Capítulo 37.

Lena:

—Lena tú —(dijo mi madre y callo)

—Yo que —(dije confundida)

—Tú tienes que saber que tus abuelitos vienen de visita a México —(dijo feliz y yo me incorpore contenta)

—Qué bueno mamá ¿Cuándo llegan? —(pregunté y ella sonrió)

—Pasado mañana, quieren salir con ustedes y bueno pasar rato juntos —(dijo y yo sonreí)

—Ten por seguro que así será —(dije y miré a Jos sonreír)

—Me tengo que ir iré de compras para cuando lleguen tener todo —(dijo y salió de la enfermería)

—¿Todavía iremos a lo de mis abuelos? —(pregunto Jos y yo lo mire)

—Claro que sí, solo quiero ir a la casa y tomar un baño —(dije y el asintió sonriendo)

—¿Ya estás mejor? —(pregunto y yo asentí)

—Si, vamos a la casa —(dije y el asintió, salimos de la enfermería y mi hermano se acercó a mí, Jos fue con Alonso y yo me quedé con mi hermano)

—¿Cómo te sientes? —(pregunto y yo sonreí)

—Bien, más calmada, ¿Cómo siguen las chicas? —(pregunté y él sonrió)

—Estables, Daniela está mejor y las demás igual, solo hay que esperar a que reaccionen —(dijo y yo sonreí)

—Iré a casa, Jos me invitó a su casa, quiere que conozca a sus abuelos, iré a bañarme y después iré con él, me avisas cualquier cosa —(dije y el asintió)

—Te quiero —(dije y mi hermano beso mi cabeza)

Camine a Jos quien me esperaba ya, tome su mano y caminamos a la salida, salimos de la empresa y me subí a su carro, el arranco y salimos de ahí, miraba las calles de México por la ventana del carro, estaba hundida en mis pensamientos, pero Jos me saco de ellos.

—Lena —(dijo Jos y yo lo mire)

—¿Mandé? —(pregunté y él sonrió)

—Te estaba preguntando que si no te molesta que esté más gente en mi casa —(dijo y yo negué)

—Últimamente te veo más distraída, ¿Pasa algo? —(pregunto y yo negué)

—No pasa nada, solo que sigo un poco preocupada por lo de las chicas —(dije y el asintió)

—Llegamos a casa —(dijo y mire mi casa)

Me baje del carro y entre a la casa, mi hermano Leonardo estaba dormido en el mueble y Lili estaba a un lado de él, se veían tan tiernos, apagué la tele y los dejé dormir, subí con Jos a mi habitación, el tomo lugar en mi cama y yo me metí al baño con todo, me despoje de mi ropa y la eche a un lado, me metí a la regadera y dejé que el agua callera en mí, me bañé un poco rápido, salí y seque mi cuerpo, camine a la puerta que conectaba con mi armario y escogí mi ropa, al final me decidí por algo cómodo.

Me puse mis tenis y tome mi bolsa dónde guarde lo esencial, alce mi cabello en una coleta y salí, Jos me miró confundido y yo reí por su cara.

—Una puerta conecta con el baño —(dije y el asintió)

—Te ves hermosa —(dijo y se paró de la cama)

—Gracias amor —(dije y besé sus labios en cuanto estaba ya a mi lado)

—¿Lista? —(pregunto y yo asentí)

—Vamos entonces —(dijo y yo sonreí)

Bajamos las escaleras de mi casa y note que mis hermanos seguían dormidos, tome un lapicero y escribí una nota, la deje sobre la mesa de la sala y salí con Jos de mi casa no sin antes cerrar la puerta, nos subimos al carro y el manejo hasta su casa, al llegar note un carro familiar afuera, la cara de Jos se confundió y la mía más, al bajarnos, observé el carro y si lo había visto pero no sé en dónde.

Entramos a la casa y su mamá fue la que nos recibió, caminamos a la sala y en cuanto vi quien estaba ahí mi sangre bajo a los pies, Jos estaba nervioso y yo ya estaba firmando mi muerte, la mamá de Alexander estaba enfrente mío, me vio y me abrazó, le correspondí confundida y un poco sorprendida, Jos me miraba nervioso, la hermana de Alexander me abrazó y bueno yo también le correspondí...

—Estas muy grande, ¿Cómo has estado? —(pregunto su mamá y yo sonreí)

—Bien señora —(dije y su mamá sonrió)

—Me gustaría hablar contigo Lena, tiempo sin verte (dijo su hermana y yo asentí)

—Iré con mamá a la cocina —(dijo Jos y yo asentí)

—Vamos al patio —(dije y ellas asintieron)

Caminamos al patio, una vez ahí la mamá de Alexander me miro y suspiró.

—Supe lo que pasó —(dije y yo suspiré)

—Señora, yo no mate a su hijo, yo en verdad lo amaba —(dije y su mamá sonrió)

—Se que no lo mataste, mi hermana me contó lo que pasó y bueno supe la verdad, yo sé que en verdad lo amabas y el hecho de que estés aquí significa tanto para mí, no quiero que estés atada a mi hijo por el resto de tu vida, pero tampoco quiero que lo olvides, yo sé que en verdad te amaba y estoy segura de que está orgulloso de ti —(dijo y yo sonreí)

—Su hijo siempre estará en una parte especial de mi vida, siempre lo tengo presente —(dije y ellas sonrieron)

—¿Cómo es que tú y Jos terminaron juntos? —(pregunto su Hermana y yo sonreí)

—Tuvieron que pasar muchas cosas, entre ellas estar al borde de la muerte —(dije y su hermana se sorprendió)

—Siempre fuiste capaz de dar la vida por los demás, si te da miedo que yo me interponga entre tú y Jos por el hecho de Alexander, déjame decirte que no lo are, su amor es muy puro y muy cierto, tienes mi aprobación, así como tengo por seguro que la de mi hijo —(dijo y yo sonreí)

—Las quiero muchísimo y saben que lo que necesite siempre contará conmigo —(dije y las abracé)

—Iremos adentro ¿Vienes? —(preguntaron y negué)

—Quiero hacer una llamada —(dije y ellas asintieron)

Se metieron a la casa y yo tome mi celular y marque el número de Calum.

Jos:

Note que mi tía y mi prima entraron a la casa, pero Lena no venía con ellas, las mire y ellas sonrieron, sonreí y camine al patio, ahí estaba Lena, con su celular en manos, tecleó algo y después dirigió su celular a su oído, me acerque y escuché lo que decía.

—Los necesito aquí en México —(dijo)

—Una misión —(dijo y mi rostro cambio)

—Adiós —(dijo y colgó)

Salí de mi escondite y la mire, ella me miro y se puso nerviosa.

—¿Misión? —(pregunte y ella suspiró)

—Mi hermano y yo tenemos una misión pendiente, no es peligrosa, solo es cuestión de recoger un cargamento —(dijo y yo suspiré)

—Tengo que entender que toda la vida te has dedicado a esto así que está bien, pero me avisas cuando lleguen aquí —(dije y ella sonrió)

—Tranquilo estaremos bien —(dijo yo asentí rendido)

—¿Cuándo te vas? —(pregunte y ella sonrió)

—El viernes, es lunes así que estate tranquilo —(dijo y yo asentí)

—Te amo —(dije y ella sonrió y me beso)

Lena se separó de mí y se hinco en el pasto, me agache y note que estaba sudando, respiro y después se calmó.

—¿Estás bien? —(pregunté preocupado)

—Si, solo me doble el pie, me dolió mucho —(dijo y se agarró el pie)

—Vamos —(dije y la pare, giró su pie y después camino un poco normal)

Lena:

Estamos a la casa de Jos, la verdad no me dolió el pie, me dolió el estómago, me senté en el sillón de su casa y Jos se sentó a mi lado y puso su cabeza en mi estómago, Jos empezó a jugar en su celular esos juegos de palabras, parecidos al ahorcado, le ayudaba en algunos y en otros no sabíamos que hacer, mi celular vibró, lo saque de mi bolsa y note una llamada entrante y conteste cuando vi que era mi doctora.

—Bueno —(dije y Jos me miró)

—Hola, Lena ¿Sigues en México? — (pregunto y yo dije que sí)

—¿Pasa algo? —(pregunté)

—Cuando tengas tiempo de darte una vuelta por mi consultorio en la empresa pasas, Necesitamos hablar de algo que hace poco el dispositivo que me proporcionaste llamado Sam, me dijo algo de tu estado —(dijo y yo suspiré)

—¿Pasa algo conmigo? —(pregunté y Jos dejo de jugar para mirarme)

—Es complicado y depende de cómo lo vayas a tomar, espero no estar equivocada, pero creo estar segura de que algo navega en ti —(dijo y yo suspiré)

—Me avisa cualquier cosa —(dije)

—Claro, pero si puedes ven lo más rápido posible, no sabemos lo que tienes y no sé si es contagioso, esto no se deja ver —(dijo y yo suspiré)

Colgué el teléfono y miré a Jos quien esperaba una explicación.

—¿Pasa algo? —(pregunto y yo suspiré)

—La doctora me quiere ver, el equipo que le proporcione dice que está fallando —(dije y me confundí)

—¿Segura? —(pregunto y yo asentí)

—Chicos la comida está lista, vamos —(dijo la mamá de Jos y yo sonreí)

Caminamos al comedor y nos sentamos, puse en funcionamiento a Sam desde mi celular, lo guardé cuando vi que estaba escaneando cualquier cosa mala en mí, dejé mi bolsa a un lado y junto con ella mi celular, la mamá de Jos sirvió la comida y yo bueno empecé a comer.