Pov. Jackson Stewart.

Mi sueño desde hace mucho tiempo era encontrar a una mujer que estuviera a mi lado a pesar de todo, que me acompañara, respetará y sobre todo amara a mi hijo tanto como yo lo hago.

Y llegó Lía, una chica de tan solo diez y nueve años que salió adelante a pesar de todas las dificultades que tuvo, ella me enseñó que las mejores personas son aquellas que llegan a tu vida para ponerla de cabeza para luego ayudarte a ponerla en su lugar.

- Fresita - digo entrando a la oficina de mi novia - prepara todo lo necesario, porque nos vamos a Argentina para tratar de hacer firmar a Woult's un contrato con nosotros.

- ¿Pero no Woult's ya no había rechazado?

- Si, nos rechazó porque no teníamos una campaña lo suficientemente naturista como para formar parte de su emporio, por eso mismo decidimos empezar una nueva fórmula para que los pigmentos de nuestros maquillajes sean mejores sin necesidad de aplicarles tanto químicos, entonces les mandé la nueva campaña y accedieron a vernos de nuevo. Así que fresita, arregla todo que nos vamos a unas mini vacaciones.

- Está bien pero, ¿te puedo preguntar algo?

- Mja.

- ¿Porque me dices fresita?

- Porque tienes unos labios tan rojos y gruesos que parecen unas deliciosas fresas que me dan ganas de darles una gran mordida.

- ¿Y porque no lo haces? - pregunta dándome una mirada pícara.

[...]

-

¿Porque te tienes que ir papi? - me pregunta Dan mientras de da un abrazo.

-Porque papi tiene que ir a ver unas cosas del trabajo, pero no te preocupes enano, en dos días me tienes de regreso.

- ¿Me vas a traer algo? - río.

-Claro que sí ¿Que quieres que te traiga?

- Una esfera con la estatua del obelisco de buenos Aires.

- Okey cielo, si eso quieres eso te traeré ¿Ya tienes tus cosas preparadas?

- Mja.

- Bueno entonces vamos que ya tu tía Lily debe de estar lista.

Salimos de nuestra casa y subimos a nuestro automóvil, durante todo el trayecto nos las pasamos hablando sobre como le está yendo el la escuela, sobre el festival de arte al que está pensando en entrar y en lo mucho que le gusta Milie.

Y pensar que ahora son hermanastros. ¿Eso será legal?

Al llegar a casa de mi novia, Dan sale corriendo, hasta me imagino yo, el cuarto de Patrick.

- Buenas noches amor - saluda Lía cuando cruzó el umbral de su puerta, obviamente solo está ella abajo.

- Buenas noches fresita - respondo tomándola de la cintura y atrayendo la a mi - ¿Ya tienes todo preparado?

- Yap - unimos nuestros labios en un delicado y ansioso beso - ¿Ya nos tenemos que ir?

- En realidad podemos esperar un ratito más. - no dice nada y solo sonríe para después arrastrarme hasta el segundo piso de su casa. Caminamos por todo el pasillo y entramos al cuarto de las gemelas, dónde están los cuatro niños acomodando todo para la estadía de mi hijo.

Las niñas juntaron las dos camas y Patrick puso una colchoneta en el piso enfrente de estás, alrededor de lo que parece ser la cama de mi hijo y Pat hay un montón de dulces y demás golosinas.

- ¿Ya están listo? - preguntó al entrar.

- Sipi - responde Darcy - Aunque queríamos pedir pizza antes de que se vayan para poder cenar.

- Entonces ponte los zapatos y vamos - le digo - mientras ustedes - señalo a los otros tres niños - busquen con Lía una película para que veamos, ya nos iremos después de que acabe.

Salgo de la casa y enciendo el motor mientras espero a Darcy.

¿Será este el momento adecuado para pedirle opinión sobre mi relación con su hermana?

- Hola - saluda al subir.

- Hola ¿Lista?

- Preparada, porque lista nunca - reímos y empezamos nuestro camino a la pizzería.

- ¿Tío?

- ¿Si?

- ¿Te gusta mi mamá? - Me quedo pálido.

¿Esta niña leerá mentes?

- ¿Porque preguntas?

- En realidad porque los ví besandose hace rato, pero no te preocupes yo sé que ella necesita alguien que la ame y todas esas cursilerías que salen en los libros que Millie leé.

- ¿Entonces aceptas que sea algo de tu mamá?

- Si, tarde o temprano iba a pasar. Lo único es que quiero pedirte una cosa.

- ¿Que cosa? - el semáforo se vuelve rojo y detengo el automóvil.

- Cuidala y no le hagas daño como el resto de las personas que se han acercado a nosotros. No seas como el tipo ese que fue su novio.

Volteo mi rostro y tomo su mano.

- Te prometo Darcy, que mientras yo está nunca nadie le hará daño a Lía, porque nadie más que yo quiere que sea feliz.

- Si es así entonces si.

- ¿Se lo dijiste a Dante y a tus hermanos?

- No, aún no. Queria primero hablar contigo.

- No se lo digas - pido mientras el semáforo cambia a verde - Tu mejor que nadie sabes que Lía es muy prevenida y aún no quería que supieran de esto. Así que guárdame el secreto.

- Está bien - responde y después corta la plática empezando a hablar sobre un campamento de rock de verano al que quiere ir el año entrante pero mi novia no la deja por su edad y me pide que como novio de su mamá la ayude a conseguir el permiso, según que para que me gane su amor como "padrastro"

Chica lista.

Cuando terminamos de comprar todo regresamos a casa y al entrar nos encontramos con los cuatro en una sesión de spa, cosa de Millie, mientras ven amas de casa reales New york y comen algunas frituras.

Después de dos horas viendo la princesa y el sapo, elección de Patrick, salimos de la casa dejando a los niños dormidos a cargo de su niñera.

- ¿Amor? - dice Lía una vez estando en el aeropuerto.

- ¿Si, fresita?

- Gracias por esta tarde tan bonita que pasamos con nuestros pequeños.

- Nunca me agradezcas por hacer algo que me gusta y por cierto, ya no son tan pequeños.

- Porfavor no empecemos a hablar se lo grandes que están ya. Aún no puedo creer que las niñas ya casi cumplen diez, Dante nueve y patito siete.

- Y eso sí no hablamos de que las niñas casi ya entran a la middle School. - hace cara de espanto y yo río. - ¿Lista para un viaje al lado del hombre que quieres pero ahora como novios?

- Más que lista, aunque aún no me has dicho que quieres hacer después de hablar con los inversionistas.

- Y no te voy a decir, lo único es que es algo que siempre has querido. O al menos eso me ha dicho Becca.

- ¿Yo?

- Si, al menos ella me dijo que en la secundaria te gustaba mucho.

- No me digas que vamos a ir a... - la interrumpo.

- Si, iremos justo ahí.