Capítulo Extra
Mi vida en la universidad ha sido algo complicada, al principio tenía muchos amigos, he mejorado en mis calificaciones y rara vez recaía pero me recuperaba. Sin embargo, el día que ellos se enteraron de mi psicosis...
— Oigan, ¿Que haremos hoy?
— Jungkook, creo que será mejor mantener distancia.
— ¿Porque?
— No queremos que tengas un arranque psicópata con nosotros por tus...
— Aah ya entendí, no se preocupen la Psicosis no es nada de lo que piensan. Les explico, la psicosis es...
— Creo que no nos entendiste bien Jungkook, ya no queremos ser tus amigos. Es muy peligroso para nosotros estar con alguien como tú.
— Si lo que temen es que les haga daño, eso no va a pasar, yo estoy controlado y...
— Lo siento Jungkook, por favor respeta nuestra decisión.
Desde entonces casi toda la escuela me ignora, hablan a mis espaldas poniéndome apodos como el loco o lunático, apodos que no escuchaba hace mucho tiempo desde mi niñez. Antes no me importaba escucharlo pero ahora es distinto, duele oírlo.
Creí que al salir del psiquiátrico podría seguir mi vida con normalidad. La realidad es que es mas difícil, no solo yo debo adaptarme, las personas a mi alrededor deben hacerlo igual. Lo triste es que hay mucha desinformación sobre los trastornos y los mitos no ayudan.
En mi casa no dejaba de ver los atardeceres y evitar recordar a Jimin, el único amigo que me escuchaba y no me juzga y eso me duele más por el simple hecho de que no eres real.
— Jimin, háblame. Solo una vez más y volveré a mi realidad, necesito a alguien con quien hablar.
Hice un gran esfuerzo por traerlo de vuelta a mi memoria pero no funciono, las pastillas no me lo van a permitir. Mi madre que antes estaba ausente, al fin me escuchaba.
— Madre, ya lo intente. No creo que sea buena idea volver a la universidad.
— Hijo no te rindas, sé que es difícil pero no puedes dejarte llevar por lo que dicen.
— No es así de fácil mama, a veces recaigo para poder hablar con Jimin pero no responde, hasta él me ha abandonado.
— No es verdad, yo estoy aquí para ti. Prometí no dejarte solo y escucharte.
— Gracias mama.
Cuando volví a la escuela, fue la misma rutina de siempre, escuchar murmullos y ver como se ha partan de mí. Cuando pensé que sería igual a otros días, paso algo que lo cambiaria todo. Está por llegar tarde a mi primera clase, tome mis libros y salí corriendo a mi clase, cuando me tropecé con alguien y caí al suelo.
— Ay lo siento mucho, no fue mi intensión tropezar contigo.
— No te preocupes, sé que no fue tu intensión.
Estaba muy apenado, sentí las miradas a mí alrededor. Con que cara voy a mirar al chico frente a mí. Al menos es amable, estaba ayudándome a recoger mis libros y al querer tomar el último libro, sin querer nos tomamos de las manos y fue ahí que lo vi.
— Oye no te conozco y me dirás que estoy loco, pero creo que ya nos habíamos conocido antes.
— ¿Por qué?
— Te pareces a alguien de mis sueños, era igual a ti y se llamaba Jimin. Tal vez sea mi psicosis jugando con mi mente, esto quizás es una simple coincidencia.
— Quizás no sea coincidencia, porque me llamo Jimin.
Ahora sí creo que recaí muy mal, no puedo creer que hasta pueda sentir a mi amigo imaginario. Estoy muy mal, no puedo recaer, no aquí. Saque mis pastillas y las tome con desespero.
— Perdón Jimin, creo que mi psicosis me está haciendo creer que estas aquí, hasta te puedo tocar. Me estoy volviendo loco.
Estaba llorando de alegría, no creí volver a ver a Jimin otra vez, lo necesitaba. Aunque tengo la sensación de que algo no está bien con él.
— ¿Psicosis? ¿Qué es psicosis?
Veo a mí alrededor y varios estudiantes estaban rodeándonos, sus miradas me juzgan y me gritaban loco. Vi como ellos apartaban a Jimin de mi lado y fue que entiendo que el si existe y no es mi imaginación o quizás toda esta escena si fue creada en mi mente. No dejaban de gritar y eso me estaba alterando y tengo miedo.
— ¡¡No es cierto! No estoy loco, no estoy loco, déjenme en paz!! — Salgo corriendo a busca de un lugar tranquilo, donde nadie pueda verme.
— ¿Que les sucede a todos?, no pueden tratar así a un compañero de clase.
— Esta enfermo Jimin, el mira cosas que no existen más que en su cabeza, por tu bien debes de alejarte de él.
— Por mi bien, me voy a alejar de ustedes.
En un rincón alejado de la escuela, me acurro en un árbol abrazando mis piernas. Me duele mucho lo que pasa, tengo que calmarme pero esto me supera. No sé qué ocurre conmigo, me siento muy solo, no puedo calmarme, mi cuerpo tiempla y mi mente repite una y otra vez los gritos de la escuela. Sin darme cuenta, el chico de hace un momento tomo mis manos.
— Respira y libera el aire lentamente, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Te sentirás mejor.
— No puedo...
— Si puedes..., inténtalo. No me iré hasta que estés bien.
Seguí sus instrucciones paso a paso, el me guiaba y no soltó mis manos. Cuando estaba más tranquilo, pude entender que él es real. No era mi imaginación, realmente existe, pero él no puede ser el mismo Jimin que yo cree.
— ¿Te encuentras bien?
—Sí, gracias por tu ayuda.
— No te preocupes, a parte creo que no nos hemos presentado bien, mi nombre es Jimin ¿y tú?
— Jungkook.
— Bueno Jungkook, ya que nos presentamos me puedes contar lo que sucede para ayudarte.
No se por qué le tengo tanta confianza cuando es la primera vez que lo conozco pero me tome la libertad de contarle todo sobre mi trastorno de principio a fin, lo único que me dio pena decirle es que mi amigo Jimin se parece al él. Tal y como me lo imagine, que ironía de la vida.
— Guau, sí que eres alguien de admirar.
— No lo creo así.
— No digas eso, lidiar con eso debe ser complicado. No puedo decirte que te entiendo porque no lo he vivido en carne propia pero puedo comprender tu situación y darme una lección de vida. Puedo aprender de ti. Quisiera seguir platicando contigo pero tenemos clases. ¿Nos podemos seguir viendo?
— Si tú quieres...si... — Mis mejillas se ruborizaron y me dio mucha pena.
Las semanas fueron pasando y de un momento a otro me daba pena acercarme a él, no sabía cómo entablar una conversación con Jimin sin que me vuelva tímido. A veces lo observo de lejos cuando esta con otras personas. En clases él se sienta a mi lado a pesar de que los demás le decían que no lo haga y comemos juntos en el mismo árbol del rincón.
No sabía muy bien este sentimiento, hasta que hable con mi mama y fue que dijo que me había enamorado de él. Lo cual es malo, alguien como él no debería cargar con alguien como yo, solo lo lastimare y aun así quiero estar con él.
Un día, Jimin no vino a la universidad y fue el momento que mis compañeros aprovecharon para humillarme. Me encerraron en un cuarto pequeño y tenía mucho miedo a la oscuridad.
— ¡¡Sáquenme de aquí, por favor, sáquenme!!
— Los locos deben de estar encerrados y jamás salir a la civilización. Tú perteneces aquí, debes estar encerrado, los locos jamás lo dejan de ser, quienes te hayan dicho lo contrario, te engañaron.
— Es mentira, todos ustedes me mienten, yo solo quiero tener una vida normal. Quiero tener amigos, quiero enorgullecer a mis padres, solo quiero que me amen por como soy.
— Jungkook, de una vez que te quede claro, la razón por la que creas personas en tu mente es porque nadie te amo, ni siquiera tus padres. Te refugias en tus sueños para que nadie te lastime. Acepta tu realidad. Te daremos un consejo, deberías dejar de existir para ir a tu realidad perfecta, porque no terminas con tu vida y dejas esta realidad, nos harías un favor a nosotros y a tus padres.
Saliendo de la escuela me fui al mar donde fue la última vez que vi a Jimin, no el real, el de mis sueños. Por todo lo que ha pasado he olvidado tomarme mis pastillas y no puedo distinguir lo que es real de la ficción.
— Jimin..., te extraño. Porque te fuiste, porque me abandonaste como todos los demás. Siempre fuiste mi apoyo de niño y ahora no estás conmigo. Dijiste que cuando te extrañara viera el atardecer y no me sentiría solo, entonces porque aún sigo teniendo esa sensación.
Me quebré en llanto, ya no puedo, ya no quiero seguir, lo justo es que deje este lugar, esta realidad no me pertenece, esta realidad duele.
— Nunca te abandone Jungkook, ven conmigo. Estarás mejor sin ellos — Era Jimin quien me habla, estaba en las aguas del mar llamándome extendiendo su mano — Ya no vas a sufrir más. Te extrañe.
— Yo también te extrañe.
— Ya no llores, es hora de que estemos juntos
— Si Jimin, eso quiero — Este es el Jimin que conozco.
No lo pensé y solo me fui adentrando al mar, sin escuchar que alguien me gritaba a lo lejos, yo solo lo veía a él, aquella persona que siempre me traía calma, aunque sé que no existe, es una alegría volverlo a ver. Me enamore del Jimin real y el de mi imaginación, él es mi apoyo emocional y con él me quiero quedar.
— ¡¡Jungkook!!
— Te amo Jimin...
Una gran ola me atrapo y me dejo arrastrar por ella, sin embargo alguien me saco del agua y me llevo cargando de regreso a la orilla.
— Jungkook, por favor responde, dime que estas bien por favor, no puede ser demasiado tarde, dime que no llegue demasiado tarde — Abrí mis ojos levemente y Jimin estaba llorando, mi imaginación sí que es muy grande. ¿Ya estoy en mi nueva realidad? Sentí como sus lágrimas caían en mi cara y como sus labios fríos se unieron a los míos.
— Jimin, ¿dónde estoy? ¿Al fin seré feliz?
— Tal vez no sea el Jimin de tus sueños pero prometo ser igual o mejor que él.
Con mis manos seco las lágrimas que recorrían su rostro, aun seguía con vida, el Jimin que tengo frente a mí, es el real. Lo que temí se volvió realidad, lo dañe, lo lastime. Soy malo para él. Ahora soy yo quien lloraba.
— Dime que sucede para que te pueda ayudar.
— Soy malo para ti, mi presencia te hace daño, a todos les hago daño.
— Te haces más daño a ti que a mí. Déjame cuidarte, permíteme ser parte de tu realidad.
— ¿Y si te lastimo?
— Ahí estaré.
— ¿Y si recaigo?
— Ahí estaré.
— ¿Y si me vuelvo loco y me encierran en el psiquiátrico?
— Ahí estaré.
— ¿Y si Jimin de mi imaginación vuelve?
— Ahí estaré.
— ¿Y si me amas o me dejas de amar, ahí estarás?
— Ahí estaré Jungkook, en cualquier escenario que se te ocurra, ahí estaré, te voy amar, te voy a consentir y apoyar en todo.
— Pero estar con alguien como yo es difícil de tratar...
— Sé que es difícil, pero lo quiero intentar, lo quiero enfrentar contigo. Ya no estarás solo. Me tienes a mí. Ya estoy aquí para amarte y dejaras de decir que fui un sueño.
Jimin me abraza llorando de felicidad y yo también, esto se siente realmente poder tocarlo, besarlo, escucharlo. Y si, ha sido complicado, a veces recaigo, tenemos discusiones pero nada que no se pueda resolver. Los dos tomamos la decisión de cambiar de universidad y empezar de cero. Jimin me acompaña en mis terapias y me dice cosas lindas cuando me encuentro triste.
Realmente Jimin salió de mi imaginación y se materializó para cuidarme en mi realidad, amarme y apoyarme en todos los aspectos de mi vida. Este si es un sueño hecho realidad.
Lo prometido es deuda, recibió mucho apoyo así que les traje el extra, espero que les haya gustado y nos leemos en otra historia.
Los quiero :3
Me despido...adios...chao...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro