¿Ex?

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Claro, ahí estaba yo, aguantando el estúpido berrinche por parte de dos superiores reconocidos.

Se trataban de Hoshina y Narumi, creo que no debí responder a su preguntita "¿Tuviste novio?", pero ellos preguntaron y yo aclaré.
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Buenos días, preciosura. -Oí ese saludo que ya tenía el de cabellos desordenados.

Buenos días, capitán Narumi. -A pesar de ya tener confianza con el capitán de la primera división, mantenía mi posición y respeto.

Buenos días. -Ahora un saludo divertido se escuchaba a la par, tratándose del vice capitán de la tercera división.

Sí, ambos se habían vuelto cercanos a mi, quizá era algo raro.

Me encontraba desayunando en el comedor, era temprano; no me gustaba consumir mis alimentos con tanto ruido por parte de los compañeros de distintas divisiones.

Aclaremos, la tercera y primera división se habían unificado en una base, de forma temporal, por mayor seguridad. Al igual que la cuarta y segunda; y así sucesivamente.

A pesar de querer tener espacio y tranquilidad en el desayuno, éstos dos, no parecían respetar aquello.

Estaban de forma común, tirándose miradas asesinas, mientras que se soltaban comentarios pasivos agresivos.

Si no hacen silencio, me iré a otra base. -Reproché a los mayores.

Ñiñiñi. -Narumi burló desinteresado. -Atrévete a hacerlo. -Me fulminó con la mirada.

Y si lo hago ¿qué? -Desafié.

Aquí terminamos. -Ahora empezaba un lloriqueo dramático. -Pero no importa.

(T/n) -Habló suave el de cabellos oscuros.

¿Ujum? -Musité.

¿Has tenido novio? -Preguntó sin rodeo alguno.

¿Andamos de chismosos? -Reí ante su interrogante que me había agarrado sin defensa.

Bueno, cuando tenía 16 años. -Contesté. -Tenía uno.-Llevé un bocado de alimento a mi boca.

Pude ver como las expresiones de ambos chicos se fruncían al ver que mi respuesta era afirmativa, sin lugar a dudas, eran graciosas sus muecas.

¿Qué? -Reí leve.

Nada. -El de rango superior refunfuñó.

¿Puedes contarme un poco? -El de ojos rasgados, parecía tener interés o curiosidad.(Es un chismoso, van a ver q le va a contar a Mina)

¿Seguro? -Cuestioné al no divisar su típica sonrisita juguetona, obtuve como respuesta un asentamiento de cabeza por su parte.

|| Estaba sentada en el borde de la fuente del parque central, estaba cansada de esperar, de esperarlo.

Ya era la quinta vez que me dejaba plantada, claro que era humillante, arreglarme y esperar que mi dichoso novio no apareciera.

Decidí abrir y revisar mis redes sociales, para ver de primera, una foto de él.

Podía reconocer que no se encontraba en su casa, sin embargo, esos ojos color miel, cabellos castaños ondulados y rasgos tan delicados, me cegaban.

Resignada, volví a mi hogar, para encontrarme con la mirada de Satoru en mi.

¿No fue?-Habló al verme llegar, mi hermano mayor era el que sabía todo.

Negué cabiz baja en respuesta al albino.

Olvídalo, es un tonto, me tienes a mi. -Intentaba subir mi ánimo.

De forma suave, me encaminé hacia la cercanía de Satoru, viendo como sus brazos se abrían en señal de un próximo abrazo.

Y así fue, me encontraba completamente rodeada por sus brazos, sintiendo su aroma familiar y su calidez.

Mis lágrimas comenzaban a escaparse de mis ojitos cansados, esperando que el sutil maquillaje que había preparado, comenzase a regarse por mi cara.

Estaba cansada de no poder terminar con él, después de todo, mamá decía que me convenía seguir con él por su familia.

Su familia, también era adinearada y los genes que presentaban, habían sido examinados meticulosamente por mi padre.

Sin embargo, solamente Satoru era el que sabía la verdad, lo engreído que era, las veces que me dejaba plantada y ni qué hablar de como inventaba rumores sobre mi hermano mayor.

Si eso era poco, comenzaba a juntarse con otras chicas y luego regresaba arrastrándose a mi, pidiéndome perdón.

Odiaba tanto, no poder cortar la relación que tenía con ese chico.

Tras aquel mal momento que había pasado, me quedé dormida en brazos de mi hermano.

El muchacho se encontraba decaído al saber lo mal que estaba pasando su pequeña hermana, suspiró cansado y la cargó a su respectivo dormitorio, dejándola reposar sobre su cama y cubriendo su cuerpo con las sábanas.

A la mañana siguiente, pude divisar ciertos mensajes en mi aparato móvil.

"(T/N), ¿Dónde estás?"
"Contéstame"
"Gojo"
"Si no respondes, prometo acabar con la entrada de tu hermano hacia las fuerzas de defensa."

¿Estaba loco? ¿Cómo se le ocurría? Y es que era capáz, después de todo, el dinero mueve y compra a las personas.

"Buenos días, me quedé dormida." -Texteé de manera rápida.

¿Ya estás despierta? -Escuché la voz adormilada de Satoru, asomarse por la entrada de mi habitación.-¿Pasa algo? Tu carita se ve preocupada. -El ojiclaro habló con un bostezo.

Sin decir nada, mostré la pantalla de mi teléfono, haciéndole una idea de lo que se trataba.

Ya me cansé. -El mayor se quejó alto y agarró mi celular, para comenzar a textear.

Una vez finalizó, me lo devolvió y comencé a revisar lo que había hecho.

"Me tienes harta, terminamos, inútil, bueno para nada." -Ese fue el mensaje que Satoru había escrito.

No pude evitar soltar una sonrisa aliviada y levantar con rapidez de mi cama, para abarazar con fuerza y agradecimiento al albino.||

Rápido, dame su nombre. -Hoshina se quejó al terminar de escuchar la historia.

¿Para qué? -Reí leve al ver las expresiones de ambos varones.

No te incumbe. -Narumi se cruzó de brazos ante mi respuesta.

No recuerdo mucho de él, así que su nombre es irrelevante. -Comenté a los chicos.-Pero su nombre es, Hiroito Akemi.-Modulé con desagrado y tranquilidad.

Gracias, linda. -El ojimagenta esbozó con una sonrisa brilltante.

No tomé importancia, pero pude ver sonrisas cómplices por ambos.

POV'S GENERAL xd.____________

Después de aquella ligera conversación curiosa, era de esperarse la reacción de ambos chicos flechados por (T/N).

Claro que irían a buscar el paradero del muchacho y hacerle la vida imposible y para su mala suerte; lo encontraron como aspirante para el próximo grupo de entrada a las fuerzas de división.

Como era de esperarse, Hoshina le hizo las actividades de ingreso, completamente imposibles; al igual que Narumi, rechazaba al aspirante por antojo.

Ellos se encargarían de cuidar a la chica de sus suspiros.

Simplemente, deseaban ser ellos y nadie más.

Pero estaban olvidando un detalle, eran tres y no sólo dos.

Tal y como era de imaginar, Hoshina le comentó su malestar y anécdota a Mina; mientras que Kafka se había enterado por metiche y se lo contaba a Ichikawa.

Y a su vez, Narumi se lo contaba a Hasegawa, corriendo el rumor a oídos del comandante general, Isao.

Y así fue, una cadena de chismes, en donde los tres chicos enamorados se peleaban entre sí por escuchar meticulosamente a la muchacha, en caso de que nombrase a un ser masculino.

Mientras que la menor de los Gojo, procuraba no contar alguna anécdota, por chismosos.

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Todo maldito el ex, hasta a mi me dio rabia escribir.

Hombre tenía que ser, iuk.

Claro q haré más partes del chisme + anécdotas, nada más para reírme de ellos ekfbfkfnf