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Entro con tomando asiento junto al gran escritorio, donde ya lo esperaba el presentador, con alegría mencionando la visita ese día al programa.

TaeHyung miraba el programa en su televisión, mientras veía a su alfa hablar demostrando su alegría por el nuevo sencillo que estaba a la vuelta de la esquina de salir.

"¿Y qué nos dices de ese omega?"—Preguntó el presentador mirando con una sonrisa a JungKook.

"Ese omega es mi pareja, es mi novio oficialmente y, agradecería que lo llamen por su nombre, TaeHyung, un increíble artista y persona, así como me robo el corazón a mi, estoy seguro que también a ustedes"—Abrió los ojos con sorpresa y llevo las manos a su boca. JungKook ya había hecho pública su relación y no había vuelta atrás.

Su lobo brinco emocionado y alegre por ello inquietando a TaeHyung quien con lágrimas en los ojos veía a su alfa en la televisión.

La puerta fue tocada y caminó hacia ella, abriéndola y encontrando ahí a un hombre trajeado y muy elegante.

Frunció el entrecejo.

—¿Si?

—El señor Jeon nos mandó por usted, quiere verlo.

—Oh—Dijo confundido volteando a ver la televisión, "Quizá me lleven con él" penso—Claro, un segundo.

Entro a su casa por un pequeño bolso en el que tenía su celular, su cartera y las llaves de su casa.

Salió junto al señor y cerro con llave, para después caminar y subir a la parte trasera de la camioneta.

Todo el camino estuvo silencioso, no había ruido por ningún lado, el cielo estaba cubierto por las densas nubes grises, llovería pronto.

Llegaron a un gran edificio que conoció como la empresa de JungKook, bajo acompañado y escoltado por los hombres trajeados, eran muy serios, extrañaba al beta parlanchin.

¿Por qué JungKook había enviado a esos escoltas y no a HoSeok como siempre?

Los siguió hasta el ascensor donde vio perfectamente que presionaban el botón del piso más alto, y pasaron los segundos hasta convertirse en unos pocos 2 minutos hasta llegar al último piso, camino escoltado hacia la puerta principal del lugar. Y confundido miro a los betas.

¿Esa era la oficina de JungKook?

Dudoso abrio la puerta encontrándose con un hermoso lugar, todo era precioso en dicho despacho, pero algo no encajaba, y era el hombre alfa que lo veía fijamente.

Sobre el escritorio había un tablón con su nombre, "Jeon NoMin" el padre de JungKook...

Hizo una leve reverencia.

—Siéntate, por favor—Habló el señor y TaeHyung al tratarse de su suegro, obedeció.

—Mucho gusto, señor.

—Si... quiero hablar seriamente contigo—Habló el de aroma a madera y TaeHyung se tenso por la seriedad del hombre.

—C-clado, dígame... ¿en que puedo ayudarlo?

—Alejándote de JungKook.

TaeHyung sintió un balde de agua helada recorrer su columna, carraspeo y se enderezó en su lugar.

—¿De qué habla?

—¿Lo amas?

—Por supuesto, más que a mi vida, señor Jeon—Habló el omega con rapidez, buscando denotar con ello que no estaba con JungKook por su dinero, por que ¿era eso por lo que él hombre quería que se alejara de su hijo, no?

—Si lo amas como dices, déjalo ir. Estas dañando su carrera. ¿Sabes lo que le costó llegar a la cima?, ¿sabes cuanto ama el su trabajo? Lo estas arruinando.

Quería negarse a estar escuchando aquello, ¿Estaba dañando a JungKook?

—¿Sabes cuantas perdías a tenido desde que se le ve contigo?, si lo amas, no le quites lo que más quiere.

—Y-yo... no... se que decir—Dijo bajando la cabeza.

—Eres un buen muchacho, eres apuesto, trabajador, encantador, pero... no eres una buena imagen para JungKook—Dijo el hombre acercándose a TaeHyung, sintiendo el aroma de su hijo venir de él, "estuvieron junto" pensó—Tus padres viven en SuWon, te tengo un boleto en primera clase, sin retorno. Vete y deja a JungKook ser feliz. Y no quiero volverte a ver en Seúl nunca más. ¿Me escuchaste?

TaeHyung con el corazón hecho pedazos asintió y tomó el boleto saliendo de la oficina.

~¿Dañamos a nuestro alfa...?

—Eso pa-re-ce, lobito—Habló entre dolorosos hipidos.

—Lo escoltaremos a su casa por sus pertenecías y al aeropuerto, joven Kim—Habló uno de los betas y TaeHyung inmerso en su dolor, asintió.

Sentía su marca punzar y quemar. El lazo sabía la situación, no quería también perder la marca de su alfa.

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—¿Estás bien, JungKook?, la entrevista salio perfecto.

—Duele, siento un dolor indescriptible. Es el lazo.

—¿Quieres ir directo a casa de TaeHyung?—Preguntó YoonGi, preocupado por su amigo. Eran las 16hrs, habían salido del programa y se quedaron todavía un rato platicando con el productor. Tanto que las horas pasaron volando para los 2.

—Si, vamos. HoSeok, acelera, por favor.

El beta obedeciendo la orden de su jefe aceleró y condujo con el límite de velocidad, aun así procurando tener cuidado al hacerlo.

Llegaron minutos después a la casa del omega. El auto de JiMin estaba afuera y la puerta estaba abierta.

Ambos alfas bajaron, ambos con un mal presentimiento.

Entraron viendo a JiMin sentado en la sala llorando sin consuelo.

YoonGi se apresuró a sentarse a su lado y abrazarlo, mientras JungKook desesperado buscaba la presencia de su omega.

—Se fue—Habló JiMin al escuchar el movimiento del alfa menor.

—¿Qué?

—D-dejo esto—Extendió una carta entregandosela a JungKook.

"Amor mio, me voy, estos días a tu lado han sido un regalo para mi alma, eres un Alfa increíble y mereces todo lo bueno.
Me voy lejos, para no seguirte afectando en tu vida, para permitirte seguir con tus sueños y con lo que amas.

Te amo, y siempre será así, por más que la distancia nos separe, yo siempre te amaré JungKook.

Tu padre fue claro conmigo, debo dejarte ser feliz y así lo haré"

JungKook arrugó la hoja en donde ya caían sus lágrimas, tomó rápidamente su celular y marcó el número de su amado, la llamada fue botada más de una vez.

—JiMin, dame tus llaves—JiMin no pregunto y entrego las lleves de su auto, para después ver JungKook salir disparado de la casa, sin escuchar los gritos de YoonGi.

Lo único en lo que pensaba el alfa pelinegro era en aquellas 2 palabras que la carta decía "Tú padre".

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—Mi bebé...—Habló el omega mayor extendiendo sus brazos para recibir a su hijo.

—Papá Jin... duele—Dijo el pelirrojo aferrándose a los brados de su padre omega, mientras su padre alfa lo veía con dolor.

Aquella marca que sobresalga por su blusa brillaba en un doloroso color rojo con morado. El lazo sufría por los dos y la lejanía.

Pero... era lo mejor después de todo, ¿no?

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