26🔫
El vehículo de Ji Min estaba estacionado en una de las últimas filas del subsuelo y a los lados, tenía algunas camionetas tapando su vista; pero eso no era lo importante, si estaba bien escondido o no era irrelevante en ese momento, lo importante era que se quedaría sin oxígeno.
Yoon Gi se le tiró encima, casi sentándose sobre él. Mantenía sus labios pegados a su boca y paseaba su lengua obligándolo a que cooperara. Claro que Ji Min no sabía exactamente lo que le sucedía porque respondía ante el beso como si también lo deseara. El rubio se encaminó mucho más allá del que suponía sería un límite para el otro; agarró las manos de Ji Min y las metió bajo su camiseta, sintió apenas un roce sobre su pecho cuando en un parpadeo el pelirrojo las quitó de inmediato y se ayudó con ellas para cortar el beso.
Ambos, jadeantes por la falta de oxígeno, no estaban en una posición muy cómoda. Yoon Gi no se movió del lugar, pero Ji Min trató de alejar un poco su cuerpo a pesar del poco espacio que tenía.
—Espera...—el pelirrojo sintió calor en sus mejillas, estaba sonrojado—¿Qué crees qué estás haciendo?
—Pues es obvio— Yoon Gi arrugó su frente, le molestaba que Ji Min interrumpiera aquel fogoso beso—,estoy cobrando por mi trabajo.
—Eres...—dijo entre dientes, tratando de que su temperatura bajara porque sentía su cuerpo jodidamente caliente por la vergüenza —Eres un... ¡No puedes besarme así como si nada, deja ya de jugar conmigo!
Esa era la frase que Yoon Gi esperaba, sabía que Ji Min le diría algo así. Rodó los ojos de manera exagerada, para que notara su frustración. Tenía ganas de darle una cachetada para que despertara y se diera cuenta de que lo que menos quería era bromear con él.
—Pues bien que te gustó besarme cuando te emborrachaste—se le acercó hasta que sus narices quedaron pegadas—, y no me digas que eso es imposible porque hasta lo grabé.
Ji Min no recordaba eso, obviamente. No dijo nada al respecto, no podía rechistar porque ya no tenía nada en mente. Se había quedado en blanco al escucharlo. Le resultaba imposible que algo como eso hubiera pasado; admitía que no era buen bebedor pero lo que decía Yoon Gi era absolutamente ridículo. ¿Por qué besaría a alguien como él? No estaba tan desesperado como para hacer eso, al menos quería convencerse de ello. Pero no podía negar que el rubio era muy atractivo y que si no fuera un fugitivo de la ley se lo habría empotrado ahí mismo sin importarle nada.
—Otra vez te comió la lengua el gato—la expresión de Yoon Gi ya no se veía burlona como siempre, entrecerraba los ojos como queriendo analizar qué estaba pasando por la cabecita del otro. No quería apartarse de él por obvias razones—Salvé tu culo y no puedo obtener de ti un mísero beso como es debido.
—¿Un beso dices?—por fin habló, saliendo de sus pensamientos tan confusos—¡Te me tiraste encima!
—Tú también te me tiraste encima—le devolvió la pelota, justo en la cara—¿Y sabes qué? No pasó nada más. Puede que nos besáramos durante un buen rato. Joder, me excité demasiado... Podría haberme aprovechado de tu estado y no lo hice. Estabas muy ebrio, lamentando todas tus relaciones anteriores.
Cuando le nombró acerca de sus relaciones pasadas Ji Min le creyó. No hablaba con nadie sobre eso, eran cosas muy personales que prefería olvidar. Le habían hecho mucho daño, incluso él también adoptó conductas que sabía que no estaban nada bien; en definitiva, Ji Min fue engañado muchas veces, pero él también engañó a sus exparejas. Pensó que haciéndolo no se sentiría tan mal, y por el contrario terminó por sentirse peor, como una apestosa bolsa de basura.
Agachó su cabeza, dejando que cayera sobre el hombro del rubio quien no comprendió que estaba haciendo ahora.
—No te hagas el muerto, esos trucos no sirven conmigo.
Ji Min de pronto se llenó de angustia y reprimió sus ganas de llorar. Estaba muy frustrado y todo lo que sucedió se le juntó de golpe. Un criminal se le instaló en su casa, su amigo lo traicionó y ahora recordaba todas sus relaciones amorosas. Su día estaba volviéndose una mierda, ni lo que le dijo Yoon Gi sobre la noticia lo animaba. Pero no podía ponerse a llorar, no en frenre de él. Éste no hizo nada ante su actitud, pero sí se alejó y decidió salir del auto.
—Tengo asuntos que tratar con Shung—se apartó del pelirrojo y se acomodó para salir del vehiculo. Abrió la puerta y sacó medio cuerpo.
Algo en Ji Min le decía que no dejara que se fuera; no levantó su cabeza pero sí llevó su mano hacia la chaqueta del otro para retenerlo. El rubio miró hacia atrás, sin expresión en su cara. Dejó que Ji Min tirara de su chaqueta como si fuera un niño pequeño llamando la atención.
—Estoy mal— susurró entonces Ji Min apretando sus labios para esconderlos.
—¿Y qué quieres que haga?
—No sé, lo siento—después de decir aquello rió levemente—.Mierda, le estoy pidiendo perdón a un delincuente.
Yoon Gi no dijo nada, se quedó un rato en silencio pensando y seguido volvió a sentarse en el lugar del copiloto; cerró la puerta con un poco de brusquedad, se puso a cambiar la emisora de radio mientras que Ji Min se animaba a levantar su mirada para observar qué era lo que estaba haciendo. El dedo del rubio apretaba repetidas veces el botón para cambiar, parecía que nada le agradaba.
—Puta madre, ¿dónde está la emisora de las noticias?—se quejó.
—¿Para qué quieres escuchar ahora las noticias?
—Para saber que Jung Kook se disculpará públicamente contigo por lo que hizo—lo observó de reojo y notó como Ji Min curvó sus labios hacia arriba, sonriendo.
—Eso sería muy exagerado.
Sí, Ji Min estaba en lo cierto. Sería una exageración que Jung Kook llamara a la radio para pedirle disculpas, pero si fue amenazado por Yoon Gi se podía esperar cualquier cosa.
Mientras se pasaban las emisoras los dos se encontraban atentos, en realidad el rubio era el que se veía más concentrado en eso, porque Ji Min simplemente lo miraba esperando que le dijera algo sobre su disculpa. Yoon Gi comenzó a pasar las emisoras muy rápido, tuvo que volver atrás cuando logró escuchar una de noticias por fin. Subió un poco el volumen y agudizó su oído.
"Noticias de último momento. El gobierno Chino ha alertado a las autoridades surcoreanas de la posible fuga del delincuente Shung Lee Xhao del territorio, un peligroso criminal con trastorno bipolar. La policía cree que éste escapó para encontrarse con su cómplice, Min Yoon Gi. Se cree también que ambos mantienen una relación amorosa y juntos pueden ser extremadamente peligrosos."
—No puedo creerlo...—el rubio chasqueó su lengua, se sintió jodidamente molesto por lo que acababa de escuchar.
—¿Que dijeran que ambos mantinen una supuesta relación amorosa?—Ji Min le preguntó como estuviera haciendo una entrevista, con el tono que siempre usaba al preguntar por información.
—No, eso no. Me dijo que estaba aquí en Corea, no que se había escapado de China—el rubio golpeó el volante con su mano más cercana a éste e hizo que Ji Min diera un pequeño saltito—.Ahora sí que estamos jodidos, tengo qué pensar.
—Las fronteras deben estar cerradas—le comentó el otro, llamando su atención. Era obvio que lo estaban, pero con Shun en China podían haber armado otro plan—.Mientras estaba aquí me puse a leer un poco algunas plataformas digitales. Está todo muy controlado.
—Lo sé, no me restriegues en la cara que ahora no podré escaparme como había pensado.
Yoon Gi en ese instante se puso serio, se terminaron los juegos y eso de andar haciéndose el criminal cool. Primero debía pensar, armar su estrategia y luego se encargaria de asesinar al cerebro de cacahuete que tenía por compañero. Miró al pelirrojo como si fuera a decirle algo pero al parecer se arrepintió. Abrió la puerta y esta vez sí, salió del auto camino al piso.
—Oye, espera—quitando las llaves del auto y siguiendo sus pasos, Ji Min se apresuró a alcanzarlo y acompañarlo.Estaba preocupado por la situación, ya demasiado involucrado estaba en todo como para que se le vinieran encima cosas peores. Y no quería admitir lo que estaba sintiendo pero tenía miedo de que Yoon Gi se deshiciera de él—¿Qué piensas hacer?
El rubio caminó en silencio, se colocó la capucha y cuando subieron al ascensor le contestó.
—Debo pensar, pero tú vas a ayudarme.
La garganta de Ji Min estaba seca, tragó grueso cuando le dijo aquello; era obvio que no quería nada más de todo ese desastre, pero tampoco se podía negar. Su otra opción era delatarlo, claro que podía hacerlo. ¿Pero estaba realmente preparado para hacer algo así?
No tenía idea de qué iba a suceder de ahora en adelante.
Nota:
hay personas que han pedido que por favor ponga lemon en alguno de estos capítulos. Habrá, pero tranquilos/as, todo a su tiempo. ¿vale? ^^
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