al igual que Dakota, ella lo heredó de mamá.

Intenté pararme y mis piernas fallaron.

Ella... ella es Dakota.

- ¿Ya te diste cuenta? - se rio Aron - Si ella es mi hija, pero no te preocupes. Todo este tiempo a estado acá, cuidada. No soy tan bastardo para lastimar así a mi hija.

No respondí y corrí en dirección a Dakota. La niña sin saber que pasaba me abrazo de regreso.

Caí de rodillas al suelo mientras un mar de lagrimas caían sobre mi rostro.

Al fin encontramos a nuestra niña.

-Ella es parte de esto ahora, igual que tú -explicó Briseida con desdén. -Y justo como ella, no saldrás de aquí. Nunca.

El miedo y la desesperación me inundaron. La idea de no volver a ver a Jackson, a nuestros hijos, de no ser parte de la vida que tanto amábamos, era insoportable. Pero en ese momento de oscuridad, una fuerte determinación comenzó a formarse dentro de mí. No les permitiría ganar, no dejaría que su amargura y su maldad dictaran el final de mi historia.

Empecé a planificar mi escape, observando mi entorno, buscando cualquier oportunidad, cualquier debilidad en su vigilancia. Sabía que sería difícil, pero la idea de reunirme con Jackson y con mis hijos me daba fuerza.

En ese momento, más que nunca, estaba dispuesta a no dejar que la oscuridad de otros apagara nuestra luz. No sabía cómo, pero encontraría la manera de regresar a casa, a la vida y al amor que Jackson y yo habíamos construido juntos. Esta no sería mi realidad. Nuestra historia aún no había terminado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro