21 🔫
La noche anterior...
🌙
—¡Todo me sabe a mierda!
Después de que ambos se besaron, debido a la borrachera de Ji Min, claro, éste empezó a ser el actor principal en un drama que bien podría titularse "La historia de mi puta vida. Fracasado total. El joven que una vez fue maltratado".
—¿Mi beso te supo a mierda? Pero si me comí una menta—Yoon Gi puso su mano sobre su boca, sopló en ésta y comprobó así su aliento—Huele perfectamente refrescante.
—No... No decía eso. Osea, estuvo genial. ¿Podrías darme otro?
—Si insistes...
Ji Min tenía la cara roja, por el alcohol y por la chispa que el beso del rubio había prendido en su dañado corazón. Se lanzó a los brazos del otro y pegó sus labios con él otra vez, siendo un poco torpe con sus movimientos.
A todo esto, Yoon Gi no era un tipo de los que se aprovechaban de esas situaciones, pero veía a Ji Min tan dañado sentimentalmente con todo lo que le contó que al fin de cuentas, si dejaba besarse, le haría un favor. Total, al otro día no lo recordaría.
La lengua de Ji Min se paseaba junto a la otra, mezclando sus salivas. Estaba tan desesperado por besar a Yoon Gi debido al alcohol que había ingerido que ni siquiera se puso a pensar en lo que podría pasar después. En ese momento en que soltó todas sus desgraciadas, se le vino a la cabeza todas las relaciones en las que estuvo y fue engañado. Ya no creía poder encontrar a alguien que diera todo como así él lo había hecho. Sentirse traicionado era parte de su angustia y por ese motivo le costaba empezar relaciones nuevas.
Su cuerpo se calentaba mucho más con cada choque de labios, tanto que comenzó a invadir el espacio de Yoon Gi, metiendo sus manos de forma descarada bajo su ropa, tocándolo con ansias, teniendo consigo esa sensación de que podía calentarlo y hacerlo suyo.
—Ey, Ji Min, deberías parar—Yoon Gi miró cómo las manos de Ji Min lo tocaban, haciendo movimientos de arriba hacia abajo.
—Joder, ¡déjame follarte! —gritó como una niña caprichosa, haciéndole un puchero.
—Ok... —el rubio lo miró fijamente con una sonrisa extraña, no es que fuera a decirle que sí, de hecho eso le dio bastante lástima —Veo que guardas remordimientos hacia tu pasividad. Siento decirte que no soy de los que se dejan dar...
—Oh—Ji Min se vio decepcionado por eso; sus hombros se movieron hacia arriba a causa del hipo viéndose como un pequeño niño, se cruzó luego de brazos y pensó qué decirle al rubio, quien esperaba ver qué hacía —Pues entonces, fóllame tú, anda. Me dejo, lo prometo.
—Santo Chapo, Ji Min. Estás super borracho.
—¡Cállate, tu madre es una alcohólica!
Yoon Gi no entendía qué tenía que ver su madre ahí, pero como lo que dijo Ji Min por casualidad dio en el clavo, no se enojó. Dejar que las cosas se fueran a más no era bueno para el pelirrojo, podía acabar muy mal y no quería verse envuelto en otro amorío. Yoon Gi tenía sentimientos en su delincuente corazón y que Ji Min quisiera tener sexo con él a causa del alcohol no le hacía gracia.
—Escucha una cosa, Ji Min... ¡Ji Min! —le gritó tras ver que el otro empezaba a desnundarse y a tirar la ropa por toda la casa, dando vueltas por la sala— ¿Qué mierda haces? Me recuerdas a una noche en la que me puse borracho y anduve desnudo por la avenida principal con las bolas al aire. ¡Joder, que frío hizo ese día!
—Estoy exhibiendo mi sensual cuerpo que rechazas—se tocó los brazos como si quisiera abrazarse —,yo valgo más que eso. ¡Dejen de herir mi corazón!
No era la primera vez que Yoon Gi lidiaba con un borracho, pero cuando lo hacía los golpeaba porque eran sus compinches y pues, no había culpa de por medio. En cambio Ji Min era un tipo muy sensible por lo que veía, muy vulnerable también. Le recordaba a un perro abandonado lleno de pulgas, y él era ese veterinario que debía desparasitarlo.
Ji Min caminó, medio desnudo, hasta la puerta del balcón. Tenía la intención de exhibirse como nunca antes lo hizo y eso iba a ser una vergüenza, se lamentaría para toda la vida si sus vecinos lo veían. Yoon Gi lo miró un tanto entretenido, no iba a negar que se le hacía divertido ver sus estúpidas acciones. Pero más allá de eso, lo detuvo. Lo agarró del brazo y lo volvió a meter adentro para que no tomara frío y para que no hiciera el ridículo. Ya se estaba haciendo tan famoso y con eso seguro se ganaba un despido. Se imaginaba un gracioso titulo en los periódicos enemigos, algo asi como "El joven Park Ji Min, aquel que logró el éxito después de haber sido un fracasado toda su vida, pierde su empleo por exhibir sus pelotas en el balcón de su casa".
—Ji Min, quédate quieto, anda. Te vas a enfermar, hombrecillo —le dijo mientras le tiraba una manta encima como si fuera un bebé.
—Dios... Nunca nadie se preocupó así por mí —lo miró, tapándose hasta la nariz y acurrucádose en el sillón —¡Creo que me he enamorado! Otra vez...
—Pues obvio, cómo no vas a enamorarte de un bombonazo como yo, Ji Min, por favor...
El rubio se peinó con los dedos hacia atrás, mostrando su gran orgullo. La verdad es que su ego estaba más allá de las nubes.
Los ojos de Ji Min parpadeaban sin cesar, como si se le hubiese metido algo en los ojos. Estaba hipnotizado por los gestos del rubio, por su forma de hablar y por como parecia estar preocupado por él. Ni su mamá le tiraba una manta encima. Esas relaciones que había tenido anteriormente salieron tan mal que nunca creyó volver a caer por alguien así, aunque, obviamente que no se daba cuenta porque estaba borracho.
—Yoon Gi, creo que te amo—le dijo, tirándole todo su aliento a alcohol en la cara—,sí, definitivamente. Seamos novios, amémonos y robemos bancos juntos.
—Eh, alto casanovas. No acepto confesiones de personas alcohólicas. Cuando estés en tus cabales, me lo pensaré. Mientras tanto, duérmete que quiero ver mi serie +18.
Ji Min empezó a reirse y a decir estupideces acerca del "+18" que escuchó. Claramente el alcohol le hacía muy mal a la cabeza, tenía suerte de que Yoon Gi no lo grabara y se lo mostrara al día siguiente, hubiese querido que lo pisara un camión.
—Ay, encima eres un sucio—lo golpeó en el hombro mientras se reía y se tapaba la cabeza con la manta—¡Mi novio es un SUCIOOOOO! ¡Oigan, todos, Min Yoon Gi es un cochinito! ¡Y lo amo!
—Estás bien pendejo, Ji Min.
Esa noche, Ji Min no se durmió una mierda y empezó a hacer escándalo frente al televisor como si fuera un salvaje. Yoon Gi lo ignoró mientras comía palomitas y miraba su seria BL favorita. Fue una velada perfecta.
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