Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

Ansioso y feliz se subió al avión y este voló por los cielos...

Miraba las nubes tras su ventana y solo pensó en mí con anhelos. Sonrió enamorado.

De pronto, se avecinó una gran tormenta y Joey miró las nubes negras por la ventana. Vio un relámpago del que no le tomó mayor importancia y volvió a sonreír con ilusiones.

<< Muy pronto volveré a verte niña mía >>

<< Falta muy poco para que volvamos a estar los tres juntos >>

Con anhelos imaginó como sería aquel momento...

Comenzó a llover torrencialmente, y con turbulencia, algunos de los pasajeros estaban muy inquietos y asustados.

Él ido en nuestro reencuentro, miró con cariño la rosa, que había cortado del jardín del hotel, y sonrió con anhelos.

_ Al fin estaré contigo niña mía...

El avión voló sin control bajo la fuerte tormenta. Joey sin jamás perder la esperanza, se desplomó inconsciente en el asiento y aquel avión se perdió en el oscuro y tormentoso cielo para nunca volver...

Contenta solo esperaba a que mi celular sonara, pero seguía con angustia y preocupada, tenía un mal presentimiento. No lo pensé más y llamé rápidamente a su número.

Su número apareció fuera de zona, lo que no comprendí y más nerviosa, comencé a sentirme mal y pensé en él con desesperación.

<< Joey... ¿Qué pasa que no me contestas? >>

Estaba atardeciendo y aún no sabía nada de él y muerta de angustia y preocupación, Eva fue a verme, ya que estaba tan nerviosa y preocupada como yo.

La angustia me había comido por completo y solo pensando en él, en que debía de venir en el avión, tuve mucho miedo.

No dejaba de pasearme en el living; Eva solo me miraba y estaba hecha un ataque de nervios al igual que yo.

Llegó Rodrigo y yo fruncí el ceño. Volví a llamar a Joey y él solo me miró...

Recostada en nuestra cama. No me sentía muy bien y mareada, sentí los fuertes latidos de nuestro bebe en mi vientre. Pensé en Joey con más amor y la angustia de no saber de él me hizo llorar.

<< ¿Qué pasa mi Joey?>>

<< ¡¿Dónde estás?!>>

Bajé las escaleras y mi aliento se retuvo al ver a la patrulla de oficial en nuestra casa. Eva estaba llorando y yo más que preocupada, el oficial me miró y Rodrigo se me acercó.

Presentí que algo malo me dirían, y alarmada, sentí temor. No quería oírlos y con miedo, se me cubrieron los ojos de lágrimas.

Mi corazón atemorizado, y no preparado, mi mente solo vio y pensó en él, en Joey...

_ El avión en el que venía Joey sufrió un terrible accidente, debido a una fuerte tormenta y cayó al mar – el corazón se me hizo trizas y la desesperación me consumió.

_ ¡¿Cayó?! ¡¿Cómo que cayó al mar?! ¡Mi esposo! ¡¿Dónde está mi esposo?! ¡¿Qué pasó con él y con el resto de los demás que venían en el avión?!

_...

_ ¡¿Por qué te quedas callado?! ¡¿Dónde está mi esposo, Rodrigo?! ¡¿Qué pasó con Joey?!

_ Tienes que ser fuerte Stephanie. Posiblemente no haya sobrevivientes – No lo pude creer; los oídos se me agudizaron y la agonía y dolor me abordaron.

_ ¡NO! ¡NO! ¡Tú no me puedes decir eso, Rodrigo, tú no! ¡Tú no!

Rompí en llantos y Rodrigo me abrazó fuerte y yo ahogada y cegada de desesperación y negación, comencé a gritar.

_ ¡Joey no puede estar muerto! ¡No! ¡Es mentira! ¡Es mentira! – lo abrasé fuerte, deseando que todo fuera una pesadilla, pero Rodrigo me hizo entrar en razón.

_ Sé que es doloroso lo que acabo de decirte, pero es la verdad. Joey está muerto, Stephanie

_ ¡NO! ¡NO! ¡MI VIDA NO! ¡NO!

Lloré desquiciada y Rodrigo volvió a atarme a sus brazos con toda su protección. Eva desconsolada, el oficial nos miró con lamento y luego se marchó.

_ ¡NO! ¡Mi Joey no! ¡NO!

Dije fuera de control y en un ataque de llanto, comencé a golpear el pecho de Rodrigo y él me dejó.

_ ¡Joey no está muerto! ¡No lo está! ¡Algo me dice que sigue vivo! ¡Lo sé! – Eva se me acercó y me abrazó.

_ Ya mi niña. Trata de tranquilizarte por favor

_ ¡No puedo!¡Sé que mi esposo sigue vivo!

_...

Eva llorando, más me abrazó y yo gemí y gemí en sus brazos. No me resigné a aceptar que él no estaba, que mi amado Joey se había para siempre...

Los días comenzaron a transcurrir y mi tristeza no cesaba. Mantenía la esperanza de que Joey seguía vivo, en alguna parte, y esperaba, esperaba a tener una noticia suya.

Había pasado una semana, y yo, consumida total en la tristeza y preocupación, acababa de cumplir los cuatro meses de embarazo, y sin ánimos, solo pensaba en Joey, en mi amado cantante.

El gobierno aún no encontraba restos del avión y cuerpos en el mar, lo que nos consumía con más pesar a su madre y a mí.

Le ofrecí a Eva que se quedará conmigo en nuestra casa y ella triste, y sin ánimos, aceptó. Ambas, juntas, seguimos solo esperando y esperando a que el gobierno encontrara alguna pista del avión y que nos devolviera a Joey sano y salvo.

Con mis ojos llenos de lágrimas, e idos en el lejano cielo, solo quería llorar y llorar.

Llorar hasta ya no poder más, y luego dormirme, y que al despertar creyera que todo había sido una pesadilla, y que me encontrará a mi esposo durmiendo junto a mí, como en los viejos tiempos.

Mi hijo se movía más y más en mi vientre, y yo deprimida, miraba el cielo gris. Ya no cavia duda, aquel cielo se había llevado a Joey y lo había alejado de mí para siempre.

Había pasado otra semana y aun no sabíamos nada...

Sentada en la maca, no tenía ánimos de nada. Me saqué el reloj collar del cuello, el que él me había regalado y lo miré fijo y con tristeza. Recordé cuando él me lo regaló el día en que se fue de viaje...

Sin evitarlo, las lágrimas se escurrieron por mis mejillas al recordar nuestro último beso y apreté aquel reloj en mi mano. Lo atesoré con todo con todo mi corazón y me sentí ahogar.

Eva con sus ojos hinchados de lágrimas, se me acercó...

_ Acompáñame al living. Está el mayor comandante quien espera a verte, hija

_... – la miré con temor y débil traté de colocarme de pie y Eva me apoyó de ella y así, juntas, fuimos al living.

El pecho y el corazón se me desgarraron y a punto de desvanecerme, Eva, llorando, me sostuvo y yo rompí en llanto.

Ya no había nada que hacer. Habían encontrado los restos del avión y algunos restos de los pasajeros del avión, lo que me hizo destrozarme el corazón y alma por completo. El comandante me miró.

_... Encontramos parte de la ropa de su esposo. Lo lamentamos mucho en verdad... - mi mundo se hizo trizas y di un grito de llanto, dolor y desesperanza. Mi amado Joey estaba muerto...

La banda estaba devastada y hundida en la tristeza por la terrible perdida de su gran amigo y líder de siempre de su querida banda de rock. Por dolor y respeto decidieron no prestar ninguna declaración a ni un medio, lo que a Eva y a mí nos pareció que era lo correcto. Solo queríamos que respetaran nuestro dolor.

Los fans estaban tan devastados como todos nosotros. En la radio, y prensa, no se hablaba de otra cosa que, del deceso de mi amado cantante, lo que me tenía aún demasiado mal.

Ida, solo quería llorar, y acostada, solo pensaba y pensaba en él, en que ya no lo vería nunca más. Ya no lo tendría conmigo y tampoco su querido hijo.

Mis ojos estaban secos de tanto llorar y solo pensaba, una y otra vez...

<< ¿Cómo pudiste irte y abandonarme, abandonarnos así Joey? >>

<<Tu hijo te necesita, yo te necesito... >>

<<Te amo tanto y siempre te amaré>>

Recordé nuestra última conversación por el celular, cuando me dijo que me amaba y que le faltaba tan poco por regresar y volver a estar los dos juntos y rompí en lágrimas.

<<Ni siquiera tendré el consuelo de velarte y dejarte flores amor mío... >>

Todos reunidos en la iglesia, hicimos un responso en su memoria y yo con mi rosa blanca en mi cabello, tenía los ojos cubiertos de lágrimas, los que oculté bajo los lentes oscuros.

Eva, sujetó mi hombro y ambas desechas, compartimos aquel mismo dolor.

La banda se nos acercó y yo débil, ellos nos dieron el pésame.

John, uno de sus grandes, mejores, amigos de toda su vida, me abrazó y yo sin contenerme más, rompí en llantos.

Era demasiado para ser real. No podía creerlo; aún me rehusaba y llorando en los brazos de John, Rodrigo, me miraba fijo desde la puerta de la iglesia. Al igual que todos, lamentaba con pesar todo lo que iba pasado.

Anheló con todo su corazón el consolarme y contenerme...

Los fans se habían reunido fuera de la iglesia. Yo los vi y más deseos me dieron de llorar. Pude sentir su gran tristeza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro