25|CAPÍTULO.
Ahora sí empieza lo bueno (+18)
Pov. Lía Grey.
Estoy por irme y dejar este absurdo pleito en el olvido cuando sin darme tiempo de reaccionar me toma del cuello vorazmente, pegándome contra el ventanal y me devora como si su vida dependiera de ello. Gimoteo cuando pasa sus manos por mi trasero, cargándome y apretujándome contra su ya erecto miembro.
Si que es grande.
Me lo restriega en la intimidad una y otra vez, ahogando mis gemidos con besos salvajes y llenos de lujuria. Me toca de de manera obscena, ignorando el ruido que viene de afuera.
- Solo espero que esto no termine con más denuncias en RH - El sonido de la voz de Joana interrumpe nuestro momento - no digan nada, ya me voy. - Sin más sale de la oficina.
Gran espectáculo que dimos.
Jackson ríe y continúa con lo que estábamos. Apretándome los pechos, muerde mi labio inferior con fuerza y agresividad antes de chocar sus labios contra los míos con fuerza.
Se frota contra mi con desesperado, mostrando todas las ganas que había disimulado y aguantando hasta ahora.
Me alza y nos guía hasta en la pequeña habitación que hay en su oficina, me deja la cama y no me da tiempo de acomodarme porque me arranca la ropa - literalmente - dejandome desnuda en segundos.
Sus ojos me penetran y se recorren con hambre, un hambre que me hace sentir por primera vez deseada. Desabrocha su cinturón apresurándose a ponerse sobre mí y ajustarlo a mis muñecas atándome a la base de la cama.
Admiro ver cómo se quita la ropa en frente de mí. El calor me llena, no ha despegado su mirada de la mía y eso me estremecer. Sin pudor alguno bajar su ropa interior, dejando a la vista su enorme y ya erecto miembro, relamo los labios, provocándolo. Objetivo que logró, pues no duda en lanzarse sobre mí y besar mis labios con rudeza.
Me aprisionaba contra el, haciéndome sentir vulnerable. Cómo tigre apunto de casar, la diferencia es que yo estoy ansiosa de que devore y haga conmigo lo que se le antoje.
Coloca ambas manos en mis costillas, acariciándolas, mientras no deja de hojear mi desnudez. Mira de aquí allá sin parar pero no pasa mucho tiempo cuando vuelve a mis ojos. No me hace esperar, sube sus enormes y largas manos a mi pecho, cuando siento el roce de sus dedos en mis pezones me retuerzo, estoy tan necesitada de placer que ahora mismo soy vulnerable a la mínima fricción.
Juega con ellos, aprisiónandolos y lamiendolos, lleva su boca en mi abdomen, para seguir lamiendo, mordiendo y a besando con agresividad y destreza.
En un sendero de besos posesivos llega a mi clavícula. Su falo se posiciona entre mis piernas haciéndome abrirlas por instinto, esperándolo, anhelando sentirlo por fin dentro de mi.
Pero se entretiene más pasando la lengua en mi lóbulo, gimoteo desesperada y elevó la pelvis, pidiendolo.
Jackson se da cuenta y me hace sufrir, besándome los labios con lentitud y haciéndome esperar. Al separarse, jala mi cabeza con sus largos dedos y pega su frente con la mía.
- ¿Lo quieres? - pregunta y yo solo asiento - Ruégame entonces, dime que me quieres dentro de ti.
Toca mi clítoris con un dedo, disfrutando de mis suspiros esperando una respuesta.
- Fóllame.
Adiós dignidad.
- ¿Y tus modales? - me estrella su mano en mi intimidad tomándome desprevenida y sacándome un gemido
- Por favor quiero que me penetres hasta déjame sin poder caminar mañana y que todos en la oficina sepan que hoy soy tuya.
Satisfecho se posiciona entre mis piernas observando me como si fuera una sirena que lo atrae con su canto.
- Eres hermosa - susurra mordiéndome la oreja.
Entra mi ferozmente robándome un gritó.
- Húmeda y estrecha estás perfecta - dice empezando moverse.
Acaricia todo mi cuerpo sin dejar de cogerme, lo veo de batir constantemente en si seguir acariciándome, tocarme o besarme. Y termina haciéndolo todo al mismo tiempo.
Acaricia mis muslos, sujetándolos con fuerza para poderse entrar más a fondo.
El sonido de nuestros cuerpos chocando es lo único que se escucha por toda la habitación acompañado de mis gemidos y sus sexies gruñidos.
Cierra los ojos, sin dejar de moverse utiliza sus dedos en mi clítoris con destreza. Se acerca a mí y empieza a susurrar me cuánto le gusta cogerme, lo buena que estoy, que le encantan mis melodiosos gemidos. Y gracias a sus obscenidades terminó corriéndome en su polla, él no tardó en sentir mi derrame y terminó también, gimiendo.
- Eso fue - deja la palabra al aire mientras acomoda su cuerpo sobre mi pecho.
- Asombroso, jamás pensé que esto fuera así de placentero - digo empezando a acariciar su cabello.
- Mírame - alza su vista - mientras yo pueda, esto será para ti muy satisfactorio, porque nunca haría nada que te lastimara.
- ¿Eso significa que habrá una segunda vez? - digo sonrojada.
- Por mi fuera nunca más dejaría que nadie más te tocará.
- ¿Que quieres decir con eso?
- Que yo quiero todo de ti - suelta una sonrisa ladeada.
- ¿Enserio? ¿Aún sabiendo lo que pase quieres estar conmigo?
- Creo que lo que acabamos de hacer es prueba de lo mucho que quería estar contigo y esto - pega su miembro otra vez erecto a mi abdomen - es prueba de lo mucho que me gustas.
- Es complicado - respondo bajando la mirada - no creo estar lista para confiar en alguien.
- No te pido que en este momento confíes en mí, lo que te pido es que me dejes entrar, osea no a ti porque pues ya lo hice.
- Si ya entendí.
- Lo que quiero decir es que me dejes entrar a tu vida.
- No se.
- ¿Si te cuento algo que nadie más sepa me darías el privilegio de la duda?
Dios con este hombre.
- Creo que lo podríamos intentar.
Nota:
3/?
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