Examen de ingreso.

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Menos de una semana, era el tiempo que habíamos estado el hombre mayor y yo en la sala de recuperación.

Al momento de darnos el alta, nos dieron las debidas recomendaciones de autocuidado.

Creí que ya no levantarían de cama. -El rubio cenizo había bromeado al vernos salir del hospital.

¿Estabas preocupado? Descuida, ya no llores, ya estoy aquí. -Imité una voz de algún personaje de superhéroe, mientras reía en la escena.

Fue insoportable tenerla de compañera en el hospital. -Kafka imitaba un llanto, mientras le daba quejas al chico.

Entre risas y compañía, nos dirigimos a nuestros respectivos hogares.

A la mañana siguiente, realicé mi debida rutina, y me encaminé al trabajo de limpieza contra Kaijus; la verdad, era algo desagradable y mi miedo, aún estaba presente, desde que vi aquello.

¡Buenos días! -Saludé entrando a la sala común de los trabajadores.

Buenas. -Toku saludó.

Buenos días, (T/N). -Escuché un dulce saludo, fijando mi vista en el llamado, se trataba de Ichikawa.

Buenos días, Ichikawa. -Devolví el saludo amable y cálida.

¿Qué es lo que ven? -Me acerqué al nombrado, señalando la TV.

Escucha. -Obtuve como respuesta.

"El Kaiju previamente visto hace unos días, se ha decidido nombrarlo como el número 8, es decir; estaremos hablando del Kaiju No°8 desde ahora.
Aquí presentamos dibujos referentes a sus avistamientos..."

¿Significa que él es prófugo?- Susurré para el oído del rubio cenizo.

Obtuve un leve exalto y gran sonrojo por su parte.

N-no hagas eso. -Habló aún con sus mejillas levemente rojizas.

¿Eh? -Había quedado confundida.

Chicos, les llegó ésto, y pueden entregarle a Kafka también; él está en la zona, trabajando. -El sujeto de anteojos nos mostraba tres sobres con nuestros respectivos nombres.

¿Te parece si vemos los resultados juntos? -Pregunté tímida.

¡Bien! -El chico estaba emocionado.

Al abrir juntos nuestra mensajería, habíamos sido aprobados con excelencia; luego de un intercambio de sonrisas emocionadas y encaminándonos a buscar a Kafka, la curiosidad nos invadió.

¿Crees que también haya sido aprobado? -Hablé con curiosidad.

Veámoslo, pero shhh. -El ojivioleta había abierto el sobre, formando una enorme sonrisa; eso significaba que estábamos los tres dentro.

El rubio y yo, habíamos llegado al lugar en que el mayor debería encontrarse.

¡Kafka! -Llamé con toda mi fuerza de voz.

Hey, cállate, mis oídos. -Ichikawa se quejaba.

Pero si eres gritón. -Refunfuñé.

¿Por qué tanto escándalo? -Reconocimos la voz modificada.

Ichikawa, ¿escuchaste lo mismo que yo? -Miré disgustada al rubio cenizo.

Ni que lo menciones. -Su ojo comenzaba a palpitar de disgusto, igual que el mío.

Al alzar nuestra vista, logramos ver a nuestro amigo Kaiju, sentado sobre los restos anatómicos de otro monstruo, mientras comía parte de su bento, como si nada sucediera.

¿Eres idiota o qué? -Regañé con un semblante furioso.

¿Qué te sucede? ¡¿cómo estás tan expuesto aquí?! -El de ojos intensos, se había hecho humo de mi lado; para darme cuenta que ya se encontraba proporcionándole un fuerte derrumbe con sus pies junto a regaños al monstruo agradable.

Solté unas ligeras risas, mientras igualaba el paso y subía hacia donde estaban mis amigos.

Fuiste aprobado. -El semblante del chico joven ya estaba regularizado.

Qué bien. -Kafka dijo lo más calmado posible, sin pizca de sorpresa.

Esperaba otra reacción. -Susurré en forma de queja.

Es que, éste examen siempre lo apruebo, desde el 2do ya no. -Explicaba con suma tranquilidad.

Ya veo. -Decía pensativo el muchacho.

Por cierto... -Pausé dramáticamente. -¡Eres un prófugo! -Imité un semblante aterrado.

¡Y tú eres cómplice! -El viejo había ganado mi juego.

Pasó unos cuantos días, para poder acercarnos a una base principal, para dar el examen de ingreso de las fuerzas de defensa.

Con cuidado me bajé del vehículo, el cual había sido parqueado en el número 55, y en el que nos habíamos transportado los tres, al posar mis pies firmes en el suelo, divisé el sitio.

Increíble, es enorme. -Me sorprendí al ver la estructura del lugar.

Es asombroso. -Ichikawa manejaba el mismo asombro que yo al ver la edificación.

¿Qué les sorprende? Se trata de un gran escuadrón, no esperen menos. -Kafka nos comentaba datos sobre el lugar.

Pude fijarme que estaba repleto de militares el área y no dudé en comentarles.

Si, lo noté. -El muchacho hablaba. -No puedes transformarte aquí, ten cuidado. -Advirtió al mutante.

Sino, ¡Bang Bang! -Disparé con mi dedo índice al pecho del mayor, siguiendo la advertencia del rubio.

¡Oye, anciano! -Escuché una voz femenina a nuestras espaldas, sin embargo, no le prestamos atención.

¡Anciano! ¡Te hablo a ti! -Ante el escándalo debimos voltearnos y fijar nuestras miradas en una chica bajita de cabellos amarillos intensos.

Que engreída. -Musité, obteniendo una corta risa por Ichikawa que se encontraba a mi lado.

Al girarnos a ver la reacción de muestro amigo adulto, nos fijamos que ya estaba el polvo de su rastro.

¡No soy viejo! ¡Tengo 32 añitos! ¡32 aún! -Veíamos el drama acompañado de gritos. (A la personita que me corrigió en el 1er cap, gracias♡)

32 añitos, tiene la criatura. -Bromeé por lo bajo.

Eso es ser viejo, como sea, ¿esa chatarra es tuya? -Señalaba el medio de transporte en el que habíamos llegado.

¡¿Enserio?! -Kafka estaba en etapa de negación.

Básicamente eres viejo. -Reí al comentarle.

Supongo que si. -Ichikawa estaba de acuerdo.

Mueve tu chatarra de ahí, está bloqueando mi camino. -La chica presentaba arrogancia en su personalidad.

Pero el estacionamiento está casi vacío. -Desafié. -Hay más espacios.

Sí, pero el 5 es mi número de la suerte, hoy. -Me respondía superior la niñata.

Uish. -Arrugué mi nariz completamente disgustada.

La chica sin decir nada, comenzó a despojarse de su elegante vestido.

¡¿Qué haces?! -Me exalté ante su acción, ya que estaba en un lugar público y mucho peor, con dos espécimenes del género opuesto.

¡Aquí no! Ten más decencia. -Kafka, igual estaba exaltado.

¡No mires! -Regañé al mayor, haciendo que sus manos tapasen sus ojos.

¡Tú tampoco! Ni se te ocurra mirar. -Reproché sonrojada al joven.

El chico rápidamente obedeció y de igual forma cubrió sus ojos violetas con las palmas de sus manos.

Oye, chica. -Trataba de dirigirme a ella, sin embargo me dejó sin palabra alguna.

Olvídenlo, ya pueden mirar. -Alcancé a decir.

La escena reflejaba un traje por debajo del vestido de la muchacha, mientras mostraba una fuerza sobrenatural, levantando sin esfuerzo alguno, el vehículo.

¡¡Qué?! -Éramos los tres boca abiertas al divisar el espectáculo.

La rubia había lanzado la pequeña furgoneta hacia otro numeral del estacionamiento.

¡No! El vehículo de la compañía. Eso no lo cubre el seguro. -Kafka lloriqueaba, mientras se acercaba al auto.

¿Qué te sucede? -Empujé con sutileza sobre el hombro de la chica.

No me toques. -Me miró seria. -No sabes con quién te estás metiendo.

Engreída, maleduacada. -La asesinaba con mis ojos. -No me interesa saber.

Apréndanse mi nombre, yo soy la que va a ver sus caras llenas de sufrimiento. -Hablaba con aires de superioridad.

¿Si? -Chasqueé mi lengua.

Soy, Kikoru Shinomiya. -Finalmente comentó su nombre, para acto seguido darnos la espalda.

Ya, vámonos. -Ichikawa alivianaba el ambiente, mientras sujetaba de mi muñeca izquierda y me llevaba con él.

Luego de lo sucedido un par de militares se nos acercaron.

Oímos un estruendo, ¿sucede algo? ¿están bien? -Uno de ellos habló.

Sí, todo bien. -Ichikawa hablaba.

Entonces, lárguense. -Ordenaron.

Para ser militares, tratan mal. -Me quejé, mientras caminaba con mis acompañantes.

Una vez nos adentramos al lugar, nos dirigimos a vestidores, colocándonos ropa cómoda y deportiva otorgada, al igual que se nos asignaba nuestro número como candidato.

Mi número era el 23, 54 para Ichikawa y 87 para Kafka.

Éste examen se dividiría en etapas, el cual evaluaría las capacidades físicas de todos los aspirantes.

Estás frito. -Reí por lo bajo al molestar a Kafka con su edad treintona.

Te voy a hacer polvo. -El mayor reprochaba molesto.

Tiempo después.

Ok, me rindo. -Kafka estaba tendido como una alfombra por el cansancio y a su vez decepcionado al ver su puesto, era 219/255.

¿Estás bien? -Ichikawa estaba de cunclillas, presionando su dedo índice sobre la mejilla del mayor.

No te culpo, hasta yo me rendiría. -Comenté cansada al recordar la cantidad de ejercicio físico que nos habían puesto a realizar; teniendo complicado el ejercicio "La barra", un escalofrío me recorría al recordar como mis brazos temblaban.

Vaya, ¿ya están sufriendo? -La rubia engreída llegaba a burlarse, dejando ver sus resultados en una hoja, quedando en 5to lugar.

Je je. -Sonreí orgullosa, mientras le mostraba mi puesto, había quedado en 4to lugar.

Espero no sufras, también. -La satisfacción de ver su rostro fruncirse era enorme, mientras se marchaba y nos dejaba a los tres tranquilos.

Ya estando calmados, Ichikawa veía concentrado a sus alrededores, fijándose en los primeros puestos de la prueba.

Veamos, está Haruichi Izumo en segundo lugar, se lo considera un participante prometedor. -El rubio comenzaba a explicar lo que sabía.

Tiene un lindo cabello. -Opiné al verlo.

Por otra parte, está Iharu Furuhashi; alguien muy talentoso. -Ahora señalaba a otra dirección el chico joven que daba los datos.

No olvidemos al que lo tienen como la gran esperanza joven, Aoi Kaguragi. -Estaba finalizando lo que sabía.

¿Cómo sabes tanto? -Kafka preguntaba tras escuchar la información recolectada.

¿Piensas lo mismo que yo? -Miré al hombre castaño cómplice.

¡Chismoso! -Dijimos al unísono, recibiendo un gran suspiro por su parte.

Agregando que tú, (T/N), quedaste en cuarto lugar. -Comentaba nuestro acompañante.-Además, ¿por qué no hay información sobre ti? -Preguntó curioso.

Oh, bueno, soy parte de la familia Gojo. -Respondí sin importancia.

¡¿G-Gojo?! -Ambos seres masculinos se exaltaron al oír aquello.

¿Y qué tiene o qué? -Estaba confundida.

¿Y si me prestas unos millones? -Kafka se me acercaba como un fantasma.

¿Siempre comes alimentos de calidad? -Ichikawa preguntaba con la misma expresión que Kafka.

¡¿Eh?! -Mi expresión cambió a aterrada en forma de drama.

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Holi, estuve pensando en nombres para saber la familia de donde provenía la protagonista(Ya que no hemos dado el apellido aún, solo el nombre); pero no soy buena con nombres xd, así que toca crossover y vamos a ser mamadísimas.

Vamos a venir del clan Gojo, especializadas en la katana, y con puntería buena en armas pequeñas, y millonarias 😈

(Ya que Narumi nos enseñe en armas grandes 🙈)

(Que Hoshina nos especialice en espadas/katanas/cuchillos 👹)

(Y que Ichikawa, nos mejore mucho más en puntería 👉👈)

+

El evento traumático, será su hermano mayor, Satoru. (pq aquí sufrimos todxs)

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La protagonista cuenta con el talento/habilidad, pero no está consciente/no sabe cómo utilizarlo y pq aún es miedosa.

Contamos con la habilidad, pero no con los rasgos físicos, nos tocó ser humildes.

Hasta aquí el reporte 🤓👆