Capítulo 06: Luego de caer...
Sus ojos se veían vacíos.
Cuando llegó a casa, no dejó que su madre le viera el rostro, y fue directamente a acostarse, tapada con las mantas, buscó con su celular en internet cómo tapar los moretones, algunos tips le fueron de ayuda al día siguiente.
Estaba deshecha, aunque realmente no entendía por qué. Nunca fue nada con Haizaki, ni siquiera fueron amigos. Ella sólo era su admiradora, admiradora sin admirar nada de él, sólo quería protegerlo.
Pero le faltaba fuerza.
Recordó de nuevo las palabras de Akashi.
«—Eres muy fuerte, Mamoru.
—¿Ah? ¿Qué cosas dice, capitán?
Akashi dio una pequeña sonrisa.
—Que eres muy fuerte —repitió, con voz un tanto más firme—. Aunque sabes que Haizaki no es bueno y él apenas sabe de tu existencia, tú insistes en protegerlo, ¿no?»
No pudo dar lo mejor de sí en el entrenamiento con Fukuda Shogo, estaba muy distraída, por ende también distraía a los chicos. El capitán le llamó la atención, no una, ni dos, ni tres... había perdido la cuenta de las veces.
Como al final del día tenía una sesión de fotos trató de concentrarse, pero tampoco le resultó mucho. El camarógrafo le pidió que se centrara, hasta los iluminadores le hablaron un par de veces. Al final su mánager le dijo que se tomara un descanso.
Los días siguieron, y aunque el moretón desapareció de su rostro, ella seguía estando mal. De vez en cuando veía a Haizaki pasar por los pasillos, se saltaba clases y nunca iba a los entrenamientos, y ya ni siquiera a los partidos, no después de haber perdido contra Kaijo.
Se iba con diferentes chicas, siempre. Nunca se repetía una. Les sonreía y ellas le devolvían la sonrisa.
Pero ella ya no podía sonreír.
Shiroda se paraba frente al espejo y ya no podía hacerlo. Ya no podía dar lo mejor de ello.
Esas dos cosas eran las que mejor hacía, ¿qué es lo que haría ahora que no podía hacer nada?
Golpeó con su pequeño y débil puño los casilleros del solitario vestidor, y cayó de rodillas llorando. Tenía problemas con el equipo y en su trabajo, ambas cosas le llevaban a estar algo triste y no poder entablar buenas conversaciones con la gente cómo lo hacía antes.
Sin embargo... a pesar de todo... no podía culpar a Haizaki de nada. Ya sabía cómo él era, pero de estúpida siguió insistiendo... se lo tenía merecido... quizás.
**
Pero, después de caer, había que levantarse, ¿verdad?
El ruido de su celular interrumpió. Lo tomó con cuidado por entre sus dedos y vio que era un número desconocido. Con el ceño ligeramente fruncido, lo atendió.
—¿Sí?
—¿Usted es familiar de Haizaki Shougo?
No lo pensó ni un segundo.
—Sí.
—La llamamos para informarle que él está hospitalizado por sobredosis, usted es el único contacto en su lista, así q...
Un largo sonido de marcando ocupado se grabó en la cabeza de Shiroda, y no escuchó muy atentamente a la mujer que estaba al otro lado de la línea.
—¿Podría decirme en dónde está hospitalizado, por favor?
—Claro, en el hospital público Hijiiri, venga a consultar por la sala del paciente en el bloque 3.
—Lo haré...
Cortó, y se quedó sentada en su cama. Sin saber cómo reaccionar... ¿una sobredosis...? Se imaginó a Haizaki en una camilla, con una intravenosa en alguna parte de su cuerpo, con sus ojos cerrados y rostro sereno.
Se paró con cuidado y lentitud, no podía hacer ningún movimiento rápido. Estaba muy mareada y el pecho presionaba fuertemente. Todavía no cabía en cuenta de lo que le acaban de informar.
Se vistió con ropa cómoda, salió de su hogar, y a paso calmado se dirigió al hospital. Cuando puso un pie dentro de la estructura, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Lloró mientras se dirigía hacia el bloque 3 para preguntar por la habitación de Haizaki Shougo.
Habló con la misma señora que le había llamado por celular. Le fue entregado el móvil de Haizaki, se le veían unas cuantas rayas en la pantalla y también muy mal cuidado, pero eso fue lo de menos para ella.
Siguiendo a la enfermera, entró a la sala. Y lo vio. Tenía la cara llena de moretones, sus brazos tenían magulladuras y en su cuello había marcas rojas. Había grandes ojeras bajo sus ojos, y algunos cables se conectaron a sus brazos. Una pantalla indicaba sus señales vitales, y el exasperante «pi-pi-pi» que indicaba los latidos del corazón de Haizaki de repente ya no le parecieron tan molestos, al contrario. Una bendición.
—Cómo le había dicho, la llamamos a usted porque no habían más contactos, y los que habían en el registro no atendían la llamada.
Shiroda asintió, con la boca seca. Agarró una silla que por ahí había y la puso al lado de la cama, se sentó y tomó la mano de Haizaki. La enfermera se fue, dejándolos solos. Shiroda llevó la mano de Haizaki a su rostro, en la misma parte dónde semanas atrás había sido golpeada por esa propia mano.
Y siguió llorando, porque en ese momento, era lo único que podía hacer.
**
Haizaki movió un poco su cabeza. «¿Dónde estoy?» fue su primer pensamiento. Abrió sus ojos y los volvió a cerrar gracias a toda la luz que había en el lugar. Suspiró; ya sabía dónde estaba. Como siempre, sólo tendría que esperar a que le dieran el permiso de alta y luego escurrirse como la cucaracha que era de ahí.
Abrió los ojos con flojera.
No se preocupó por llamar a una enfermera y preguntarle si había alguien por ahí que estuviera interesado por él. Sabía que no lo había. Sus padres ni se preocupaban si estaba al borde de la muerte o no.
Los latidos de su corazón se incrementaron cuando vio a Shiroda aparecer por la puerta de la habitación.
A la chica casi se le cae el café de las manos en cuanto se dio cuenta de que Haizaki ya había despertado. Se apresuró en dejar el líquido humeante por ahí y casi salta en la camilla.
Por unos segundos, para Haizaki, los gritos de Shiroda fueron mudos, pero no las lágrimas. Poco a poco, empezó a escuchar los lamentos de la otra.
—¡¿Cómo puedes ser tan poco responsable?! ¡¿En serio tienes el egoísta pensamiento de que estás solo en este mundo?! —El rostro de Shiroda estaba rojo.
Aún después de todo... ella estaba ahí.
«Quédate con quién llore por tus heridas como si fueran las suyas» le dijo alguien alguna vez.
Se quedó como pegado viéndola, se sintió culpable cuando las lágrimas comenzaron a caer por los siempre alegres ojos de Shiroda, ¿cómo era capaz de hacerle daño a una criatura como ella?
—Tú eres la idiota que decidió venir a verme... ¿qué quieres probar? Siguiéndome siempre... como si yo pudiera aportarte en algo positivo —Haizaki dio vuelta en la camilla, dándole la espalda a la castaña.
—El bosque está solo... y de la nada, cae un árbol —Shiroda puso su mano en la espada del pelioscuro—. Nadie se da cuenta de que el árbol está cayendo, pero que nadie le preste atención no significa que no suceda. Las olas siguen golpeteando las costas de esa forma tan hermosa, aún sin que nadie esté en la playa —sintió el cuerpo de Haizaki removerse bajo su tacto—. No quiero demostrarle nada más que mi interés por usted. Y sé... sé que me estoy dando poca importancia y respeto al estar acá, sé que, estúpidamente, estoy poniendo su salud por sobre la mía...
—¿Por qué estás llorando, idiota? —Haizaki volteó su cabeza levemente hacia Shiroda.
—Porque Haizaki-san también está llorando, y eso es hermoso —la castaña llevó ambas de sus pequeñas manos a sus ojos y los cubrió.
—No estoy llorando...
—Que no suelte lágrimas no significa que no sufra y que no llore, Haizaki-san. Su sufrimiento es como un árbol, cómo las olas del mar, cómo los pétalos marchitos de una flor olvidada en un baúl antiguo.
Extra: *algunos minutos antes*
Shiroda decidió ir por unos pocos minutos a relajarse y tomar un café y comer algunas galletitas. Mientras esperaba por su café, decidió mirar el celular de Haizaki. Un contacto. El único, realmente el único.
La castaña se extrañó un poco, pues con todas las chicas que Haizaki conocía, ¿no era normal que al menos tuviera 100 números guardados en su celular?
El contacto decía «Niñera». Shiroda lo abrió, y sonrió cuando vio que ahí estaba su número.
Muy rápido, pero, ¿qué puedo decir? Esto es un short-fic, jé.
Shiroda por lo menos le levantó la voz a Haizaki la pobrecita, men, a mí también me desespera un poco que ella sea tan amable, pero ese es su personaje;u; Y yo amo, kdcirles<3
¡Hasta la próxima~!
(Tenía qué poner ésta imagen, ¿a que es preciosa? kasñldsñd)
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