Recuerdo la primera vez que te conocí, estabas encerrado en tu habitación con las luces apagadas, la única luz que entraba en tu habitación era la luz de la Luna. En toda tu habitación solo se escuchaba tu llanto, tan solo tenías 4 años de edad.

Tus padres nunca se encontraban en casa, siempre estaban en el trabajo y te dejaban a cargo de una niñera que apenas y recordaba darte de comer. Las pocas veces que logras mirar a tus padres, apenas y te volteaban a ver.

Ese día, solo lograste ver a tu madre, estuviste entusiasmado por enseñarle el hermoso dibujo que le hiciste a tu madre para mostrarle todo tu amor a ella y a tu padre, pero en vez de recibir un abrazo se enojó contigo por haber rayado las paredes de la casa. Te encerró en tu habitación como castigo sin saber que siempre has vivido encerrado.

— ¿Tú quién eres?

— ¿Cómo crees que me llamo?

— Jimin, te llamaras Jimin.

— Me gusta mi nombre.

— Nunca me vas abandonar como mis papas, tú siempre estarás conmigo.

— Lo prometo.

— ¿Quieres jugar conmigo?

— Si quiero.

Fue en ese momento que entre a la vida de Jungkook, congeniamos muy bien, teníamos gustos parecidos, él me dijo que por fin se sentía feliz después de tanto tiempo.

— ¿Con quién hablas? — La niñera entro al cuarto y miro los juguetes regados por todas partes.

— ¡¡Estoy jugando con Jimin!!

— ¿Quién es Jimin?

— El — Jungkook me señalo entusiasmado mientras daba brinquitos.

— Hola.

— Hola... — La niñera estaba confundida pero no le dio importancia, ella entendió que solo es un juego de niños.

— Muy bien Jungkook y Jimin. No olviden que deben irse a la cama antes de las nueve.

— Si nana.

Cuando se acercó la hora de ir a la cama, Jungkook no podía dormir bien, fui con él a buscar a su niñera pero estaba profundamente dormida en el sillón de la sala, fuimos a la cocina a tomar un vaso de leche y regresamos a su cuarto.

— Jimin, no puedo dormir.

— Me voy a quedar aquí.

— ¿Y tú mamá?

— No tengo una, tampoco papá.

— Es muy triste, yo tampoco tengo papas.

— No es cierto, si tienes.

— Nunca están en casa, no he tenido un abrazo de ellos, ni siquiera sé si mis papas me quieren.

— Yo si te quiero.

— Yo también.

Nuestra relación se fue volviendo más cercana y cuando Jungkook entro al preescolar, temía que su situación sea igual a la de sus padres. Yo voy a entrar con él.

— Tengo miedo.

— No te preocupes, yo estoy aquí.

Al entrar al salón de clases, Jungkook estaba muy apartado de los demás, no sabía de qué modo presentarse y poder hacer amigos. Cuando lo intentaba y me presento ante los demás y comenzaron a reírse de él.

No logro entender el rechazo que me tenían, sentí que mi presencia estaba afectando a Jungkook, yo solo quiero ayudarlo, aunque tengo el presentimiento de que yo soy el problema.

A la hora de la presentación, Jungkook había dicho su nombre y todo transcurría con normalidad, cuando era mi turno de presentarme, la maestra me salto y se presentó el compañero a lado mío.

— Maestra, no se presentó Jimin — Dijo Jungkook.

— No hay nadie ahí Jungkook, quien sigue es tu compañero Seokjin.

— ¡¡No es cierto, sigue Jimin!!

— Ya para Jungkook por favor.

— ¡¡No hasta que se presente Jimin!!

— ¡¡Esta loco maestra!!

— ¡¡No es cierto!! — Jungkook se levantó y comenzó a golpear a su compañero. Intente separarlo pero no me hace caso.

— Suficiente, hablare con tus padres Jungkook.

— ¡¡Hágalo no me importa, jamás les importe y a nadie más le importo, solo Jimin me entiende!!

La directora hablo con los padres de Jungkook, al llegar a casa, lo castigaron y le dijeron que era una deshonra para ellos. Lo más fuerte fue "Ojala nunca hubieras nacido".

Pasaron varios años y Jungkook a cualquier escuela que iba terminaba expulsado por mi culpa, su niñera ya no soportaba su comportamiento y decidió renunciar, desde entonces cada niñera que contrataban sus padres no duraban ni una semana.

Por primera vez, los padres de Jungkook se sentaron a hablar con él. Jungkook se sentía feliz al saber que tendría una reunión familiar. Me tomó del brazo e hizo que me sentara con él.

— Mamá, Papá. No saben lo feliz que me hacen, jamás pensé que algún día nos reuniéramos como una familia, había soñado tanto con esto y hoy se hizo realidad.

— Jungkook, puedes hacernos un dibujo familiar.

— ¡¡Sí mamá!!

Miro como sus padres estaban atentos al dibujo y se preocuparon cuando vieron a una cuarta persona a su lado.

— ¿Quién es él?

— Es Jimin.

— Hijo, ya tienes 12 años, estas por entrar a la secundaria y aun sigues con tus amigos imaginarios.

— No es un amigo imaginario papa, Jimin está sentado aquí conmigo, ¿no lo ven?

— No hay nadie Jungkook, tu absurda amistad con personajes ficticios te está causando problemas en la escuela. Te peleas con tus compañeros, con tus maestros, con tus niñeras solo porque te dicen la verdad, Jimin no exis...

— ¡¡Si existe, odio que digan que no existe!!

— ¡¡Porque es la verdad! No existe, es un producto de tu defectuosa mente

— ¡¡No, no, no, no te creo!! Jimin es real, más real que ustedes, él siempre está conmigo en las buenas y malas mientras ustedes solo piensan en trabajo. ¿Alguna vez me han dicho que me aman? ¿Alguna vez pensaron en mí? ¿Alguna vez pensaron tenerme?

Esa última pregunta hizo que Jungkook se soltara en lágrimas y se le quiebre la voz. Todo el tiempo en su casa éramos yo y el jugando en un desolado hogar que solo conoce las risas y llantos de un niño con la ausencia de sus padres.

— Deja de decir tonterías, vas a dejar esta tontería y no está a discusión. No tenemos que ir.

— Lo ven, tengo razón incluso cuando más lo necesito es cuando más se alejan. Váyanse, no los necesito, ¡¡Váyanse ya!!

— ¡¡No me grites!! — Su mama le dio una cachetada y Jungkook comenzó a reír — ¡¡Estás loco!!

— Si lo estoy, no obtengo un abrazo de ti pero si una cachetada, es lo más cercano a un cariño de mi madre.

— Idiota...

Sus padres se fueron y Jungkook comenzó a reír sin sentido o alguna razón mientras brincaba y destruía todo lo que estaba en casa.

— Jimin, ven ayúdame a destruir todo esto.

— No Jungkook. Esto está mal.

Se detuvo abruptamente y me lanzo varios vasos de vidrio hacia la pared muy molesto.

— ¡¡Ahora tu también estas en mi contra, te odio, te odio, te odio, también me vas a abandonar como todos!!

— No Jungkook, no lo hare pero he estado pensando en muchas cosas que no tienen sentido. ¿Porque no me ven? ¿Porque nadie me escucha? ¿Porque nadie puede tocarme?

— No digas esas cosas Jimin. No dejes que te lastimen sus comentarios.

— Pero como explicas que no sienta dolor, no sienta emociones como es que aparezco incluso en tus sueños.

— Es porque eres importante para mí.

En la secundaria Jungkook seguía manteniendo las mismas conductas y conflictos con sus compañeros.

— No te puedes sentar, no ves que Jimin está ocupando este lugar.

— Estas enfermo Jungkook.

— Él no está enfermo — Respondí para defender a Jungkook

— SI lo estás, Jungkook con múltiples personalidades.

— Aunque no lo creas Jimin esta ahí.

— Si claro. ¡¡Escuchen todos, el loco cree que tiene a sus amigos en este salón!!

Su salón se empezó a reír y a burlar de él, Jungkook se defendía y yo lo hago con el pero nos lanzaban comida y lo terminaron de humillar. Al llegar a casa, yo y el estábamos llenos de comida

— Lunático, loco, enfermo. Yo no soy nada de eso, yo solo quiero que alguien me quiera como tu Jimin.

— ¿Y qué quieres hacer?

— Esto — Jungkook me beso y yo le seguí el juego, quería sentir que era real y sentir lo que él siente y aun así no logro conectar con él. Me separo de él y Jungkook mantenía esa sonrisa nerviosa.

— ¿Qué fue eso?

— No quería decírtelo pero siento cosas muy lindas por ti, me enamore y quiero estar junto a ti.

— Jungkook yo...

De pronto, la madre de Jungkook llego preocupada, le pidió a Jungkook que se limpiara y se cambiara por qué saldrían. No pregunto por qué Jungkook estaba sucio y no le interesaba. Durante el camino nos la pasábamos platicando para que el camino no se sintiera largo mientras que su madre podía vernos desde el retrovisor preocupado y de forma extraña.

Al llegar, descubrimos que estábamos en una clínica psicológica y psiquiátrica, la señora que nos atendió era muy atenta y amable. La Psicóloga le hizo varias preguntas a Jungkook.

— ¿Dime Jungkook, desde cuando hablas con Jimin?

— Desde los 4 años Jimin y yo somos inseparables, ¿Verdad?

— Si, es verdad, Jungkook y yo nunca nos hemos separado.

— Me imagino que es una gran compañía, cuando tus padres no están en casa.

— Ellos nunca están pero ya no me importa mientras este Jimin.

— ¿Por qué no te importan tus padres? ¿Cómo es la relación con ellos?

— Nunca se encuentran en casa por su trabajo, jamás he tenido una convivencia con mis padres, no recibí abrazos, besos o cariño, apenas y me voltean a ver, cuando hago cosas malas son las pocas ocasiones que recibo su atención. No tengo más familia solo los tengo a ellos. Aunque hay una frase que me marco mucho.

— ¿Me puedes decir cuál es?

— Ojala no hubieras nacido. Mis padres no me quieren, es obvio pero no debieron decirlo.

— Jungkook, todos tienen un propósito, no fue un error haber nacido.

— Mis padres no lo ven igual.

— Y además de tus padres debes tener amigos.

— Mis padres me mantenían encerrado todo el tiempo en casa, jamás conviví con otros niños en mi infancia más que con Jimin.

Jungkook se sentía algo incómodo por las preguntas, no sabía a qué quería llegar la psicóloga pero se sentía seguro estando con ella.

— ¿En tu escuela no tienes amigos?

— Lo intente pero cuando les hablo de Jimin y juego con él, se burlan de mí, me dicen loco, enfermo, lunático y me molesta que digan que mi mejor amigo que ahora es mi novio, no sea real. Los odio mucho, por eso yo el golpeo.

— Entonces, me dices que Jimin es tu lugar seguro. Es quien te escucha, quien te apoya y te quiere.

— Si, eso es. Yo lo amo con toda mi alma y no puedo perderlo.

Después de varias preguntas, Jungkook y yo estuvimos en la sala de espera mientras su mama hablaba con la psicóloga. No sabíamos que estaba pasando y por qué estamos en este lugar, pero manteníamos nuestras manos unidas.

La madre de Jungkook salió de la sala de consultas con lágrimas y sin dar explicaciones le dio un abrazo a Jungkook.

— Perdóname, es mi culpa.

— ¿Esto es real?

— Si hijo, esto es un abrazo.

— No lo entiendo — Jungkook abrazo a su mama mientras lloraba — Estuve esperando este abrazo por tanto tiempo, ¿porque no me siento feliz?

Jungkook después de tantos años en añorar un abrazo de su madre como todos los niños, al fin pudo vivirlo pero en vez de sentir cariño, sintió mucho dolor. No fue lo que esperaba.

— Tu padre y yo iremos a la playa y tú vendrás con nosotros.

— ¿Jimin puede venir?

— Si, el también.

En la playa el ambiente no cambio en absoluto, nosotros jugábamos con las olas del mar, aunque no podía dejar de pensar que algo no estaba bien, sus padres miraban con lágrimas a su hijo y él no se daba cuenta.

— Jungkook, te amo.

— Yo también lo hago Jimin.

— Neos que vaya a pasar pero si te sientes solo, mira el atardecer. Cuando los veas ahí estaré.

— No lo digas como si te fueras a despedir.

— No es una despedida, es un hasta pronto.

— Mamá, Papá.

— ¿Qué sucede hijo? — Dijo el padre de Jungkook que secaba sus lágrimas.

— Hoy es el día más feliz de mi vida. Gracias.

— Te amamos hijo, es hora de volver a casa.

Pero todo fue una mentira, ya era de noche y volvimos a la clínica, unos doctores de bata blanca aparecieron en la recepción y solo tomaron a Jungkook a la fuerza.

— ¡¡Mamá, Papá, díganles que me suelten!!

—Lo siento hijo, es por tu bien.

— ¡¡No me dejen por favor, mama, papa, no me dejen! Jimin ayúdame, no me abandones

Sus padres entre lágrimas al igual que yo vimos como a Jungkook se lo llevaban a la fuerza a las instalaciones, estaba por reclamar a sus padres si no fuera porque Jungkook y yo escuchamos lo que el Psiquiatra dijo.

— ¿Va a estar bien, doctor?

— El caso de su hijo es muy grave, su hijo efectivamente tiene los síntomas patológicos de la Psicosis. La Psicosis ocurre cuando una persona pierde contacto con la realidad. La persona puede. Tener falsas creencias acerca de lo que está sucediendo o de quién es, ver o escuchar cosas que no existen.

— Pero tiene tratamiento. ¿Verdad?

— La psicosis lamentablemente no tiene cura, es imposible curar un trastorno para siempre pero si controlarlo, su hijo ya le afecta de manera educativa, familiar, social y personal. Esto nos deja en un nivel grave. Tenemos que tenerlo en observación, medicarlo y darle psicoterapia.

— Se lo dejo en sus manos señor.

Ahora lo entiendo todo, por qué no sentía dolor, por qué no me miraban y escuchaban. Yo no existo, fui un sueño de Jungkook, fui un producto de su imaginación. Todo lo que pase con el ocurrió en su mente y no en nuestra realidad, su realidad. Jimin jamás existió, yo jamás existí.

Mi objetivo es cuidar y proteger a Jungkook de no ser dañado por los demás. Que equivocado estaba, así como el no distingue su realidad, yo tampoco lo hice. Yo soy quien está dañando a Jungkook, yo soy el mal que debe desaparecer para que el este bien.

Ver a Jungkook encerrado, en una habitación de cuatro paredes color blanco y su ropa del mismo color llorando en su cama, me partió, me dolió mucho. Cada vez que los médicos llegaban a tratar con él o el psicólogo se ponía a la defensiva, aun seguía hablando conmigo sobre lo que haríamos juntos en el futuro, un futuro que no existe.

Con el tratamiento y las terapias ya no miraba con frecuencia a Jungkook, las pocas ocasiones que lo hacía era cuando Jungkook recaía y se negaba a olvidarme, fingía tomar su medicamento y se lo daban a la fuerza. Fue entonces que decidí ponerle fin. Por su bien.

— Jungkook, sé que he estado contigo por tantos años, hemos llorado y reído juntos, te he acompañado prácticamente toda tu vida.

—Jimin...

— Déjame terminar, te amo demasiado pero yo soy el motivo por el que estas encerrado aquí, de que no tengas amigos, las discusiones con tus padres y sobre todo, el motivo por el cual te estas dañando a ti mismo. Es por eso que debes dejarme ir.

— No puedo Jimin, no quiero estar solo, tu eres mi única compañía, nadie me va a amar como tú.

— Es porque no existo, solo fui un sueño. Fui lo que nunca pudiste tener, pero te prometo que llegara alguien igual a mí. Te amara y te cuidara, pero para eso, debes estar bien. Déjame ir para que puedas estar en paz y ser feliz.

— Te voy a extrañar Jimin.

— Fue un honor ser el sueño de tu vida, mi amor.

Jungkook con lágrimas, tomo las pastillas por su propia voluntad. Fue más cooperativo con su tratamiento y las terapias. Volvía a caer pero lograba superar su trastorno muy bien, los doctores le dejaron en claro que no estaba curado solo controlado.

Pasaron 6 años para que los psiquiatras le dieran de alta y que estaban seguros que Jungkook ya era una persona funcional que ya puede volver a retomar su vida en la sociedad. Ya no necesitaba los medicamentos y debía asistir a sus terapias pero ya era momento de tener una vida normal.

Sus padres que en toda su niñez estuvieron ausentes. En su etapa en el psiquiátrico estuvieron con él en todo momento. Lo visitaban y le traían comida, sabían muy poco de su hijo y esos años que estuvieron con el sirvieron para conocerlo mejor. No compensara sus errores del pasado y el tiempo perdido pero aun podían ser una familia unida. Ellos lo recibieron con los brazos abiertos al salir de la clínica.

— Al fin tengo a mi pequeño en mis brazos — Dijo su madre mientras lo abrazaba y le acariciaba su cabello. Su padre también lo abrazo y Jungkook al fin sintió su amor, el amor que tanto anhelaba.

— Ahora que has salido, ¿Qué quieres hacer?

— No lo sé Papá, por hoy solo quiero ir a casa. No creo que pueda salir a la calle así de fácil, debo volver a acostumbrarme.

Con los meses Jungkook fue incorporándose poco a poco a la sociedad y cuando se sintió listo volvió a la escuela, al cumplir 18 años el ya podía entrar a la universidad, después de todo recibió clases en la clínica para no atrasarse.

Sin embargo no podía dejar de recordar en su amigo y novio imaginario, no podía dejar de recordarme con mucho cariño, tal como yo le dije que más bien él se dijo así mismo, me recuerda en cada atardecer.

Realmente Jungkook quiere creer que una persona como su mente creo pudiera existir en su realidad, en la verdadera realidad. Tenía amigos en la escuela pero no sentía el mismo cariño que conmigo. Hasta que un pequeño accidente hizo que nos conociéramos.

Jungkook estaba por llegar tarde a sus clases cuando choco con alguien que estaba de espaldas. Sus libros se cayeron y esa persona lo ayudo a recogerlos.

— Ay lo siento mucho, no fue mi intensión tropezar contigo.

— No te preocupes, sé que no fue tu intensión.

Los dos al querer tomar el libro, nos tomamos de las manos y al vernos frente a frente, se sintió una gran nostalgia.

— Oye no te conozco y me dirás que estoy loco, pero creo que ya nos habíamos conocido antes.

— ¿Por qué?

— Te pareces a alguien de mis sueños, era igual a ti y se llamaba Jimin. Tal vez sea mi psicosis jugando con mi mente, esto quizás es una simple coincidencia.

— Quizás no sea coincidencia, porque me llamo Jimin.

Y en esta ocasión no soy un sueño, soy una persona real que vive en tu misma realidad y que te amara y cuidara, en tus sueños y en tu presente.

Se supone que esto seria el especial de san Valentín pero por la universidad ya no lo pude hacer, pero más vale tarde que nunca, espero que les haya gustado y si se quedaron con ganas de más, tal vez tenga un extra con Jungkook y el Jimin real.

Los quiero :3

Me despido...adios...chao...

P.D. No creo que la historia sea triste pero si lo fue y les hice derramar una pequeña lagrima, pido disculpas. adios :3