Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

48 | CAPÍTULO.

Habían pasado varias semanas desde que nos convertimos oficialmente en una familia. La vida parecía finalmente ofrecernos un respiro, un momento de paz tras la tormenta. Pero entonces, algo inesperado ocurrió. Lia comenzó a tener antojos, una señal que ambos tomamos con humor y ternura al principio. Un día, de la nada, me pidió esos chicles específicos de tamarindo que solo venden en México y que tanto le encantan.

-Jackson, por favor, ¿podrías ir a buscar esos chicles? -me pidió Lia con esa mirada irresistible que sabía que no podía negar.

Aunque me pareció una petición un tanto extravagante, dada la hora y la distancia, la idea de hacer algo que la hiciera feliz superó cualquier otra consideración. Como siempre, estaba dispuesto a cumplir cada uno de sus deseos, por lo que me embarqué en una pequeña aventura cruzando la ciudad en su búsqueda.

- Llegué - anuncié cruzando la sala de estar para ponerme frente de ella - conduje hasta el otro lado de la ciudad pero por fin lo encontré.

- Gracias amor - dijo mientras se paraba para alcanzar la bolsa de la compra. La forma en que sus ojos se iluminaron al verlos y cómo lucía en ese momento, siempre tan hermosa y radiante, reafirmaba por qué haría cualquier cosa por ella. - Te amo.

- También te amo. Y no agradezcas que sabes que haría cualquier cosa por ti - me dio una sonrisa radiante antes de abrir la envoltura del chicle. Sin embargo, después de dar una mordida a uno de ellos, lo escupió.

- Tal cual como recordaba el sabor - dijo mientras reía - pero ya no quiero más - eso me dejó perplejo, pero no le di mayor importancia, son cosas de embarazada.

- ¿Que voy a hacer contigo amor? - Dije mientras reía - Ya se, comerte a besos.

Le agarre el rostro y empecé a darle besos por todo el mientras le hacía cosquillas. Pasamos la tarde juntos, disfrutando de una rareza en nuestras vidas ocupadas: tiempo en pareja.

Reímos, compartimos historias y soñamos con el futuro, recordándome por qué me enamoré de ella. Cada momento con Lia era un recordatorio de lo hermosa que la veo, no solo por fuera, sino también por dentro.

Cuando los niños llegaron, nuestra tranquila tarde se transformó en una noche llena de risas, películas y guerras de almohadas. En medio del caos, comenzaron a sugerir nombres para el bebé, proclamándose a sí mismos como los mejores hermanos mayores del mundo. Era un momento de pura felicidad, ver cómo nuestra familia se unía, creciendo en amor y alegría.

-¿Qué tal si lo llamamos Max si es niño? -sugirió Darcy con entusiasmo.

-¡O Emma si es niña! -exclamó Milly, saltando sobre el sofá.

-¡Ya se! - grito Dante - Que se llame Piter Parker si es niño y Adele si es niña. - Todos reímos de sus ocurrencias.

Patrick, el más pequeño, solo sonreía, abrazando a Lia y diciendo que él ayudaría a cambiar pañales. En esos momentos, sabía que todo lo que había logrado en la vida palidecía en comparación con la riqueza de tener una familia tan unida y amorosa.

A la mañana siguiente nos despertamos como siempre. El día se veía como uno aparentemente normal, uno de esos días tranquilos en los que todo parece ir bien. Lia había decidido ir de compras al centro comercial, algo que hacía de vez en cuando para desconectar y disfrutar de un poco de tiempo para ella.

Insistí en que se llevara a los guardaespaldas, no por desconfianza hacia ella, sino como una medida preventiva dada la reciente inestabilidad que Aaron había traído a nuestras vidas. Con todo lo que había pasado, la seguridad de Lia era mi prioridad absoluta.

-Jackson, estaré bien, no te preocupes tanto -me dijo Lia con una sonrisa, tratando de aliviar mis preocupaciones.

-No es negociable, amor. Sólo estaré tranquilo sabiendo que estás protegida -respondí, dándole un beso y acariciando el lugar donde mi bebé estaba resguardado.

Después de asegurarme de que los guardaespaldas estuvieran bien instruidos, Lia se fue, dejándome con esa sensación familiar de inquietud que intentaba ignorar. Pasaron las horas, y estaba sumido en el trabajo, tratando de no pensar demasiado, cuando mi teléfono sonó. Viendo el identificador de llamadas, supe inmediatamente que algo no iba bien.

-¿Sí? -contesté, intentando mantener la calma.

-Señor Stewart, es Tom, uno de los guardaespaldas. Tenemos un problema -la voz del otro lado sonaba tensa, nerviosa.

Mi corazón se detuvo. "Un problema" era la última cosa que quería escuchar.

-¿Qué sucedió? ¿Dónde está Lia? -pregunté, mi voz se endureció por la ansiedad.

-La señora Stewart fue al baño hace aproximadamente veinte minutos y... no ha salido. Verificamos el interior, pero no está allí, señor. Hemos buscado en los alrededores y no hay señal de ella -explicó Tom.

-¿Cómo es posible? ¿Perdieron de vista la puerta? ¿Cómo pudo desaparecer? -Las preguntas salían de mí en ráfagas, mi mente luchando por comprender cómo podría haber ocurrido algo así.

-Señor, teníamos la puerta bajo vigilancia constantemente. Nadie sospechoso entró o salió. Estamos tan desconcertados como usted. Ya hemos informado a la seguridad del centro comercial y están revisando las cámaras de seguridad ahora mismo -respondió.

Colgué el teléfono, sintiendo cómo el pánico se apoderaba de mí. Sabía, en lo más profundo de mi ser, que Aaron estaba detrás de esto. Había jurado proteger a Lia y ahora había desaparecido bajo mi vigilancia. La desesperación y el miedo me consumían, pero sabía que no tenía tiempo para derrumbarme. Cada segundo contaba.

Inmediatamente, me puse en contacto con la policía para reportar la desaparición de Lia, intentando transmitir la urgencia de la situación sin caer en el pánico. Después, corrí a la habitación de los niños, explicándoles con la mayor calma posible que tendrían que quedarse con su tía Becca por un tiempo.

-Papá tiene que resolver un problema muy importante -les dije, forzando una sonrisa que esperaba fuera reconfortante. -Tía Becca los cuidará por un tiempo. Mamá y yo estaremos acá cuando antes -les expliqué, con mi voz temblorosa por la preocupación.

Con los niños a salvo, despedí a los guardaespaldas antiguos, cuya incompetencia me parecía inexcusable, y contraté a nuevos, asegurándome personalmente de que fueran capaces de proteger a mi familia a toda costa. Luego, me dirigí a la policía, donde la urgencia de la situación pareció resonar con ellos, y la búsqueda de Lia se inició de inmediato.

Comencé la búsqueda desesperada por Lia. No podía creer que esto estuviera sucediendo. Cada hora que pasaba sin noticias de ella era una tortura. Pero no me daría por vencido. Haría todo lo necesario, utilizaría todos los recursos a mi alcance para encontrarla. Porque cuando amas a alguien tanto como yo amo a Lia, no hay límite para lo que estás dispuesto a hacer para traerla de vuelta a casa, a salvo.

Luego, me dirigí a la policía, donde la urgencia de la situación pareció resonar con ellos, y la búsqueda de Lia se inició de inmediato.

Pero no podía quedarme sentado esperando noticias. Tomé las calles, pegando pósteres con la foto de Lia y utilizando todos los recursos a mi alcance para hacer su desaparición lo más mediática posible. La imagen de Lia, sonriendo desde los pósteres, me recordaba constantemente lo que estaba en juego.

-¿Ha visto a esta mujer? -preguntaba una y otra vez, mostrando el póster a todo el que pasaba.

La desesperación crecía con cada minuto que pasaba sin noticias, pero me negaba a rendirme. El amor que sentía por Lia y nuestra familia me daba fuerza. Recordaba los momentos en familia, las risas compartidas, los planes futuros... todo lo que estaba en riesgo en ese momento. Lia era el corazón de nuestra familia, y sin ella, nada tenía sentido.

El amor y la determinación me impulsaban. Sabía que Aaron estaba detrás de esto, y no descansaría hasta ver a Lia a salvo en casa, de vuelta en mis brazos. Haría lo que fuera necesario, movería cielo y tierra si era preciso. Porque cuando se trata de la familia, no hay límites para lo que estoy dispuesto a hacer. Y Lia, con su sonrisa que siempre veo como la cosa más hermosa y sexy del mundo, es y siempre será mi familia, mi todo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro