༺Diez༻
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Tumbado en su cama continuaba pensando en aquello que su mejor amigo le dijo, ya habían pasado 3 días y su mente seguía siendo atacada por aquellas palabras, quizá se estaba volviendo loco su amigo, él no recordaba haber visto los ojos rojos del cantante.
~Yo si lo recuerdo—Le habló su lobo dando brinquitos~Nuestro alfa nos miro.
TaeHyung frunció el ceño—¿Nuestro alfa?
~Si, nuestro alfa, humano. Él es nuestro alfa.
Bien, que su amigo lo supusiera y su lobo lo afirmará, era volarle de un golpe las ideas.
¿Cómo era posible el grandioso Jeon JungKook fuese su predestinado?, eran de mundos completamente distintos, el Alfa era un cantante de tamaño mundial y él era solo un repartidor con su carrera en contabilidad truncada.
Era completamente imposible que pudiesen estar juntos, bajo las estadísticas habían muchísimos omegas con fama con estabilidad económica inclusive algunos que venían de familias muy prestigiosas.
Él venía de una familia muy bien acomodada, pero nada más, todo lo demás le faltaba.
Su celular, comenzó a sonar mostrando en la pantalla JiMinie babo 💛
—Hola, Hyung.
—TaeHyung-sii se que es tu día de descanso, pero ¿podrías venir?, la pizzería esta vuelta loca. ¿Viste el último artículo de IdolReport?
—Mmmh, no.
—Pues, velo. Cuento contigo, TaeTae, te espero aquí cuanto antes.
—Si, está bien, voy para allá.
Colgó la llamada. Tomó su laptop encendiendola y entrando al buscador escribiendo en el IdolReport.
Y si, Deliciuos pizza ahorita debería estar repleta de gente.
Caminó con prisa a la entrada y colocó sus zapatos, tomó las llaves de su casa y su bolso, salió cerrando con llave la puerta y tomando camano hacía la parada más cercana.
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—JiMin-ah, hay 1 pedido por Gangnam-gu. ¿Me encargó yo o YongSu?
— YongSu, tú encargate del pedido de Yongsan-gu, me pidieron estrictamente que el empleado de cabello rojo lo llevase.
—Que extraño pero, cómo ordene, Jefe.
TaeHyung tomó las llaves de la moto y las 2 pizzas, subió a la moto y tomó camino.
El tráfico estaba inaguantable y ni hablar del sol, ni aunque estuviese cubierto del rostro con el casco lograba evitar el ardor que le causaba.
—Yongsan-gu, 322 Sowol-ro, ¿En el hotel Grand Hyatt Soul?—Se preguntó a si mismo tras repetirse la dirección.
Al llegar aparcó la motocicleta y bajo tomando las pizzas del la bolsa trasera.
La tomó revisando el papel pegado en ellas que decía la dirección.
—PentHouse residencial 1 y PentHouse residencial 3... tienen dinero para vivir aquí.
Entró al hotel viedo a una omega y una beta en el recibidor.
—Buenas tardes, vengo a hacer una entrega de dos pedidos.
—¿Aquí?
—S-si, a los penthouses residencials 1 y 2.
—No tenemos penthouse residencial 1.
—Lilia, si tenemos, pero es el penthouse residencial golden.
—Nos comunicaremos con ambos y le haremos saber si puede o no pasar.
TaeHyung asintió y espero pacientemente a que le diesen la entrada.
Al mirar cómo una le asentía el simplemente se dirigió al ascensor mirando el inmenso control, habían tantos botones que le dolía la vista.
Un sobresalto llegó a él al escuchar una voz por las bocinas del interior del ascensor.
—Para los penthouse residencials el control se encuentra del lado izquierdo.
TaeHyung buscó la cámara del ascensor y al encontrarla solo realizó una reverencia y se dirigió al lado izquierdo del asensor viendo otro control más pequeño.
Tocó el botón R2 y el ascensor comenzó a subir.
Al abrirse las puertas miro frente a él una puerta que tenía grabado PR2. Tocó el timbre, fueron contados los minutos que tardaron en abrir. Entregó la pizza y volvió al acensor picando un botón dorado que decía G1. Suponía que era el penthouse residencial golden.
Cuando se abrieron las puertas quedo completamete maravillado al ver una pequeña salita de estar, tocó el timbre y al instante la puerta fue abierta.
Su corazón se paró y parpadeo reiteradas veces hasta la necesidad de darse una cachetada lo abrumó.
No tardo en dirigir su mano a su rostro a punto de darse un golpe.
—No, no te golpees—Le dijo tomandole la mano evitando el golpe.
Su lobo parecía estar igual de atónito que él, y claro, tenía al mismísimo Jeon JungKook de frente.
Una cosa era verlo de frente después de un concierto y otra muy distinta verlo al ir a entregar una pizza y más sabiendo que él era su alfa.
—S-su pe-pedido.
—Muchas gracias, ¿Cuánto sería?
—₩14,989.
JungKook asintió y le entregó el dinero, TaeHyung hizo una reverencia y atónito dio la vuelta para ir al ascensor cuando una mano tómo su brazo.
—No te vayas aún... quiero hablar contigo.
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