Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

05🔫

Llegada la noche, aquel descarado criminal prófugo se comió parte de la compra semanal de Ji Min. La carne desapareció de su frigorífico en tan sólo unos minutos. Tuvo que soportarlo, dejar que comiera donde quisiera. Le ensució su sillón tan bien cuidado y quiso arrancarse los pelos debido a la poca delicadeza que parecía tener, y es que en realidad no tenía por qué importarle, no era la casa de él.

A la hora de irse a dormir, Ji Min corrió hasta su cuarto en un intento por llegar antes. Tenía la sensación de que aquel tipo le quitaría su cama. Cuando entró y cerró la puerta con cuidado, vio el cuerpo del rubio tirado sobre el colchón. Había llegado tarde.

Maldijo, por supuesto. No iba a ser fácil sacarlo de ahí, aun tenía el arma cerca de él y temía que lo volviera a amenazar. Pero era su cama y no pensaba  dormir en el sillón, era incómodo. Se acercó lentamente hacia la cama y observó el rostro del rubio descansando plácidamente, o eso creía. Le parecía injusto que alguien tan problemático fuera tan hermoso.

Lo observó por unos pocos segundos con una expresión seria. Le hubiese gustado tener el suficiente valor como para echarlo de su cama, pero era una cobarde. Suspiró pesado y, rendido sin haber intentado nada, fue directo al sillón. Había dejado unos papeles sobre la mesita y aprovecharía sus pocas ganas de dormir para repasar parte del trabajo. A decir verdad, se había olvidado de ello. Si no quería que su jefe con complejo de señor aristocrático lo dejara sin empleo, debía hacer una buena redacción.

Se hicieron las 03:00am y Ji Min seguía tecleando en su computadora un montón de párrafos sin sentido que se entremezclaban y no dejaban en claro la situación a la que debía atenerse. Redactar noticias siempre fue su punto fuerte, pero los ronquidos que provenían de su cuarto lo desconcentraba y hacían que su cerebro no trabajase como debía. Por ello siempre prefirió vivir solo. Le recordaba a cuando su vecino saxofonista ensayaba a tan altas horas de la noche, incluso le pareció extraño no escucharlo en esa madrugada. Juraba que podría hacer un dueto con Min Yoon Gi. Todo un espectáculo.

Las letras se le fueron haciendo cada vez más borrosas y cerca de las 05:00am cayó debido al sueño.

Entraba al trabajo en prácticamente nada de tiempo y ahí seguía, roncando como si no hubiese dormido por una semana. Ni siquiera había puesto el despertador por lo que llegar al trabajo iba a ser un desafío.

Sintió algo en su mejilla. No le resultaba molesto, pero debido a lo dormido que se encontraba creía que era su madre despertándolo. Abrió de a poco sus ojos y se encontró con el rubio. Se veía despeinado y como si no hubiese lavado su rostro.

—¿Y mi desayuno?

—¿Eh?

Ji Min frotó sus ojos con fuerza y lo que hizo inmediatamente fue mirar el reloj. Eran las nueve. El cuerpo se le paralizó, creía estar a punto de tener una crisis nerviosa. Tomó su teléfono y comprobó si había algún mensaje de su jefe o compañeros de trabajo. Las manos le temblaban.

Empezó a leer todos los mensajes que tenía.

"¿Qué pasa contigo, Park? Llegarás una hora tarde si no mueves tu culo hasta aquí de inmediato"

Recibido hoy a las 08:25am

"Vamos, date prisa. He oído que Seok Jin llegará tarde hoy. Si llegas antes  con suerte no te despedirán ¡idiota!"

Recibido hoy a las 08:55 am

"Feliz cumpleaños hijo, estamos orgullosos por todo tu esfuerzo. Tu hermano te extraña. Esperamos que hayas pasado un lindo día. Tus padres"

Recibido ayer a las 08:45pm

Hoy no iba a ser un buen día por lo visto. Aunque sonrió por el mensaje de sus padres, lo demás lo desanimaba. Pero según lo que Ho Seok le escribió, tenia la oportunidad para salir disparado y no perder su puesto.

De alguna manera agredecia que aquel idiota lo hubiese despertado.

Dio un brinco y corrió al baño para asearse. Guardó todas sus cosas en su maletín y se colocó los zapatos.

—¡Oye!—gritó Yoon Gi, extendiendo sus Brazos—Quiero comer. ¿A dónde crees que vas?

—No soy tu criado, mierda. Llego tarde al trabajo.

Abrió la puerta y salió corriendo, sin importarle que un criminal fuera a quedarse solo en su casa.

Al llegar al estacionamiento vio el camino despejado. Suspiró aliviado ya que no se retrasaría mucho más de lo que estaba. Rebuscó como loco en sus bolsillo, pero no encontró la llave del auto.

—¡Joder!—se quejó.

Soltó su maletín y antes de volver al apartamento, alguien lo detuvo.

—¿Buscas esto?

Yoon Gi estaba al lado del auto, sujetando las llaves en su mano y haciendo que sonara.

—¿Cómo...?¿Qué?¿De dónde mierda saliste?

—De la cárcel de máxima seguridad.

Ji Min totalmente molesto, intentó arrebatarle las llaves, pero no tuvo éxito.

—¡Dámelas, necesito ir al trabajo!

—Nop.

Una sonsirra egocéntrica se dibujó en sus labios, mostrando parte de sus dientes. A Ji Min la vida quería golpearlo hasta verlo k.o. Su ansiedad lo estaba matando y Min Yoon Gi lo desesperaba.

—¿Por qué haces esto? Soy un pobre empleado con un sueldo bajo, intento ganar mi comida de cada día y tú maldito bastardo prófugo de la ley te empeñas en venir a joderme la vida.

—Uf...—el rubio movió su cabeza hacia un Lado—Estás de mal humor.

—¡Tú me pones de mal humor!—gritó—Además... Aquí hay cámaras, te verán y te vendrán a buscar.

—En eso te equivocas. No funcionan gracias a mí —sonrió satisfecho—de hecho, fue muy fácil. El tipo de seguridad es un viejo inepto.

Regocijándose en su mente debido a eso, Yoon Gi revoleó las llaves en su mano y Ji Min, aprovechando cada segundo, logró quitárselas. Ingresó al auto como pudo y arrancó. Yoon Gi se posicionó en frente y golpeó con ambas palmas el capó.

Ji Min no se detendría por nada así que arrancó y avanzó haciendo que el rubio se hiciera a un lado. Sacó la cabeza por la ventana y lo miro por el espejo riendo como un loco.

—¡Ja ja, toma esa cabrón!

El auto se alejó del estacionamiento y Yoon Gi quedó de pie mirando hacia el portón que había quedado abierto. Tenía razón al pensar que se divertiría con ese muchacho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro