Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2

Empujo la pesada puerta, no hay más que cadáveres y rocas del otro lado. Habían entrado a la primera sección del búnker. La única enfermera que no había huido en el avión se aferró a mi brazo, sin embargo, me soltó para indicarme que el doctor Lee se había descompuesto.

—¿Doctor? —Lo levanté y el hombre escaneó con la mirada todo el desastre que había quedado.

—Esas bestias...

—Doctor, debe calmarse.

—¿Por qué llegar a tanto? ¡No tenemos armas! No somos asesinos.

—Doctor, debemos buscar otro lugar y comunicarnos con la base principal.

—Sehun... ¿Por qué no llegaron a nosotros? —Me preguntó la enfermera.

—Tal vez, porque entraron de noche y los sensores de calor no pueden atravesar este tipo de material. Fuimos invisibles para ellos.

—Veremos si hay sobrevivientes... — Dijo ella.

—Esto lo hizo un monstruo.

Disparos precisos, ninguno fue a parar a la pared y nosotros no habíamos escuchado nada. ¿Sobrevivientes? Es muy difícil creer en eso. El verdadero milagro somos nosotros.

Esta guerra es entre cuatro facciones que se odian y desprecian. Por un lado están los grises, que saquean los pueblos y destruyen todo a su paso; luego, los leños, porque sus tanques atraviesan los pesados bosques sin problemas. Los subs, ese es su nombre, colocan bombas en lugares estratégicos, le han dado serios dolores de cabeza a los dos primeros; este es el ejército al que pertenezco.  Finalmente, los destructores, el grupo más temido porque sus armas muchas veces son superiores y sus soldados son más fuertes.

¿Lo incomprensible y la única razón por la que quieren destruirnos? El ejército de los subs es fuerte por la capacidad de recuperación de soldados y refugiados. Entonces, las cosas quedan así,  los tanques son explotados, los hombres mueren y las arma son puestas a trabajar. Sin embargo, hace unos meses nuestro servicio de sanidad militar ha estado en la mira de espías y sicarios. Obviamente, a falta de conocimiento y de personal dispuesto a dejarse esclavisar por la facción contraria, la orden de los demás ejércitos fue ejecuten a los médicos.

A modo de cuidado, todos fueron derivados a un lugar más seguro y alejado que funciona constantemente, pero las emergencias también deben ser atendidas y para eso estábamos Kris y yo. El doctor Lee no podía ayudar mucho, pero era un médico antiguo y ayudaba con el papeleo.

—Agradezco que él ya no esté aquí. — Dije tomando un cartucho de balas del suelo.

—Ojalá se largue de este lugar con su hijo y su esposo. Solo eso le pido a Dios. —Dijo el doctor Lee.

—Lo hará.

En esos momentos se desea ser un soldado con mucha experiencia y poco valor ético. Revisé los cuerpos y tomé las armas que estaban en buen estado. No quiero ver sus rostros porque me romperé y no podré ayudar a nadie. Todos tenían familias, un hogar y, tal vez, el próximo sea yo. ¿Cuánto tendré que soportar hasta que ese día llegue? ¿Recordaré sus rostros? ¿Alguien sabrá lo que me sucedió?

El doctor Lee recogió su bastón y, con la ayuda de la enfermera, caminamos hasta la salida.

En una zona invadida, es peligroso no oir nada o no toparse con cuatro soldados que estén rastrillando el lugar. Es más horrible la amenaza que el peligro real, la paranoia sale y hace estragos en la razón y en los movimientos.

¿Nos vigilan? ¿Qué están esperando? ¿Qué quieren? ¿Por qué seguimos vivos?

Los camiones están destruidos. Tenemos que caminar.

Antes de llegar aquí y comparándome  con los demás decía... ¿Es una ventaja ser tímido o tranquilo? Creo que sí y no. ¿Por qué? Si tuviera que decir lo malo, sería que soy demasiado obediente...

—Este no es el camino. —Ella le dice al viejo doctor.

—Sí, bueno.  Hace tiempo que no hago esto. —Ella retrocede y se queda detrás de mí. Algo malo sucederá.

—Estamos yendo hacia una muerte segura. —Dice ella con rapidez.

—Solo estoy buscando una salida. No sabemos en donde estamos.

Esta conversación se ve muy distante para mí, decido ignorarla. Este es un punto bueno, ellos saben que no diré nada, por lo que mi opinión en realidad no importa.

En parte del camino, ella comenzó a intranquilizarse y a indicarme que algo no iba bien. El doctor Lee nos observaba de cerca pero seguía avanzando.

—Sehun... —La enfermera me despertó. ¿Cuánto dormí? El cielo aún estaba oscuro. Habíamos parado para descansar y revisar el lugar donde acamparíamos. —Creo que oí algo... —Apuntó hacia los árboles. —Puedes acompañarme a ver, estoy preocupada.

—Tal vez debemos movernos.

—No... —Dijo en voz baja. —Puede ser algún herido... —Eso era verdad, pero también podría ser el enemigo.

—Bien. —No perdíamos nada, la muerte seguramente estaba sobre nuestras cabezas y solo era cuestión de tiempo.

El sueño estaba muy presente. Ella me guiaba y alumbraba el camino con cuidado para no atraer a sujetos indeseables. Solo unos metros... dos o cuatro.

—¿A dónde van? —La voz del doctor Lee llegó hasta nosotros y ella se dio vuelta sosteniendo un arma con ambas manos.

—Retroceda doctor Oh.

—Sabía que eras una hija de...

—Cierra la boca maldito viejo.

—Sabía que los leños no eran tan estúpidos como parecían. —Respondió él mientras se acercaba.

—¿Y tú? Has estado encerrado y esperando mucho tiempo... ¿No? Son buenos saqueadores, lo reconozco. —¿Saqueadores?

—No perdamos el tiempo, suelta esa arma y te dejaré vivir. —Me  miró y sus ojos se concentraron en el uniforme. —Sehun, ella es una espía y una traidora.

—No me digas. —Ella liberó el seguro.

—¿Quién destruyó la base? —Pregunté sin esperar respuesta.

—Fueron los grises. Este viejo les dijo cómo llegar y quién era el médico que aún seguía en la base.

—El doctor Kris se me escapó de las manos. —Agregó él. —¿Sabes cuál es el nuevo objetivo doctor Oh? Capturar a un médico para sacarle toda su información o, en el mejor de los casos, para que trabaje para nosotros. ¿Cuál elegirás?

—Tú no vas a volver anciano y los tuyos morirán como perros.

—Cállate y deja esa arma antes de que te mate.

—¿Qué estas esperando? 

Nunca se sabe lo que puede pasar, quién te puede traicionar y quién es tu aliado. ¿Por qué los hombres visten uniformes? Simple, porque necesitan una base de seguridad. A lo largo de su existencia el humano ha buscado sobrevivir y, para ello, ha creado sistemas y leyes que los protegen. Se sabe que un puente no puede construirse de un día para el otro y que una mala decisión puedo acabar con un trabajo de años. ¿Por qué? Porque se han perdido miles de vidas para saber cuándo se puede y cuándo no. El uniforme me dice quién es mi aliado y quién es mi enemigo, sin embargo, no me dice en quién puedo confiar.

Mi gente había confiado ciegamente en estas personas y centenares terminaron muertos. Nuestro ejército ha sido humillado y mis dedos se enfrían sobre el seguro de metal.

¿Cuál es el beneficio de ser tímido o tranquilo? Me volví a preguntar. ¿Cuál es el beneficio de ser bueno? En la guerra... Levanté el arma.

Todos los hombres son asesinos.

No se puede evitar, no se puede confiar y no se debe olvidar.

El ardor que crece desde mi columna vertebral, sube y pica en mi garganta se detiene cuando los disparos se estrellan en las capas de carne y tejido hasta que llegan al hueso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro