Pov.Jackson Stewart

Despierto sobresaltado con el ruido de un celular sonando, estiro mi mano para alcanzar la mesita apagar la alarma pero me doy cuenta que no es el mío, si no el de Lía y no es una alarma, si no una llamada.

- Grey - digo con mi vor ronca - está sonando tu celular.

- Ya lo escuche - contesta mientras se para dejando a la vista su cuerpo desnudo.

Ayer después del segundo round quedamos que seguiremos haciendo lo que deseamos por tanto tiempo, claro sin ponerle etiquetas, palabras de ella no mías. Así que decidimos aprovechar el tiempo antes de que nos sea importante estar juntos por los niños que siempre estan merodeando por todos lados y nos venimos a mi casa a pasar el resto de la tarde de ayer y el día de hoy juntos. Y no voy a mentir, hubo sexo, mucho sexo.

- ¿Quien era? - pregunto una vez que regresa a la habitación.

- Era Jean Carlos, me dijo que no me olvidará de pasar a probarme mi vestido para la presentación mañana.

- Perfecto - me levanto - entonces primero iremos a desayunar y después a buscar ese vestido tuyo.

- Eso si que no - cruza los brazos - acepto que vayamos a desayunar, es más yo invito, pero no voy a dejar que me acompañes a la cita con Jean Carlos.

- ¿Porque?

- Quedamos que es un secreto y no creo que se muy convincente que un jefe acompañe a su secretaria a probarse un vestido.

- Ya antes he ido con Jean Carlos a comprar ropa para ti, todo lo que te dije que era de Rebecca en realidad eran cosas que le compré a el para ti.

- ¿Enserio? - sonríe y yo solo asiento.

- Okey entonces vamos.

[...]

Después de un largo rato esperando a que Lía se arregle porfin estamos en el restaurante que tanto le gusta, claramente me lo dijo Becca, y como siempre ella está en modo "profesional" por si alguien nos llega a ver.

- Quita esa cara de estirada - le digo una vez que llega la comida.

- No Jackson, ya te dije que no quiero que nadie se entere de esto.

- ¿De que?¿De que somos follamigos?

- Shhhh - me calla - Es exactamente eso, no quiero que alguien nos vea y piense que estamos juntos - un pequeño dolor se instala en mi pecho al saber que todavía tenemos esa barrera que impide que alguno confiese lo que siente al otro, en verdad yo la quiero pero tampoco la voy a presionar, dejare que fluya hasta que ella acepte que también me quiere.

- Bueno cómo sea quita esa cara y cuéntame qué tienes preparado para la presentación de mañana. Hagamos como que solo somos dos amigos contándose de sus vidas - eso hace que sus ojos brillen como quisiera que brillarán cuando me ve.

El resto del desayuno pasa entre risas y platicas acerca de la gran presentacion que su maestra le pidió que diera en la universidad sobre como escalar hasta llegar a un puesta tan alto como en el que está ahorita.

- Acá está la cuenta señor - dice el camarero mientras me extiende el pedazo de papel - está bien, cargarla a esta - digo dándole mi american spress platinum.

- Eso si que no, yo te invite yo pago - interrumpe la fresita mientras saca su tarjeta y se la da al mesero, quien sin saber a cual cargar la cuenta queda quieto.

- Está bien, tu ganas - digo pidiéndole mi tarjeta al mesero mientras veo como carga la cuenta a la de Lía - claro que entonces yo pago el vestido.

- No, claro que no.

- No puedes discutir, fue un trato - salgo del local con ella siguiendome los talones.

- Yo no lo acepte nunca - se cruza de brazos y yo solo le abro la puerta de mi BMW sin decir nada. El resto del viaje a la oficina de nuestro modista se basó en ella quejándose y tratando de hacerme entrar en "razón" cosa que no logro.

- Buenas tardes, bienvenidos a LeGlamour ¿En qué los puedo ayudar? - pregunta la recepcionista - Ya se, de seguro ustedes son los novios que vienen a probarse sus trajes para su vida.

- No no - le responde lía un tanto sonrojada - en realidad vine a probarme un vestido para una conferencia, tengo cita a nombre de Lía Grey.

- Una disculpa señorita Grey, pero la verdad ustedes traen una química que muy pocas parejas tienen por lo que asumi que se casarían pronto. Pero solo son disparates míos - ríe - pueden pasar.

Lía solo asiente apenada y empieza a caminar hasta la oficina del modista.

- Viste Grey, hasta la recepcionista sabe que combinamos muy bien.

- Deja de decir estupideces - me responde antes de tocar la puerta.

Un rato después estoy sentado frente a Jean Carlos mientras lía se termina de probar el vestido.

- ¿Cómo puedo pagar el vestido? - pregunto para romper el silencio.

- Ya sabía yo que ese corazoncito tuyo iba a ser robado por Lily - responde levantando la mirada del vestido rosa que está confeccionando

- Tonterías, ella y no nunca podríamos estar juntos. Somos como dos polos opuestos.

Ni nosotros mismos creemos que es verdad lo que decimos. - pienso, cada vez que alguno de los dos decimos que es mentira todos se nos quedan viendo con cara de ¿Enserio?

- Pues si tú lo dices te creeré, solo recuerda que yo fui quien confecciono ese disfraz de Adam cuando te dijo que era su príncipe favorito. Así que para la boda quiero ser quien les haga el vestido y traje.

Me río pero me callo cuando veo a Lía salir de los probadores con un hermoso vestido rojo de tirantes que le llega a los tobillos y deja al descubierto una de sus piernas por el enorme corte que tiene casi hasta llegar al muslo, se le acentúa tan bien en su esbelto cuerpo que parece una segunda piel. En pocas palabras le queda hermoso.

- ¿Y bien? - pregunta al ver que me quedo mucho tiempo callado.

- Te vez hermosa, cómo toda una deliciosa fresita.

Se sonroja y se voltea hacia Jean.

- Me encantó, muchas gracias. Lo único que me gustaría que le pusieras sería un broche en la parte de atrás que sea más fácil de cerrar porque ahorita tarde horrores en ponerlo y seguro que tardaré horrores en quitarlo.

- Si nena, yo cambio eso. Mientras tanto tu ponte de nuevo tu ropa y yo me llevo la tarjeta de Jackson para que pague.

- Esta bien gracias, solo si me podrías desabrochar el vestido.

- Que lo haga el - responde apuntando me - te aseguro que sabe cómo quitarte la ropa.

Me río y Lía sale lo más rápido que puede hacia los probadores.

- Cargarla a esta - le digo a Jean mientras le extiendo la tarjeta.

- Perfecto, tardaré unos veinte minutos en regresar. Aprovéchalos y no dejes nada sucio - rie mientras me giña el ojo.

Sale lo antes posible y yo camino lo más rápido que puedo a los probadores.

Entró y ahí está ella, con una sonrisa ladeada y una mirada llena de fuego y lujuria. Cierro la puerta detrás de mi y me lanzó buscando sus labios con desesperación.

Mis manos buscan arrancarle ese vestido color azul que me impide llegar a mi objetivo, pero me lo impide diciéndome que en este momento no hay tiempo de reponer su atuendo sin levantar sospechas.

Mis dedos recorren con delicadeza todo su cuerpo hasta llegar a su sexo, sintiendo lo húmeda que está.
Aquello me deshizo por completo, arranque de un solo tirón sus bragas dejándola totalmente descubierta para mi

Y con sutiles movimientos comensé a acariciar su clítoris, mi pantalón estaba a puntos de explotar y Lily lo sabía. Si cuerpo empezó a descender hasta quedar hincada, me desabrochó la bragueta y me bajo todo dejándome desnudo de la parte inferior de mi cuerpo. Su cabeza bajo tortuosamente lento y en un segundo comenzó a lamer mi hombría. Sabía que no podría soportar mucho por que tenía que estar dentro de ella.

La tomé del cuello y la puse a mi altura para poder besar con fuerza sus labios. La gire hasta tenerla con las manos pegadas al espejo, y finalmente poder sentir el calor que desprende su centro.

Un gemido sale de sus labios cuando finalmente logro estar dentro de ella. Mis manos sostienen con fuerza sus caderas mientas mis embestidas empiezan a aumentar. Siento sus padres contraerse mientras más empujó, bajo una de mis manos hasta dar con su centro y empiezo a acariciar su clítoris en pequeños pero rudos movimiento que generan que presione sus labios para aguantar sus gemidos. No tardamos muchos, pues ambos sabemos que el tiempo está en nuestra contra, unos segundos después ambos nos dejamos llevar por el placer desbordando nuestro deseo en un delicioso climax que nos deja unos segundos recargados en el espejo de aquel probador.

- Nunca me voy a cansar de decir que esto es maravilloso - me dice mi chica me da un beso.

Nota:

5/?

Hola, siento mucho no actualizar dos días seguidos, pero me quedé sin internet y hasta hoy logré tener. Pero aún así intentaré subir el capítulo de ayer y el de hoy en modo de compensacion.