24 🔫
Jódete (Jodete)
Jódete muchísimo
Porque odiamos lo que haces
Y odiamos a todo tu equipo
Así que por favor no te mantengas en contacto
Yoon Gi tomó el dispositivo móvil y activó el modulador de voz para que se escuchara algo distorsionada y más grave. Tenía el número del compañero de trabajo de Ji Min, el cual no fue nada difícil de conseguir. Le bastó con husmear en una pequeña libreta llena de números telefónicos y buscarlo por orden alfabético.
Mientras miraba el número que tenía en el papel y lo iba tecleando en el móvil, Shung lo miraba ansioso, aunque apenas entendía la situación a la que su compañero rubio se refería. No tenía la más pálida idea de quien era ese tal Jung Kook, pero mientras fuera divertido poco le importaba.
—Observa y aprende —Le dijo al chino, guiñándole el ojo y activando el altavoz.
—¿Diga?—se escuchó al otro lado de la linea.
—Sabemos lo que hiciste.
La voz de Yoon Gi sonó de ultratumba, como si el demonio realmente existiera y hubiera decidido hacer unas llamadas a sus próximos visitantes. Estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas, de hecho había estafado mucho y de forma exitosa con sus llamadas amenazantes. Le parecía que Jung Kook ya se había quedado helado y a punto de tirarse por la ventana, pero para su sorpresa el chico simplemente le cortó la llamada dejándolo con la cara de poker.
—Será cabrón…— miró a su compañero, indignado —Me acaba de cortar. Este tío no aprecia su vida.
El rubio lo volvió a intentar, no podía permitirse quedar en ridículo. Marcó una vez más y esta vez no dejaría que le cortara. Esperó unos largos segundos hasta que su víctima atendió.
—Jeon Jung Kook —le dijo rápidamente—.Sabemos lo que hiciste. Tus actos serán expuestos en Twitter.
—¿Pero quién carajos es?—respondió con tono agresivo.
—Somos Legion, somos Anonymus. Expected us.
Aparte de ladrón de billetes y joyas, Yoon Gi era ladrón de frases. Ni siquiera recordaba con exactitud como era el lema del que hizo uso y, aun sí se pensó que había sido una maravillosa jugada. ¿Quién no se cagaría en los pantalones al escuchar que Anonymus expondría sus trapujos en las redes? Claramente se sintió victorioso, le mostró el pulgar a su compinche en señal de éxito pero el chino simplemente negó con la cabeza al escucharlo decir aquello.
—Ah… ya, Anonymus— Jung Kook en ese momento soltó una risilla malévola, sabiendo que alguien le estaba tomando el pelo—¿Eres tú Ji Min? Vamos, no creas que soy tonto.
Yoon Gi se quedó en silencio por un instante. Podría ser una buena idea afirmar que era el pelirrojo, quien ya debía de suponer que el traidor del periódico no podía ser otro más que Jung Kook. Además, Yoon Gi lo estuvo vigilando antes de meterse en la casa de Ji Min porque había investigado al padre del chico y descubrió que heredaría mucho dinero dentro de poco por unas tierras en Busan. Era una oportunidad excelente para aprovecharse, tomarlo de rehén y pedir un rescate, pero por otro lado le supondría un riesgo y prefería ocultarse en la casa del pobretón de Ji Min.
—Sí, me descubriste— le contestó, sin dejar de usar el modulador de voz —.No creí que fueras tan rata.
—Ja, ja—rió con ganas—.Deberías aprender a proteger mejor tu computadora, tu contraseña es una basura. Fue tan fácil pasar toda la información… No pensé que fueras a robarme el puesto, tú si que eres una rata Ji Min.
Entre el intercambio de insultos, Yoon Gi tomó su propio teléfono y buscó la noticia que había sido publicada. Toda la información redactada que leía era correcta. Su plan de escape estaba detallado por puntos, los testimonios de los presos que estuvieron junto con él en la cárcel eran también detallados. La información de ese periódico era más extensa que la que habían publicado en portada del otro medio, el cual Ji Min redactó, y a éste le faltaban puntos importantes que se irían publicando con el paso de los días y, por ende, los tenía guardados en la computadora de la oficina como borradores. Yoon Gi se sintió terriblemente traicionado y tomado por un payaso. Creía que había sido suficiente con amenazarlos para que se callaran y darles una porción de dinero a otros, pero se equivocó. Se habían reído en su cara.
— Todo es información falsa —.Mintió el rubio después de leer rápidamente unos párrafos más.
—¿Información falsa? Claro, absolutamente falsa—.Jung Kook se sentía tan confiado que no le importaba nada. Su trabajo estaba hecho y pronto se trasladaría a su nuevo puesto de trabajo-.Quieres decir que la policía te dio información falsa acerca del delincuente más buscado del país, que su plan fue inventado y que los testimonios son falsos.
Shung se entretenía demasiado con lo que escuchaba. Comenzaba a entender la situación y que lo único que quería Yoon Gi era retirar esa información del periódico para que quienes lo habían traicionado se dieran cuenta del poder que tenía. Ese rostro de molestia del rubio le hacía pensar que tiraría el teléfono contra el suelo en cualquier momento. Era como ver uno de esos de programas de chismes, pero más intenso.
—Haz que retiren toda la información.
— ¿Pero qué dices?¿Estás loco? No lo haré. Jódete.
— Escúchame niño pijo —.Yoon Gi perdió la paciencia, definitivamente. No podía dejar que se salieran con la suya—.Vas a decirle a todos que esa información es falsa, que la policía mintió y no saben nada. Si quieres que tu padre te firme los papeles de la herencia te sugiero que hagas lo que te digo, ¿o esque quieres acabar viviendo en el contenedor como la rata que eres?
— ¿De dónde sacaste eso?— la voz de Jung Kook cambió repentinamente, sintió un escalofrío al escuchar lo de su herencia. Nadie más que él sabía de eso, o al menos lo suponía —.Tú no eres Ji Min.
— Claro que no, imbécil. Ni te imaginas quién soy en realidad.
Después de escuchar eso, Jung Kook pensó en cortar inmediatamente la llamada pero quizás no fuera muy buena idea. Solo se mantuvo en silencio oyendo las risas al otro lado del teléfono, parecía que aquella persona se divertía demasiado. Y esque Yoon Gi sabía que lo tenía comiendo en la palma de la mano, definitivamente. Jung Kook ya no sonaba tan machito después de lo que le dijo y claro que su intención principal era que se quisiera matar y que saliera en las noticias algo como "Un periodista de pacotilla se suicidó después de las amenazas recibidas por el mayor y más famoso criminal de todas la historia del universo, Min Yoon Gi". Sonrió para sí mismo de tan solo imaginarlo, las caras de todos aquellos que lo traicionaron se paseaban como flashes por su cabeza y juraba que podría hacer unos buenos memes con esas expresiones.
—Vamos, Kook. Di algo para defenderte—lo presionó, sin dejar de reirse por la situación —.Oh, espera, que no puedes defenderte. Irás a la cárcel por vender información falsa y tendrás muchos problemas con la policía. Pero tranquilo que con lo que vayas a tener de tu herencia pagarás la fianza.
—¡No!—le gritó casi chillando como niña de preescolar. No podía estar pasando por esa situación, necesitaba más pruebas—Alguien te lo dijo... La chismosa de mi tia o mi madre. Les sacaste información a ellas. Es imposible que sepas algo más de mí, solo intentas bromear.
—¿Que quieres saber que más se de ti?—en ese momento el rubio mostró sus dientes ansioso por soltarle lo que sabía que lo iba a dejar totalmente derrotado— Pues que eres un gay bien reprimido, que te la pasas viendo porno en la madrugada y le tienes envidia a Ji Min porque sabes que es mejor que tú y además te lo quieres coger. ¿Algo más?
Shung, que seguía escuchando el chisme, abrió la boca sorprendido como si estuviera leyendo un capítulo de alguna novela romántica y algo dramática. Su compañero lo había dejado totalmente K.O al joven periodista que, suponía, suplicaría en cualquier momento porque su secreto no fuera rebelado o peor aun, publicado por las redes.
—¡Que... Que mierda dices!—tartamudeó Jung Kook—¡A mi no me gusta Ji Min ni me lo quiero coger!
—Uff... Tienes ganas de seguir y seguir. Mira cabeza de tucán, hagamos un trato. No diré nada y tampoco mataré a tu padre si haces lo que te dije. Es más fácil que la tabla del uno.
—Pero... Pero me van a querer matar—lloriqueó.
—Pues lo normal—rodó los ojos de forma exagerada, le molestaba la gente así. Le parecía tan cobarde y traicionero como sus excompinches de la cárcel, se lo tenía bien merecido—.Terminemos esto de una vez que ya me aburrí. Haz lo que te dije y, ¿sabes qué? Pídele perdón a Ji Min.
—¿Qué...?
Escuchar tanto el nombre del pelirrojo en la conversación le pareció extraño, sospechoso. Jung Kook se sorbió los mocos con fuerza y se quedó pensando que si aquella persona no era su compañero de trabajo, entonces tenía que ser alguien cercano a ambos porque sabía que trabajaban en el mismo periódico. Inmediatamente se le vino la cara de Ho Seok a la mente, frunció el ceño y apretó con fuerza el teléfono en su mano. Pero a pesar de que sólo era una hipótesis y se sentía muy enojado, decidió no decirle nada. Le dijo a quien fuera que estaba al otro lado de la línea que lo haría, les diría que todo era falso y que además robó la información de otro lado solo para hacerse con un puesto mejor.
Yoon Gi se sintió muy satisfecho por su acción, imaginó que cuando se lo contara a Ji Min seguramente éste se lo agradecería de todo corazón y le suplicaría que fuera su maestro, su dueño. Le gustaba pensar cosas sucias a decir verdad y Ji Min se le hacia tan atractivo que le era imposible no hacerlo.
—Eres un hijo de la grandisima perra, un genio de la grandisima perra—.Le dijo Shung aplaudiendo como si fuera su héroe —.Necesito aprender más de ti, Yoon Gi.
—Lo sé, soy todo un yakuza —le devolvió el viejo teléfono y se acercó hasta la puerta para salir a buscar al otro—.Traeré a Ji Min de vuelta para que veas la admiración que sentirá hacia mí por esto. Ya verás, me va a amar.
Dicho eso y, peinando su cabello hacia atrás con los dedos, Yoon Gi bajó en busca del pelirrojo para contarle lo sucedido. Todo dentro de su cabeza de delincuente era perfecto. Tenía a todos bajo sus pies.
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